jueves, 22 de marzo de 2018

TORRIJAS AL HORNO (CON THERMOMIX)


Movida otra vez por la curiosidad (y el deseo de intentar unas torrijas un poco más saludables) me pongo manos a la obra, siguiendo una receta de cookinando (os dejo el enlace para ver las cantidades exactas y elaboración)

Torrijas en el varoma - Cookinando

Yo hice la mitad de cantidad, una barra entera me parecía una barbaridad, teniendo en cuenta que mis chicas solo las probarían... con un poco de suerte

Lo primero del todo es infusionar en el vaso de la Thermomix 500 gr. de leche, 75 gr. de azúcar, una ramita de canela y piel de limón (solo la parte amarilla)
12 minutos, 90 º, giro inverso, velocidad 1

Decir que puse mas leche de la indicada y aún así no me sobró nada...

Sin Thermomix;
Se hace normalmente en una olla o cazo.

Mientras, cortamos el pan en rodajas gruesas y unos cuadraditos de papel film transparente, que pincelaremos con un poco de mantequilla derretida en el microondas.





Una vez acaba la leche de infusionar, se deja templar un poco. Se pasan las rodajas por la leche y luego por huevo batido.
Hasta aquí, es igual que el método tradicional.

Se van colocando una por una en los cuadraditos y se envuelven bien, como si fueran caramelos, esto es, retorciendo bien los extremos, para que no se salga nada.


Las vamos colocando en el varoma y su bandeja, procurando dejar huecos para que pase bien el vapor.
Poner agua en el vaso (mínimo de 500 gr.) y colocar recipiente varoma.
Programar 25 min., temperatura  varoma,  velocidad 1

Sin Thermomix:
Las cocemos al vapor, en recipiente adecuado, pero imagino que menos tiempo .


Una vez terminado el tiempo, se dejan enfriar un poco y se les quita el plástico.
Tienen este aspecto tan poco sugerente:


Las rebozamos con una mezcla de azúcar y canela en polvo (y mejoran un poquito)

Mientras tanto, precalentamos el horno al máximo (250 ºC)

Las colocamos en la bandeja sobre una lámina de papel vegetal de hornear.


Para terminar, las metemos al horno, en la parte superior 3-4 minutos, vigilando que no se quemen.
Se formará una película de caramelo en cada torrija.
Y soltarán un poco de almíbar que luego echaremos por encima de las mismas.




De aspecto, maravillsoso, de sabor, pichi-picha.

No saben ni mucho menos como las que van fritas, pero reconozco que se mancha mucho menos la cocina, y que pueden resultar un poco menos pesadas.

Eso si, yo tardo casi menos en hacerlas del modo tradicional, y la verdad... para una vez al año que las hago, prefiero tomar las "engordantes", pues el sabor no tiene nada que ver.

La semana que viene nos vamos al pueblo un par de días, y las prepararé allí, ya que soy oficialmente la "torrijera" de la familia.

Mi madre me pasó el relevo hace años, porque ella se agobiaba mucho y la primera semana santa que las hice, alucinó de lo poco que tardaba. 

Y además, como aprendí con ella, el sabor es casi calcado a las suyas...

A mi padre le encantan y al resto más o menos también. 
Yo feliz al recibir piropos y de comerme alguna que otra.

Así que ... todos contentos.

Sed felices y ... a comer torrijas!!




miércoles, 21 de marzo de 2018

HAMBURGUESAS DE SOJA TEXTURIZADA

Esta es una entrada dedicada especialmente a Belén Cabrero (con hija vegana) y Gema Martín (vegetariana convencida) aunque al resto de los que me siguen, espero que también les sirva para abrir mente, o al menos para reirse un rato con mis cosas.

Desde que a Paula le ha dado por el vegetarianismo, a mi me ha dado por experimentar.

He comprado hamburguesas veganas, nuggets de vegetales, incluso una especie de mortadela vegana que se encuentra en el Ahorramás (y algunas cosas están realmente sabrosas)

Hay muchos platos vegetarianos por la web, muchos en los libros de Thermomix, y muchos productos que se están colando poco a poco en nuestras cocinas, como la quinoa, el tofu o el trigo bulgur (por poner alguno de los que he probado)

Llevaba unos días viendo en Mercadona paquetes de algo llamado "Soja texturizada" y claro, al precio que lo venden (1,50 €) y sabiendo lo que me gustan los "experimort" (a decir de Enara), estaba clarísimo que lo compraría.


Lo primero que hice fue investigar recetas, saber lo que era esto de la soja texturizada, y me quedó claro que es soja "deshidratada", que está llena de proteínas, y que los vegetarianos / veganos la usan como si fuera carne picada... O sea, lo mismo te hacen unas hamburguesas o unas albóndigas, que la integran en una salsa boloñesa.

La intriga iba en aumento, sobre todo, porque destacaban lo fácil que era cocinarla y porque encontré de todo (hasta unas salchichas hechas con este producto)


Finalmente me decanto por algo sencillo, unas hamburguesas, con verduras y que tienen bastante buena pinta.

Al abrir el paquete te quedas con cara de tonta, pensando...¿pero, de estos cereales va a salir algo comestible? 
Y es que parecen cereales de esos del desayuno, pero de los de facilitar el tránsito intestinal... llenitos de fibra acartonada...jajaja

Lo primero que dicen todas las recetas sobre la S.T. es que hay que hidratarla, unos 15-20 minutos en agua caliente. Así que yo caliento en un cazo agua, la retiro del fuego y echo la mitad del paquete de soja. (luego hablaré de esto de la cantidad...)


De aspecto, la verdad, es que desalienta un poco, y además se me ocurre comerme un trocito mínimo (llevada por la curiosidad) y, sinceramente, tengo que tirarlo al cubo de la basura, ya que la textura me desagrada mogollón... es como comer un trozo de cartón, insípido y poco tragable... (me siento como una cabra comiendo celulosa)

Pero haciendo caso omiso de este contratiempo, sigo con la preparación de la receta. 

Mientras se hidrata, corto en trocitos mínimos media cebolla, un diente gordo de ajo, y un trozo de pimiento rojo. Todo muy picadito. Y saco a la encimera el resto de ingredientes, salsa de soja, comino en polvo, sal, pimienta y dos huevos.


Lo cierto es que empiezo a tener la sensación de estar preparando filetes rusos... aunque yo solo les pongo leche, huevo, ajo-perejil y sal.

Una vez hidratada la S.T. hay que escurrirla bien en un colador, apretando bastante, para que salga todo el líquido posible. 
Se pasa al bol con las verduras troceadas y se añade un chorro de salsa de soja, una cucharada de comino y sal y pimienta al gusto.
Además, añadir un par de cucharadas de harina, para que vaya ligando todo el conjunto (la cantidad se va viendo a ojo, según vaya quedando)

El aspecto final, después de un rato de mover e integrar todo, debe ser más o menos este:


Yo, es que alucino, parece totalmente carne de pollo o ternera blanca... veremos qué tal la textura y el sabor...

Formo las hamburguesas con un poco más de harina (así hacía los filetes rusos, hasta que descubrí que con pan rallado quedaban mucho mejor)


Y las freímos a fuego más bien lento, en aceite de oliva (bueno, a mi es el que me gusta)


Pintaza, ¿verdad?

Confieso que es la primera vez que no hago una pruebecilla de lo que estoy cocinando (después del bocadito anterior se me han quitado mucho las ganas)
Y eso que tienen muy buena pinta:



La bandeja de la cena, presenta este aspecto (los dos de la derecha, por supuesto para Irene son unos filetes de pollo... para que montar un lío innecesario)


Bueno pues... para nuestra sorpresa... están bastante bien!!
Me han quedado un poco sosos, pero en la masa que ha sobrado (que está en la nevera) le puedo añadir una pizca de sal y seguro que mejora.
Eso es lo que quería contar sobre la cantidad de soja a usar.. ahora que me acuerdo:

La mitad del paquete es muchísimo, con la tercera parte hubiese sido más que suficiente para los tres.
A tener en cuenta para el futuro.

Curiosamente, nos gustan más a Manu y a mí, que a la interesada... que opina que no saben a nada, pero se acaba comiendo 3 pequeños. (uno de ellos con queso por encima...jaja)
Por supuesto mi pequeña ni los mira, debe opinar que la celulosa, pa' las cabras...ajajajja

Decir además que llenan un montón, no fuimos capaces de comernos más que dos cada uno.



En fin, resultado del experimento: POSITIVO.

Expectativas de repetir: MUCHAS.

Ganas de probar más cosas nuevas: TODAS.

Sed felices.