Esta es una entrada dedicada especialmente a Belén Cabrero (con hija vegana) y Gema Martín (vegetariana convencida) aunque al resto de los que me siguen, espero que también les sirva para abrir mente, o al menos para reirse un rato con mis cosas.
Desde que a Paula le ha dado por el vegetarianismo, a mi me ha dado por experimentar.
He comprado hamburguesas veganas, nuggets de vegetales, incluso una especie de mortadela vegana que se encuentra en el Ahorramás (y algunas cosas están realmente sabrosas)
Hay muchos platos vegetarianos por la web, muchos en los libros de Thermomix, y muchos productos que se están colando poco a poco en nuestras cocinas, como la quinoa, el tofu o el trigo bulgur (por poner alguno de los que he probado)
Llevaba unos días viendo en Mercadona paquetes de algo llamado "Soja texturizada" y claro, al precio que lo venden (1,50 €) y sabiendo lo que me gustan los "experimort" (a decir de Enara), estaba clarísimo que lo compraría.
Lo primero que hice fue investigar recetas, saber lo que era esto de la soja texturizada, y me quedó claro que es soja "deshidratada", que está llena de proteínas, y que los vegetarianos / veganos la usan como si fuera carne picada... O sea, lo mismo te hacen unas hamburguesas o unas albóndigas, que la integran en una salsa boloñesa.
La intriga iba en aumento, sobre todo, porque destacaban lo fácil que era cocinarla y porque encontré de todo (hasta unas salchichas hechas con este producto)
Finalmente me decanto por algo sencillo, unas hamburguesas, con verduras y que tienen bastante buena pinta.
Al abrir el paquete te quedas con cara de tonta, pensando...¿pero, de estos cereales va a salir algo comestible?
Y es que parecen cereales de esos del desayuno, pero de los de facilitar el tránsito intestinal... llenitos de fibra acartonada...jajaja
Lo primero que dicen todas las recetas sobre la S.T. es que hay que hidratarla, unos 15-20 minutos en agua caliente. Así que yo caliento en un cazo agua, la retiro del fuego y echo la mitad del paquete de soja. (luego hablaré de esto de la cantidad...)
De aspecto, la verdad, es que desalienta un poco, y además se me ocurre comerme un trocito mínimo (llevada por la curiosidad) y, sinceramente, tengo que tirarlo al cubo de la basura, ya que la textura me desagrada mogollón... es como comer un trozo de cartón, insípido y poco tragable... (me siento como una cabra comiendo celulosa)
Pero haciendo caso omiso de este contratiempo, sigo con la preparación de la receta.
Mientras se hidrata, corto en trocitos mínimos media cebolla, un diente gordo de ajo, y un trozo de pimiento rojo. Todo muy picadito. Y saco a la encimera el resto de ingredientes, salsa de soja, comino en polvo, sal, pimienta y dos huevos.
Lo cierto es que empiezo a tener la sensación de estar preparando filetes rusos... aunque yo solo les pongo leche, huevo, ajo-perejil y sal.
Una vez hidratada la S.T. hay que escurrirla bien en un colador, apretando bastante, para que salga todo el líquido posible.
Se pasa al bol con las verduras troceadas y se añade un chorro de salsa de soja, una cucharada de comino y sal y pimienta al gusto.
Además, añadir un par de cucharadas de harina, para que vaya ligando todo el conjunto (la cantidad se va viendo a ojo, según vaya quedando)
El aspecto final, después de un rato de mover e integrar todo, debe ser más o menos este:
Yo, es que alucino, parece totalmente carne de pollo o ternera blanca... veremos qué tal la textura y el sabor...
Formo las hamburguesas con un poco más de harina (así hacía los filetes rusos, hasta que descubrí que con pan rallado quedaban mucho mejor)
Y las freímos a fuego más bien lento, en aceite de oliva (bueno, a mi es el que me gusta)
Pintaza, ¿verdad?
Confieso que es la primera vez que no hago una pruebecilla de lo que estoy cocinando (después del bocadito anterior se me han quitado mucho las ganas)
Y eso que tienen muy buena pinta:
La bandeja de la cena, presenta este aspecto (los dos de la derecha, por supuesto para Irene son unos filetes de pollo... para que montar un lío innecesario)
Bueno pues... para nuestra sorpresa... están bastante bien!!
Me han quedado un poco sosos, pero en la masa que ha sobrado (que está en la nevera) le puedo añadir una pizca de sal y seguro que mejora.
Eso es lo que quería contar sobre la cantidad de soja a usar.. ahora que me acuerdo:
La mitad del paquete es muchísimo, con la tercera parte hubiese sido más que suficiente para los tres.
A tener en cuenta para el futuro.
Curiosamente, nos gustan más a Manu y a mí, que a la interesada... que opina que no saben a nada, pero se acaba comiendo 3 pequeños. (uno de ellos con queso por encima...jaja)
Por supuesto mi pequeña ni los mira, debe opinar que la celulosa, pa' las cabras...ajajajja
Decir además que llenan un montón, no fuimos capaces de comernos más que dos cada uno.
En fin, resultado del experimento: POSITIVO.
Expectativas de repetir: MUCHAS.
Ganas de probar más cosas nuevas: TODAS.
Sed felices.









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