Se trata de una especie de masa que sirve para acompañar carnes y pescados y que se toma también con quesos, yogur...
Es salada, y cuando endurece, y sobra, se puede cortar en cuadraditos y freír o hacer al horno.
En algunos sitios lo comparan con la polenta, que igual si que habéis oído hablar de ella.
A Paula y a mi, que nos encantan estas cosas nos ha gustado mucho... pero la otra pareja... apenas lo ha probado y se han dedicado a poner caras todo el rato... bueno, ya sabéis, las atrevidas en casa somos nosotras, ellos, todo lo que se salga de la rutina y normalidad les espeluzna, jeje
Vamos a ello:
Necesitamos como ingrediente principal (y casi único) una harina especial de maíz que se llama Malai. Se encuentra sin problemas en el Carrefour y entiendo que en tiendas que tengan productos extranjeros.
Es muy fácil de hacer, se pone a calentar 1/2 litro de agua con un poco de sal (una cucharadita) y cuando esté a punto de hervir se echa la harina en forma de lluvia muy poco a poco y sin dejar de remover (el total serán aproximadamente 150 gr. pero nos tenemos que guiar a ojo)
Ahora bajar un poco el fuego (yo en una escala del 1 al 9 tenía el 6-7)
A mi me recuerda un poco al proceso de la masa de croquetas...
Una vez que va absorbiéndose se añade poco a poco hasta acabar con ella. El punto será cuando no se pueda ya remover con las varillas.
A continuación seguiremos con una cuchara de palo removiendo todo el tiempo, para que no se pegue al fondo.
Añadir una cucharada de mantequilla, para que se ponga la masa más suavecita.
El proceso total de cocción será como de unos 15-20 minutos.
Una vez finalizado, lo pasamos a un plato o fuente honda para darle un poco de forma con la misma cuchara o los dedos (ojo, que abrasa!)
Finalmente, lo cortamos en cuadrados o tiras y lo servimos al gusto.
Yo, con yogur griego y un poco de panceta a la plancha. Paula lo metió en el microondas con queso fundente por encima (como hace con casi todo lo que come...)
mmmmmmmmmm, está riquísimo, de verdad.
A los dos días, recordé que tenía un poco en la nevera, lo hice tiras y lo freí en aceite de oliva. Como siempre, de acompañamiento para otras cosas.
No tengo fotos, pero os garantizo que estaba muuuy bueno.
Os enseño ahora fotos de internet, precioso todo...






Te ha salido muy bien Maite, un abrazo!
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