miércoles, 11 de diciembre de 2019

TALLER CONOCER MADRID 2 - MUSEO AFRICANO. EXPOSICIÓN DE BELENES - 11 DICIEMBRE 2019

 11 DICIEMBRE - MUSEO AFRICANO. EXPOSICIÓN DE BELENES


La exposición es en Arturo Soria, 101, en el Museo Africano.

La explicación (un poco justita) corre a cargo de una señora, que nos cuenta un poquitín por encima... bueno, muy por encima.

Los primeros belenes se empiezan a exhibir hacia el 1200, de la mano de San Francisco, y los franciscanos.
En España se introdujo a partir del siglo XVIII, con Carlos tercero y su esposa.

Como no nos cuentan nada, solo puedo poner las fotos de los belenes.
Son unos trescientos, pero pongo una pequeña muestra, tan solo:



Esta es la Virgen de Guadalupe, que se representa siempre embarazada. Es una imagen preciosa.


Esta Virgen es también muy original.


Este es de Asia, concretamente de Vietnam.
Nos cuenta que ahora también tienen de este continente. Bebajo se ve un frasquito, donde está pintado por dentro, y con muuucha paciencia, otro nacimiento.




En esta estantería, de Sudamérica. Yo tengo alguno en casa parecido a los de la casita.


¡¡ De Sargadelos!! PRECIOSO



Este es de ébano.
Este material se utiliza en gran parte de los belenes de África. Es precioso.




Este tipo de adorno se pone siempre en zonas de Castilla-León, tal y como nos cuenta Mila.
































Aquí dejo una foto del grupo, con el belén chulo al fondo:


Se trata de un belén que todos los años exhiben y que es muy moderno y actualizado, con muchas de las realidades de África.
Sus animales:


Las tribus.


El portal con el Misterio.


Este buen hombre, llevando sus bidones de gasolina.





Ya en la calle, nos acercamos a la zona donde estaba La Cea en la cual estaban los estudios donde se hicieron bastantes películas de los años 50 en España.
Aquí encontramos una capilla, que es de los años 60.
Pertenece a los combonianos. (el fundador es el padre Comboni, que muere en Sudán en el 1.861).
Tiene muchos detalles que recuerdan al continente africano.
Las preciosas sillas talladas de madera, el mapa de África bajo el crucifijo. Las lámparas que recuerdan frutas exóticas.
Incluso el techo a dos aguas recuerda a las sencillas capillas que podemos encontrar en cualquier ciudad africana.




En la calle Arturo Soria, encontramos una preciosa casa, la Villa Rubín.
Son tres casas juntas.
Este arquitecto es un visionario de mediados del XIX, que participaba mucho en la vida pública.
(Revolución 1.868) Es realmente un Ingeniero y hombre del Renacimiento.
Practicaba además la masonería.
Soñaba con un nuevo Madrid, ideal y utópico. Este urbanista concibe la ciudad en forma de ideal lineal.
Con el éxodo masivo a las ciudades desde el campo, hay escasez de viviendas, y se pone en boga una corriente donde se intenta hacer una ciudad jardín en Europa.
Es el momento del ensanche de Arganzuela y Argüelles, por ejemplo.
Estaba programado desde Fuencarral a Pozuelo, pero solo se hicieron 5 km de los 50 que habían programado.
Se trataría de una gran avenida con un tranvía que comunica con el centro.
Son ideas del XIX, que ahora está de plena actualidad.

Es la llamada corriente del "higienismo", en el que cada familia tiene una casa, y cada casa un jardín.
Se intenta hacer diferentes tipos de casas y calidades (hotelitos como la suya, y otras mucho más sencillas) Pensado para distintas clases sociales.
Y con todos los servicios, quioscos, mini parque de atracciones, teléfono...
Hoy en día, se conservan las manzanas y el ancho de la vía. 

Pero el proyecto fue como el de la zona del Viso o la Fuente del Berro: colonias que al final se quedan los ricos, y no la clase obrera, para los que fue concebido.

En uno de los laterales, hay una estatua de Rafael Cidoncha de D. Arturo Soria.

La preciosa casa es ahora un centro de menores.


Al final, una preciosa visión sobre la M-30.
Precioso Madrid nocturno.





miércoles, 4 de diciembre de 2019

TALLER CONOCER MADRID 2 - IMPRENTA MUNICIPAL 4 DICIEMBRE 2019

 Este mes es muuuuy cortito.

Solamente tres visitas, porque están las vacaciones de navidad.
En cierto modo, ahora que estoy en febrero, casi que me alegro... llevo mucho atraso con las entraditas del blog.
Ahora, aviso... estas tres entradas son regularcillas, sobre todo la de los belenes, y la de Brueghel...

IMPRENTA MUNICIPAL - 4 DICIEMBRE

Es la primera visita del mes de diciembre, y la cosa promete.
La llamada Imprenta municipal hoy en día es una institución que depende del Ayuntamiento de Madrid, y está dedicada a la historia de la imprenta, el libro y las artes asociadas a ellos.

Nos ponen una proyección bastante interesante a nuestra llegada, y el guía de turno, nos cuenta bastantes cositas relacionadas con el edificio, y por supuesto con los objetos que integran todo el espacio.

Al morir Fernando VII, y tras la guerras napoleónicas, la ciudad de Madrid se quedó llena de pobres  que vagaban por las calles. La epidemia de cólera que entró por las ciudades portuarias no hizo más que empeorar las cosas y la gente enferma y sin hogar poblaba las calles.
Se creo un asilo en el extrarradio de entonces, en la zona de Princesa y el Palacio de Liria.
Se llamaba el Asilo de San Bernardino. Allí, recogían a muchos de estos pobres e indigentes y les enseñaban oficio (relacionados con la imprenta)
Cuando cerró el asilo, en el año 1.907, les trasladaron durante unos años a la plaza de la Villa (a la casa-palacio de Cisneros. 1.9013) También estuvo un tiempo en la Casa de la Panadería.
Permanecieron allí hasta la creación del edificio objeto de nuestra visita de hoy, la llamada "Imprenta Municipal" en la calle de la Concepción Jerónima nº 15.
Se trasladaron sobre los años 30 cuando se terminó de construir el edificio, durante el gobierno de la Segunda República.
Los arquitectos son Francisco Javier Ferrero y Luis Bellido, y el edificio es un claro ejemplo de estilo racionalista de Madrid. Con una  estructura de hormigón armado y fachada de ladrillo visto. En ella se rinde homenaje a la tipografía con las letras de mortero de cemento, a modo de tipos móviles, que componen el rótulo con el nombre de la Imprenta.

Imprenta Municipal museum in Madrid, Spain (39949185415).jpg



Sin embargo, a los niños los llevaron al actual Instituto de la Paloma en Francos Rodríguez, a un proyecto inacabado llamado "Ciudad Escolar"

Los adultos a este edificio-fábrica.




Se trata de un edificio de estilo racionalista, con decoración Art Decó, tan propias de los años 30.Tuvieron que salvar tres inconvenientes, el espacio, la luz y la ventilación.
Construyeron en 4 plantas y consiguieron, gracias al reciente y experimental hormigón, dotar al edificio de la suficiente fortaleza para aguantar el gran peso de las máquinas.


Con un gran tragaluz en el techo, consiguieron la ansiada luz natural y con un sistema de ventanas "oscilobatientes" la suficiente ventilación, necesaria para el trabajo que se iba a desarrollar en estas instalaciones (la corriente racionalista trata de prever el uso que se va a dar al edificio, para poder hacerlo lo más funcional posible)


Las primeras impresiones se hacían con una fundidora y material de plomo y estaño.
Como curiosidad, me quedo con esto: la letra más usada en castellano es la "e", así que en las cajas de tipos o letras siempre se sitúa en el centro, para poder acceder mejor a ella.


Se imprimía en pliegos sueltos (grandes pliegos de papel y no en hojas como se hace ahora) hasta el siglo XIX.
La tinta de imprenta era una mezcla espesa hecha con ingredientes naturales y había que prepararla batiéndola y mezclándola bien.
Por este motivo, se desarrolla otro oficio dentro de este mundillo: los bateadores.

La que muestro a continuación es la primera máquina que vemos con detenimiento. Con ella se podían conseguir hasta 250 pliegos a la hora, lo cual que no está nada mal si tenemos en cuenta que cualquier libro copiado a mano se podía tardar en reproducir semanas o incluso meses...
Se colocan los pliegos, se colocan las letras y se impregnan con unos gigantescos tampones con la tinta. Finalmente se prensan añadiendo presión manualmente. El resultado a veces era muy irregular, puesto que no se ejercía la misma presión por todo el documento.



La invención de la máquina de vapor, se traduce en algunas mejoras, como por ejemplo, empezar a hacer las imprentas de hierro (la segunda que vemos, que es de aproximadamente de 1.860)


Ésta que tenemos aquí, parece ser que es muy parecida a la que estaba en el asilo de San Bernardino. Se duplica la producción con estas máquinas, no hay que parar, no se rompe el papel. Y se puede hacer una sola tirada porque la pletina es más grande y hace falta mucha menos fuerza. Se consiguen hasta 500 pliegos a la hora (ojo, el doble que la anterior)

Hasta el siglo XVIII no se usa el paginado, si existe algo que se llama "reclamo", que es un método que usa tres letras para ir cuadrando unas páginas con otras... y la signatura (principio casi ya del paginado)
Vemos ahora un grabado muy basto, hecho con un material blando y una gubia, en el que se podían hacer diseños muy básicos, con muy pocos detalles.
(Es una xilografía de Lope de Vega para un libro)


La fundidora industrial es un invento alemán de 1.838. Y es que los alemanes parecen ser los reyes en la invención de máquinaria de esta especialidad. (bueno y de otras... ríase usted de la Thermomix...jaja)
Vemos una antigua linotipia, en el que la colocación de las letras en el teclado no tiene nada que ver con los actuales.


Ser linotipista era un oficio muy duro. A pesar de tener unos horarios reducidos y ganar más que en muchos otros oficios, su esperanza de vida era más corta, puesto que se usaba plomo fundido en las linotipias y los vapores que emitían causaban graves problemas de salud.

Parece ser que pasaban por las fábricas con carros de leche, para que bebieran un buen vaso, en la creencia errónea de que beberla podría paliar los efectos de estos mortales vapores.

A continuación vemos a las pequeñas "Minervas" usadas para pruebas de imprenta y pequeñas piezas, como tarjetas de visita, cartas, recordatorios... lo que se llama en el oficio "remendería.


Como curiosidad, pregunté que hasta cuando se usaron estas máquinas, y parece ser que aún quedan... es que me sonaba que Antonio Alcántara de "Cuéntame" tenía una en su taller de imprenta, (y si, la guía me lo confirma la guía)

Luego nos muestra una de la colección, permamente, se trata del modelo "Victoria" que era la que salía en la famosa serie.
Es esta:


Antes de imprimir definitivamente, había cosas que corregir, y aquí tenemos otro de los oficios de este sector, los correctores. Con unas pinzas se saca la letra o letras que no estén bien. 
De todos modos, este proceso tenía un límite, se ponía al final de los libros la llamada "Fe de erratas" porque en muchas ocasiones ya no se podía dar marcha atrás o no se podían corregir tanto y los supuestos fallos que no se habían visto, se advertían de este modo, indicándolos todos juntos al final.

En el terrero de los grabados, el mayor avance fue la invención de la calcografía, en el que se usa una plancha de cobre y con mucha más precisión que la gubia, un buril, con el que se obtenían obras con mucho más detalle y bastante más realistas.

El que hay es un tórculo original del XVII y parece ser que funciona todavía.



Otra curiosidad que nos cuentan es que los grabados van numerados y con ello se conoce el valor que tienen.
Si es un número bajo es más valioso. A medida que se sacan copias, se va gastando la lámina de cobre y se va perdiendo nitidez y detalles.
A tener en cuenta si alguna vez nos topamos con alguno... ya tenemos una base para saber si es más caro o no.

Finalmente y como muy revolucionario aparece la litografía, con una base de piedra y repasado con un lápiz litográfico. Después se fija con goma arábiga y ácido nítrico. 
Una vez fijado en la piedra, se moja y con tinta grasa se fija.

   

La principal ventaja es que es infinito, no se gasta nunca puesto que es piedra, se pueden hacer tantas copias como se deseen sin perder nada de calidad.
Además, permite una mayor combinación de colores que cualquier método anterior.


A principios el XX es también la época de los grandes carteles, de propaganda, fiestas, políticos...
La litografía es una herramienta básica para el desarrollo de estos carteles.
Me viene a la cabeza el modernismo, y los grandes artistas (como mi favorito, A.Mucha).


Finalmente llegamos a la parte de la encuadernación.
Vemos muy de cerca una prensa para encuadernar. 
Se colocan bien los pliegos u hojas y se les saca el aire, prensando con un artilugio especial.

Para el recorte de los bordes se usa una llamada prensa de cajón, con una cuchilla, puesto que no se inventa la cizalla hasta el siglo XIX.
Para la costura lateral, se marcan cinco puntos con un serrucho, y finalmente se cosen con distintas técnicas. Primero por pliegues y quedan cosidos entre si, con un hilo encerado especial. Luego se encola el lomo, y se les da unos martillazos sentar las bien las costuras.

Otra curiosidad, muy interesante es que existen unos puntos en el lomo que siguen como un dibujo o cadencia especial, y es que así se ve a la primera si está bien montado:







Finalmente se colocan las tapas de cartón y la lomera, que está hecha con un cartón más fino.
Se ajusta al libro con papel de guardas para que no se vea el cartón y luego se puede decorar por fuera, tanto como se desee.
Por ejemplo si es de piel se le pueden hacer unas marcas hundidas y rellenar con pan de oro.




Hay un encuadernador mítico del XX, Antolín Palomino Olalla que era un maestro de la encuadernación.



En este museo hay un libro, con el exterior decorado con un mosaico de pieles de diferentes colores, que es una maravilla.

Para que os hagáis una idea, así es por dentro, por la zona de las guardas, o sea, lo que no se ve:



Por fuera, es una auténtica obra de arte:


Hasta aquí, la visita a uno de los sitios más desconocidos para mi.

Próximamente, Marisa nos llevará a la imprenta cervantina, pero me parece que nos vamos a volver a sorprender. (edito: la visita es en febrero... ya os contaré)