miércoles, 20 de julio de 2022

CONOCER MADRID 4 - DE LA PLAZA DE SANTA BÁRBARA A LA DEL REY - 29 DE JUNIO 2022

Esta entrada es la última del curso 2021/2022.
Me da una pena tremenda y por eso estoy alargando el cierre y la agonía todo lo posible, como si escribir sobre Madrid (mi tema favorito) pudiera ser un digno sustituto de las visitas mismas.
Sé que con Isabel haré cositas, pero el verano es largo y a veces coincidimos, a veces no, están las vacaciones...

Empezamos este último viaje en la Plaza de Santa Bárbara. Hemos quedado en el metro de Alonso Martínez.
La plaza la ocupaba casi por entero la antigua fábrica de tapices de Santa Bárbara.
En un momento dado, tiran el edificio que era fábrica y queda este espacio enorme y rectangular, que forma la plaza donde estamos.
También estaban aquí la puerta y el convento de Santa Bárbara.

imagen de la propia web de la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara

La fábrica se crea con Felipe V, acostumbrado a disfrutar de este tipo de tejidos cuando vivía en Francia.

Todos los tapices venían de Bruselas, pero Felipe V gana la guerra de sucesión y los Austrias se convierten en "enemigos" y no nos venden ni un solo tapiz más. 
Así, la monarquía decide crear su propia fábrica. 
Lo que si continúa haciendo es contratar a maestros belgas, como por ejemplo, los Vandergoten, familia que se dedicaba a esto de los tapices (una de las calles que rodea a la fábrica de Atocha se llama así)

Al principio era una fábrica real, con el tiempo, se convirtió en privada. Se trasladaba la misma de padres a hijos. 
Ahora creo que es una fundación.

Aquí se hicieron los tapices de Goya, por ejemplo, los de Aranjuez o el Pardo en torno a 1721. Y otros muchos para distintos palacios (reales o no).
1727 trae una novedad preindustrial, y es trabajar los tapices en un sistema llamado "alto lizo". Antes eran unos telares horizontales, menos modernos y funcionales.

En la actualidad, la fábrica está en Atocha, ya que fue trasladada a principios del siglo XX por Alfonso XIII.
En la visitable fábrica, se pueden ver salas con tapices y maquinaria que están igual que entonces (o casi).

Bajamos por la calle Hortaleza, tenemos un palacio del siglo XIX. 
Es el Palacio de Santa Bárbara, también llamado del Conde de Villagonzalo, obra del arquitecto Juan de Madrazo, inspirado en las ideas de Violet-leDuc, arquitecto y polémico restaurador del XIX, en un estilo isabelino (típico del renacimiento inglés) 
Ahora se hacen exposiciones. Es bastante bonito:


imagen propia

imagen propia

En la esquina de Hortaleza con Mejía Lequerica, hay un maravilloso edificio modernista, el llamado de los lagartos.
Es un edificio de 1911. El arquitecto es Benito Gonzalez del Valle y Fernandez-Galán. Casas para alquiler, encargadas por Gabriel Larrea. 
Es un edificio singular con lagartos en la fachada que suben como trepando hacia arriba. (Aunque en realidad... son salamandras jijiji). 

vista del edificio - imagen propia

detalle de los lagartos o salamandras - imagen propia

Mirando desde Hortaleza tenemos una vista de la calle Mejía Lequerica muy bonita. 
Se ve a la derecha un precioso edificio que era un palacio de principios del XX, ahora aquí está el Hotel Urso.

imagen propia

En la cercana calle de Fernando VI, tenemos otra fachada curiosa.
En la fachada vemos una fila entera de pingüinos. Aquí estaba la antigua fábrica de cervezas de Santander. Realmente hasta el segundo piso era la fábrica, la parte superior la han construido después, y lo cierto, es que no se ve nada mal. (De los pocos añadidos acertados que hemos visto, diría yo).
Los pingüinos llevan un barril y grabada en ellos una cruz blanca (eran belgas)

imagen propia

en esta fotografía se ve como estaba originalmente, con una sola planta - imagen del COAM

Estamos en las afueras de Madrid y esto se refleja muy bien en la cantidad de fábricas que hay por la zona: la fábrica de cerveza, la fábrica de carruajes que vimos en otra visita, la de tapices...

Nos vamos a mover por la calle Hortaleza, que está llena de casas maravillosas.
En el número 106 hay un edificio precioso, que ganó en 1924 el concurso al edificio más bonito construido ese año. 
Y es que antes se hacía un concurso anual, premiando a las casas y los arquitectos del año.
El objetivo era hacer edificios para embellecer la ciudad, cosa que sería muy de agradecer hoy en día.

Hortaleza 106 - edificio premiado - imágenes propias


Un poco más adelante, en esta misma calle, Benito Pérez Galdós fundó su propia imprenta para editar los episodios nacionales. 

imágenes propias

imagen de Wikipedia


Por la zona hay auténticas bellezas.
Por ejemplo, este esquinazo, con esos preciosos balcones.

imagen propia

Pasamos ahora por la Calle de San Lorenzo, y nos cuenta Jorge, como curiosidad, que ha sido toda la vida su calle. Allí vivía con su familia. ¡Jo, qué suertudo!

En Hortaleza N.º 96 hay una casa de principios del siglo XX, un edificio ecléctico, con molduras de flores y azulejos coloridos. Recuerda mucho al modernismo y al Art Decó.

imágenes propias

Haciendo esquina con la Calle de Santa Brígida, tenemos un edificio enorme, que ahora es la sede del COAM.
Era el antiguo complejo de las Escuelas Pías de San Antón, de la que queda la iglesia en la actualidad.
Además fue hospital hasta 1794, año en el que casualmente se inauguró el Hospital General de Atocha (Reina Sofía). 
Estaba regentado por padres escolapios.
Fue construido por Pedro de Ribera en 1740 y remodelada a principios del XIX.

imagen de Wikipedia

fachada principal del edificio del COAM - imagen de Google Maps

Vista aérea del COAM - en la esquina con Santa Brígida está la fuente de los Delfines 
imagen de Google Maps


interior del COAM - imagen propia

Como anécdota, estudió aquí entre 1811 y 1813 Víctor Hugo. Y Wikipedia nos habla también de otros alumnos ilustres:

Entre los nombres de los alumnos se encuentran los de Bretón de los Herreros, Ventura de la Vega, Mariano José de Larra; Eduardo Dato, Gutiérrez Mellado, Ramón Gómez de la Serna, Luis Calvo Andaluz, maestro de periodistas, el pintor Eduardo Rosales, el arabista Emilio García Gómez, los compositores Conrado del Campo y Federico Moreno Torroba, a Gabriel Maura Gamazo, Antonio Quintero, Gayangos y Arce, Alejandro Pérez Lugín, Francisco Serrano Anguita, Jardiel Poncela, Juan José Alonso Millán y Fernando Arrabal.

¡¡Casi nada!!

Enfrente, está el actual edificio de la UGT que es una maravilla en estilo neomudéjar de ladrillo. No he podido encontrar lo que era antes:

imagen propia

En la esquina con Santa Brígida tenemos una fuente que se llama "De los Delfines" (era conocida como la fuente de las recogidas  o de San Antón)
Anteriormente se llamaba "Fuente de los Galápagos" por los animalitos que la decoraban.
Por eso, de modo testimonial, hay una tortuga en el suelo. 

La original es de Ventura Rodríguez, y databa del año 1772, como se ve en la inscripción en latín que tenemos arriba.
A principios del siglo XX, los arroyos se secan y se estropea la fuente durante unas obras.
Se suma la circunstancia de que ya estaba llegando el agua a las casas por las canalizaciones, así que la fuente cae definitivamente en desuso.

Fuente de los Delfines y el recuerdo de la tortuguita en el suelo - imágenes propias

la antigua fuente - imagen de Secretos de Madrid

Durante la guerra civil esta enorme edificación fue una checa, de aquí salieron los presos que se fusilaron en Paracuellos, por ejemplo. 
Después de la guerra también fue una cárcel franquista para los represaliados, así que terminó siendo un edificio usado por los dos bandos, con los mismos lamentables fines.
En 1995 lo compra el ayuntamiento y finalmente se instala aquí la sede del COAM, que antes estaba en la calle Barquillo.

vemos en convento y la fuente (marcada con el número 31) - imagen del plano de Texeira

De este complejo formaba parte también la actual Iglesia de San Antón, actual sede de los Mensajeros de la Paz. 
Es un templo que está las 24 horas abierto. Recogen comida, acompañan a la gente y hacen un increíble servicio a la comunidad, iniciado con el famoso padre Ángel en los 60... ahí es nada.

imagen de Wikipedia

En este templo se compran los panecillos bendecidos en el día de San Antón (17 enero) y se supone que se comen de un año para otro... y dicen que no se enrancian... (aunque Jorge da fe de lo contrario jijiji)

La iglesia la construye Pedro de Ribera, sobre el 1740, y tenía una de sus maravillosas fachadas, (no he sido capaz de encontrar ninguna imagen ni grabado de la misma).
Lamentablemente, entre los años 1794/1832 se sustituye por la actual, mucho más sobria y en supuesta consonancia con el resto del edificio.
La fachada de Pedro de Ribera se perdió en el siglo XIX cuando se construyó el colegio.

La nueva fachada que podemos contemplar hoy es de estilo neoclásico, del gusto de la época. Sobre la portada, en una hornacina, se situó una escultura de San Antonio Abad.

fachada principal de San Antón - imagen propia

altar mayor, con la imagen de San Antón y su cerdito

la parte superior de la iglesia - el coro con todas las fotografías y cartelillos y una vidriera de San Antón - imágenes propias

Dentro de la iglesia están las reliquias de San Valentín, el patrón de los enamorados. (Fueron donadas por el papa a Carlos IV)

reliquias de San Valentín - imagen propia

Hay un maravilloso cuadro, copia de uno de Goya, de la última comunión de San José de Calasanz (1819). El original está en el Prado. Este ha sido realizado con unas novedosas técnicas digitales, que hacen que parezca muy auténtico (está puesto sobre un lienzo y esto contribuye a darle mayor realismo)

Cuadro copia de la última comunión de San José de Calasanz de Goya - imagen propia

Las tallas son todas del siglo XVIII, así que tienen cierto valor, aunque solo sea por la antigüedad de las mismas.
La iglesia se salvó porque fue una checa durante la guerra y no la bombardearon. 

Nos vamos ya de la iglesia y continuamos un poco más por la calle Hortaleza.
La zona está llena de palacetes.
La calle de Hortaleza era una calle muy transitada, fue la primera en tener tranvía, y tiene mucha lógica, ya que comunica directamente con la Puerta del Sol (es la continuación natural de la calle Montera)

palacetes en la calle Hortaleza - imágenes propias

Nos adentramos al barrio de Chueca. En otro tiempo era un barrio chungo, pero hoy se ha convertido en uno de los más cool de la capital.
En los 80 tenía muchos problemas con las drogas, la prostitución y el ambiente gay, que no tenía nada que ver con el de la actualidad.
En la calle Pelayo, está el primer local de ambiente gay no clandestino. 
Ahora se llama el Leather Club.
Desde calle Pelayo cortando con Gravina tenemos el epicentro de este barrio de Chueca.

imagen propia

imagen propia

Hoy en día quedan pocos locales específicos para gais, pero en los 90 la zona entera tenía bares y tiendas de todo tipo, para el colectivo y realmente llamaba la atención ya que España había estado muy reprimida sexualmente durante la dictadura.
Ahora mismo, Madrid se considera una de las capitales LGTBI del mundo y una muestra es la celebración de las fiestas del Orgullo, que son conocidas en el mundo entero.
Se celebran en julio y son multitudinarias, familiares y con un claro ambiente de tolerancia, amistad y sobre todo felicidad.

mural en la calle Augusto Figueroa - imagen propia

En esta misma calle de Augusto Figueroa, hay una Placa de Jardiel Poncela.
Es un autor denostado, ya que era más bien del bando nacional, no se exilió y durante la transición no se le valoró del todo. Ahora se está intentando recuperar un poco su figura.

placa de Jardiel Poncela y edificio - imágenes propias


En la calle Libertad con San Marcos, tenemos este emblemático establecimiento. Aunque algo restaurado, conserva algo del sabor de antaño - imagen propia


Avanzamos hasta llegar a la Plaza de Zerolo, antes plaza de Juan Vázquez de Mella.

DE MI PROPIO BLOG:
En esta plaza estaba el Convento de la Paciencia de Cristo Nuestro Señor, de religiosos capuchinos. 
Se llamaba así por una imagen de Cristo que tenía el nombre de la Paciencia o de las Injurias porque era constantemente apaleado y azotado por una familia de judíos. Éstos vivían en una casa de la calle Infantas con San Bartolomé y acabaron quemando la imagen. 
Fueron condenados por herejes por la Inquisición y pagaron con su vida en la plaza Mayor.


Antes del convento, había casas hechas por una familia portuguesa (la del robo de la imagen de Cristo y las vejaciones). Había muchos portugueses, hay que tener en cuenta que Portugal era España aún.
Muchos de los que estaban acusados eran judíos, pero las acusaciones a menudo eran falsas... 
El denunciante se podía quedar parte de sus bienes... ¡¡Y todo era anónimo!!
Por todo ello, siempre salían herejes por todas partes.

En un Auto de fe de 1621, esta familia fue quemada y se construyó este convento de la Paciencia de Cristo.
Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV, lo fundó en el lugar donde estaba la casa y los capuchinos se hicieron cargo de las cenizas del cristo.
En esta plaza, tan cuadrada ella, había un convento (suele pasar que, cuando hay un espacio grande que ahora es una plaza, había un monasterio en otro momento) 
Lo gestionaban los monjes capuchinos de la Paciencia de Cristo (1620)

Con la desamortización de Mendizábal desaparece el convento en 1837  se la rebautizó como "plaza de Bilbao", hasta la II República, en la que se vuelve a cambiar el nombre y se llama Plaza de Manuel Ruiz Zorrilla (político de la I República)
Luchana, Bilbao, todos estos nombres de calles y plazas se dan por las guerras carlistas.

Más tarde, durante la época franquista, se la llama Plaza de Vázquez de Mella, en honor a un político ultra conservador muy radical. Era anti masón y muy de la cuerda de Francisco Franco, que fue el que llamó así la plaza en su honor.
Era abogado, periodista y político, famoso por sus discursos en el Congreso a favor de la neutralidad en la Primera Guerra Mundial, y también muy a favor del carlismo. Decía que los mayores enemigos de España eran los judíos, los árabes y los masones... (una joyita de hombre, vamos)
Era un hombre muy conservador, de corriente tradicionalista.
Germanófilo además, murió en la pobreza, cuando quedó arruinado al fundar su propio partido.
Se mantuvo en el final de su vida gracias a la generosidad de sus amigos, que le ayudaron con su manutención.
el susodicho, en una fuente que está en el centro de la plaza - imagen de mi propio blog

La plaza no se cambió por el tema de la memoria histórica. Fue realmente por una circunstancia muy diferente. Se cambió con la muerte de Pedro Zerolo (2015). 
Él era un político socialista y activista del movimiento LGTBI, promotor del matrimonio homosexual y de la adopción de parejas homosexuales. Es uno de los iconos del colectivo, y esta plaza es todo un homenaje a su figura.

Al fondo, en uno de los lados de la plaza, estuvo la discoteca Long Play, una discoteca muy famosa en los 60. Luego fue un local gay.

Hay una puerta maravillosa en una de las fachadas de la plaza que, por desgracia, acabó destrozada por los bombardeos de la guerra civil. Bueno, ahora está totalmente restaurada, y la verdad, es que da gusto mirarla.

puerta preciosa - imagen propia

La plaza no era objetivo militar, pero al estar tan cerca el edificio de Telefónica, punto muy estratégico para la guerra, tiraban bombas, para acabar con él y se vio afectada también.
Así, la plaza se llamó durante la guerra civil la plaza del gua, y es que los obuses siempre intentaban impactar contra el cercano edificio de la Telefónica, y cuando erraban solían caer en la plaza. Se acabó formando un enorme socavón, que evoca al popular juego de canicas.

Así era el juego del gua - imagen del  elblogde3lalatina.blogspot.com

Vista del edificio de la Telefónica desde la plaza de Zerolo - imagen propia


Nos vamos a ir ya de la plaza, que hace un calor infernal, pero antes...Jorge nos quiere llevar a ver una curiosidad muy curiosa, de esas que nos gustan.
Nos lleva con toda la ilusión del mundo.

Muy cerca, en la calle San Marcos 43, tenemos un edificio muy bonito, con un portal realmente impresionante.

Fachada y portal de la calle San Marcos 43 - imágenes propias


Es bastante bonito, es verdad, pero Jorge no nos ha traído solo para admirar la belleza del edificio. Esta majestuosa entrada cuenta con un elemento que, al menos yo, no he visto nunca.
Se aprecia, por las dimensiones del portal, que es una de esas entradas para carruajes. (abundan por Madrid, en los barrios chulos) 
Es una entrada grande para que pasaran los coches de caballos, y que en la actualidad hace las veces de portal del edificio.

La curiosidad es que, el suelo adoquinado está hecho de un material impensable... ¡¡es de madera!!
Y de una calidad innegable, ya que este suelo es probablemente del siglo XIX o principios del XX y está bastante bien conservado.
Suponemos que se usó este material para amortiguar el ruido de los cascos de los caballos, y no perturbar el descanso de los vecinos.

Sale el conserje de la finca (somos unas cuantas y siempre llamamos un poquito la atención) y nos habla muy orgulloso de su portal y de que es único en la zona (totalmente creíble)



Por la calle Colmenares nos vamos hacia la Plaza del Rey, a través de una especie de pasadizo bajo un moderno edificio. Es nuestro destino final.
En esta zona de la plaza del Rey, estaba la huerta del convento de San Hermenegildo, convento de carmelitas.
Esta plaza también se llamó plaza del Almirante, por encontrarse en las cercanías de dicha plaza la vivienda del Príncipe de la paz, Manuel Godoy.
La plaza se llama "del rey" supuestamente en honor a Fernando VII, aunque la placa es de una imagen de Felipe II. En fin, estas cosas de los nombres de las calles...que se lían solas.

Entrada a la plaza del Rey desde Colmenares. Fachada posterior de la Casa de las Siete Chimeneas y escultura de Eduardo Chillida

En la plaza, donde ahora está el horrendo edificio de los 70 que alberga la sede del Ministerio de Cultura y Deporte estuvo el famoso Circo Price (antes circo Paul), muy conocido en los siglos XIX y el XX.
Ahora, el Circo Price, totalmente renovado, está en la Ronda de Atocha desde el año 2007.

Circo Price en la Plaza del Rey, 1960 - Fondo Fotográfico Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid

Vista general de la Plaza del Rey, a la derecha el Ministerio - imagen propia


Por último, nos paramos frente a la casa de las siete chimeneas y su fascinante historia, entresacada de internet, de otras visitas y de lo que nos cuenta Jorge:

Parece ser que esta casa se construyó para servir de morada a la hija de un montero de Felipe II. Supuestamente el rey fue su amante en secreto.
El caso es que la joven Elena, se casó con un capitán del ejército del Rey llamado Zapata. Poco después de la boda, Zapata tuvo que partir a la guerra en Flandes contra las tropas francesas, donde participó en la famosa batalla de San Quintín. Allí murió y la viuda quedó desolada.

Finalmente murió de pena, pero algunos afirmaron que antes del fatal desenlace dio a luz a una niña de la que no se supo nada.

Los sirvientes afirmaron que en realidad Elena no había muerto de pena sino asesinada. Y empezaron a circular rumores que relacionaban su muerte con el Rey, que había sido su amante y tal vez trataba de ocultar una relación de la que había nacida una supuesta hija y así evitar problemas sucesorios.

Se acusó formalmente del crimen al padre de Elena, que fue interrogado. Poco después el cuerpo sin vida del padre apareció colgando de una cuerda sujeta a las vigas de la Casa de las Siete Chimeneas...

Las autoridades ordenaron entonces investigar más a fondo la muerte de Elena, pero el cadáver ya había desaparecido. Nadie sabía dónde podía estar y se pensó que quizá fue ocultado en las paredes del edificio o enterrada en sus jardines. Nunca apareció su cuerpo y finalmente se dio por desaparecido.

Años más tarde, un hombre afirmó haber visto por la noche una figura deslizándose sobre el tejado entre las chimeneas de la casa. Se trataba de una mujer vestida de blanco que llevaba una antorcha en una mano y que con la otra señalaba hacia el Alcázar, morada del rey Felipe. Y esta figura siguió apareciendo de forma rutinaria.

¿De quién se trataba? Para unos la figura era el fantasma de Elena, que reclamaba justicia y acusaba al Rey de su muerte y de la desaparición de su cadáver. Otros dijeron que en realidad era la hija de Elena, nacida poco antes de la muerte de su madre y que fue criada como huérfana a pesar de que su verdadero padre era el propio Felipe II. 

En años y siglos posteriores la Casa de las Siete Chimeneas ha tenido diferentes dueños y ocupantes. En el siglo XVI, un mercader genovés la compra y realiza una ampliación, haciendo el edificio más grande, con las chimeneas (anteriores a esta reforma prácticamente solo estaba la torre, que aún se conserva)

 Uno de ellos fue el marqués de Esquilache, ministro de Carlos III en el siglo XVIII, que al prohibir a la ciudadanía llevar capa larga y sombrero de ala ancha provocó el famoso motín de Esquilache, que acabó con el asalto de la Casa de las Siete Chimeneas por una turba enfervorecida.

Cuando a finales del siglo XIX el Banco de Castilla decidió instalarse en el edificio, se llevó a cabo una reforma para adecuarlo al nuevo uso. Durante las obras se encontró el esqueleto de una mujer enterrado bajo el suelo, y a su lado varias monedas de oro de los tiempos de Felipe II, lo que reavivó la leyenda del fantasma de Elena y las sospechas sobre el Rey. Pero es muy posible que esta historia surgiera durante el romanticismo, sin ninguna base. En este siglo les encantaban las leyendas y cuentos mágicos y tremendos. 

Según la tradición, las siete chimeneas representan los siete pecados capitales, pero sobre esto no se ha encontrado base histórica alguna. Lo que sí sabemos es que hoy el edificio es Monumento Histórico Artístico y alberga las dependencias del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

imágenes propias


Además del Marqués de Esquilache, ya citado, aquí también vivió también el General Lacy, que estaba en contra de Fernando VII. Su intento de rebelión fracasó y finalmente murió asesinado sin llevar a cabo su intento de deponer al rey.


Bueeeeno, pues aquí se termina nuestra andadura de hoy.
Y además el curso.

Para colmo no ha venido Isa, así que no hay cañas, ni vinos, ni nada (está con el Covid, la pobre, aunque mejorando)

Nadie parece animarse para tomar algo, así que me voy con Vicenta hasta Banco de España a coger el bus... qué inocentes somos... está todo el follón de la cumbre de la OTAN y Madrid está literalmente tomada por la policía (nacional, municipal y hasta extraterrestre …corcho, que nunca he visto tantos polis juntos...)
Nos mandan hacia Atocha, pero rodeando por las calles aledañas.
Menos mal que hacemos una parada para usar el baño y una caña, que ya no puedo más...jajaja

Gracias Vicenta, qué buen rato.

la dichosa cumbre... menos mal que todo fue como la seda y no hubo atentados ni disturbios ni nada... ¡¡¡pues lo que nos faltaba ya!!!