Bueno, pues una receta fácil, fácil con aires de oriente.
Más fácil no puede ser, de verdad.
INGREDIENTES:
Pechuga de pollo, cebolla, ajo, tomate natural, curry, leche de coco, sal, pimienta, aceite de oliva y de coco (este último opcional)
Cortamos unas pechugas de pollo en tacos de bocado, las salpimentamos y las doramos brevemente en un poco de aceite (yo tenía el de coco, así que se lo puse, pero sino, vale el de oliva)
Cuando estén bien doradas las sacamos a un plato.
En la misma sartén, hacemos un sofrito con media cebolla y un ajo. Y añadimos también tomate natural (puede ser de lata).
Cuando ya esté bien pochado, añadimos el pollo para integrar los sabores.
En un vaso mezclamos una cucharada de curry con una o dos de agua tibia y removemos bien para que se deslíe. (parece ser que esta técnica se usa en la india y es mejor que añadir el curry directamente al guiso)
Añadimos a la sartén y dejamos un par de minutos.
Finalmente, agregar una lata de leche de coco y removemos muy bien (la tienen ya en todos los supermercados, es fácil de encontrar).
Dejamos cinco minutos más con el chup-chup removiendo de vez en cuando.
Y servimos con arroz blanco, preferiblemente del tipo basmati, que le va más, y una ensalada para tener un menú completo.
Una comida riquísima con la que podéis quedar de lujo con los amigos o familiares.
No me digáis que no tiene pintón:
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