lunes, 26 de octubre de 2020

TALLER CONOCER MADRID 3- MADRID RÍO - 21 OCTUBRE 2020

Hoy visitamos uno de los lugares más increíbles de Madrid.
Bueno, al menos a mi, me parece fascinante. 
Uno de los sitios más deprimentes de nuestra ciudad, que era un hilillo apestoso, un riachuelo y con la M-30 repleta de coches ruidosos y contaminación, de golpe y porrazo (bueno en unos largos años) se transforma en uno de los pulmones de Madrid y en un sitio de esparcimiento deportivo y de gran valor ecológico.

Y mira que yo protesté y protesté por la macro obra de Gallardón y el endeudamiento por dicho proyecto... pero hoy, más parece que este señor fue un visionario. Al menos ha quedado para disfrute de todos los ciudadanos, que no es poco.

Bueno, comenzamos nuestra visita en uno de los centros neurálgicos de Madrid Río, el Puente de Toledo, que une las glorietas de Marqués de Vadillo y la de Pirámides.




La llegada desde Pirámides es simplemente espectacular.


Con la tarde nublada que hace, salen unas fotos de lo más románticas.
El puente de Toledo es muy muy bonito:


Desde aquí vemos también el Puente de la Arganzuela, una de nuestras paradas. (Yo, a este puente siempre le he llamado el del ADN, y no se si es que me lo invento o es que lo he visto en alguna parte)
Pero no, se llama Puente de la Arganzuela.


 

 




Madrid Río es una auténtica maravilla del paisajismo. Todo comienza en los años 70 con la construcción de una vía de circunvalación de la capital que se llamó M-30, que rodea toda la "almendra central"
Tiene una longitud de 32,5 km y la particularidad de ser la única autopista española de la que es titular un ayuntamiento.
Se soterró en gran parte en los años 90, y en toda la zona en la que estamos se quedaron vacíos unos enormes solares. En un principio era un terreno que se pretendía urbanizar, pero finalmente tuvo el uso que conocemos actualmente.

El ayuntamiento sacó el proyecto a concurso el proyecto en el año 2.005, y lo ganó Ginés Garrido, que junto a los paisajistas holandeses West 8, fue el encargado de realizarlo.
Este proyecto ha ganado varios reconocimientos y premios.
No era mi zona de paseo ni de influencia, pero recuerdo el martirio de coches de la M-30, cuando estaba sin soterrar.. un horror.

Los años 2.007 y 2.011 se llevó a cabo todo el ajardinamiento para crear el parque que conocemos hoy.
En 2.016, Madrid Río recibió el "Veronica Rudge Green Prize" de Harvard. El premio, que se otorga cada dos años, reconoce el valor del proyecto por contribuir de manera significativa al ámbito público y la mejora de la calidad de vida urbana.
Dejo unas fotos del transcurso de las obras:




Y dos ejemplos del antes y el después de un par de zonas.
Todo esto sacado de internet, claro.








Este macro parque tiene tres unidades de paisaje muy bien definidas:
La escena Monumental, el Salón de Pinos y la Ribera del Agua.

La escena monumental está muy ligada al barrio de la Latina, el centro histórico y la Casa de Campo y nos lleva desde el Puente del Rey (entrada a la casa de Campo) hasta el Puente de Segovia.

(toda esta zona está en parte recogida en esta otra entrada, que hice por una excursión con "Explora lo desconocido "con Isabel:
Mas información:


Puente de Segovia (1.584) foto de internet

La segunda zona, el salón de los pinos es el paisaje definido desde puente de Segovia al de Toledo.
Lo más interesante son sus maravillosos jardines versallescos y los puentes que conectan ambas orillas.

La tercera fase es la Ribera del Agua, desde Puente de Toledo hasta el Matadero. En ella podemos disfrutar de senderos, arroyos y hasta una playa artificial, que es una delicia en los calurosos días de verano. Es la que veremos hoy.


En estos momentos nos encontramos sobre el Puente de Toledo (1.727)
Por la Puerta de Toledo entraban sobre todo mercancías, procedentes de la zona sur y era una de las puertas más importantes de la ciudad.




Se trata del tercer puente construido, ya que el primero, de Felipe IV y Juan Gómez de Mora fue destruido por una riada, se construyó un segundo, que también fue destrozado por otra riada (ojito con el Manzanares, amigos)
Finalmente en el siglo XVIII, Felipe V y Marqués de Vadillo se ocupan de la construcción de este, obra de Pedro de Ribera. (recordad que nuestro amigo Pedro hizo entre otras cosas el Cuartel del Conde Duque o el Hospicio - Museo municipal de la calle Fuencarral)

En Madrid, se había construido mucho, muchas iglesias, muchas reformas (por ejemplo la ya visitada Ermita de la Virgen del Puerto) bastantes casas, hospitales... pero muy poca obra pública, así que este puente, fue una de las obras civiles, muy  necesarias para la ciudad.

Es de un estilo barroco con tambores como decoración principal.
En la mitad del puente, tenemos dos monumentos dedicados a San Isidro y el milagro del pozo y enfrente a su esposa, Santa María de la cabeza con el niño.
Están dentro de unas hornacinas. Y los materiales empleados son granito y piedra blanca de Colmenar (desde el principio - luego se restauraron, pero dejando estos mismos materiales originales)


   





En las hornacinas no se privan de usar todo tipo de recursos barrocos, roleos, hojas, angelotes espirales...
Las esculturas son obra de Luis Salvador Carmona, que tiene mucha obra religiosa diseminada por todo Madrid.
Los jardines, al estilo de los de Versalles, tan del gusto del monarca, con los parterres y lugares despejados para pasear.


foto de Isabel Tolosana

Nos cuenta Marisa que, durante la guerra civil, esta zona fue determinante durante el conflicto y aquí se disponían las ametralladoras, quitando parte de los sillares para apoyarlas y disparar.
Resulta espeluznante imaginarlo. Un lugar ahora tan lleno de paz, usarlo como sitio de estrategias y muerte.

 


Os dejo unas imágenes para el recuerdo, en el que podemos ver como ha vuelto a sus orígenes.
En la actualidad, se parece más a lo que fue antaño. (la imagen horrible de los 70 de los coches pasando por aquí, me pone los pelos de punta...)

 










Al final del puente, tenemos una bonita panorámica, y Marisa nos cuenta que esta zona y calle del puente era conocida como el Paseo de los ocho hilos, por las hileras de los árboles,  que están a cada lado.




En toda esta zona son importantes los árboles, y los nombres de las calles así lo sugieren, así por ejemplo tenemos el Paseo de los Olmos, el Paseo de la Chopera... todos ellos pasos para bajar al río, desde lo alto de la ciudad.

Al final del puente, ya casi en la Glorieta del Marqués de Vadillo (por alusión), tenemos dos torres de entrada a la ciudad, también barrocas.
Son también de Pedro de Ribera y ambas presentan esas columnas invertidas, llamadas estípites, que el puso "tan de moda" en el barroco. Ciertamente estaban por todas partes.
Aunque su origen está en las columnas minoicas de éntasis invertido.



Bajaremos ahora hacia el río, para avanzar por sus bonitos márgenes, que nos llevarán hasta la zona de la Arganzuela.


 

Caminamos un poco y llegamos hasta uno de los puentes que más molan del parque: el Puente de Arganzuela.
Construido por Dominique Perrault, autor también de la caja mágica, entre otras cosas, fue inaugurado en marzo del 2.011.
El puente parece flotar, colocado sobre una estructura ligera. 
Es de acero inoxidable y hormigón armado y forma unos círculos concéntricos que juegan con formas helicoidales.

 

De wikipedia:

El puente está formado por dos tramos unidos mediante una colina artificial situada en el lado norte del río. El tramo sur tiene 150 metros de longitud y cruza el río Manzanares perpendicularmente, conectando la colina central con la zona de equipamiento, situada entre la Avenida del Manzanares y la calle Antonio López. El tramo norte, de 128 metros de longitud, se despliega sobre el Parque de la Arganzuela, uniendo la colina con el Paseo de Yeserías.

Los tramos del puente tienen sección circular con forma cónica longitudinal y no tienen un eje común porque están desfasados entre sí. El arquitecto jugó con la topografía del terreno, de forma que el usuario puede escoger, cuando llega al final de cada uno de los tramos, atravesar la plataforma de encuentro para seguir hacia el otro cono o utilizar el nuevo acceso al parque.

La pasarela está diseñada para uso peatonal y ciclista. Sobre la estructura principal se apoya el tablero en el que están situadas las vías peatonal y ciclista, entre ambas y ayudada por un pequeño desnivel provocado, se generan unas pequeñas gradas/escaleras en las que se sitúan una serie de bancos.

Durante el día, todo el puente brilla por efecto del sol y destaca entre el verde que predomina en el parque. Por la noche, se ilumina mediante focos. El suelo del puente es de madera, con rendijas para evitar zonas oscuras en la parte inferior. A lo largo del recorrido se forman varios miradores.




Madrid Río cuenta con pasarelas y puentes antiguos y modernos, este es de los más modernos.
Se articula un sistema visual como un bypass entre el norte y el sur, de las orillas que quedan conectadas entre si.

Madrid está de espaldas al río Manzanares, y aunque no se hablaba muy bien de él, lo cierto es que es un elemento muy importante de la ciudad.
Siempre fue muy criticado por los propios madrileños, y es que era un río con muy poco caudal, pero con muchas ínfulas (bueno, los que mandaban eran quienes las tenían, creyendo que tenían por aquí el Amazonas o algo similar)










Sea como sea, este puente es una maravilla, a mi me encanta, me gusta mucho cómo lo han integrado en el paisaje y atravesarlo es toda una experiencia sensorial.
(aparte de las bonitas vistas que nos proporciona)


foto de Isabel Tolosana


Seguimos avanzando hacia el sur, hacia una zona con mucha biodiversidad, llena de plantas y animales. En estos últimos años, se ha conseguido que vuelva a haber vida en este río, y es posible ver patos, garzas y multitud de aves (en un panel explicativo vimos que incluso había algún tipo de lechuza)



foto de Isabel Tolosana


foto de Isabel Tolosana


El Manzanares era navegable... a coche y a pie, como decían las malas lenguas, para dejar claro el poco caudal que llevaba.
Y además, tampoco sirvió para dar de beber a la ciudad, puesto que se tomaba de los acuíferos y ya funcionaba el sistema de los viajes del agua. Finalmente, con la explotación del Lozoya, quedó muy claro que este río no podía abastecer de agua en las cantidades necesarias para la creciente ciudad de  Madrid.

Fue desagüe de las fábricas y naves del sur y lavadero de ropa, como ya vimos en nuestra visita de la Ermita de la Virgen del Puerto. (https://lascosasdemaitesimon.blogspot.com/2019/02/taller-conocer-madrid-mes-de-enero-2019.html)

Al principio se llamaba río Guadarrama ya que  nace en el llamado Ventisquero de la Condesa, nevero de la Sierra de Guadarrama.
En el siglo XVII el duque del Infantado le pone el nombre Manzanares, en referencia a su principal señorío, el Real de Manzanares, cuya villa más importante es Manzanares el Real.




En el siglo XX se lleva a cabo un intento de volver a naturalizar el río.
Estaba muy mal, con poco caudal, sucio... debido en gran parte por la obsesión de construir presas durante la guerra civil y por ser usado como desagüe de la ciudad.
Ahora anidan multitud de aves, hay peces.
Podemos segur una senda botánica y ornitológica, que viene muy bien indicada con muchos paneles explicativos:



foto de Carmen Sánchez

foto de Carmen Sánchez

foto de Carmen Sánchez



Llegamos a la zona de la Ribera del Agua, en la que podemos seguir dos caminos bien distintos, uno ancho y definido y el otro estrecho y salvaje...se trata del arroyo seco, construido así a propósito:


Aquí hay arboles muy antiguos, de hecho, los más viejos del parque de la Arganzuela. Pueden tener unos 200 años.

Por aquí pasaba la línea de tren de mercancías que llegaba hasta Príncipe Pío. Esta zona es de vital importancia para la industria en el siglo XIX.
Se pensó en construir un barrio industrial que en un principio iba a estar situado en la zona de Alonso Martínez pero había demasiados cementerios y era complicado construir allí. Es por ello que se acabó poniendo en esta zona, mucho más alejada del centro.

Los puntos kilométricos nos marcan la distancia hasta el Jarama y desde la desembocadura del Manzanares.
Están cada poco y hace ilusión ver cómo avanzamos poco a poco por el cauce del río, apenas sin enterarnos.




Llegamos a otro punto cargado de historia, la Fuente de la Castellana. (en google maps queda reflejado como "Obelisco de Yeserías" )
Curiosamente estaba emplazada en origen en la plaza de Emilio Castelar, y el paseo, que en un principio se llamaba Paseo Nuevo de las Delicias de la Princesa, se empezó a conocer como Paseo de la Castellana, por esta fuente. ¿curioso, verdad?




Es una de los elementos móviles de la ciudad, como tantos otros que ya hemos conocido.
Primero estaba en la Castellana, pero pasó por diferentes ubicaciones:
Las esfinges estuvieron un tiempo en el parque del Retiro. A principios del siglo XX estaba ya todo el conjunto en la plaza de Manuel Becerra y finalmente terminó aquí.(trasladada en el año 1.970)


La fuente fue encargada por Fernando VII para conmemorar el nacimiento de la princesa Isabel (II) a 
Francisco Javier Mariategui.
Este arquitecto, también realizó las pirámides que están en la glorieta del mismo nombre y que  homenajeaban a la reina María Cristina y a su otra hija, la infanta Luisa Fernanda (una a cada lado de la glorieta)


Está fuente se inaugura cuando nace Isabel II, como agradecimiento por fin, de tener un sucesor al trono.
Las esfinge tienen en sus bocas la salida de los caños del agua. Aquí por supuesto ya ha perdido este uso y son simplemente estatuas (muy chulas, la verdad)






foto de Isabel Tolosana


Avanzamos un poquito más y llegamos hasta un lugar curioso, una de las antiguas presas. Se trata de una exclusa de los años 40.
Realizada en un estilo neo herreriano, con el que tanto se identificaba el franquismo (todo el tema del imperio, la conquista...)





Las presas no se usan después de la construcción de los embalses, pero ya habían causado un gran  deterioro de las aguas y del ecosistema.
Se ven muy bien desde aquí, los muros de contención del río, que datan de 1.914.




Observamos como en una de las orillas del río, las casas están construidas prácticamente al borde. En la otra orilla, se encuentran mucho más lejos, al existir previamente una gran dehesa de pastos comunales (la dehesa de la Arganzuela) y el matadero de la calle Toledo.

Llegamos a la Pasarela y Puente de Praga:
(que suerte vivir por aquí, verdad? jijiji)


El Manzanares era un riachuelo,  pero con sueños de grandeza en la corte de Madrid.

Antonelli en el siglo XVI sueña con hacerlo navegable y conectar, vía Tajo, con Lisboa para tener una salida directa a las Américas.
Pero con la derrota de la Armada Invencible y otras vicisitudes, el proyecto quedó absolutamente paralizado.
El proyecto de llegar a Lisboa se retoma en XVIII y llega a extenderse un poco con un sistema de exclusas  y puentes, útil para el transporte de mercancías.

De ser un canal privado pasa a ser cana real por la compra de Carlos III del mismo. Y este Real canal llega hasta Rivas. 
La llegada del ferrocarril en el 1.851 hace que se abandone definitivamente la idea del canal y se usa el tren para transportar todos estos productos.

Avanzando en nuestro paseo, llegamos a otros puentes, también modernos.
Son los llamados Puentes gemelos o cáscara.



Desde aquí se ven el invernadero y matadero.
La oficina de diseño y arquitectura West 8, es una vez más la encargada de realizar el proyecto, en  hormigón y cemento armado. Se trata de un estilo llamado brutalismo. Peno no haciendo referencia a "lo bruto" sino a que significa cemento en francés.

Es el cemento visto, no pintado ni enfoscado. Es un concepto de "arquitectura verdadera" sin ningún tipo de cubrición.
Por dentro, está decorado con mosaicos de vitrogrés de cristal reciclado, con fotografías reales de vecinos de Carabanchel y Usera, como un símbolo de hermanamiento entre ambos barrios.

Son obra de Daniel Canogar hijo del pintor abstracto Rafael Canogar (vimos parte de su obra en la exposición del Conde Duque)  
El padre vive en un momento vanguardista de los 60 , cuando hubo una explosión de arte abstracto y de vanguardia en todo el mundo.

Daniel utiliza otro tipo de tecnologías, como el vídeo o la fotografía digital.
Tiene su estudio en Nueva York y es bastante conocido a nivel mundial.

Es una gozada pasar por debajo del puente y descubrir el secreto de las fotos, tan bien guardado desde fuera.





foto de Isabel Tolosana

foto de Isabel Tolosana

foto de Isabel Tolosana

Llegamos al final de la visita:
El Matadero.
Hay un panel explicativo muy chulo, que os dejo para vuestra consulta:






Estamos delante del Palacio de Cristal, ahora invernadero. Aquí se conserva un jardín botánico visitable de unos 7.000 metros de extensión.
Era conocido como "nave de patatas" y es que, durante la guerra civil, sirvió para almacenar este alimento, a la espera de su distribución.
Se reconvierte en 1.992 en invernadero y es visitable y gratuito (ahora cerrado por el p. virus... empieza a ser una frase común en este blog y no me gusta nada)




Estamos en el Matadero. Tuvo esta función desde su fundación, y es que no se podían sacrificar animales grandes en las casas particulares, solo estaban permitidos aves y animales pequeños.
El ganado vacuno y ovino debía ser procesado en un lugar preparado para tal fin. 
Esta zona ha estado siempre ligada a esta actividad, hay que recordar que muy cerca tenemos el rastro, llamado así, por el rastro de sangre y vísceras que se evacuaban al Manzanares, aprovechando el desnivel natural.
Y además, tenemos el tema de las pieles, que también se preparaban aquí, no en vano tenemos muy cerca la llamada Ribera de los Curtidores.

En el siglo XIX Madrid crece gracias al éxodo masivo de las gentes del campo. La ciudad pasa a contar con  500.000 habitantes (la población total era de unos 6 millones en toda España)
Es por ello que se necesitan nuevas instalaciones en casi todos los ámbitos.
En 1.908 Luis Bellido presenta un proyecto basado en un viaje a Alemania donde fue para estudiar un  modelo de ciudad-matadero, bien organizado por zonas.
Con las naves distribuidas según los animales, la zona de despiece, otra zona sanitaria...
Este modelo resulta de lo más efectivo y funciona durante mucho tiempo, hasta la llegada de Mercamadrid en los 80 y un poco más (en activo hasta 1.996, año de su cierre)

Se abandona esta ciudad-matadero y se piensa en derribarla por completo y urbanizarla, pero afortunadamente se acaba dotando con una amplia infraestructura y pasa a convertirse en zona cultural. Teatro, exposiciones, cine, restauración, al igual que el cuartel del Conde Duque, por ejemplo, también propiedad del ayuntamiento.
Aquí están la sede de la Compañía Nacional de Danza y la del Ballet Nacional de España.

Sus edificaciones son de estilo neomudéjar, tan del gusto de principios de siglo y hay hasta 48 edificios,  con una especie de ayuntamiento, que es la Casa del Reloj (hoy sede de la Junta Municipal de Arganzuela)


Esta edificación también recuerda a los edificios de los ayuntamiento alemanes.
Había incluso una capilla y varias casas de viviendas para los operarios.

Isabel Tolosana nos comenta un dato curioso: La Cantina del Matadero, uno de los espacios dedicados a la restauración, cuenta con un patio con grandes mesas corridas, donde todo el mundo se sienta mezclado y en uno de los rincones hay una especie de estufa o chimenea.
Pues bien, un amigo suyo, de origen alemán, conoce el sitio y dice que le recuerda muchísimo a los restaurantes germanos... Isabel lo entiende ahora. 





Así pues el espacio del Matadero cuenta con un gran equipamiento cultural. 
Queda pendiente una visita y Marisa nos promete que lo intentará. Ojalá.
Aunque se trata de un lugar de fácil acceso que podemos realizar cuantas visitas queramos, resultaría estupendo hacer una visita guiada o ir a alguna exposición y que nos cuenten todo.