Nuestra segunda visita de este curso es de lo más castiza.
Iremos desde la Almudena, pasando por la muralla árabe y las Vistillas, San Francisco el grande y la Puerta de Toledo.
Un precioso recorrido que esperamos con mucha ilusión.
Yo llego a la Almudena desde Sol, que es la estación que mejor viene desde mi casa.
Y claro, me paro un momento a ver más de cerca la Plaza de la Villa.
Esto es muy inusual, está vacía, no hay visitantes, no hay turismo.
La cara mala es que todo está cerrado. Madrid parece una ciudad fantasma...
Empezamos la visita siguiendo por la calle Mayor hacia la cuesta de la Vega. Aquí está el "lienzo" más grande de la muralla árabe en Madrid.
Estamos sobre la cornisa del Manzanares, lugar escarpado que ofrecía a la ciudad una defensa natural.
Así, el primer Alcázar, de la época de los musulmanes se sitúa en esta zona por la facilidad defensiva.
La primitiva ciudad de Mayrit está sobre un cerro que es atravesado por barrancos, como el de San Pedro (hoy la calle Segovia) o el de Leganitos o el Arenal...
Hay unos paneles explicativos con muy buena pinta, que nos hacen que nos situemos correctamente:
Y una ilustración del Alcázar en el siglo XVI, tal y como debía ser antes de su destrucción en el incendio de 1.734.
También una maqueta muy chula, de la zona más antigua de nuestra ciudad.
Os dejo dos imágenes (un poco cutres, pero es que son hechas con el móvil) de mi Atlas Ilustrado de la Historia de Madrid de Pedro López Carcelén, una joya de libro.
Así era Mayrit a finales del siglo IX:
Mayryt es claramente de origen islámico, aunque hay ciertos estudios que indican la presencia de un campamento romano (Miacum) en los terrenos de la cercana Casa de Campo.
Así, nuestra ciudad es la única capital europea de origen puramente islámico.
La Virgen de la Almudena apareció oculta en las paredes de un muro, en teoría oculta para ser defendida de árabes. Cuando apareció posteriormente, con dos candelabros encendidos incluidos, se consideró un milagro y pasó a ser una de las imágenes más veneradas de la ciudad.
La actual , que se encuentra en la catedral, es gótica.
En Madrid, en esta zona, se entraba por la Cuesta de la vega y por su puerta, por la calle Bailén y Mayor . Justamente aquí estaba la ciudadela árabe.
Estaba situado el Palacio de la cuesta de la Vega, construido en 1.906, donde residía María Teresa, hija de Alfonso XII con su marido el infante Don Fernando de Baviera.
Quedó muy dañado tras la guerra civil, así que se derribó y debajo apareció la muralla... Nos comenta Marisa que esto no es nada extraño, la muralla rodea gran parte de Madrid, en cuanto se excava un poco o tiras un edificio aparecen fragmentos.
En la maqueta se aprecia que la muralla árabe tiene torres defensivas (albarranas) en forma cuadrada. La posterior muralla medieval, las tiene en forma redondeada. Resulta muy curioso.
La Cuesta de la Vega fue proyectada en su reforma del XIX en zigzag, por Pascual Colomer (autor, por ejemplo del actual Congreso de los Diputados)
La zona verde estaba pensada para la edificación de viviendas, pero al final, no se llegaron a construir, diría que afortunadamente.
El fundador es Mohamed I y es por ello que este parque se llama Parque del Emir Mohamed.
Por desgracia es semi-privado y en estos momentos está cerrado al público, nos contentamos con esta fotografía tan cutre y otras dos chulísimas que saco de internet.
Las murallas de Madrid eran de mucha calidad. Construidas con piedra de sílex era común ver como con los vientos, y el roce de la arena en suspensión, se producían chispas y de ahí viene una de las partes del lema de Madrid:
"Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y mi blasón.”
Está hecha con el llamado aparejo cordobés, contrapeando la dirección de las piedras, con lo cual tienen mucho refuerzo y son más resistentes. No en vano han pasado mogollón de siglos, y ahí están, incólumes. Los muros son muy anchos.
Seguimos bajando por la calle Cuesta Ramón y nos quedamos con esta vista sobre la calle Segovia, viendo desde nuestra posición la famosa Cuesta de los Ciegos. Precioso de verdad.
Edito la entrada para añadir estas dos fotos que he encontrado en la cuenta de Instagram "Pasión por Madrid"
la cuesta de los ciegos en el año 1925
la cuesta en los años 40, antes de su reforma
En este punto se ve perfectamente por donde iba el barranco, separando el Cerro de las Vistillas y la zona del Palacio Real. Es la calle de Segovia.
Hay dos teorías para el peculiar nombre de "los ciegos":
Una dice que bastantes músicos ciegos vivían aquí en edad media.
La segunda leyenda, mucho más épica, cuenta como San Francisco de Asís pasó por aquí en su viaje hacia el Camino de Santiago, se encontró con unos ciegos, les ungió con aceite los ojos y los curó.
De ahí la placa con el nombre de la calle.
Elijan ustedes cual les convence más.
El pilón que se ve abajo del todo data de la época de la República y cuenta con un remate donde se ve la corona almenada. La corona del escudo republicano. (el poder reside en el pueblo)
Fotos de internet:
Nos vamos yendo hacia el viaducto, que resulta sorprendente viéndolo desde abajo.
Se construye en el XIX, pero hacia 1.930 se reforma siguiendo las directrices de la arquitectura racionalista Y se tuvo que reformar de nuevo en los 80, para adaptarse al tráfico.
Os dejo otra imagen ilustrativa de mi Atlas de Madrid:
El primitivo viaducto de hierro y madera en 1874. Al fondo, se observa San Francisco el Grande.
Construcción del viaducto original (1.872)
Es una obra impresionante, tiene 23 metros en su altura máxima y 35 metros de luz.
Y es tristemente famoso entre los madrileños por considerarse un lugar tradicional para el suicidio, ya desde el XIX.
Afortunadamente, hoy en día está más difícil, dado el alto grado de protección que le han dado a toda su extensión.
Pasamos por la calle del Pretil de los Consejos, una calle llena de historia.
En el número 5 tuvo su sede el Gran Oriente de la Masonería Española, y en el 3 nació Mariano de Larra.
Pero además, aquí estaba el Palacio del Duque de Uceda (el hijo del Duque de Lerma) Y se llama "de los Consejos" por la decisión de Felipe V de trasladar en 1.717, todos los Consejos, a excepción del Consejo de Estado que permaneció en el Real Alcázar.
Cruzamos la calle de Segovia y llegamos a uno de los edificios más emblemáticos de la zona, la llamada Casa del Pastor.
Esta casa tiene un premio del Colegio de Arquitectos, por integrar correctamente los elementos y es que en la fachada podemos ver el que posiblemente es el escudo más antiguo de Madrid.
De la web hazte de la latina
https://haztedelalatina.com/la-casa-del-pastor/
En el siglo XVI los madrileños paseaban por esta calle y ya podían contemplar esta casa, que tenía la fuente de los Caños Viejos adosada a uno de sus muros. Un siglo más tarde se colocaba encima de la fuente, y a modo de adorno, el escudo de armas de la ciudad.
La casa era muy conocida, ya que fue sede del Ayuntamiento. Entre sus muros se celebró la que fuera la primera reunión del Consistorio. Un siglo más tarde, el edificio fue reconstruido.
El inmueble ya aparece en el plano de Texeira, con la fuente adosada y un pequeño jardín posterior. En el plano de Ibáñez de Íbero, sin embargo, ya había desaparecido la fuente. El solar donde estaba instalada la vivienda era todavía más grande, y llegó a tener cinco plantas, incluyendo las buhardillas.
El paso del tiempo hizo mella en la construcción, que tuvo que ser derribada por ruina en el siglo XX. Solo quedaron los cimientos, el muro que guardaba el escudo de armas renacentista y unos pasadizos subterráneos que, al parecer, comunicaban el lugar con el Palacio Real y el Alto de Extremadura, por debajo del Campo del Moro. Otros túneles se dirigían a la Puerta Cerrada, a la Puerta de Moros y al Palacio de la Aldaba. En 1988, el Ayuntamiento decidió derribar los restos del inmueble. La decisión estuvo rodeada de una polémica vecinal. Los vecinos de la zona se constituyeron en una Coordinadora de Defensa del Patrimonio Histórico. No entendían cómo no se conservaban los cinco pasadizos encontrados en el subsuelo. En su opinión, podían haber sido mostrados como una curiosidad turística, al estilo de ciudades como París y Roma. Además, los solicitaban reconstruir el edificio y convertirlo en centro turístico sobre los orígenes de Madrid.
Las peticiones cayeron en saco roto y dos años más tarde se levantaba el nuevo edificio que, pese a tener un porte moderno, sigue conservando el escudo. En su fachada, además, se puede ver una placa anunciando que el inmueble obtuvo, solo un año más tarde de su nueva inauguración, el Premio de Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
El muro que conserva el escudo es de sillería de granito y mira hacia el oeste. Fue labrado a mediados del siglo XVII, pero se cree que fue una copia de uno anterior, del siglo XVI.
Es un altorrelieve tallado en piedra, donde se puede observar el oso y el madroño que representan a Madrid. Están rematados por una corona real y enmarcados en una falsa hornacina ciega, con pilastras laterales. Hay quien piensa que el oso es, en realidad, una osa, ya que forma parte de la constelación de la Osa Mayor, como demuestran las estrellas que rodean la figura. Sin embargo, hay también quien afirma que el símbolo procede de un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Iglesia por los campos del entorno, entonces hábitat natural de los osos.
Otra de las cosas que llama la atención de esta casa es su nombre. ¿Por qué se la llama Casa del Pastor? Hay quien dice que la casa pertenecía a un pastor que mantenía relación con la reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV. Sin embargo, la leyenda más extendida afirma que fue habitada por el clérigo don José, que vivió una vida de entrega cuidando enfermos. Una actividad que le llevó a contagiarse de la peste.
En su testamento, don José indicó que sus bienes fueran repartidos entre los más pobres. Y especificó que su casa sería para la primera persona que ingresara a la villa, al día siguiente de su fallecimiento, atravesando la Puerta de la Vega.
Quiso el destino que a la mañana siguiente de su muerte un pastor entrara en Madrid con sus ovejas. Los alguaciles, que estaban esperándole, le condujeron hasta la casa y allí le dieron la buena noticia. La suerte había querido convertirle en nuevo propietario del inmueble. Cuentan que el pastor, que curiosamente conocía al clérigo al haberle escondido tiempo atrás por un malentendido con la Inquisición, aceptó sin dudarlo.
Como curiosidad, la Casa del Pastor ha aparecido también en el cine. El director Pedro Almodóvar, gran amante del barrio de La Latina, la inmortalizó en su película “Los amantes pasajeros”, en 2012. Era la casa donde vivía una de las protagonistas de la historia.
Isabel T. me comenta que, en una visita guiada que ha hecho con un profesor de la Universidad Autónoma, les contaron que era el escudo de la escuela de los Caños Viejos, el primer colegio de Madrid.
Pero estas escuelas no eran como las que se conocen hoy en día y está muy poco documentado.
Doy fe, estoy buscando información sobre esto, y no encuentro nada de nada...
Lo que si nos cuenta Marisa es que se trata del Escudo de una fuente, del arroyo de San Pedro. En Madrid, tenemos el agua que mana y la subterránea. Madrid está sobre arroyos y acuíferos.
Son muy famosos los llamados "Viajes del Agua", con los que se distribuía el agua por toda la ciudad.
Se dice que en la cuesta de los ciegos, pasa por debajo un pasadizo subterráneo con agua.
Y otra vez más, subo una ilustración de mi maravilla de atlas madrileño:
En esta zona estaba la primera ceca de Madrid, (fábrica de la moneda) posiblemente por la facilidad de usar el agua y la cantidad que había, tan necesaria para este fin.
Trasladada después a la Plaza de Colón y al finalmente a la actual ubicación de Doctor Esquerdo.
Estamos en la calle Beatriz Galindo y vamos a subir por ella para descubrir uno de los rincones más bonitos de la visita de hoy.
Beatriz Galindo, la latina, da nombre a todo el cercano barrio. Fue la instructora, sobre todo de latín de la familia real de los Reyes Católicos.
Ella vivió en el cercano Palacio del Marqués de Viana.
Hemos llegado a la mitad de la Cuesta de los Ciegos sin darnos cuenta.
Es una zona residencial privilegiada. Nos encanta, por supuesto.
Llegamos al punto más alto, muy cerca ya del mirador de las Vistillas, un lugar desde donde ver llegar a los enemigos. Un puesto defensivo.
Desde aquí se puede ver la sierra, la Casa de Campo y muchos barrios de la zona oeste de Madrid.
Es a-lu-ci-nan-te:
Llegamos por fin, al llamado Jardín de las Vistillas, lugar de verbenas, de fiestas populares.
El diseño del mismo es de los años 30, obra del jardinero mayor, que diseñaba los jardines de la ciudad. Así que, curiosamente muchos de los que conocemos son más modernos de lo que parece (al igual que los jardines de Sabatini, por ejemplo)
Después de guerra civil Herrero de Palacios en el 1.945 realiza la reforma, y se instalan los monumentos de Ramón Gómez de la Serna y de Zuloaga.
El de Gómez de la Serna es de 1.972 de Enrique Pérez Comendador. Una mujer levantando los brazos al aire, sobre un pedestal con muchos iconos relativos al escritor.
Nos dice una de sus greguerías, que en este momento viene genial: "Madrid es no tener nada y tenerlo todo"
Las fotografías, las he sacado de internet... en estos momentos hay un público poco atractivo como para que nos acerquemos más.
La otra escultura es de Ignacio de Zuloaga, el pintor de la España triste y oscura, de la miseria rural, polo opuesto a pintores luminosos como Sorolla. Muy cerca de este lugar estuvo situado su estudio.
La obra es de Juan Cristóbal González Quesada.
Al fondo vemos el Seminario Conciliar de Madrid.
Marisa nos habla de Pedro de Répide, cronista de Madrid que escribe multitud de artículos de sus calles. Se hacía llamar el ciego de las vistillas... mmm me dan muuuchas ganas de investigar.
Nació en la cercana calle de la Morería y se cree que pudo ser un hijo natural de María Cristina de Borbón y el segundo marido, el duque de Riansares. o incluso de la reina Isabel II y un eclesiástico... sea como sea suena a "Sálvame de luxe" jajajajaja
Escribió, no solo crónicas de la ciudad, sino muchos artículos periodísticos, novelas, obras de teatro y poesía.
Fundador en 1.933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, tuvo que exiliarse durante la guerra civil, y a su vuelta sufrió un gran rechazo por sus ideas y por su abierta homosexualidad.
Todo un personaje para investigar más, ¿no creéis?
Nos encontramos también con una escultura que a mi siempre me ha encantado, y que no sabía que había terminado aquí: La violetera, obra de Santiago de Santiago.
Primero estuvo en la calle Alcalá con Gran Vía, pero una disputa política entre Gallardón y Leguina, la acabó trayendo a este lugar (no queda mal, me parece)
Es el personaje de Celia Gámez en las Leandras, de José de Padilla.
A muchas de nosotras nos viene a la cabeza la cancioncilla, popularizada por Sarita Montiel:
"Como aves precursoras de primavera
En Madrid aparecen las violeteras
Que pregonando parecen golondrinas
Que van piando, que van piando
Llévelo usted señorito que no vale más que un real
Cómpreme usted este ramito
Cómpreme usted este ramito
Pa' lucirlo en el ojal"
Y muy cerca, esta preciosa vista de la Catedral:
Estamos al lado de la Calle de La Morería y calle de los Yeseros. Y aquí tenemos el famoso Corral de la Morería, lugar de saraos muy conocido, hoy cerrado por el maldito covid.
Y OJO, sin darnos apenas cuenta...¡¡¡¡Hemos subido la cuesta de los ciegos!!!!
Vamos hacia el Seminario Conciliar, para tomar la calle de San Buenaventura, hacia San Francisco el Grande.
El seminario es de estilo neomudéjar de primeros del XX.
Antes no había diócesis ni obispado en Madrid, y cuando por fin lo tuvo, se construyó este seminario, y se edificó también la catedral.
En la misma calle de San buenaventura está el Colegio Arzobispal Menor, muy ligado con el seminario. que acabamos de ver. Es un cole de primaria, aunque solo de chicos...
El edificio es muy bonito también.
San Francisco estuvo en Madrid, y parece ser que construyó una choza en esta zona y se funda el Monasterio de San Francisco en estos terrenos. Aunque no hay documentación, la tradición oral es importante y se cree que puede ser cierto.
La cúpula de San Francisco de la tercera más grande de la cristiandad, después de la el Vaticano y el Panteón de Agripa, pero no lo parece, al ser de muy poca altura. Es bastante bajita.
(esta fotografía no es mía, como se puede uno imaginar)
Marisa nos lleva a uno de los sitios que más ganas tenía de conocer de esta zona: la Dalieda de San Francisco.
La fotografía no le hace justicia:
Es por ello que incluyo alguna sacada de internet:
Es el sitio perfecto para ver atardecer... pendiente queda.
Se llama Parque de la dalieda de San Francisco o de la Cornisa, y estamos en los terrenos que ocupaba el claustro del monasterio.
En un origen las flores eran dalias (por eso el impronunciable nombre), ahora las han sustituido por rosas y es delicioso en verano.
En la zona más cercana al mirador, hay una escultura (hoy vandalizada) que representa el "Sueño de San Isidro, en la que su patrón, Iván de Vargas le pilló durmiendo, y cuando iba a reñirle, se dio cuenta de que los bueyes estaban arando solos, y se consideró un milagro (otro más del santo)
Yo me resisto a hacer esta foto, da muuuucha pena como está, toda pintada y estropeada, así que pongo esta de internet que ... dónde va a parar.
Se cree, como ya hemos dicho, que el mismo San Francisco funda el monasterio en el siglo XIII.
Con Felipe II y el traslado de la capitalidad a Madrid, el lugar fue ganando en importancia y recibió la custodia de los santos lugares conquistados por los cruzados.
Pero la obra principal la realiza Carlos III que es el que cursa la solicitud de hacer una iglesia nueva y , como casi siempre en estos casos, los arquitectos se pelean (Ventura Rodríguez implicado) y finalmente gana la pugna Francisco Cabezas, que realiza un proyecto de planta centralizada con capillas a los lados.
(foto de internet)
La idea tuvo que continuarla un arquitecto llamado Antonio Pló y Camín, pero lo termina por Francesco Sabatini, con una característica fachada convexa neoclásica.
Los franceses en el XIX arrasan con todo en Madrid y lo usan como cuartel, más tarde se quiere destinar a salón de cortes, aunque no lo consiguen.
Mas tarde, con el periodo liberal y la desamortización, se tienen que ir sus monjes, y queda en manos del estado español.
en 1.869 se retomó una antigua idea de destinarlo a Panteón Nacional. Así, durante los cinco años siguientes, albergó los restos mortales de diferentes personalidades de la historia española, entre ellos los de Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo, Ventura Rodríguez, Juan de Villanueva o Gonzalo Fernández de Córdoba (el Gran Capitán). Fueron depositados en una capilla pero devueltos en 1.874 a sus respectivos lugares de origen.
Aunque queda la idea del Panteón de los Hombres Ilustres, que se encuentra muy cerca de Atocha, el proyecto finalmente no prospera.
Cánovas del Castillo promueve su reforma y restauración en 1.879 y es cuando se pinta el interior, y se incluyen cuadros de Zurbarán y Goya.
En 1.926, el rey Alfonso XIII devolvió el templo a los franciscanos.
En 1.962 fue declarado basílica menor por Juan XXIII. En noviembre del mismo año quedó bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, tras una nueva consagración.
A lo largo del siglo XX se fueron sucediendo reformas y rehabilitaciones, permaneciendo cerrado durante décadas.
En 1.980 fue declarada Monumento Nacional, recibiendo por tanto la condición de Bien de Interés Cultural.
En noviembre de 2.001, tras décadas en obras, la iglesia volvió a abrirse al público y en 2.006 fueron desmontados los andamios instalados en el interior, con los que los restauradores procedieron a la recuperación de las pinturas murales.
Es una maravilla que no he visitado nunca por dentro, y tengo muuuuuchas ganas.


Su titularidad corresponde a la Obra Pía de los Santos Lugares de Jerusalén, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Seguimos avanzando por la Gran Vía de San Francisco hacia la Puerta de Toledo, que es nuestro destino final, y nos cruzamos con la calle del Rosario, que es el límite de las Vistillas.
Y una anécdota: la expresión "terminó como el Rosario de la aurora" tiene su origen en esta calle;
Había una Capilla de la Aurora en esta zona y se rezaba el rosario por la calle. En alguna parte era más estrecha y dos cofradía se enfrentaron... tan fuertemente y con tal bronca, que se quedó para la posteridad.
Perpendicular a la calle Rosario, al final de la misma, está la Cuesta de las Descargas, llamada así porque aquí se descargaban las salvas de honor en eventos militares. (no bajamos, nos alejaríamos un poco de la ruta principal y ya es tarde)
Un poco más adelante, tenemos el hospital más antiguo de Madrid, que tiene unos 300 años. Construido durante el reinado de Carlos II, tiene ese aspecto de barroco austero madrileño del XVII, que otras veces nos hemos encontrado en el Madrid de los Austrias.
Es el llamado Hospital de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís.
El santo predicaba en Italia y le siguen muchos y con mucha devoción, a veces tanta que incluso abandonaban a sus familias. Así se crea una regla para laicos, para que puedan seguir sus preceptos sin abandonar sus vidas. En el XVII y XVIII mucha gente se hace de la orden. Podían incluso llevar el hábito franciscano.
Muchos personajes públicos son de la orden, como Cervantes, Lope de Vega o Garcilaso, y muchos obispos, militares...
Es un hospital dedicado por completo a la beneficencia, y durante algún tiempo se traslada a Arganda y después a Loeches.
En la fachada principal está el escudo de San Francisco. Están representadas las manos de Cristo y las del santo, entrelazadas y con unos agujeros, que son los estigmas, que Cristo pasa al santo.
Cruzamos a la izquierda, a la calle de Isabel Tintero para nuestra última parada, la Iglesia de la Paloma.
Parece ser que unos niños encontraron un lienzo de la Virgen jugando en un solar cercano de la calle de la Paloma. Isabel Tintero, que vivía en la calle que nos encontramos lo vio y les dio unas monedas a cambio.
Ella empieza a venerar la imagen en el portal de su casa, con unos farolillos.
A dicha Virgen se le empezaron a atribuir milagros y se va haciendo más conocida.
Incluso se dice que María Luisa de Parma (esposa de Carlos IV) era muy devota de la imagen, pues curó al infante Fernando (futuro Fernando VII) del escorbuto.
El portal de Isabel se quedó pequeño, tal era la cantidad de gente que acudía a ver a la milagrosa imagen, así que se iniciaron los trámites para construir una pequeña capilla, con el apoyo de la casa real.
Fue fue proyectada por Francisco Sánchez, discípulo de Ventura Rodríguez.
La imagen en realidad, era de la Virgen de la Soledad, en la que es representada tradicionalmente como una viuda, con un hábito negro. Este tipo de representación fue importada por Isabel de Valois, esposa de Felipe II y desde entonces se la representa así.
La gente hablaba de la Virgen que estaba en la calle de la paloma, y por eso se la acabó conociendo más por este nombre.
Durante la invasión francesa es la misma Isabel la que se encargó de ocultar el lienzo y las joyas de la Virgen, y aunque deseaba ser enterrada en esta capilla, finalmente no se pudieron conseguir los permisos y sus restos están en el cementerio de San Isidro.
Como el culto sigue creciendo, la capilla se vuelve a quedar pequeña, construyéndose en el XIX la iglesia neomudéjar que hoy conocemos (1.912)

En la fachada destacan los arcos lobulados, y en forma de herradura que tanto recuerdan a la arquitectura mozárabe.
Y como decoración principal, el ladrillo y las formas que se crean a partir de sus intrincados diseños.
Se puede apreciar muy bien el llamado paño de sebka que es un elemento decorativo con forma de retícula oblicua, a modo de entrelazado geométrico que cubre muros, arcos, paredes y zócalos, que es muy característico del arte islámico.
Los musulmanes creen a Dios como uno, infinito y creador, así con este único diseño, en una única línea, queda representada perfectamente esta idea.
El interior es muy curioso, con un redondo graderío moderno, puesto que en 1.978, el templo se reconstruyó y estableció una disposición de los bancos donde se sientan los fieles de una manera muy diferente a la de otras iglesias, creando una asamblea alrededor de la mesa eucarística y de la pila bautismal, que es de inmersión.
Durante la guerra civil, el lienzo perdido de la paloma se escondió encastrado en el cabecero de la cama de un matrimonio farmacéutico muy devoto. Cuando volvió a aparecer, la explosión de alegría popular fue tal, que la tuvieron que llevar los bomberos a su lugar de origen.
Es por ello que cada 15 de agosto, un bombero la descuelga para llevarla en procesión y luego es devuelta a su lugar, en el altar, para comenzar una de las fiestas más populares de Madrid.
Así, además de patrona de los bomberos, es del Real Madrid, y una de las patronas de los madrileños en general.
Madrid tiene varias patronas: la Virgen negra de Atocha, la Virgen de la Almudena, la Virgen de la Flor de Lis (en la cripta de la catedral) y la de la Paloma, que es la más popular.
"Por ser la Virgen
de la Paloma,
un mantón de la China-na,
China-na, China-na,
un mantón de la China-na
me vas a regalar (te voy a regalar)"
Fragmento que todos tenemos en mente de la zarzuela de "la Verbena de la Paloma"
Llegamos a nuestra última parada, la Puerta de Toledo.
De un estilo neoclásico, mucho más pesada que la que vimos el otro día, la puerta de Alcalá.
Tiene casi un siglo más, está realizada durante el reinado de Fernando VII. Daba paso a ciudad y era una de las entradas de la cerca de Felipe IV.
Tiene un ligero defecto, y es que en el arco, en su parte más alta, está un poquito hundido, por las obras del metro que se realizaron en el XX. (el defecto es casi inapreciable, pero como buenas alumnas de conocer Madrid, debemos saberlo y enseñarlo)

La foto que sale desde este mirador es nefasta, lejos y tapada por los árboles, es por eso que debo poner una imagen "robada" de internet:


Al igual que la de Alcalá, muestra unos trofeos de guerra vacíos y abandonados, como alegoría de la paz (en tiempos de paz, tales objetos no son necesarios).
La puerta mira al sur y está rematada con una alegoría de España y sus provincias.
Todos son símbolos de fidelidad, victoria y alegría por el retorno de Fernando VII "el deseado", todos querían restituir al rey después de la ocupación francesa... menudo chasco se llevaron.
Y hasta aquí nuestra visita de hoy, otra chulada más (en esta ocasión chulapa) y una visita interesante como siempre.
Deseando que llegue la siguiente.
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