Empieza el nuevo curso.
Este es el año más raro de nuestras vidas. Puñetero 2020.
Bueno, lo más importante para mi ahora es que he recuperado un trocito de mi vida normal. Esas visitas que tantísimo nos gustan, y que nos mantienen unidas a la vida social y cultural, que entretienen nuestras mentes y nos alejan de la pandemia por unas horas.
Después de unos días de incertidumbre, al fin comenzamos las visitas, de 20 que éramos pasamos a 10, y con las nuevas restricciones a 5 por clase.
AVISO A ISABEL II:
Si aún no has tenido esta clase, ojo, contiene spoilers...jajajaj
Hemos quedado en la Puerta de Alcalá, en la entrada al Retiro, y por eso aprovecho el buen día que hace para subir desde Recoletos (he ido en tren) y ver despacito este precioso edificio (entre otros)
Por fin nos reunimos, con Marisa: Isabel I, Isabel III, Carmen, Lola y yo.
Muy pocas, comparadas con todos los que éramos el curso pasado.
Después de una breve charla para ponernos al día, nos centramos ya en la clase.
Esta visita me hace especial ilusión, puesto que yo misma he vivido en este barrio desde los 11 a los 27 años, mi padre era portero en la calle de Alberto Bosch, en una casa de mucho postín y muchísimo dinero.
Recuerdo que al principio me enfadé mucho, puesto que tuve que dejar atrás mi vida tal yo como la conocía, mi colegio, mis amigas, mi hogar.
El enfado me duró hasta que pude entender que era lo mejor que mis padres habían podido hacer. Aparte de buscar un trabajo más estable, nos trasladamos a un barrio lleno de cultura y con más oportunidades para mi hermana y para mi.
Solo decir que desde bien pequeña, me pasaba muchas tardes en el Museo del Prado (a tres minutos de mi casa) y gracias a esto, mi amor por el arte fue creciendo hasta convertirse en auténtica pasión.
¡Gracias papis!
Empezamos en el año 1865, cuando Isabel II vende parte de los terrenos del Retiro para construir casas y sanear las cuentas de la corona.
El Retiro, por cierto, cuenta con un paisaje urbano único en el mundo.
Enfrente tenemos la Puerta de Alcalá, que era una puerta real de la muralla de Madrid.
En Madrid ha habido varias vallas y cercas, que van rodeando la ciudad y se amplían según las épocas.
Por ejemplo, estaba la cerca del arrabal, construida para confinar la peste del siglo XV.
La cerca de Felipe II, la de Felipe IV...
La Puerta de Alcalá conserva los bujes (como las bisagras) donde estaban las puertas, que se cerraban sobre las 22:00, ya que había una hora para su cierre.
Sabemos que por los vanos centrales pasaban los carruajes, y por los de los lados, las personas.
Carlos III favorece como siempre, a su maestro italiano Sabatini, ya que el rey era muy del gusto de Italia, (no en vano era rey de Nápoles) y así, Sabatini consigue en el año 1.778 "ganar el concurso" Es la fecha que está en latín en los frontones de ambas caras.
La puerta está construida en estilo Neoclásico y es importante la simbología en la decoración.
Intervienen dos escultores distintos, uno en cada fachada. Y por eso son tan diferentes entre si.
Hay otra teoría que dice que el rey Carlos III era incapaz que elegir entre los dos proyectos presentados y decidió poner uno por cada lado.
La cara que da hacia el retiro era la entrada de la carretera de Aragón, era la puerta de entrada a la ciudad de Madrid.
En la parte de arriba está situado el escudo del rey, una mujer representando la fama, un geniecillo y unos niños pequeños y alados, como unos cupidos en la cornisa, qué en arte son conocidos cómo los "putti" y representan a ciertas virtudes: fortaleza, prudencia, justicia y templanza.
En cada arco hay un sátiro que personifican a la fertilidad (al dios pan o Dionisio) que vienen a indicar: "entra a la ciudad, que te va a ir bien".
(foto de internet)
Podemos ver los impactos de los proyectiles de tres contiendas diferentes: la de 1814 con los ataques de los franceses , la de 1823, cuando Fernando VII pide ayuda a Francia para restablecer el absolutismo y aparecen los 100.000 hijos San Luis. Y la de 1939, cuando el general Casado da un golpe de estado a Negrín ya que lo cree importante para ganar la guerra.
Este lugar también fue el paso de la Cañada real Galiana (en octubre - primeros noviembre continúan pasando los rebaños por el centro de Madrid) esta vía fue inaugurada por Alfonso X el sabio para honrar al consejo de la Mesta.
Hay un mojón cada en uno de los lados de la plaza con una numeración: 75'23 debía ser la anchura de la Cañada.
Al otro lado de la plaza hay otro similar:
(foto de internet)
El otro lado de la puerta, el que da hacia Cibeles, es muy diferente, hay armaduras sin gente que es una alegoría de la paz (no se necesitan armas en un país en paz)
También podemos ver varias cabezas de león que representan la protección y la autoridad y además, la vigilancia.
Es un claro mensaje a los habitantes ofreciendo tranquilidad.
Y también hay un símbolo de abundancia, las cornucopias. Otro tanto que se apunta el rey.
En la misma plaza, donde empieza Alfonso XII, están las Casas de Salabert, construidas por el Marqués de Cubas.
Preciosas fachadas y bonito trabajo de forja. Hay que recordar que el hierro está entrando a las ciudades, y se integra en edificios, construcciones... es la Revolución Industrial, amigos.
Son las primeras viviendas del barrio tipo casas de renta (de alquiler)
Vivió aquí José Bergamín, escritor madrileño y, en la cercana calle de Alfonso XII, vivió también José Ortega y Gasset.
Bajamos hacia Cibeles, y nos metemos por la calle Alfonso XI. Y en la esquina con Alcalá, está la Casa de Demetrio Palazuelo.
Es una obra de Antonio Palacios, como la de calle mayor 4. Os pongo unas imágenes, para que veáis lo bonito que es, y que merece la pena visitar (y es gratisssss)
La casa de Demetrio es un edificio para oficinas, de los primeros en la capital que se concibieron con ese uso.
Es de Antonio Palacios, el arquitecto de Madrid más importante de primeros del siglo XX, que además era muy joven cuando consiguió firmar todos estos proyectos, así que debía ser (como dicen mis hijas) un poco-bastante crack.
Entre sus muchas obras en Madrid, podemos destacar el Casino, el Palacio de Comunicaciones, el Hospital de Maudes, la Casa Matasanz de la Gran Vía, el Círculo de Bellas Artes, la Central Eléctrica de Pacífico... además de ser responsable de la línea 1 de metro.
Lo dicho, un pequeño crack.
Seguimos avanzando y en la esquina con Montalbán, nos encontramos con el Edificio de la Delegación de Hacienda, que guarda concordancia estética con la zona, a pesar de ser mucho más "moderno".
Es de un estilo ecléctico que no desentona.
(foto de Isabel Tolosana)
En la calle Montalbán, está el Museo Nacional de artes decorativas. Es un edificio muy sobrio, de ladrillo, de estilo clásico.
Del blog "Una ventana desde Madrid" Imperdible
Su origen lo podríamos encontrar en el siglo anterior, concretamente en 1871, momento en que abre sus puertas la Escuela de Artes y Oficios, la cual tenía un Museo Industrial. Más tarde, en 1927, tomaría el nombre con el que actualmente es conocido, teniendo como objetivo la realización de exposiciones con las que enseñar al público, a los artistas y a los propios fabricantes la evolución que habían adquirido los productos manufacturados hasta haber alcanzado la perfección de entonces. De esa forma, se conseguiría fomentar en la sociedad no sólo la cultura en relación con el arte, sino también el conocimiento de las diferentes técnicas utilizadas. Este museo tendría su primera sede en un inmueble de la Calle Sacramento, en la zona conocida como Madrid de los Austrias. Unos años después, en 1932, la falta de espacio hizo que se trasladara al lugar en el que se encuentra hoy, un edificio que hasta ese mismo momento había acogido la Escuela Superior de Magisterio.
Era la casa de la duquesa de Santoña, rica benefactora de Motril, esposa del duque de Santoña, muy buena toda su vida, pero que al morir su marido una hija (extra matrimonial) la dejó sin herencia.
Aunque ella no llegó a residir en esta casa-palacio, ya que vivió gran parte de su vida en el Palacio de Santoña de la calle Huertas (ayyyyy tenemos pendiente esa visita...)
María del Carmen Hernández Espinosa de los Monteros era una persona preocupada por los pobres y ella acabó prácticamente en la indigencia... la llamaban "la duquesa mendiga"Fue la fundadora del cercano Hospital del Niño Jesús.
Creo también mucha industria en Granada y reforma el balneario de Lanjarón. Era una mujer que cambió muchas cosas por su tierra (recordemos que ella era de Motril)
El otro edificio, que está a continuación es bien distinto, con una fachada ondulante.
Se trata del Palacio de Oriol, el del talgo (tren articulado ligero Goicoechea Oriol)
Hoy es un hotel que está cerrado por el p*** covid.
(nota anecdótica... en mi adolescencia pasé horas en la esquina con Alfonso XII. Allí nos despedíamos siempre mi amiga Belén y yo cuando salíamos del instituto... y nos daban las tantas charlando y riendo...)
Avanzando un poco nos encontramos el Palacio de la Puebla de Maestre.
Un edificio precioso, y Marisa nos habla de este personaje que puede tener un gran linaje desde la edad media. Hoy es el Petit Palace cerrado también por la pandemia.
(foto de Isabel Tolosana)
Enfrente, la Casa palacio Elisa Taberner, copiando un poco el estilo parisino. Se ha metido entre nosotros la arquitectura del hierro, hay cerramientos por todo el barrio
Y arriba podemos observar las buhardillas o mansardas que tanto se pueden ver en las casas de París.
Los castizos los llamaban casas de féretros porque parecían ataúdes, esa parte superior de los tejados.
Me encanta como se renombra todo, en ese puro estilo castizo...jajaj
Nuestra compi, Isabel Romero (Isabel I llamada en el grupo) nos había contado que, por circunstancias debidas a la guerra, vivió en una de estas calles, y pasamos por delante de la misma, está en nuestra ruta, en la calle de Antonio Maura.
Y es que en esta casa vivió María Zambrano al final de su vida.
(foto de Isabel Tolosana)
Enfrente, tenemos la Casa palacio de Don Luis de Navas. Está representado Esculapio o Asclepio con la vara de Mercurio y la serpiente, símbolo griego, que nos sugiere que vivió en este edificio alguien relacionado con la medicina o farmacia.
Este símbolo ya existía en Egipto y Mesopotamia. Y en la Biblia Moisés le sugiere mirar a una vara de metal con serpiente para evitar las picaduras de las víboras en el desierto (es uno de los pasajes)
Nos encaminamos al antiguo Museo del ejército, (son los únicos restos que quedan del palacio de Felipe IV)
Es una arquitectura típica de los Austrias, muy de estilo herreriano, como el Escorial (salvando las distancias, claro) y también lleva ladrillo como la Casa de la villa o el edificio de Asuntos Exteriores de Atocha.
Este palacio fue concebido para disfrute de los reyes, para realizar espectáculos en una plaza enorme que estaba en esta zona.
Se representaban obras de teatro, batallas, juegos... A Felipe IV le gustaba muchísimo el teatro.
Además se conocía (y conoce) como Salón de Reinos, ya que se recibía aquí a las delegaciones extranjeras, cuando venían reyes de fuera.
Actualmente Foster está realizando la rehabilitación del edificio, en el que harán un anexo del Museo del Prado para salas de exposiciones etcétera. (oleeee)
Increíble lo bonito que puede llegar a quedar:
El monarca hace que Zurbarán pinte unos cuadros con la temática de los trabajos de Hércules y más tarde a Velázquez le encargan unos retratos ecuestres de los reyes Felipe IV, el infante malogrado Baltasar Carlos y las reinas Isabel y Margarita.
También se le encarga una serie de cuadros históricos y Velázquez pinta para esta ocasión, su famosa obra, la Rendición de Brenda (conocido como las Lanzas) entre otros.
La idea es traer todos estos cuadros cuando finalice la restauración y ponerlos en la ubicación original. Esta restauración y ampliación está prevista para el 2024.
Me fascina esta idea, en serio.
(reconstrucción)
Estaba en un estado lamentable por la ocupación francesa (lo destrozaron). Se llegó a hacer un informe para derribarlo casi todo. Y finalmente queda abandonado por la propia corona, ya que prefieren para su retiro la granja de San Ildefonso.
Además, cuando se constituye el nuevo Palacio Real se abandona definitivamente. Al fin y al cabo este salón de reinos, está a las afueras de la ciudad.
Finalmente, cuando se exilia Isabel II, la propiedad pasa al ayuntamiento de Madrid.
En la entrada, tras las verjas (no podemos pasar) vemos unas estatuas, que son parte de las que estaban en el palacio real.
Se quitaron de allí por problemas con la estructura y también, según se dice, por las pesadillas de Isabel de Farnesio. (soñó que se derrumbaban encima de ella...)
Ahora estas estatuas están repartidas por Madrid (parque del Retiro, Plaza de Oriente) y por algunas otras ciudades españolas.
Las dos que podemos ver son las de Felipe IV y Luis I.
Este Luis es hijo de Felipe V, el cual tuvo tres hijos reyes, que eso es todo un hito histórico.
Fueron Luis I, Fernando VI y Carlos III)
Justamente al lado, en la calle Méndez Nuñez, están las casas de Bruno Zaldo. Unas casas de alquiler, que estaban empezando a triunfar en estos tiempos.
Nos cuenta nuestra profe que los pisos más altos eran los más baratos ya que no había ascensor y costaba mucho más subir y bajar con todos los enseres. Además, en una época en la que aún había que acarrear el agua, no hay que olvidar que todavía se llevaba la ropa a las lavanderas del Manzanares.
Los más pobres vivían en las buhardillas o en los sótanos, donde había menos luz y poca ventilación (anda, como nosotros en la portería de la calle Alberto Bosch...)
Aquí hay una escalera de metal diseñada por Eiffel, pero lamentablemente no podemos verla, puesto que es una casa particular.
El diseño de todo el barrio es en cuadrícula (menos justamente esta manzana del Salón de Reinos)
Esta disposición tiene su origen en la antigua Roma. Pero en edad media se empezó a diseñar las calles con muchos recovecos y callejuelas con un afán claramente defensivo.
Mucho más tarde, se vuelve a la cuadrícula con los ensanches del XIX, que tanto se pusieron de moda en París y se fueron extendiendo finalmente por toda Europa.
Esta forma de poner las casas era mucho más segura ya que podía permitir mejor el paso de los carruajes, de los bomberos y otras fuerzas de seguridad.
Ahora llegamos al cercano Casón del Buen Retiro. Obra de Alonso Carbonel del año 1.637.
Fue diseñado como salón de baile de Felipe IV.
Lo único que se conserva de esta época es la cúpula de Luca Giordano con las pinturas sobre la "
Alegoría del Toisón de oro"
En el siglo XIX, se deterioró por unos fuertes vientos y Ricardo Velázquez Bosco se encargó de la restauración de la fachada, entre otras cosas.
Estamos enfrente de la Puerta de Felipe IV del Retiro.
Esta puerta es uno de los monumentos-estatuas móviles de la ciudad. Se hizo como arquitectura efímera para recibir a María Luisa Orleans, futura esposa de Carlos II.
Bien conocido es el tema de la no descendencia de Carlos. De todos modos, ella murió pronto, a consecuencia probablemente de los muchos hechizos y brebajes, que le administraron para mejorar su fertilidad.
Parece ser que además, él tenía el síndrome de "Klinefelter", una enfermedad genética, que consiste en una alteración cromosómica y que le impidió tener hijos.
Se volvió a casar con Mariana de Neoburgo que tenía nada más y nada menos que 22 hermanos y pensaron que podía ser una buena baza para que Carlos II tuviera por fin descendencia. Ella era grande y pelirroja, en principio muy apta para la maternidad, pero murió esta segunda esposa también sin descendencia, y esta circunstancia llevó al fin de la dinastía de los Austrias y a la consabida guerra de sucesión.
Así, en esta puerta famosa se cambió el nombre y sirvió para homenajear a las dos futuras reinas.
Esta es la preciosa puerta.
Bajamos por la calle de Felipe IV y Marisa nos habla de Fernando VII Y María Cristina de Borbón dos Sicilias, la cuarta esposa de Fernando VII, con la que tuvo a Isabel II y Luisa Fernanda.
María Cristina, al morir Fernando es la regente y abraza causa liberal, y esto unido al problema sucesorio (el infante Carlos María Isidro, hermano del rey) desemboca en las llamadas guerras carlistas.
En la preciosa escultura de Mariano Benlliure, aparece ella con los estatutos, la carta Magna de 1.834.
Nos cuenta además, que ella se casa en secreto y tiene 8 hijos secretos (a voces, me imagino)
Acabamos nuestro recorrido en la Iglesia delos Jerónimos. (San Jerónimo el Real)
Justo al lado está la Real Academia de la Lengua, edificio de 1894 aunque se funda mucho antes, en el 1724 con Felipe V, en un pensamiento muy ligado a las ideas de a ilustración traídas de Francia por este monarca.
El lema es: Limpia fija y da esplendor.
El Monasterio primitivo de los Jerónimos data del siglo XV y fue fundado por Enrique IV Castilla,. Estaba ubicado en unos terrenos en el paseo de la Florida, bajo la advocación de santa María o San Jerónimo del paso.
La orden jerónima es hispánica 100%, no como otras órdenes que vienen de Francia o Italia.
Él era de Dalmacia, y era un erudito, sobre todo estudioso de los idiomas.
Lo más destacado es que hizo una traducción de las sagradas escrituras, que ha sido considerada oficial ¡¡hasta 1979!!! (incluso se hacen revisiones de sus textos, que se entienden mejor por el contexto histórico que con el nuestro actual)
Esto quiere decir que era una traducción muy buena, ha resistido estupendamente el paso del tiempo,
Vivía como un eremita en el siglo XIV, dentro de la orden jerónima con ideas San Agustín. Muy vinculado corona Castilla.
Aquí juraban tradicionalmente los príncipes de Asturias. Por lo que era un templo apreciado por la monarquía.
Los jerónimos eran aposentadores reales, Y así hay monasterios suyos en Belém, Guadalupe... lugares todos de referencia para la monarquía en sus desplazamientos.
Estaban pues en el XV a orillas del río Manzanares y se inundaban regularmente sus terrenos por las crecidas del río. Isabel la católica les da estos terrenos, estos prados (que dan luego nombre a la zona) y que tenían muchas zonas de huertos.
Se trajeron el monasterio piedra a piedra. Era de estilo gótico isabelino (no queda apenas nada) y tenía un claustro plateresco, completamente desaparecido. En su lugar, hay una construcción de Moneo, muy moderna
Yo soy de las que piensa que desentona mucho y que es un poco horrenda, lo siento, pero tiene también fervientes defensores que opinan, como el arquitecto, que armoniza con el ladrillo de los edificios cercanos.
Ahí lo dejo.
Había muy cerca a este monasterio, un "cuarto" para los reyes (más bien una casa-edificio) que les servía para su "retiro" y de ahí el nombre del cercano parque.
Felipe IV era un amante del arte y de la caza... Y solía venir a retirarse de modo regular.... era muy juerguista pero a la vez religioso. (en fin, hay cosas que nunca cambian...)
En estos terrenos pues, se construyó el Palacio del Buen Retiro.
En el XIX los franceses destruyeron gran parte del retiro y convirtieron la iglesia en cuartel. Con lo cual el deterioro fue tremendo.
Con Isabel II Pascual Colomer lo restaura y queda tal y como lo conocemos hoy, totalmente distinto del original. Es de estilo neogótico, y tan solo se conserva del original la bóveda central, de crucería de terceletes.
Tuvo otros usos reconocidos, en este convulso XIX, como por ejemplo, hospital de inválidos y más tarde de coléricos, durante la epidemia del 1.855.
El escultor responsable del tímpano de la fachada es Ponciano Ponzano (autor entre otras cosas de los famosos leones de la Cortes) y la portada refleja la escena del nacimiento de la Virgen, que si nos fijamos con detenimiento, es muy naturalista y nada tiene que ver con el estilo gótico, tan encantadoramente primitivo.
Pero vamos, que da el pego totalmente, y puede pasar por un edificio antiguo.
En 1.906 se construyo la escalinata para la boda trágica de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg, que terminó con el famoso atentado de la calle Mayor.
Para la reconstrucción del claustro fue necesario desmontar todas las piezas (2.820 bloques de piedra), que se restauraron en los talleres de Alcalá de Henares. Después se reconstruyó el claustro pieza a pieza en su ubicación exacta original, encima de las salas que ahora albergan las exposiciones temporales del Museo del Prado. El cubo de Rafel Moneo se terminó a principios del siglo XXI.
Hay algunas obras de arte "donadas" por el Museo del Prado (a cambio del uso del claustro, claro)
Pasamos a visitar el interior de la iglesia, que como hemos dicho, puede pasar por gótico y, salvo la bóveda de terceletes, todo obedece a la restauración del XIX.
Hay una gran nave central y pequeñas capillas laterales a lo largo de todo el templo.
En el altar mayor, tenemos el lienzo más grande de Madrid, obra de Rafael Tegeo y representa la última comunión de San Jerónimo.
Rodeado de otros monjes y personajes, llama la atención el león a sus pies, y es que es el símbolo más conocido de San Jerónimo. Se dice que cuando vivía en el desierto, llegó un león herido, con una espina clavada, y al ayudarle, se convirtió en amigo y protector del santo, así que claramente es un símbolo de protección.
Hay un Cristo crucificado, al lado izquierdo del altar mayor, obra de Juan pascual de Mena de XVIII, procedente del Prado también.
Y hasta aquí la primera visita del curso.
Una zona muy bonita de Madrid, llena de historia, y en estos momentos de pandemia prácticamente vacía.
Los turistas nos han abandonado.
Y se lo mucho que duele esto a nuestra economía, pero reconozco que me gusta mucho ver mi ciudad con poca gente. Como que se puede disfrutar de otra manera.
Así estábamos en los 80, cuando daba casi miedo salir por este barrio.
Recuerdo el paseo del Prado como algo terrorífico, con drogatas y muy muy poca gente.
Impensable de imaginar hoy día cuando es uno de los ejes culturales de Madrid y está lleno de turistas a todas horas.
Dejo unas pocas fotos más, de lugares que hemos visto.
Las Vistillas y el Madrid castizo.
ains, qué ganasssssss
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