martes, 7 de marzo de 2023

CONOCER MADRID 5 - EL MADRID DE LOS AUSTRIAS - 22 DE FEBRERO 2023

Qué precioso paseo el de esta tarde...
El Madrid de los Austrias, el más antiguo, es maravilloso. Con esas calles estrechas y esas placitas tranquilas que encontramos cada dos por tres.

Y es que una vez que te alejas un poco de la Plaza Mayor y Cuchilleros, la zona más turística, el resto del barrio está bastante solitario y silencioso. Me encanta.

Una especificación: A menos que lo indique claramente, las fotografías son de una servidora...
Es que creo que es un agobio estar leyendo continuamente imagen propia, que me suena de un egocéntrico...

Comenzamos en la Plaza de la villa. Antes llanada Plaza del Salvador.  Es con Enrique IV cuando se cambia el nombre, en el momento en que Madrid pasa a ser villa.

En esta plaza siempre estuvo el ayuntamiento (prácticamente desde que se fueron los musulmanes) Y también estaba aquí la antigua iglesia de San Salvador, desaparecida  en 1843, por su estado ruinoso.
Esta parroquia, al desaparecer físicamente, se agrupa con la de San Nicolás y actualmente se encuentran ambas en la Plaza de Antón Martín.

Como curiosidad, comentar que esta iglesia de San Salvador contaba con la torre más alta del Madrid del siglo XVIII, y es aquí donde sitúa Luis Vélez de Guevara parte de la acción de su novela "El Diablo cojuelo". Subió al Diablo Cojuelo y Cleofás elevándose desde los tejados y ver todo lo que sucedía a sus pies.

Hay tres edificios emblemáticos:

La Torre de los Lujanes, una de las construcciones más antiguas de Madrid. 
Los Lujanes eran una familia poderosa durante los siglos XV y XVI. La Plaza Mayor está edificada sobre terrenos de esta familia. En esos momentos resulta que la plaza quedaba extramuros. La ciudad era muy pequeña, hay que recordar que el cogollito estaba por donde está actualmente el Palacio Real...
En la torre, uno de los edificios más altos durante siglos, se dice que estuvo prisionero durante un año entero Francisco I de Francia, tras ser capturado en la batalla de Pavía de 1.525 (aunque esto es una especie de leyenda y no está contrastado históricamente) 

la Torre de los Lujanes

La segunda construcción interesante es la Casa de la Villa que es del siglo XVII, y por tanto barroca. La comienza Juan Gómez de Mora y la termina Juan de Villanueva. 
En la fachada hay varios escudos de Madrid, incluso el que se ve a la famosa osa, que nos representa.

La construye Juan Gómez de Mora con un estilo herreriano. Se trata de un barroco madrileño castizo.
Con un gran zócalo de granito y muros de ladrillo, rematada por torres y chapiteles apizarrados en las esquinas y sin apenas decoración en su origen, salvo la ornamentación con frontones triangulares de piedra en los balcones del piso principal.
Las columnas que dan a la calle Mayor corresponden a una reforma de Juan de Villanueva.
Era, como ya hemos comentado, el ayuntamiento, pero también fue cárcel durante un tiempo... los madrileños solían decir que "por una puerta entran los buenos y por otra salen los malos"
Es chulo por dentro, pero difícil de ver. Como otros edificios, con uno de esos programas de la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento, pero muuuy complicado conseguir una plaza. Habrá que seguir intentándolo...



vista general de la Plaza de la Villa


La estatua que preside la plaza es de Don Álvaro de Baztán, que fue amigo de Lope de Vega y que participó en la batalla de Lepanto, entre otras.
Es de Mariano Benlliure, y esto no es nada raro, porque en Madrid hay muchas de sus obras repartidas por las calles.






imagen de Isabel Tolosana, la plaza vista desde la estatua de Don Álvaro de Baztán


Por último, tenemos La Casa de Cisneros del Siglo XVI, de estilo plateresco, con el típico aparejo toledano mezclando ladrillo y piedra, muy común de esta época en Madrid.
Construida por el sobrino del famoso cardenal Cisneros, un palacete obra de Luis Bellido y González y la colaboración de Enrique Guijo y Juan Ruiz de Luna con los azulejos.
La entrada principal está en la calle Sacramento (luego pongo foto).
También sirvió de cárcel de un personaje famoso (Antonio Pérez del Hierro, secretario de Felipe II) y además, aquí nació aquí el Conde de Romanones en el 1.863.

En 1562 fue encarcelado Antonio Pérez, político y conspirador, apresado por ser el supuesto artífice de la muerte de Juan de Austria, el hermanastro de Felipe II.
La historia se convierte en leyenda legendaria por la manera de escapar de la cárcel. Con la visita de su esposa y una criada, aprovechan para intercambiar los papeles (con la criada) y se fuga disfrazado de mujer... una cosa como muy de vodevil, la verdad.
El tipo reveló secretos de estado a los británicos estuvo con la Princesa de Éboli conspirando... todo un prenda...


Placa en la calle Sacramento que nos habla de Antonio Pérez

La Casa de Cisneros y el Palacio de la Villa

la entrada de la antigua Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas en la Plaza de la Villa. 
Los escudos torcidos están de este modo porque en esta casa vivían personas bastardas (esto lo aprendimos gracias a unos cuantos que nos preguntaros... estaban haciendo una especie de Gymkana por el Madrid de los Austrias...)

En esta plaza tenemos un recuerdo de la arquitectura musulmana, presente en los arquillos de la parte alta de la Torre de los Lujanes y los arcos de herradura.

Así, en el  edificio que encontramos al lado de los Lujanes, encontramos un arco túmido (mezcla de gótico y de herradura).
Aquí, tal y como atestigua la placa de azulejo, estaba la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.



Por último, podemos hablar del bonito pasadizo que une el Ayuntamiento con la Casa de Cisneros (edificio adquirido por el propio ayuntamiento) Se trata de una estructura del XX, obra de Luis Bellido, del año 1914, más concretamente.
Pero en general está bien resuelto y se funde bien con el resto de edificios. Mucha gente se sorprende cuando se entera de su modernidad, creen que es barroco o renacentista, como el resto de la plaza.


Desde la Torre de los Lujanes entramos en la calle del Codo. Sinuosa y estrecha, nos remonta al siglo XVII en un pis-pas.
Es una calle curiosa, con historias. Se dice que tiene este nombre por la forma curva, en forma de codo, que no se complicaron mucho la vida con la nomenclatura. De hecho, en el azulejo de la calle está representado un brazo armado doblado.

imagen de Madrid Secreto

Pero también se dice que, por su especial trazado, era un lugar de encuentro de las parejas recién formadas y también de las infieles... quedaban en el centro, y era difícil llegar de un extremo a otro para comprobar la identidad de los dos amantes.
Hay también otra anécdota bien conocida de nuestro Quevedo y esta calle.
Tenía el escritor la costumbre de pasar por este callejón cuando regresaba de sus salidas nocturnas, y tenía también la cochina costumbre de vaciar su vejiga en esta poco transitada vía.
Los vecinos, hartos de los malos olores, colocaron unas cruces con un letrero que decía: "No se orina donde hay cruces". Quevedo, ni corto ni perezoso, puso otro cartelito: "Donde se orina, no se ponen cruces"... Genio y figura.

calle del codo, transpórtate gratis al siglo XVII

¿En esta calle huele a dulces? … Si, si, como a bollos de anís... ¿será que es la hora de la merienda y me está entrando hambre?
No, no es ningún espejismo olfativo, es simplemente que muy cerca está el Convento de clausura de las Carboneras y las monjitas venden sus dulces en esta misma calle.
Es algo muy curioso. Toda la transacción se hace a través de un torno (si, algo super medieval y que, a mi por lo menos, me recuerda a todo el tema de los hospicios y los niños huérfanos que dejaban)
He leído por ahí que más o menos están a 24 € el kg. pero que merece muchísimo la pena porque están buenísimos... no descarto venir por la zona un día y comprar unos pocos.
De 9:30 a 13:00 y de 16:00 a 18:30 menos los domingos, que está cerrado.
Jope, ni que llevara comisión... menuda promoción les estoy haciendo (bah, que no, que mi blog lo leen cuatro gatos literales...)

El Convento es de la orden jerónima y se llama formalmente iglesia o monasterio del Corpus Christi, en la plaza del Conde de Miranda.
Fue fundado por Beatriz Ramírez de Mendoza (tataranieta de Beatriz Galindo) en 1607.

Vista general de la iglesia 

detalle del Retablo Mayor

Se llama popularmente así porque unos chicos que estaban jugando con un lienzo en una carbonería, y en la parte de atrás una imagen de la Virgen Inmaculada. Un cura lo rescató y desde entonces se conserva en la iglesia.

el lienzo de la Virgen Carbonera

panel explicativo de cómo se restauró el Retablo de la Virgen Carbonera

Dentro de la iglesia, entre otras cosas hay un retablo maravilloso donde la imagen principal es un cuadro de Vicente Carducho con la Santa Cena. Lo que llama la atención es la nueva perspectiva, tan distinta a la famosa de Leonardo da Vinci Un escorzo increíble. Y un mantel que llama la atención porque se ven las dobleces del mismo y mola muchísimo.

La Última Cena de Vicente Carducho

la portada de la Iglesia de las Carboneras

En la Plaza del Conde de Miranda, tenemos otra de esas leyendas negras de Madrid. A mediados del XVIII, una mujer vendía biblias que supuestamente tenían poderes milagrosos y propiedades curativas.  Mucha gente las compraba y eran cada vez más codiciadas.
Las envidias y malas lenguas empezaron a propagar rumores sobre la fina piel de estos libros. Decían que estaban forradas con la piel de niños que la mujer desenterraba...uff
Interviene entonces la Santa Inquisición, y aunque no hay constancia de su ejecución, es de suponer que la torturasen. También se dice que la exilian de Madrid, y que ya no pudo volver jamás.


Imagen de otra visita (en esta última, estaban unos mastuerzos bastante mayorcitos, jugando al fútbol)

En 1790 hubo un incendio muy grave en la Plaza Mayor, que duró siete semanas.
El Mercado de San Miguel se encuentra sobre la iglesia desaparecida de San Miguel de los Octoes. 

Juan de Villanueva derriba los restos de esta iglesia y se construye un mercado al aire libre. Funciona estupendamente, pero en 1.870 llegan las nuevas ideas higienistas y los mercados ya no se ubican al aire libre. Así, empiezan a ponerse bajo techado.
De todos modos, este es posterior, de 1.915, momento en que la arquitectura empieza a cambiar también, puesto que se utiliza mucho más el hierro y otros materiales modernos.
Comienza la Revolución Industrial. Se abaratan los costes de este modo.
Este mercado es de estilo modernista, con calados y forja de hierro, y más tarde se acristala.



La Cava pasaba justamente por el foso de la muralla cristiana. Es un lugar excavado.
La inclinación de los muros de los edificios, que es bastante evidente, es a causa del desnivel tan tremendo de la calle. Se allana el espacio y se traen escombros para rellenar.
Estos edificios hacen de contrafuertes de la propia plaza mayor.

en esta fotografía se aprecia como los muros están combados

el famosísimo arco de cuchilleros (imagen de otra excursión, con Jorge)

En esta casa supuestamente estaba la vivienda de Fortunata, la de Galdós, nos hace mucha ilusión verla

Estamos delante del restaurante más antiguo ¡del mundo! 
Se trata del Restaurante Botín, que lleva funcionando desde el año 1725, como atestigua el diploma del libro Guinness de los récords, que se muestra en uno de los escaparates. 

imagen de Isabel Tolosana


Al hilo de la magnífica fachada del restaurante, Javi nos habla de los locales antiguos de Madrid y de los colores en los que suelen estar pintados.
El color madera o marrón era de los lugares en donde se servía comida (el marrón en referencia a la carne). Los que estaban pintados de rojo eran tabernas (por el color rojo del vino). Los verdes en cambio, eran boticas, el verde de las plantas que se usaban en sus remedios y medicinas.
¿Curioso, verdad?

Siguiendo con Botín, hay un par de cosillas más. 
Una, que el friegaplatos más famoso que han tenido fue Francisco de Goya (si, si, esto es top curiosity)
Dos, que jamás han parado los hornos. NUNCA, ni cuando la pandemia. Se acercaban a diario a encenderlos, para que no se estropearan (y para no perder el récord imagino)

bajamos hasta Puerta Cerrada y vemos con satisfacción que ya están avanzados los trabajos de restauración del mural de Alberto Corazón, tristemente vandalizado hace poco

También pasamos por la calle de la Pasa. Había costumbre de dar un puñado de pasas a los pobres desde una de las ventanas del Palacio Episcopal. 
Además tenemos una frase muy conocida entre los madrileños: "El que no pasa por la calle de la pasa, no se casa"

Yendo por la calle de San Justo llegamos en seguida a la Basílica de San Miguel, que es del 1709.
Antes era la iglesia de los Santos Justo y Pastor. Cuando se incendia San Miguel de los Octoes, se unen en una sola.
Es Luis Antonio de Borbón y Farnesio, arzobispo de Toledo. que era el hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, quien costea su construcción.
Como cuestión excepcional, decir que es la única fachada curva con trazado barroco de la ciudad de Madrid. Es una iglesia muy del gusto italiano (Isabel de Farnesio era de Parma)
Se trata de una fachada convexa. Con un increíble juego de pilastras oblicuas que ayudan a aumentar el tamaño (la calle donde está es muy estrecha)


el grupo, atento a las explicaciones del profe

En el interior vemos plasmado el barroco en todo su esplendor, con un juego de curvas y contra curvas. Y una maravilla de cruce de arcos en bóveda de crucería.





Y en la Plaza del Cordón, que está justamente al lado, tenemos una vista maravillosa de la Iglesia y de la Biblioteca Iván de Vargas. Fue un Palacio en el siglo XVI, pero se fue degradando por abandono y en los años 50 del siglo XX se declaró en estado ruinoso.
Afortunadamente, en los 80 se reconstruye y pasa a ser la biblioteca que conocemos actualmente.
Cuando se derribó, se recuperaron los escudos de la casa y se pusieron en la fachada del edificio, la que da a esta plaza del Cordón, a modo de homenaje.
En este edificio hay un pozo, que muchos especulan con que fuese el del milagro de San Isidro (no en vano Iván de Vargas era su patrón y trabajaba para él)
Bien podría ser, pero los entendidos dicen que es más posible que el auténtico y verdadero es el que se encuentra en el Museo de San Isidro, en la cercana Plaza de San Andrés.


Seguimos ahora por la calle del Sacramento y tenemos el privilegio de pasar por delante de los restos más antiguos de la Casa Cisneros, que ya hemos visto en la Plaza de la Villa.
Esta es la entrada principal.


Bajamos por la calle del Rollo, para llegar a uno de los secretos mejor guardados de nuestra ciudad.
Se trata del llamado "Huerto de las Monjas". El acceso es por la calle Sacramento, a la altura del nº 7. 
Parece ser que también se le llama "Jardín del Palacio O'Reilly"

imagen de Isabel Tolosana

Este jardín perteneció al Convento del Sacramento en el siglo XVII de las monjas cistercienses, las cuales cultivaban hortalizas en ese lugar. De hecho, esto es el antiguo claustro.
Este convento fue demolido en 1.972 para ser sustituido por varios bloques de viviendas, pero no hubo ninguna intención de eliminar el jardín. Esto es genial, pues lo podemos disfrutar hoy en día.
Curiosamente, podemos ver aún los restos del convento en una de las paredes que rodea al jardín.

imagen de otra visita, con Marisa

También hay una fuente neoclásica del XVIII con tres querubines, que parece un poco fuera de lugar, pero que es bastante bonita.
Este rincón justamente era el huerto de las monjas Bernardas, que eran de clausura.
Si te esfuerzas un poco, te puedes trasladar a la época en la que simplemente era un huertecillo de un convento del XVII.





imagen de Isabel Tolosana

Seguimos bajando por la calle del Rollo, hacia la calle de Segovia, y nos encontramos una curiosidad más del barrio. 
Una de las llamadas "casas a la malicia" 


Esto data de los tiempos de Felipe II, que establece la corte aquí, en Madrid y para albergar a los numerosos funcionarios que se debían alojar, crea la llamada "regalía de aposento"
De origen medieval, consistía en la obligación de ceder la mitad de la propia vivienda para alojar temporalmente a los funcionarios reales.
Los madrileños empezaron a construir las viviendas con más ojo, con más "malicia", ya que se hacen con ventanas y buhardillas de tal modo, que parece que hay menos casa (se suelen hacer más hacia los interiores, hacia los patios) Y además parece que hay menos plantas. Cuando había varias, una de ellas se debía destinar al alojamiento de dichos funcionarios...




Siguiente parada: la Plaza de la Cruz Verde. 
Esta se llama así, porque en tiempos de la Inquisición se llevaban a cabo los autos de fe y las ejecuciones. El lugar se señalaba con una gran cruz, pintada de verde. 
El último auto de fe en esta plaza tuvo lugar durante el reinado de Felipe II.

Podemos ver una escultura de Diana, que antes estaba en Puerta Cerrada, en la zona de las murallas y las cavas. Esa zona se llenaba de bandoleros, por el trazado angosto y era considerada muy peligrosa, es por ello que se termina cerrando ("Puerta Cerrada")
Según miramos, en la parte de la izquierda, vemos una placa negra, que hace referencia a un atentado de ETA en 1992.


Desde aquí podemos ver los muros que rodean al recoleto jardín del Príncipe de Anglona.
Cruzamos los dedos por si Javi nos lleva después, a mi es un lugar que me gusta muchísimo...



También podemos ver el acueducto, que impresiona bastante. 


Seguimos por la calle Segovia hasta llegar a la parte baja del acueducto. Es aún más impresionante desde aquí.


Llegamos a uno de los edificios más emblemáticos de la zona, la llamada Casa del Pastor.
Esta casa tiene un premio del Colegio de Arquitectos, por integrar correctamente los elementos y es que en la fachada podemos ver el que posiblemente es el escudo más antiguo de Madrid.
Es de piedra y data del siglo XVII o quizá del XVI.



Por otro lado, aquí estaba la llamada "Casa del pastor". Un cura que cuidaba a los enfermos, acaba enfermando y sufrió de la peste. Prometió dejar su casa a la primera persona que apareciera... casualmente fue un pastor  con sus ovejas y... acabó heredándolo todo.


Javi intentando mostrarnos las partes del escudo. Imagen de Isabel Tolosana



Subimos por la calle de los Caños Viejos y terminamos en la Plaza del Alamillo, que es la parte más antigua de la zona: la morería. 
Hay una versión que cuenta que había un álamo grande y centenario, que el viento rompe durante una tormenta y que dejan este nombre en su recuerdo.


Otra versión habla de que toma el nombre de un tribunal árabe, llamado alamín o alamud, que estuvo en esta zona y que termina en degenerar en la palabra alamillo, aquí se reunía el Ayuntamiento árabe en la época del califa Hixén de Córdoba.


Javi nos habla de otra versión más, mucho más romántica que nos habla de un personaje relacionado con este tribunal de alamud, que estaba muy enamorado de una morisca que vivía en la cercana calle del Toro. Habla esta calle de un toro que solo un cristiano puede matar, y se supone que este cristiano era el mismísimo Cid Campeador, por el que la morisca "bebía los vientos" y pasaba del pobre alamud.

La leyenda no se para aquí, ya que parece ser que las astas de dicho toro estuvieron expuestas en una de las casas... Según la tradición, todos los días sonaba una especie de bramido, justo a la hora en la que murió el animal. (luego se descubrió que el ruido lo hacía un chico de la casa, que soplaba uno de los muchos cuernos que se guardaban en la vivienda... menudo pillo)

De aquí sale la Calle de Alfonso VI, llamada antes llamada del aguardiente, porque, según la leyenda, se vendía aquí esta bebida alcohólica en grandes cantidades. 
Parece ser que esto no es del todo cierto, ya que desde 1545 se llama así, y antes se llamaba de San Isidro.

Como curiosidad, la película de Almodóvar "Tacones lejanos" se rodó aquí. Este edificio albergaba la casa de la infancia de la protagonista, que vivía en la portería cuando era niña.



Nos vamos ya hacia la plaza de la Paja, por la calle del Toro, antes nombrada. Vemos al fondo la torre de la Iglesia de San Pedro el Viejo.



En la Plaza de la Paja,  podemos ver de nuevo el Jardín del Príncipe de Anglona, finalmente cerrado por desgracia.
La plaza de la Paja es llamada así porque aquí se distribuía y vendía este material.



En esta plaza tenemos varios edificios interesantes.
A la izquierda, tenemos el Palacio de los Vargas, que actualmente acoge al Centro de Enseñanza Santa Bárbara. De frente vemos la llamada Capilla del Obispo.


La Capilla del Obispo (de Plasencia) oficialmente capilla de Nuestra Señora y san Juan de Letrán, es un edificio religioso del siglo XVI.

Tenemos suerte, hoy se entra sin problemas.
Isabel y yo estuvimos mucho tiempo para poder reservar una visita guiada. Además, con el problema de la pandemia y sus restricciones, fue aún peor y tuvimos que armarnos de paciencia.
Casi todas las fotos que pongo son de esa visita, en septiembre del 2022.

Ahora, me parece mentira entrar así, sin ninguna oposición, tan solo por el hecho de que está abierta para la oración...
Pero claro, en Madrid muchas veces es así, hay bastantes iglesias que se pueden visitar durante el culto (o sólo durante el mismo)


Es de una etapa de transición entre el gótico (se ve en la planta y el trazado) y el renacimiento, que se aprecia en la fachada que da al norte y en su decoración interior (hay unas puertas de madera magníficas)
Fue declarada Monumento Nacional en 1931.

fotografías realizadas durante otra visita (guiada) que hicimos Isabel y yo en septiembre de 2022

La capilla forma parte del complejo parroquial de San Andrés, que cuenta además, con la Iglesia de San Andrés, de planta gótica y la Capilla de San Isidro, de estilo barroco. Son tres edificios independientes, que en el pasado estuvieron comunicados entre sí.
Ocupa casi toda la manzana, entre las plazas de los Carros, San Andrés y la de la Paja. Y las Costanillas de San Pedro y San Andrés.

Las obras de rehabilitación han durado cerca de cuarenta años, y por fin en el 2010 se han terminado y han unido nuevamente las tres estructuras.


La capilla se construyó sobre el solar de una primitiva capilla, muy probablemente edificada por el rey Alfonso VIII, entre 1520 y 1532 para albergar los restos de San Isidro Labrador. Iniciativa de Francisco de Vargas, para cuya familia había trabajado el santo en el siglo XII.

El cuerpo del santo estuvo en el edificio hasta 1544, que se trasladó a la Iglesia de San Andrés, tras la insistencia y varios pleitos del párroco. Estuvo allí hasta el siglo XIX. 
Actualmente estos restos están en la Colegiata de San Isidro, en la calle Toledo.

detalles del retablo de Francisco Giralte

Una vez trasladado el cuerpo de San Isidro, los Vargas convirtieron la capilla en su panteón familiar. 
En 1547 Gutierre de Vargas Carvajal encargó al escultor Francisco Giralte el magnífico retablo y los dos cenotafios que están a ambos lados del presbiterio. Con las esculturas orantes del propio Gutierre, obispo de Plasencia (de ahí el nombre de la capilla...) y de sus padres, Francisco e Inés. Es una maravilla.

La capilla sobrevive durante la guerra civil, ya que desde fuera el edificio parece un palacio, no un templo, y pasó desapercibida.
Gracias a esta circunstancia podemos disfrutarla hoy en día.




Con esta última visita, damos por finalizado el paseo de esta tarde, que ha sido precioso y por una de mis zonas favoritas de la ciudad. 
Bueno, imagino que de todo el que la visita. Estas calles están llenas de historia y de edificios increíbles.
Dejo una última imagen de la plaza de la Paja, donde podemos ver una fachada de las típicas de Madrid y una maravilla de floristería, que le da un rollo increíble a la plaza.


Como estamos bien cerca de la zona del Rastro, nos vamos a una taberna típica de la zona:
Malacatín. Y no decepciona.
Lo único que me chirría un poco es que es "demasiado taurina"... pero la decoración y el ambiente molan muchísimo.

imagen de Trip Advisor

imagen de Madridvives

Ellos se venden como uno de los sitios que sirve el mejor cocido en la capital desde 1895.
Ganas dan de venir un día y probar... aunque tengo que decir que el mejor que he probado en mi vida es el de "la Chón", mi madre.
El segundo, el mío (y no tengo abuela)

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