jueves, 28 de noviembre de 2024

CONOCER MADRID 7 - LA CALLE ARENAL - 6 NOVIEMBRE 2024


una de las fachadas de la Plaza Mayor

Empezamos la visita en la Plaza Mayor.
En los siglos XV y XVI era un lugar muy importante. Allí estaba el mercado mas importante de la ciudad. Este sitio es alto y ventilado, y quedaba libre de malos olores, es por ello que se traslada aquí el antiguo mercado de la plaza de la Paja. 
En la edad media todo era agua y barro. Lo desecan totalmente y es perfecto para instalar aquí el mercado por su situación de altura.

Además, está cerca de la Puerta de Toledo y conecta con la Puerta de Alcalá, donde estaba situado el silo más grande e importante, que almacenaba la harina y los cereales de todo Madrid. 
Tiene su lógica, puesto que en la Plaza Mayor está la Casa de la Panadería y en la línea de todo esto, la calle de la Sal, el último ingrediente necesario para hacer el pan.

Felipe III en la Plaza Mayor

la casa de la Panadería

Nos vamos ahora al Arco del 7 de julio (1822), en la calle de San Fermín, que es una de las que sale de la propia Plaza Mayor.

El arco hace referencia al momento del levantamiento de los liberales contra Fernando VII en 1820, cuando le obligan a aceptar la Constitución de la Pepa.

En el año1822 todo va mal. Los madrileños saben que todo está yendo mal y ellos mismos crean la llamada guardia nacional, los burgueses con dinero desean elegir a quien les gobierna, y se crea este cuerpo "militar" con gente del pueblo.
Hacen la instrucción con palos para prepararse, lo cierto es que se trata de algo poco profesional. 
Entran por Conde Duque las tropas absolutistas. Intentan eliminar todos los elementos liberales y que suba de nuevo el absolutismo. 
Se rebelan y Fernando se va raudo y veloz al palacio del Pardo a esperar la guerra civil (que se produce finalmente).
Los guardias esperan en la casa de la panadería, y esta calle de San Fermín no existe todavía. 
Galdós lo narra todo en su episodio del 7 de julio.
Se llena la calle de muertos. 
De liberales y de absolutistas... es un caos total.


la placa conmemorativa de la calle de San Fermín

Finalmente se firma la paz en el arco de la victoria, en el llamado arco real (que es bastante cutre, por cierto, se trata del actual callejón del Infierno)
En 1823 Fernando acabó con los liberales y hasta el 1833 (cuando fallece), reina de modo absolutista. Es la conocida como "la década ominosa". Es entonces cuando el reinado pasa a su hija Isabel.
El Arco de triunfo es el callejón del Infierno. Finalmente se firma la paz 1822 entre liberales y absolutistas.

Era también el arco del peso real. Se pesaba aquí el pan, que no era cosa de poco. Una de las cuestiones más importantes era el peso del pan.
En 1672, en el mes de agosto hubo un terrible incendio. Destruyó la mitad de la plaza y los madrileños estaban tan desesperados que incluso sacaron a San Isidro de su lecho eterno, por si lograba pararlo.  Este arco fue llamado el Callejón del Incendio porque las llamas salían por esta callecita como si se tratase del mismísimo averno.


el llamado Arco Real o de la Victoria, también conocido como el Callejón del Infierno

Pasando a otras cuestiones más mundanas, a Isabelita la casan con su primo (que era homosexual) Francisco de Asís (de Borbón y Borbón dos Sicilias) por intereses de la corona.
Con el tiene una hija, la infanta Isabel, conocida como la Chata por los madrileños (después tendrá varios isabelitos más, según dicen las malas lenguas de otras conquistas suyas).

Nuestra Isabel II era una persona con una cultura limitada, un poco burda y basta, y esto llama mucho la atención porque precisamente su coetánea, la reina Victoria de Inglaterra es una reina con una educación exquisita que sabe ser reina y reinar perfectamente. 
La reina Isabel es todo lo contrario...

Nos cuenta José Manuel la famosa anécdota del cura Merino. Se trata de Martín Merino y Gómez, no confundir con su contemporáneo Jerónimo Merino Cob, que también era cura y guerrillero liberal que ganó múltiples batallas a Napoleón y luchó en las guerras carlistas. 

El 2 de febrero de 1852, recién nacida la infantita, la reina iba a marchar a la Basílica de Atocha, a la tradicional misa de parida para dar gracias (costumbre bastante arraigada entre la nobleza)
La reina se encontraba en el palacio real. El cura Merino, activista y guerrillero antimonárquico, se cuela sin problemas, gracias a su sotana.
Llega ante la reina y arrodillado, le da un papel, ella se agacha para tomarlo y él aprovecha para acuchillarla. La suerte es que el corsé de la reina estaba relleno de huesos de ballena, que pararon el cuchillo, y salvo el vestido, que terminó todo ajado, no sufrió más daños. Ella salió totalmente ilesa.
Me pareció entender que dicho vestido está expuesto en el Museo del Traje.

Apresan al cura inmediatamente y en el juicio se decide que le ejecuten. Y aunque ella no quiere verle muerto y le quiere perdonar, termina ajusticiado en el garrote vil. 

Seguimos avanzando en la visita y llegamos hasta otro arco, el de la plaza de San Miguel.
Hasta el incendio de 1790 en esta zona estaba la desaparecida iglesia de San Miguel de los Octoes. Dentro había ocho niños hermanos enterrados y era un lugar de mucha devoción.

También había un mercado (el de San Miguel). Y es que aquí estaba la Puerta de Guadalajara (en la cercana calle Mayor)
El mercado, que ya estaba desde el XVII era un mercado de pescado, el cual se vendía sobre cajas.
Tiene todo el sentido, aquí, muy cerca, en el XIX estaba la Estación del Norte (cuesta de San Vicente) y se vende todo el pescado que venía de la zona norte de España.

El mercado estaba frente a la iglesia (San Miguel de los Octoes) y junto a la muralla (que se derriba con Prim, ya que los liberales no quieren murallas en la ciudad).

Por fin, en 1913 el nuevo mercado se levanta, siguiendo las nuevas tendencias del acero y el cristal.
También se abre la calle Ciudad Rodrigo, que hasta el momento no existía.

el actual mercado de San Miguel

Foto del siglo XIX del mercadillo que se montó en el solar de la iglesia derruida
Imagen de Madrid Medieval.es

Fuente: Diariodesing.com (aprox. años 40) Fachada del Mercado de San Miguel.
imagen de Ediciones la Librería

Enfilamos ahora hacia la Calle Bordadores desde la calle Mayor.
Era esta una zona de comercio y trabajo. Se agrupan aquí los distintos gremios y oficios.

Todo el negocio textil siempre había sido muy importante para Madrid, así como las tiendas de ropa, pero, es sobre todo durante todo el XIX, cuando las telas y negocios relacionados están en su máximo auge, gracias a la rica burguesía, que se viste siguiendo la moda europea.

Ya en la Edad Media Enrique IV y Juana de Portugal piden a los bordadores una capa y ellos no se la cobran. Para corresponder el rey les da unos terrenos para sus tiendas y se crean entonces los primeros gremios.
Los artesanos deben pagar unos impuestos y reunidos en gremios es mucho más fácil para organizarse, incluso los pagos.

San Ginés - la antigua puerta principal era justamente ésta

Los gremios rezan antes de empezar el día y se les mandaba a la cercana iglesia de san Ginés.

Hay otra anécdota sobre los bordadores. Cuando Santa Teresa de Jesús está en Madrid les pide que le hagan una faldilla de oro para un Cristo y ellos no le cobran. Ese Cristo (imaginamos que no con esa misma faldilla) es la que está en el convento de las Carboneras, en el barrio de los Austrias, calle de Puñoenrostro, que hemos visitado en alguna que otra ocasión.

Hablemos ahora de San Ginés. 
Alfonso VI está casado en segundas nupcias con Constanza de Borgoña. 
Su suegro y su cuñado le ayudan en la reconquista. Traían sus propios santos, como este, que es San Ginés de Arles (Francia).
Era un soldado romano, nacido hacia el año 300, al que obligan a hacer una serie de leyes contra los cristianos. Como él se niega, lo martirizan y desuellan. (agg) 
(Wikipedia me dice que murió decapitado, por cierto.)

Esta torre de campanario cuenta con una verja. Hay una especie de jaula de acero y el monaguillo mueve la campana, no con el badajo, como la campana que vimos en la iglesia de San Pedro el Viejo, por ejemplo.
Estos dos son los modos más comunes de tocar las campanas.

fachada de San Ginés en la calle Bordadores, era ésta la entrada principal

La entrada principal estaba en la calle bordadores. En la portada se puede ver el escudo papal (no en mi foto, pero si en toda la información que voy a poner copiada de la entrada de Marisa de 2019) 
En la edad media, en las iglesias, había cantidad ingente de robos y los papas les proporcionan bulas a los que ayudaban a controlar estos robos.

Fachada a la calle del Arenal de la iglesia hacia 1872, después de la reforma
imagen de Wikipedia


Toda esta zona estaba llena de agua, recordemos que en Madrid había agua y lagunas por todas partes. Se deseca este lugar y queda un arenal... como vemos, no se complican con los nombres de las calles a la hora de nombrarlas.
La iglesia se encuentra sobre arena, así que los cimientos son malos. Sufre muchas reformas a lo largo de los siglos, y no queda casi nada de la original.
En 1894 unen la iglesia con otros edificios para sustentarla y reforzar los cimientos. Forman unos arcos y se apoya en dichos edificios. Todos estos edificios pagaban impuestos a la iglesia, con el consiguiente enriquecimiento de San Ginés.
Esta iglesia era muy importante ya desde los Reyes Católicos. Era tan grande que se divide con la de San Martín, que actualmente no existe, y que estaba al otro lado de la calle Arenal.

Hasta el siglo XIX en España se seguía comerciando con esclavos, lamentablemente. Inglaterra lo prohíbe en 1835 y aquí en nuestro país también se deja de traficar con personas en el 1837, no así en Cuba o Puerto Rico, donde se continuó otros 50 años más con esta práctica deplorable.
Poco se habla de esto, pero he leído que Carlos III, el maravilloso alcalde de Madrid era propietario ... ¡¡de 20.000 esclavos!!
Para más inri, estos esclavos se vendían en las puertas de las iglesias.
En la puerta de la calle Bordadores podemos ver un símbolo que nos habla de este hecho. Se trata de un clavo y de la letra "S".
Se trata del símbolo del "sine iure": en latín, el que no tiene ningún derecho sobre si mismo.
Esta marca se les grababa (a fuego) en las mejillas de las personas esclavizadas y en ocasiones hasta con el nombre del dueño. Menuda barbaridad.

el símbolo de la esclavitud en la puerta de San Ginés


En el siglo XIX la calle Arenal es la más importante, lleva directamente hasta el Palacio Real, y es por ello que muchos nobles se construyen aquí sus viviendas y palacetes.

Llegamos por fin a la iglesia de San Ginés. 
José Manuel nos cuenta que con las leyes de José Bonaparte, los cementerios se alejan del centro de las ciudades, por higiene y salubridad.
Era esta una zona de enterramiento, y sobre la entrada, en la puerta de la iglesia nos encontramos un búho. Y es que es un animal nocturno y símbolo de sabiduría, muy presente en la iconografía del romanticismo. 
En casi todos los cementerios históricos, nos lo encontramos, así como las antorchas boca abajo, que simbolizan la muerte.

Antes que nada, os dejo este interesante enlace, para poder pasear y recrearse en las obras más importantes del templo:
https://www.parroquiadesangines.es/un-recorrido-por-las-obras-de-arte-del-templo-parroquial-2/

En la iglesia, nada más entrar, podemos ver a la Virgen de la Valvanera representada dentro del tronco de un árbol, haciendo alusión a la historia de su aparición y de un cocodrilo, que estuvo muchos años también en esta iglesia disecado.
Un rico comerciante iba con su familia en un barco desde América, pero naufraga y un cocodrilo amenaza con comérselos a todos. Pero la Virgen salió de un árbol y mató al cocodrilo.
Él se lo trae, lo diseca y lo deja en la iglesia, como recuerdo del milagro.

imagen de la Virgen de la Valvanera, saliendo del árbol


El Altar Mayor es del siglo XVIII y representa el Martirio de san Ginés, obra de Ricci. 
El cuadro que sirvió de boceto para realizarla se exhibe en una de las capillas.

el Altar Mayor con el martirio de San Ginés



este es el boceto de Ricci del cuadro del Altar Mayor

Capilla de la Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar, Jaén, una de las capillas con más devoción de este templo

por fin veo el cuadro de el Greco en vivo y en directo
lo exponen solo en unos días y horas concretas



AHORA COPIO LITERALMENTE DE UNA VISITA CON MARISA EN EL 2019, QUE ESTÁ CARGADA DE INFORMACIÓN MUY INTERESANTE:

En la calle bordadores está la fachada de San Ginés, por la que se entraba en el pasado.
Ahora ha quedado como secundaria, y todo el mundo entra por Arenal, que es más conocida.




Es de estilo neoplateresco, construida en el siglo XVII.
La iglesia está bajo la advocación de San Ginés de Arles, mártir que falleció en el año 308 d.c.
La primera referencia documental es un privilegio otorgado por Alfonso VII en 1.156, y todavía en 1467 era, junto a la San Martín, la única situada extramuros.
En 1.642 sufrió un hundimiento y entre 1645 y 1672 se construyó el templo que conocemos actualmente.
Hubo en un primer momento una ermita, después una mezquita, hasta que Felipe IV la termina de construir.  Juan de Villanueva la reconstruye.
Fue un templo muy castigado, por los expolios, varios incendios, un derrumbe...No hay que olvidar que en esta zona hay mucha agua y claro, los cimientos sufren los suyo.
Según Chueca Goitia la torre era absolutamente perfecta en sus proporciones.
En el patio previo a la iglesia, había un pozo donde quemaban a los reos de la inquisición y a los ahorcados (habían cometido el horrible pecado del suicidio).


Hay tres fabulosos arcos carpaneles flanqueando la entrada principal.
Pero ya no es la decoración plateresca, es un estilo mucho más sobrio.
Las rejas interiores son lo más antiguo de la portada.
Las capillas y el archivo parroquial son muy importantes.
El templo custodia un archivo parroquial con documentos que datan de 1480, como la partida de bautismo de Quevedo, el acta matrimonial de Lope de Vega o la partida de defunción de Tomás Luis de Vitoria. También guarda otras joyas, no a la vista, como la mesa italiana con incrustaciones del siglo XVI y objetos litúrgicos de los siglos XVIII y XIX.
A la entrada, podemos ver una placa conmemorativa, con hijos ilustres, como los citados Lope de Vega, Quevedo o Tomas Luis de Vitoria.



Semi oculta a las miradas, hay una pequeña escultura de una lechuza... Ligada al enterramiento y a rituales de la muerte.
OJO: está difícil de ver.


San Ginés de Arlés era un notario del imperio romano. Los emperadores firmaron un edicto para su persecución. Cruza el río Ródano milagrosamente, pero le terminan atrapando y muere decapitado.
Parece ser que no está bautizado, pero le bautiza Dios mismo y esto se refleja en alguna de las obras que le representan.
El interior de la iglesia es de estilo neoclásico y sufrió varias expoliaciones.
Además fue cuartel republicano durante la guerra civil.
Más tarde, gracias a uno de uno de los párrocos consigue obras, y restaurar gran parte de los mármoles y el bronce dorado.  De  todos modos, la nobleza ayuda también, como es de esperar...
La buena apariencia que luce hoy la Iglesia de San Ginés se debe a una reforma reciente. Algunos personajes adinerados quisieron salvar el monumento y aportaron fondos. Desde luego, esos personajes tienen un espacio en la cripta del templo para su descanso eterno. (por ejemplo, está Ramón Areces, fundador de El Corte Inglés. También está Isidoro Álvarez, su sobrino y sucesor en el cargo. Otras familias cuentan con su propio espacio como los Abelló o los Koplowitz.)



El edificio, junto con las obras que alberga, fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1982.

El lienzo del retablo principal es de Francisco de Ricci, pero sufrió un incendio y una posterior restauración. Y a estas alturas no se sabe si es una copia o una restauración, así están las cosas.
A ambos lados, podemos ver dos balcones o tribunas para que los reyes asistieran a la misa, con más privacidad, y en lugar privilegiado.
La iglesia tiene tres naves con capillas a los lados. La nave central es más alta y se separa de las otras dos mediante arcos de medio punto. Sobre el crucero se levanta una cúpula.

Lo primero que nos llama la atención al entrar es la tonalidad especial de los colores que ocupan todo el templo y, por supuesto, la gran obra que supone la cabecera del templo, con sus tres retablos de estilo neoclásico, reconstruidos tras el incendio de 1824.

A los lados, hay imágenes de San José, San Juan de Adán y la Virgen de Valvanera.



La Iglesia de San Ginés alberga obras de arte de un valor incalculable. Por ejemplo las pinturas de Alonso Cano, Francisco Ricci, Luca Giordano y Alonso de los Ríos. De hecho, la pintura grande tras el altar mayor, Martirio de San Ginés de Arlés, es obra de Ricci. El cuadro que sirvió de boceto para realizarla se exhibe en una de las capillas.



En la capilla del Cristo de la Salud nos encontramos con una impresionante escultura del Cristo Caído, de Nicolás Fumo.

Capilla de la Virgen de las Angustias, tenemos este Cristo de la Salud impresionante escultura del Cristo Caído, de Nicolás Fumo

En esta imagen, podemos apreciar unas letras cubitales (que están por todo el techo), contando la vida de San Ginés.



Es muy venerada la imagen de San Judas Tadeo, exhibida en una urna. De este santo se dice que es el patrón de las causas imposibles. Por eso no es raro ver colas de personas que vienen a rogarle y que hasta le dejan notas en papel. Hay otro Judas Tadeo en la iglesia de Santa Cruz, también muy popular.



Una de las capillas, la de la Virgen del Castillo, guarda una urna dorada con los restos de María del Pilar Cimadevilla López Doriga, conocida como Pilina. Esta madrileña murió en 1962 a la edad de 10 años, tras una dolorosa enfermedad.
Pilina fue muy devota del Niño Jesús y solía ir a rezar a esta capilla.  Padeció la enfermedad de Hodking, una especie de cáncer que afecta a los huesos. Soportó los dolores con entereza, repartió sus ahorros entre los pobres y, en sus últimos días, trataba de consolar a su madre. En la actualidad está a la espera de beatificación.

Capilla con los restos de Pilar Cimadevilla

Como gran curiosidad, el espacio que ocupa la urna de Pilina albergó los restos del famoso caimán. Por lo visto, la iglesia de San Ginés guardaba los restos fosilizados del caimán que en el siglo XIV fue ofrendado por Alonso de Montalbán como agradecimiento a la Virgen por protegerlo en una expedición marítima. Estuvo en dicha capilla hasta mediados del XX.
Imagen localizada de internet:


Otra cosa interesante es que nos encontraremos con un cuadro del greco en el costado opuesto, al lado de la Epístola, una de las obras maestras de la iglesia (únicamente se muestra los sábados por la mañana de 11,30 a 12 h), la Expulsión de los mercaderes del templo o Purificación del templo del Greco, fue adquirido por la Congregación del Santísimo Cristo en 1705 y permaneció en su capilla hasta la remodelación iniciada en 2002.
Pongo una imagen de internet:



En la iglesia, también podemos ver algunos otros cuadros interesantes, como por ejemplo una "Adoración" cedida por el Museo del Prado, de un discípulo de Rubens.
O un cuadro de la Anunciación" de Luca Giordiano, que es una copia de uno de Tiziano.


Una de las capillas más interesantes e increíbles es la Capilla del Santísimo de la Redención, en la que encontramos varias pinturas relativas a la pasión de Cristo, un cuadro de Alonso Cano de Cristo esperando  la crucifixión, que es especial por la modernidad. En su fondo, se ve el convento de las dominicas de Loeches.
Hay también bastantes cuadros del XVII preciosos de color.


interior de la capilla del Santísimo, lugar prohibidísimo para hacer fotos, cosa de la que no me percaté hasta que un vigilante me llamó la atención (lo siento... pero ya que la hice...la pongo)




Y hay obras de Tiépolo, Juan Carreño Miranda, Luca Giordano o Alonso Cano. 

Pero es imposible encontrar imágenes en internet y no me dejan hacer fotos, así que tendréis que ir para descubrir tales maravillas.
Pongo este texto, para cuando yo misma tenga ocasión de repetir la visita y poder admirarlo con su explicación completa:

"La primera y más destacada del templo es la Capilla del Santísimo Cristo de la Redención. De planta de cruz latina, como pequeña iglesia adosada a la principal, se cubre con mármoles de colores grises, rojos y anaranjados, bronces dorados en los ornamentos y pintura en estuco imitando mármol en la nave. En sus muros cuelgan las siguientes pinturas:

Arcángeles Barachiel y Sealtiel, atribuidos a la primera etapa de Antonio de Pereda. El Salvador, obra maestra firmada y fechada por Antonio de Pereda en 1655. Procedente del convento de las Capuchinas, donde lo vio Antonio Palomino, que dijo de él que «pintó ... con tan extremada belleza, que parece no pudo tener otra fisonomía Cristo Señor nuestro, por ser tanta su perfección, que arrebata los corazones; de suerte, que por sólo esta imagen merece su autor nombre inmortal». Se incorporó en 2007 a la iglesia de San Ginés.
El Buen Pastor con dos niños pastores de Gerard Seghers, obra de poco común iconografía.
Cristo de la humildad, original de Alonso Cano datado hacia 1643. La escena se sitúa en un paisaje en el que se aprecia un edificio que se ha relacionado con el convento de madres Dominicas de Loeches, fundación del conde duque de Olivares, protector del pintor. Durante su restauración se puso de manifiesto que en un primer momento Cano dispuso el grupo de la Virgen y san Juan Bautista con un tamaño mucho mayor, reduciéndolos luego, con lo que ganó el paisaje, a fin de centrar la atención en el cuerpo de Cristo, sentado y encorvado aguardando la crucifixión.16​
Lamentación sobre Cristo muerto, firmado por Michiel Coxcie.
El altar de esta capilla, diseñado por Sebastián Herrera Barnuevo y en cuya ejecución (1676) participó Virgilio Fanelli, cuenta con un Cristo Crucificado de Alfonso Giraldo Bergaz, ejecutado en la primera década del siglo XIX, y cuatro ángeles en bronce dorado de Pompeo Leoni. En la cúpula, pinturas al fresco de José Sánchez Villamandos, documentado en la segunda mitad del siglo XVIII, representando cuatro mujeres fuertes de la Biblia en las pechinas, otros tantos varones bíblicos en el tambor y la Ascensión en el cascarón."
Al lado de esta capilla, hay una pila bautismal histórica. Está datada hacia el año 1600 y se labró en mármol de una sola pieza. Fue donada por la reina Isabel II a la parroquia.




Como última curiosidad, antes de irnos, JM nos cuenta que, desde el Concilio Vaticano II, con Juan XXIII ya no se puede enterrar a las personas en las iglesias.
Parece ser que en Madrid, solo se puede en cinco de ellas:
La de San Ginés, las Descalzas Reales, la iglesia de la Concepción en goya, la Cripta de la Almudena... y falta una...
De todos modos, para los comunes mortales es prácticamente imposible, puesto que además de caro, no hay posibilidades de encontrar nichos libres.

Salimos de nuevo a la calle Arenal, y pasamos a otro tipo de cosas más alegres.
Estamos frente al Teatro Eslava, inaugurado en 1871, y en ese momento era lo más chic del Madrid del XIX.
En esta zona hay muchos restaurantes, hoteles, palacios... la burguesía se concentra en este barrio y quieren estar presentes.
El Teatro Eslava era un teatro de representaciones de zarzuela. El llamado "género chico", que es mucho más corto, con apenas un par de actos y 5 cuadros.
Celia Gámez lo compra en los años de la preguerra y lo hace brillar mucho. 
Por ejemplo, se representa la obra de "La corte del faraón" durante 4 años, que para aquella época era todo un logro.
Al final de guerra, Celia vuelve de nuevo y lo transforma en un teatro de vodevil, con obras más livianas, y todo eso de las pechugas al aire y los gorros de plumas, que tan típicos serán después, en la "era del destape".

Nos paramos brevemente delante del Palacio de Gaviria, perteneciente a un hombre muy rico, un banquero, Manuel Gaviria y Douza, Marqués de Gaviria y Conde de Buena Esperanza, que en 1855 lo inaugura con todo tipo de lujos y comodidades, tales como calefacción central o baños (situados a la entrada, evidentemente para chulear).
Lo hizo construir al estilo de los grandes palacios renacentistas italianos, y con los frescos de su capilla y la decoración cerámica que aún conserva, fue uno de los más bellos de la capital.
Se daban aquí unas fiestas impresionantes, a las que acudía incluso la reina Isabel.

En 1977 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Entre 1991 y 2011 funcionó como discoteca, y luego albergó un centro de decomisos.

En la actualidad posee trece salas y es lugar de exposiciones

puerta principal del Palacio de Gaviria

En esta zona estaba también la Confitería Prast, de dos hermanos catalanes en 1866.
Galdós lo cita mucho en sus obras, y también lo nombra Emilia Pardo Bazán.
Era ejemplo de clase y buen gusto. Y abastecían a la casa real.
Un ejemplo, el famoso y caro bombón glacé, se vendió en esta pastelería por primera vez.

Hilando con esto, podemos decir que aquí también estuvo la inspiración para el famoso Ratoncito Pérez.

El padre Coloma, jesuita y preceptor de Alfonso XIII, se inventa (o reinventa) un cuento para perder el miedo cuando se le cae su primer diente.
La casita del Ratón estaba dentro de una caja de galletas de la Confitería Prast.

placa del Ratoncito Pérez - imagen de flirck


En la calle Arenal, podemos encontrar la casa-museo del Ratoncito. Y parece ser que es una visita muy recomendable. (mi recuerdo es muy leve, pues fui con mis hijas hace ya mas de 10 años, y por entonces era mucho más simple)

Imagen de la web de la Casa del Ratoncito Pérez

Y hasta aquí la visita del miércoles, una clase de lo más interesante.

jueves, 21 de noviembre de 2024

CONOCER MADRID 7 - PEDRO DE RIBERA EN LA ZONA DE ARGÜELLES - 30 OCTUBRE 2024

portada de Pedro de Ribera del Centro Conde Duque

Hoy hemos quedado al lado del Palacio de Liria, en plena Calle Princesa. Vamos a ver un poco esta zona y la influencia de Pedro de Ribera.
Justo enfrente, tenemos un edificio de la Compañía Ocaso, que es de después de la guerra. Lleva claramente la impronta de Pedro de Ribera, que se observa sobre todo en la balconada.

el edificio de Ocaso


La presidenta actual de la compañía está casada con un descendiente Cristóbal Colón, por lo que se ve... Su madre es Doña Isabel Castelo, que era una cantante de ópera y zarzuela en la década de los 40 y 50. 
De sobra he oído hablar de ella a Ramón, mi cuñado, que trabaja para Ocaso, a través de Telefónica (y habla pestes a veces... de lo señorona retorcida que es)
Tiene dos hijas, y una es la presidenta actual, que en los años 30 levanta la empresa. Es la quinta mujer más rica de España, y vive en un pazo... 
Como curiosidad, pone la voz de uno de los anuncios de Seguros Ocaso. (en casa siempre nos hace mucha gracia cuando sale el anuncio)

Llegamos a una escultura de 1921, obra de Rafael Vela. Se trata de la Condesa Pardo Bazán, y se erige cuando ella ya había fallecido.
Era íntima amiga de la madre de la Duquesa de Alba, la que conocimos, y le quiso hacer un monumento, financiada con dinero público (daba cada uno lo que podía)


Era condesa por matrimonio, y cuando se casó en 1867 era muy joven. Se viene toda la familia a Madrid porque su marido el conde, quiere estudiar leyes (entonces solo se estudiaban en la universidad de la calle san Bernardo).
Ella era muy inteligente y quería escribir, siguiendo la corriente del naturalismo, que es un estilo que viene de Francia. Se trata de escribir sobre gente del pueblo, viviendo las experiencias de dicha gente. Para ello se mete a trabajar a una fábrica de cigarros en la Coruña como cigarrera y escribió una de sus novelas más importantes, "La Tribuna", (1883), considerada la primera novela social y naturalista española, donde incorpora por primera vez al proletariado y da voz y discurso propio a una mujer trabajadora: Amparo, la cigarrera.

Ella tenía mala relación con su marido y finalmente se separan, aunque conserva el título de condesa.
Conoce al escritor Benito Pérez Galdós en Barcelona. Y este tórrido encuentro, le inspira una nueva novela, que se llama "Insolación", que parece ser que narra su propia historia. 
En el bajo relieve que aparece en la estatua que estamos visitando aparece un carro de bueyes, que parece se que tuvo un gran protagonismo en el encuentro algo más que amistoso de estos dos literatos. (el profe nos lo cuenta de un modo algo más burdo, pero a mi no me da la gana expresarlo así)
Finalmente Galdós la termina abandonando, y ella llega a ser una de las grandes escritoras españolas.

Seguimos nuestro camino y llegamos a la Fuente Imperial de la plaza de Cristino Martos.
Imperial por la forma de edificación, con grandes escaleras laterales, a modo de escaleras palaciegas.

imagen de La Razón


En 1870 tuvo lugar en nuestro país una revolución económica y social. Empiezan a proliferar las fábricas, la reina Isabel II se ha marchado al exilio.
En el 1868 hay una mala situación política. Tiene lugar el levantamiento de Prim, la llamada Revolución Gloriosa que termina mandando a Isabel al exilio.

La sociedad pensaba que todo cambiaría. Cristino Martos aparece en escena y es considerado como el "padre" del Congreso de los diputados. 
Es una época convulsa, con el nombramiento del poco duradero rey Amadeo I, luego la primera republica, los distintos presidentes... Y Alfonso XII que termina volviendo a España y a la monarquía.

En esta zona estamos en una especie de montaña. Y el escultor Collaud Valera pone estas bonitas estatuas en la fuente. Es del año 1944.



Una de las mujeres lleva el cuerno de la abundancia y la otra representa a la felicidad.
Dos de las cosas más esperadas y deseadas tras una guerra.



En la propia plaza, en la calle Duque de Osuna, hay un edificio decorado y pintado por Mingote. Fueron los propios vecinos los que recaudan los fondos y le encargan la decoración de la fachada.
La verdad es que quedó chulísimo. Hay varias fachadas en el centro decoradas por él, y hemos visto algunas en nuestras visitas de Conocer Madrid (el de la calle de la Sal, por ejemplo)
Como curiosidad, José Manuel nos cuenta que Mingote fue alcalde honorífico... del Retiro.

la casa pintada por Antonio Mingote

El panorama es el siguiente:
Se necesita mucha mano de obra y viene bastante gente a vivir a Madrid. En estos momentos empiezan a proyectarse los ensanches en la capital.
El del Barrio de Salamanca se construye para una burguesía media alta, al estilo del Paris de entonces.
Luego, tenemos otro ensanche que acoge a una población más proletaria, que es el Barrio de Argüelles, entre la Plaza de España y Moncloa. Esta zona queda destrozada durante la guerra civil, Franco ataca duramente todo este barrio.
Y en los años 50 cuando acaba autarquía, Franco firma acuerdos de apertura con Estados Unidos y con la Santa Sede, se empieza a abrir un poco al exterior.

En 1944 comienza el llamado Plan Bigador, que era un ministro de Franco y y arquitecto. Levanta gran parte de la ciudad destrozada por la guerra, pero con materiales malos, poco cristal porque era caro, ladrillos de mala calidad...

Vemos un edificio que están reconstruyendo, que tiene mala fachada, sin apenas cristal, mal hierro... con mala factura, vamos.
Con franco fue ocupado y formaba parte del plan Bigador. Perteneció a CCOO y también fue sede de algún organismo de la Comunidad o Ayuntamiento, según comentaron en el grupo.

Está en la plaza de Cristino Martos y resulta muy curioso, puesto que apenas hay edificios conservados en esta zona de los años 30.

imagen de Google Maps, antes del inicio de las obras de restauración

en contraste, el edificio de enfrente, es bellísimo y de gran factura, con materiales duraderos y bonitos, es del XIX

subiendo por la calle Conde Duque, el profe nos recomienda este restaurante asturiano que dice que se come estupendamente y con precios bastante ajustados... (pues habrá que probarlo)


Subimos por la calle del Conde Duque, para llegar al antiguo cuartel (actual centro de cultura)
En una de sus paredes está la siguiente inscripción romana: Solvit formidine terras. 
Llano las tierras a mí paso / llano los campos con valentía. 
Según internet: un viejo lema que perteneció a la Guardia Real hasta 1820, que traducido al latín castellanizado daría “libera la tierra del terror” (en relación al Rey, se sobreentiende)

Aquí estaban asentados los soldados de Felipe V, unos 400 soldados con sus caballos, los llamados Guardias de Corps. Tuvo su origen en Francia y eran sobre todo soldados de caballería.
Procedían de España, Flandes y de Italia (no hay que olvidar que estos lugares pertenecen a la corona española). Incluso a principios del XIX, venían de algunos lugares de América  del sur (aun bajo el yugo hispánico) 
Estos guardias sirven directamente al rey, están con él.
Con la reina Isabel II ya no se llaman así, los guardias de Corps desaparecen como tal y ella les llama alabarderos, por la gran lanza o alabarda que portaban. 
Son los que ahora podemos ver a caballo o moto. (la actual guardia real, imagino)

Pedro de Ribera nace el 4 de agosto de 1681 en la calle del Oso de Madrid. (en todo el centro)
Hijo de un carpintero, su oficio se gesta ya en la infancia. Con la Guerra de Sucesión, guerra que podemos considerar un conflicto mundial, Pedro es enviado a luchar a Portugal y conoce allí al noble Marqués de Vadillo, este hecho va a ser determinante en su carrera como arquitecto real.

Cuando viene a reinar, a Felipe V no le gusta nada Madrid, lo compara continuamente con su amada Francia y cuando nombra  al Marqués de Vadillo como alcalde y a Pedro como arquitecto, es cuando empieza a cambiar la fisionomía de la capital.
Este cuartel del Conde Duque es la primera gran obra de Pedro.
Con una longitud de 224 metros de largo, un sencillo pero grandioso edificio con ventanales y tres patios. 
Pedro deja su impronta en la fachada. La entrada está decorada con un conjunto de piedra berroqueña, material muy duradero y caro que hay que traer con bueyes desde la sierra (de la zona del Molar y la Pedriza).
Este tipo de piedra es usado continuamente en las obras de este arquitecto.

la imponente fachada del Conde Duque, obra de Pedro de Ribera

Normalmente sus fachadas constan de dos partes: la puerta en si misma y una parte superior decorada con escudos o esculturas, dependiendo del tipo de edificio. En este caso es un escudo militar, con los atributos del rey que encarga la obra, y en el caso de iglesias o conventos, coloca una vidriera o escultura, relacionada con la advocación del templo.


dos detalles de la fachada, el año de construcción (1720) y el escudo real con el nombre del rey ordenante, Felipe V

Pedro de Ribera tiene multitud de edificios repartidos por todo Madrid.
Tenemos, por ejemplo, la Iglesia de San José en la calle Alcalá, la Ermita de la Virgen del Puerto, a orillas del Manzanares, la cercana Iglesia de Montserrat en la calle de San Bernardo, el real hospicio del Ave María y San Fernando en la calle Fuencarral, (actualmente Museo de Historia de Madrid) o la iglesia de San Cayetano.

También participa en otras obras públicas, como el Puente de Toledo, el Puente de la Culebra de la Casa de Campo, la Fuente de la Fama (ahora en el Museo de Historia de Madrid, ya nombrado).

Los nobles le encargan palacios... Pedro de Ribera se convierte en todo un referente, y participa en el proyecto para el nuevo Palacio Real (aunque luego lo hicieron otros)
Hay multitud de palacios efectuados por Ribera en nuestra ciudad, como el de Santoña, en la calle Huertas, el de los Vargas en la Casa de Campo, el de Torrecilla en la calle Alcalá, el del Marqués de Miraflores en la Carrera de San Jerónimo o el del Marqués de Perales en la calle de la Magdalena.
Todos ellos son muy conocidos y hemos visto algunos en nuestras visitas de Madrid.

El Conde Duque, cuando se construye, estaba en mitad del campo, pero muy cerca del Palacio Real. Así que los nobles empiezan a construir sus palacetes cerca, como el Duque de Alba, cuyo palacio está muy cerca, en la calle Princesa.

Algo que tienen casi todas sus fachadas en común es el uso del estípite, que es columna que va pegada a la fachada y que cuenta con la parte más estrecha abajo. Es un elemento muy reconocible en las obras de este arquitecto. Está inspirado en la naturaleza, en las palmeras.
Casi podemos decir, estípite y piedra berroqueña... ¡obra de Pedro de Ribera!

una estípite - imagen de internet


fachada de antigua casa (un convento?) en la calle Montserrat con Amaniel

Montserrat con Amaniel, fachada de la fábrica de cervezas Mahou

En Madrid antes no había normativas para controlar los lugares donde se construían las fábricas y es por ello que las edificaban donde les venía mejor.
En esta zona tenemos la fábrica de la cerveza Mahou, que es del 1894.
En la actualidad podemos ver aún un vestigio de la misma, la estupenda chimenea, que se ve desde la plaza de las Comendadoras.

Casi todas las fábricas se construían con ladrillo visto y enjaezado, resultaban muy bonitas, tal y como vemos en esta de Mahou.
A fines del XIX cambian las leyes y el Ayuntamiento marca nuevas leyes que obligan a construir las nuevas más lejos del centro. Asía las del Águila o el Gasómetro ya están alejadas, en otros barrios más periféricos (in illo tempore)
Este edificio de la Mahou lo compra ABC y ahora hay un espacio donde se montan exposiciones, y que cuenta también con fondos permanentes. Nosotras hemos estado, en los tiempos de Marisa y damos fe de que es estupendo.

así de bonito es el interior del patio donde está el Museo de ABC

Esta fachada corresponde a un centro cultural del ayuntamiento y a la entrada al Museo ABC

Desde la Plaza de las Comendadoras, se ve la chimenea de la Fábrica Mahou, el último vestigio

Toda esta zona en el siglo XIV eran campos y vergeles. Se cazaban ciervos, gamos o incluso osos...
Y la cercana calle de Amaniel era ya importante en la época de los árabes, pasaba por aquí, en un viaje de agua desde la sierra hasta la Plaza de Ópera, el famoso acueducto de Amaniel.

vestigio del acueducto de Amaniel - imagen de Microplan Madrid


En el XVII (1602) se inaugura un edificio importante y enorme que llega desde esta Plaza de las Comendadoras hasta la calle de San Bernardo. Se trata del noviciado de los jesuitas, que ya no existe (hoy solo queda el nombre de la estación de metro)

DE WIKIPEDIA:

El noviciado de San Ignacio (también conocido como Noviciado de los Jesuitas, Noviciado de Madrid, o simplemente, Noviciado) fue una residencia y centro de estudio para los futuros jesuitas en la calle de San Bernardo en Madrid. Sobre el edificio del mismo se levanta hoy el conocido como Caserón de San Bernardo.
El noviciado fue fundado en los inicios del siglo XVII bajo patronato de Ana Félix de Guzmán, mujer de Francisco Manuel de los Cobos y Luna, II marqués de Camarasa.

La ciudad de Madrid tenía en el XIX  450 iglesias y conventos y más de 4000 curas y monjas. Había religiosos de más.
Con la desamortización, el Gobierno liberal compra muchos de los terrenos de la iglesia y los venden a una nueva burguesía rica de Madrid. 

En esta plaza de las Comendadoras tenemos el convento del mismo nombre (Comendadoras Descalzas)
Nuestro Felipe IV era un rey muy católico... y también muy pecador (se le calculan unos 30 hijos... y no todos dentro del matrimonio)
Cada vez que deseaba expiar sus culpas, fundaba un convento, y así tenemos el de las Góngoras (Mercedarias descalzas), las Calatravas, las Visitadoras... entre otros.
Se los encargaba a nobles y ellos construyen dichos conventos.

fachada del Convento de las Comendadoras Descalzas, hoy en día sigue siendo un colegio de monjas


Estas son las Comendadoras de la Beata María Ana de Jesús. 
Se solían traer monjes de otros sitios, pues España estaba sobrado de ellos. Por ejemplo, de la Santa Fe de Toledo o de la Santa Cruz de Valladolid.

Al lado convento, tenemos la iglesia de Santiago el Mayor, ya entrando por la calle de Quiñones.
Hay una representación en la fachada de "Santiago Matamoros" (nombre políticamente incorrecto que se ha usado hasta hace bien poco). 
Es iglesia cerrada, no se visita. Pertenece a la orden de los caballeros de Santiago. Se visten con capas, hacen ceremonias... debe resultar de lo más interesante, pero de muy difícil acceso para los mortales comunes.
En el XVIII hay un tremendo conflicto por estos terrenos, las monjas finalmente se adueñan de ellos, pero el ayuntamiento se las acaba requisando y haciendo el tremendo edificio de los jesuitas que hemos nombrado anteriormente.
De poco sirve, en el XIX todo esto desaparece.

la fachada y estatua de Santiago el Mayor ("Santiago Matamoros")

Entramos ahora por la calle de Quiñones.
Esta calle hace referencia a María Quiñones, hija de un conocido editor. 
Ella se casa con Pedro Madrigal y cuando enviuda con Juan de la Cuesta, ambos editores también.
En la imprenta de Juan de la Cuesta se imprime la segunda parte del Quijote... parece ser que la imprenta estaba en esta calle, haciendo esquina con la calle del Acuerdo, por la que también pasamos.

Era considerada una de las editoras más importantes en el siglo XVII, hasta el punto de que muchas de las obras que se imprimían, pasaban antes por sus manos para la corrección. Ella las revisaba.

la calle de Quiñones, al fondo la iglesia de Montserrat, de la calle San Bernardo

Esta calle antes se llamó la calle de Santo Domingo Nueva.
Luego era conocida simplemente como Quiñones, por la existencia de una cárcel de mujeres.
Era muy conocida, por ejemplo, en la zarzuela "Agua, azucarillos y aguardiente", la nombran. 
Las monjas del cercano Convento de Montserrat llevaban esta cárcel de mujeres de Quiñones.

la fachada de la antigua cárcel de mujeres de Quiñones, que estaba aquí ubicada

Las presas de Quiñones cosían bordados y los vendían las monjas. Reparten los beneficios con presas (para que pudieran tener algunos ingresos y comenzar de nuevo) y otra parte se los quedan ellas para comprar más material. Con la segunda republica se cierra está cárcel llevada monjas.
Durante el franquismo también fue prisión de mujeres. 
Finalmente, en los años 50, deja de ser cárcel y ya es solo convento.

imagen de entredosamores.es

también en esta calle Galdós fija la vivienda del protagonista de su novela "Miau"

Llegamos hasta San Bernardo y la Iglesia de Montserrat.
Tradicionalmente, todos los curas que guardan la Moreneta eran de Valladolid, y esto por orden de los Reyes Católicos.
Con Felipe IV se produce un movimiento contra la corona en Cataluña... Echan a todos los curas de Valladolid y se tienen que venir a Madrid .
Entonces el rey Felipe les levanta está iglesia. 
Pero estamos en plena crisis y no hay dinero suficiente, y se realiza con materiales y factura no demasiado buena. La iglesia se termina cayendo, y Felipe V le encarga a Pedro de Ribera la reconstrucción de la misma. Lleva su nombre, con las estípites el torreón y puerta construida en dos partes diferentes. (en este caso, en vez de escudo, hay imagen religiosa)
De todas maneras, sigue sin haber suficiente dinero y a la iglesia le falta una torre (incluso actualmente)
La iglesia del Montserrat cuenta con una de las famosas cúpulas de Pedro de Ribera, son las llamadas "cúpulas encamonadas" que son realmente falsas, y resultan mucho más baratas.
En Madrid, parece que solo son auténticas las de la Almudena y la de San Francisco el Grande.

DE OTRA DE NUESTRAS VISITAS:
Este tipo de cubiertas, muy típicas del siglo XVII, permitían ahorrar mucho dinero.
Están hechas a partir de un entramado de madera con armazones (camones) que se cubren de ladrillo y pizarra.
Llaman mucho la atención porque, al ser una estructura más ligera y barata, se pueden hacer muy grandes. 
Tienen su origen en la arquitectura gótica francesa y fueron introducidas en Madrid por el arquitecto y hermano jesuita, Francisco Bautista, que con una de estas cúpulas, cubrió el crucero del Colegio Imperial, la Colegiata de San Isidro. Parece ser que se habían gastado muchos recursos en la fastuosa fachada de piedra y construyendo una cúpula encamonada se consiguió reducir mucho el gasto final.
Pero esta manera de construir las cubiertas, las hacía también muy peligrosas, puesto que podrían ser pasto de las llamas, en caso de incendio.

La fachada del Montserrat, con su única torre (no pudimos visitarla, a estas horas, está cerrada)


DE UNA VISITA ANTERIOR CON MARISA:
Es una Iglesia inacabada, era cruz latina pero no hay cúpula ni cabecera por falta de dinero. (en la foto de la fachada, te puedes imaginar las dos cúpulas en el hueco que se aprecia a la derecha.
Es una pena.
Fue cárcel de mujeres,  salón de baile... es un Monasterio de la orden de San Benito.
Quedan pocas obras de arte, pintura en techo y coro
Hay una Capilla dedicada a los hermanos mártires de la guerra.
Hay una copia de un Cristo del siglo XVIII de Burgos. Y tiene unos huevos de avestruz a los pies, fueron una ofrenda de un rico comerciante de América.
Nos explicó Marisa que los huevos tienen relación con la muerte y la resurrección.

Hace tiempo era costumbre dar un clamor con las campanas todos los días del año al anochecer, por el alma de Felipe IV, por ser esta la hora en que se les comunicó a los benedictinos la muerte del fundador.
Es conocida como "el montserratico".

Nos vamos hasta la Plaza del 2 de mayo. 
Aquí estaba el Cuartel de Monteleón, y tenemos como recuerdo la estatua de Daoíz y Velarde, una escultura muy viajera.
Desde Italia llegó a Madrid y estuvo delante del Museo de Prado (donde está ahora la de Velázquez). Se metió al Museo del Prado y luego estuvo en el Arco de triunfo de Moncloa, otra vez volvió al Prado y finalmente se trae aquí.
Quedan los restos de la puerta por donde se sacaban los cañones para la lucha.


placa conmemorativa dedicada a los héroes del 2 de mayo

Enfrente tenemos la iglesia de los santos Justo y Pastor, dos niños de Alcalá de Henares, mártires en tiempo de los romanos, que murieron por no renunciar a su fe.
También se la conoce como la iglesia de la Virgen de las Maravillas, (por las flores)
La Iglesia de Pedro de Ribera se destruyó en la guerra de la Independencia.
La iglesia es muy bonita por dentro, pero también resulta difícil de visitar.

la iglesia de las Maravillas

Vista desde calle de la Palma

Está es la entrada de Pedro de Ribera, pero no queda nada. Arriba, el escudo de la iglesia, que puede recordar a la disposición que solía utilizar este arquitecto.
Si seguimos por la calle de la Palma, llegaríamos a la calle Fuencarral y al Museo de Historia de Madrid, cuya fachada, es también de Pedro, así como la Fuente de la Fama, que en la actualidad, decora sus jardines.

la portada y la fuente del museo de Madrid - imágenes de una visita anterior

Y hasta aquí la visita de hoy, como estoy solita, porque no ha venido Isa, me voy a casa, a ver si me cunde algo la tarde.
Ciaooooo