portada de Pedro de Ribera del Centro Conde Duque
Hoy hemos quedado al lado del Palacio de Liria, en plena Calle Princesa. Vamos a ver un poco esta zona y la influencia de Pedro de Ribera.
Justo enfrente, tenemos un edificio de la Compañía Ocaso, que es de después de la guerra. Lleva claramente la impronta de Pedro de Ribera, que se observa sobre todo en la balconada.
el edificio de Ocaso
La presidenta actual de la compañía está casada con un descendiente Cristóbal Colón, por lo que se ve... Su madre es Doña Isabel Castelo, que era una cantante de ópera y zarzuela en la década de los 40 y 50.
De sobra he oído hablar de ella a Ramón, mi cuñado, que trabaja para Ocaso, a través de Telefónica (y habla pestes a veces... de lo señorona retorcida que es)
Tiene dos hijas, y una es la presidenta actual, que en los años 30 levanta la empresa. Es la quinta mujer más rica de España, y vive en un pazo...
Como curiosidad, pone la voz de uno de los anuncios de Seguros Ocaso. (en casa siempre nos hace mucha gracia cuando sale el anuncio)
Llegamos a una escultura de 1921, obra de Rafael Vela. Se trata de la Condesa Pardo Bazán, y se erige cuando ella ya había fallecido.
Era íntima amiga de la madre de la Duquesa de Alba, la que conocimos, y le quiso hacer un monumento, financiada con dinero público (daba cada uno lo que podía)
Era condesa por matrimonio, y cuando se casó en 1867 era muy joven. Se viene toda la familia a Madrid porque su marido el conde, quiere estudiar leyes (entonces solo se estudiaban en la universidad de la calle san Bernardo).
Ella era muy inteligente y quería escribir, siguiendo la corriente del naturalismo, que es un estilo que viene de Francia. Se trata de escribir sobre gente del pueblo, viviendo las experiencias de dicha gente. Para ello se mete a trabajar a una fábrica de cigarros en la Coruña como cigarrera y escribió una de sus novelas más importantes, "La Tribuna", (1883), considerada la primera novela social y naturalista española, donde incorpora por primera vez al proletariado y da voz y discurso propio a una mujer trabajadora: Amparo, la cigarrera.
Ella tenía mala relación con su marido y finalmente se separan, aunque conserva el título de condesa.
Conoce al escritor Benito Pérez Galdós en Barcelona. Y este tórrido encuentro, le inspira una nueva novela, que se llama "Insolación", que parece ser que narra su propia historia.
En el bajo relieve que aparece en la estatua que estamos visitando aparece un carro de bueyes, que parece se que tuvo un gran protagonismo en el encuentro algo más que amistoso de estos dos literatos. (el profe nos lo cuenta de un modo algo más burdo, pero a mi no me da la gana expresarlo así)
Finalmente Galdós la termina abandonando, y ella llega a ser una de las grandes escritoras españolas.
Imperial por la forma de edificación, con grandes escaleras laterales, a modo de escaleras palaciegas.
En 1870 tuvo lugar en nuestro país una revolución económica y social. Empiezan a proliferar las fábricas, la reina Isabel II se ha marchado al exilio.
En el 1868 hay una mala situación política. Tiene lugar el levantamiento de Prim, la llamada Revolución Gloriosa que termina mandando a Isabel al exilio.
La sociedad pensaba que todo cambiaría. Cristino Martos aparece en escena y es considerado como el "padre" del Congreso de los diputados.
Es una época convulsa, con el nombramiento del poco duradero rey Amadeo I, luego la primera republica, los distintos presidentes... Y Alfonso XII que termina volviendo a España y a la monarquía.
En esta zona estamos en una especie de montaña. Y el escultor Collaud Valera pone estas bonitas estatuas en la fuente. Es del año 1944.
Una de las mujeres lleva el cuerno de la abundancia y la otra representa a la felicidad.
Dos de las cosas más esperadas y deseadas tras una guerra.
En la propia plaza, en la calle Duque de Osuna, hay un edificio decorado y pintado por Mingote. Fueron los propios vecinos los que recaudan los fondos y le encargan la decoración de la fachada.
La verdad es que quedó chulísimo. Hay varias fachadas en el centro decoradas por él, y hemos visto algunas en nuestras visitas de Conocer Madrid (el de la calle de la Sal, por ejemplo)
Como curiosidad, José Manuel nos cuenta que Mingote fue alcalde honorífico... del Retiro.
El panorama es el siguiente:
Se necesita mucha mano de obra y viene bastante gente a vivir a Madrid. En estos momentos empiezan a proyectarse los ensanches en la capital.
El del Barrio de Salamanca se construye para una burguesía media alta, al estilo del Paris de entonces.
Luego, tenemos otro ensanche que acoge a una población más proletaria, que es el Barrio de Argüelles, entre la Plaza de España y Moncloa. Esta zona queda destrozada durante la guerra civil, Franco ataca duramente todo este barrio.
Y en los años 50 cuando acaba autarquía, Franco firma acuerdos de apertura con Estados Unidos y con la Santa Sede, se empieza a abrir un poco al exterior.
En 1944 comienza el llamado Plan Bigador, que era un ministro de Franco y y arquitecto. Levanta gran parte de la ciudad destrozada por la guerra, pero con materiales malos, poco cristal porque era caro, ladrillos de mala calidad...
Vemos un edificio que están reconstruyendo, que tiene mala fachada, sin apenas cristal, mal hierro... con mala factura, vamos.
Con franco fue ocupado y formaba parte del plan Bigador. Perteneció a CCOO y también fue sede de algún organismo de la Comunidad o Ayuntamiento, según comentaron en el grupo.
Está en la plaza de Cristino Martos y resulta muy curioso, puesto que apenas hay edificios conservados en esta zona de los años 30.
imagen de Google Maps, antes del inicio de las obras de restauración
en contraste, el edificio de enfrente, es bellísimo y de gran factura, con materiales duraderos y bonitos, es del XIX
subiendo por la calle Conde Duque, el profe nos recomienda este restaurante asturiano que dice que se come estupendamente y con precios bastante ajustados... (pues habrá que probarlo)
Subimos por la calle del Conde Duque, para llegar al antiguo cuartel (actual centro de cultura)
En una de sus paredes está la siguiente inscripción romana: Solvit formidine terras.
Llano las tierras a mí paso / llano los campos con valentía.
Según internet: un viejo lema que perteneció a la Guardia Real hasta 1820, que traducido al latín castellanizado daría “libera la tierra del terror” (en relación al Rey, se sobreentiende)
Aquí estaban asentados los soldados de Felipe V, unos 400 soldados con sus caballos, los llamados Guardias de Corps. Tuvo su origen en Francia y eran sobre todo soldados de caballería.
Procedían de España, Flandes y de Italia (no hay que olvidar que estos lugares pertenecen a la corona española). Incluso a principios del XIX, venían de algunos lugares de América del sur (aun bajo el yugo hispánico)
Estos guardias sirven directamente al rey, están con él.
Con la reina Isabel II ya no se llaman así, los guardias de Corps desaparecen como tal y ella les llama alabarderos, por la gran lanza o alabarda que portaban.
Son los que ahora podemos ver a caballo o moto. (la actual guardia real, imagino)
Pedro de Ribera nace el 4 de agosto de 1681 en la calle del Oso de Madrid. (en todo el centro)
Hijo de un carpintero, su oficio se gesta ya en la infancia. Con la Guerra de Sucesión, guerra que podemos considerar un conflicto mundial, Pedro es enviado a luchar a Portugal y conoce allí al noble Marqués de Vadillo, este hecho va a ser determinante en su carrera como arquitecto real.
Cuando viene a reinar, a Felipe V no le gusta nada Madrid, lo compara continuamente con su amada Francia y cuando nombra al Marqués de Vadillo como alcalde y a Pedro como arquitecto, es cuando empieza a cambiar la fisionomía de la capital.
Este cuartel del Conde Duque es la primera gran obra de Pedro.
Con una longitud de 224 metros de largo, un sencillo pero grandioso edificio con ventanales y tres patios.
Pedro deja su impronta en la fachada. La entrada está decorada con un conjunto de piedra berroqueña, material muy duradero y caro que hay que traer con bueyes desde la sierra (de la zona del Molar y la Pedriza).
Este tipo de piedra es usado continuamente en las obras de este arquitecto.
Normalmente sus fachadas constan de dos partes: la puerta en si misma y una parte superior decorada con escudos o esculturas, dependiendo del tipo de edificio. En este caso es un escudo militar, con los atributos del rey que encarga la obra, y en el caso de iglesias o conventos, coloca una vidriera o escultura, relacionada con la advocación del templo.
dos detalles de la fachada, el año de construcción (1720) y el escudo real con el nombre del rey ordenante, Felipe V
Pedro de Ribera tiene multitud de edificios repartidos por todo Madrid.
Tenemos, por ejemplo, la Iglesia de San José en la calle Alcalá, la Ermita de la Virgen del Puerto, a orillas del Manzanares, la cercana Iglesia de Montserrat en la calle de San Bernardo, el real hospicio del Ave María y San Fernando en la calle Fuencarral, (actualmente Museo de Historia de Madrid) o la iglesia de San Cayetano.
También participa en otras obras públicas, como el Puente de Toledo, el Puente de la Culebra de la Casa de Campo, la Fuente de la Fama (ahora en el Museo de Historia de Madrid, ya nombrado).
Los nobles le encargan palacios... Pedro de Ribera se convierte en todo un referente, y participa en el proyecto para el nuevo Palacio Real (aunque luego lo hicieron otros)
Hay multitud de palacios efectuados por Ribera en nuestra ciudad, como el de Santoña, en la calle Huertas, el de los Vargas en la Casa de Campo, el de Torrecilla en la calle Alcalá, el del Marqués de Miraflores en la Carrera de San Jerónimo o el del Marqués de Perales en la calle de la Magdalena.
Todos ellos son muy conocidos y hemos visto algunos en nuestras visitas de Madrid.
El Conde Duque, cuando se construye, estaba en mitad del campo, pero muy cerca del Palacio Real. Así que los nobles empiezan a construir sus palacetes cerca, como el Duque de Alba, cuyo palacio está muy cerca, en la calle Princesa.
Algo que tienen casi todas sus fachadas en común es el uso del estípite, que es columna que va pegada a la fachada y que cuenta con la parte más estrecha abajo. Es un elemento muy reconocible en las obras de este arquitecto. Está inspirado en la naturaleza, en las palmeras.
Casi podemos decir, estípite y piedra berroqueña... ¡obra de Pedro de Ribera!
una estípite - imagen de internet
fachada de antigua casa (un convento?) en la calle Montserrat con Amaniel
En Madrid antes no había normativas para controlar los lugares donde se construían las fábricas y es por ello que las edificaban donde les venía mejor.
En esta zona tenemos la fábrica de la cerveza Mahou, que es del 1894.
En la actualidad podemos ver aún un vestigio de la misma, la estupenda chimenea, que se ve desde la plaza de las Comendadoras.
Casi todas las fábricas se construían con ladrillo visto y enjaezado, resultaban muy bonitas, tal y como vemos en esta de Mahou.
A fines del XIX cambian las leyes y el Ayuntamiento marca nuevas leyes que obligan a construir las nuevas más lejos del centro. Asía las del Águila o el Gasómetro ya están alejadas, en otros barrios más periféricos (in illo tempore)
Este edificio de la Mahou lo compra ABC y ahora hay un espacio donde se montan exposiciones, y que cuenta también con fondos permanentes. Nosotras hemos estado, en los tiempos de Marisa y damos fe de que es estupendo.
así de bonito es el interior del patio donde está el Museo de ABC
Esta fachada corresponde a un centro cultural del ayuntamiento y a la entrada al Museo ABC
Desde la Plaza de las Comendadoras, se ve la chimenea de la Fábrica Mahou, el último vestigio
Toda esta zona en el siglo XIV eran campos y vergeles. Se cazaban ciervos, gamos o incluso osos...
Y la cercana calle de Amaniel era ya importante en la época de los árabes, pasaba por aquí, en un viaje de agua desde la sierra hasta la Plaza de Ópera, el famoso acueducto de Amaniel.
vestigio del acueducto de Amaniel - imagen de Microplan Madrid
En el XVII (1602) se inaugura un edificio importante y enorme que llega desde esta Plaza de las Comendadoras hasta la calle de San Bernardo. Se trata del noviciado de los jesuitas, que ya no existe (hoy solo queda el nombre de la estación de metro)
DE WIKIPEDIA:
El noviciado fue fundado en los inicios del siglo XVII bajo patronato de Ana Félix de Guzmán, mujer de Francisco Manuel de los Cobos y Luna, II marqués de Camarasa.
La ciudad de Madrid tenía en el XIX 450 iglesias y conventos y más de 4000 curas y monjas. Había religiosos de más.
Con la desamortización, el Gobierno liberal compra muchos de los terrenos de la iglesia y los venden a una nueva burguesía rica de Madrid.
En esta plaza de las Comendadoras tenemos el convento del mismo nombre (Comendadoras Descalzas)
Nuestro Felipe IV era un rey muy católico... y también muy pecador (se le calculan unos 30 hijos... y no todos dentro del matrimonio)
Cada vez que deseaba expiar sus culpas, fundaba un convento, y así tenemos el de las Góngoras (Mercedarias descalzas), las Calatravas, las Visitadoras... entre otros.
Se los encargaba a nobles y ellos construyen dichos conventos.
Estas son las Comendadoras de la Beata María Ana de Jesús.
Se solían traer monjes de otros sitios, pues España estaba sobrado de ellos. Por ejemplo, de la Santa Fe de Toledo o de la Santa Cruz de Valladolid.
Al lado convento, tenemos la iglesia de Santiago el Mayor, ya entrando por la calle de Quiñones.
Hay una representación en la fachada de "Santiago Matamoros" (nombre políticamente incorrecto que se ha usado hasta hace bien poco).
Es iglesia cerrada, no se visita. Pertenece a la orden de los caballeros de Santiago. Se visten con capas, hacen ceremonias... debe resultar de lo más interesante, pero de muy difícil acceso para los mortales comunes.
En el XVIII hay un tremendo conflicto por estos terrenos, las monjas finalmente se adueñan de ellos, pero el ayuntamiento se las acaba requisando y haciendo el tremendo edificio de los jesuitas que hemos nombrado anteriormente.
De poco sirve, en el XIX todo esto desaparece.
Entramos ahora por la calle de Quiñones.
Esta calle hace referencia a María Quiñones, hija de un conocido editor.
Ella se casa con Pedro Madrigal y cuando enviuda con Juan de la Cuesta, ambos editores también.
En la imprenta de Juan de la Cuesta se imprime la segunda parte del Quijote... parece ser que la imprenta estaba en esta calle, haciendo esquina con la calle del Acuerdo, por la que también pasamos.
Era considerada una de las editoras más importantes en el siglo XVII, hasta el punto de que muchas de las obras que se imprimían, pasaban antes por sus manos para la corrección. Ella las revisaba.
la calle de Quiñones, al fondo la iglesia de Montserrat, de la calle San Bernardo
Esta calle antes se llamó la calle de Santo Domingo Nueva.
Luego era conocida simplemente como Quiñones, por la existencia de una cárcel de mujeres.
Era muy conocida, por ejemplo, en la zarzuela "Agua, azucarillos y aguardiente", la nombran.
Las monjas del cercano Convento de Montserrat llevaban esta cárcel de mujeres de Quiñones.
Las presas de Quiñones cosían bordados y los vendían las monjas. Reparten los beneficios con presas (para que pudieran tener algunos ingresos y comenzar de nuevo) y otra parte se los quedan ellas para comprar más material. Con la segunda republica se cierra está cárcel llevada monjas.
Durante el franquismo también fue prisión de mujeres.
Finalmente, en los años 50, deja de ser cárcel y ya es solo convento.
imagen de entredosamores.es
también en esta calle Galdós fija la vivienda del protagonista de su novela "Miau"
Llegamos hasta San Bernardo y la Iglesia de Montserrat.
Tradicionalmente, todos los curas que guardan la Moreneta eran de Valladolid, y esto por orden de los Reyes Católicos.
Con Felipe IV se produce un movimiento contra la corona en Cataluña... Echan a todos los curas de Valladolid y se tienen que venir a Madrid .
Entonces el rey Felipe les levanta está iglesia.
Pero estamos en plena crisis y no hay dinero suficiente, y se realiza con materiales y factura no demasiado buena. La iglesia se termina cayendo, y Felipe V le encarga a Pedro de Ribera la reconstrucción de la misma. Lleva su nombre, con las estípites el torreón y puerta construida en dos partes diferentes. (en este caso, en vez de escudo, hay imagen religiosa)
De todas maneras, sigue sin haber suficiente dinero y a la iglesia le falta una torre (incluso actualmente)
La iglesia del Montserrat cuenta con una de las famosas cúpulas de Pedro de Ribera, son las llamadas "cúpulas encamonadas" que son realmente falsas, y resultan mucho más baratas.
En Madrid, parece que solo son auténticas las de la Almudena y la de San Francisco el Grande.
DE OTRA DE NUESTRAS VISITAS:
Este tipo de cubiertas, muy típicas del siglo XVII, permitían ahorrar mucho dinero.
Están hechas a partir de un entramado de madera con armazones (camones) que se cubren de ladrillo y pizarra.
Llaman mucho la atención porque, al ser una estructura más ligera y barata, se pueden hacer muy grandes.
Tienen su origen en la arquitectura gótica francesa y fueron introducidas en Madrid por el arquitecto y hermano jesuita, Francisco Bautista, que con una de estas cúpulas, cubrió el crucero del Colegio Imperial, la Colegiata de San Isidro. Parece ser que se habían gastado muchos recursos en la fastuosa fachada de piedra y construyendo una cúpula encamonada se consiguió reducir mucho el gasto final.
Pero esta manera de construir las cubiertas, las hacía también muy peligrosas, puesto que podrían ser pasto de las llamas, en caso de incendio.
La fachada del Montserrat, con su única torre (no pudimos visitarla, a estas horas, está cerrada)
DE UNA VISITA ANTERIOR CON MARISA:
Es una Iglesia inacabada, era cruz latina pero no hay cúpula ni cabecera por falta de dinero. (en la foto de la fachada, te puedes imaginar las dos cúpulas en el hueco que se aprecia a la derecha.
Es una pena.
Fue cárcel de mujeres, salón de baile... es un Monasterio de la orden de San Benito.
Quedan pocas obras de arte, pintura en techo y coro
Hay una Capilla dedicada a los hermanos mártires de la guerra.
Hay una copia de un Cristo del siglo XVIII de Burgos. Y tiene unos huevos de avestruz a los pies, fueron una ofrenda de un rico comerciante de América.
Nos explicó Marisa que los huevos tienen relación con la muerte y la resurrección.
Hace tiempo era costumbre dar un clamor con las campanas todos los días del año al anochecer, por el alma de Felipe IV, por ser esta la hora en que se les comunicó a los benedictinos la muerte del fundador.
Es conocida como "el montserratico".
Es una pena.
Fue cárcel de mujeres, salón de baile... es un Monasterio de la orden de San Benito.
Quedan pocas obras de arte, pintura en techo y coro
Hay una Capilla dedicada a los hermanos mártires de la guerra.
Hay una copia de un Cristo del siglo XVIII de Burgos. Y tiene unos huevos de avestruz a los pies, fueron una ofrenda de un rico comerciante de América.
Nos explicó Marisa que los huevos tienen relación con la muerte y la resurrección.
Hace tiempo era costumbre dar un clamor con las campanas todos los días del año al anochecer, por el alma de Felipe IV, por ser esta la hora en que se les comunicó a los benedictinos la muerte del fundador.
Es conocida como "el montserratico".
Nos vamos hasta la Plaza del 2 de mayo.
Aquí estaba el Cuartel de Monteleón, y tenemos como recuerdo la estatua de Daoíz y Velarde, una escultura muy viajera.
Desde Italia llegó a Madrid y estuvo delante del Museo de Prado (donde está ahora la de Velázquez). Se metió al Museo del Prado y luego estuvo en el Arco de triunfo de Moncloa, otra vez volvió al Prado y finalmente se trae aquí.
Quedan los restos de la puerta por donde se sacaban los cañones para la lucha.
placa conmemorativa dedicada a los héroes del 2 de mayo
Enfrente tenemos la iglesia de los santos Justo y Pastor, dos niños de Alcalá de Henares, mártires en tiempo de los romanos, que murieron por no renunciar a su fe.
También se la conoce como la iglesia de la Virgen de las Maravillas, (por las flores)
La Iglesia de Pedro de Ribera se destruyó en la guerra de la Independencia.
La iglesia es muy bonita por dentro, pero también resulta difícil de visitar.
la iglesia de las Maravillas
Vista desde calle de la Palma
Está es la entrada de Pedro de Ribera, pero no queda nada. Arriba, el escudo de la iglesia, que puede recordar a la disposición que solía utilizar este arquitecto.
Si seguimos por la calle de la Palma, llegaríamos a la calle Fuencarral y al Museo de Historia de Madrid, cuya fachada, es también de Pedro, así como la Fuente de la Fama, que en la actualidad, decora sus jardines.
la portada y la fuente del museo de Madrid - imágenes de una visita anterior
Y hasta aquí la visita de hoy, como estoy solita, porque no ha venido Isa, me voy a casa, a ver si me cunde algo la tarde.
Ciaooooo







































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