Antes de poder terminar mi empezada entrada de Tenerife, voy a subir esta reseña que es mucho más corta pero que cronológicamente no cuadra, ya que nos fuimos primero a la isla...
Este año, para nuestra escapada de camping, decidimos cambiar el destino, ya que nuestro paraíso de las Lagunas de Ruidera está ya muy trillado y además por la maldita sequía que estamos sufriendo, sabemos positivamente que este año iban a estar más secas, aun si cabe, que el verano pasado.
Hablando de destinos, surgió la idea de Sanabria, ya que nos llegan periódicamente correos de campingred a María José y a mi, y lo habíamos visto casi a la vez.
Así que nos vamos a ... ¡La Sierra de la Culebra! muy cerca de Figueruela, aunque el pueblo de referencia puede ser Mahide o Alcañices, que es más grande.
La llegada al camping fue un poco ploff.. y es que, acostumbrados al de las Lagunas, que era genial, éste era un poco más normalito, y claro, eso bajó un poco los ánimos (sobre todo de los chicos)
Para colmo, había poca sombra, puesto que las encinas prometidas en la página web eran pocas y demasiado espaciadas.
Tras una intensa búsqueda, logramos un sitio, algo más apartado y con bastante sombra, y allí plantamos el campamento.
El primer día de excursión lo dedicamos a La Puebla de Sanabria y la famosa Laguna, que no decepciona en absoluto (solamente pondría la pega de la cantidad de gente que hay... menos mal que nos recomendaron un parking que estaba algo más oculto y pudimos aparcar sin mucho problema)
Pasamos la mañana bañándonos en las gélidas aguas glaciares de la laguna, que es un sitio precioso, y después de unos reconstituyentes bocatas y una minisiesta nos vamos a visitar el pueblo, que es bastante bonito y merece mucho la pena visitarlo.
Subimos por unas escaleras malditas (porque son tremendamente empinadas y ... abundantes) y nos encontramos con unas vistas preciosas de la parte baja de la Puebla.
El casco histórico más antiguo está en la parte de arriba, y aunque la escalera, como digo es horrorosa, merece la pena haber llegado hasta arriba, y ver la iglesia románica de Nuestra Señora del Azogue y el castillo -que lo visitamos solo por fuera- de los Condes de Benavente
La portada de la Iglesia, con sus maravillosas e ingenuas figuras románicas.
Leímos en un cartel explicativo que las deterioradas figuras pueden representar a Adán y Eva, ataviados con la moda medieval, claro.
En el interior, el recogimiento y tranquilidad que tanto me gusta en este tipo de iglesitas. Lo disfruto mucho, explicando cosas básicas a los chicos.
Desde el mirador se puede ver el Castillo
Y también el río, que los parroquianos usan para aliviar el calor estival.
Es precioso, con el parque y las casitas nuevas.
En la plaza principal, todas las casas de piedra, con balcones floridos y una decorada Casa consistorial (estaban en fiestas)
Pegada a la Iglesia románica, estaba esta otra, del siglo XVIII, estilo neoclásico, con mucho encanto también (estaba cerrada y no pudimos entrar)
Cuando bajamos ya hacia los coches, tengo la oportunidad de hacer foto de las p... escaleras:
¡¡INTERMINABLES!!
En el camping nos hablan de un Centro de Interpretación del lobo ibérico que está por la zona y nos animamos a ir una tarde.
Dejo el enlace al sitio web para más información.
http://www.centrodellobo.es/
Se trata de un sitio estupendo, en el que aparte de ver a lobos en estado de semi-libertad, hay expuestos cantidad de objetos y muchísma información, animaciones... en fin, bien justificada la entrada (Creo recordar 6 € por persona??)
Nos envían directamente a uno de los observatorios, ya que es la hora de alimentarles y los podemos ver (desde una construcción de madera y bastante apartada) así de cerca:
Una de las cosas más bonitas que podíamos hacer en este camping era ver el atardecer, ya que estábamos en uno de los extremos, bien orientados y sin más gente delante, con lo cual... todas las tardes eran un poquito mágicas, ya que en la ciudad no tenemos muchas oportunidades de ver atardecer tan limpiamente.
El otro aliciente de la zona es que estamos muy cerquita de Portugal, así que hacemos una excursión a Braganza, que es un pueblo bastante bonito, por lo que vimos al planificar el viaje.
El pueblo es muuuuy bonito, blanco y con cuestas, con sus iglesitas y azulejos como muchos otros de Portugal.
Hay una ciudadela en la parte de arriba, con sus edificios, fortaleza, iglesia y su muralla transitable.
Absolutamente genial.
Cuando bajamos otra vez, comemos en un restaurante chiquitín, con un menú de 8 € , bastante apañado.
Y ya por la tarde, regresamos de nuevo al camping.
De todas las imágenes, me quedo especialmente con esta:
Representa para mi el descanso, la paz, el "dolce far niente" del verano y de las siestas leyendo en la hamaca.
Una imagen de la chupipandi del verano, como dice Irene.
Bueno, resumiendo:
A Manu ya mi personalmente nos gustó bastante, por que era un camping muy tranquilo (demasiado según mis hijas) y la zona era bastante bonita. Y encima con cosas nuevas y diferentes para ver... solo con eso, ya vale la pena el cambio.
Para el año que viene, si todo va bien, me gustaría proponer otras zonas (estuve investigando Aranda de Duero y no pintaba mal) aunque está tomando fuerza la propuesta del Camino de Santiago, yo no me siento muy animada, hasta ver que pasa finalmente con mi rodilla... pero en fin...
ya hablaremos






































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