Últimamente no he escrito mucho, pero quiero poner por escrito y sobre todo para mi propio recordatorio nuestro último viaje de familia.
Estuvimos en la isla de Tenerife, que Manu y yo ya conocíamos de nuestro viaje de novios, y volver casi 25 años años después mola.
Después de tres años viajando en verano fuera del territorio nacional (Lisboa, Londres y Praga) decidimos abaratar un poco nuestra escapada veraniega.
No ha sido lo suficientemente económico, ya que incluimos de nuevo vuelos, que es una de las cosas más caras de los viajes (el año que viene viaje peninsular...jjaja)
Comenzamos nuestras vacaciones con madrugón y una cosa que hasta ahora no habíamos hecho: usar el parking de larga estancia del aeropuerto... muy recomendable. Usando la aplicación de móvil de Aena, nos sale bastante económico (algo menos de 40 € para los seis días, o sea más barato que tomar un taxi de ida y vuelta)
Eso si, un poco de lío para encontrarlo, hay que visitar algún que otro foro para no perderse.
Hay un minibús que acerca a la terminal (en este caso era el de la T4, cada terminal tiene el suyo propio)
Es súper tempranísimo, pero como estamos de vacas nos la trae al fresco y disfrutamos de un desayuno y de un bonito amanecer en Barajas
¡¡pues allá vamos!!
Dejamos las maletas en nuestro hotel (Apartamentos Masaru) y como no podemos tomar posesión de la habitación hasta las 14:00, nos vamos a dar una vueltecita por el centro del Puerto de la Cruz, tal y como nos recomienda el simpático recepcionista.
Por ejemplo, esta preciosidad ... estaba totalmente recubierta con grannies de ganchillo:
O estas, con unos enormes retratos decorando los muros.
O estas preciosas ventanas y puertas decoradas con llamas u otros animalitos.
Nos vamos hasta el puerto y vemos toda la zona de la fortaleza, que mola muchísimo. Cañones, fortificaciones... nos hace remontar a los tiempos de los piratas... como poco.
Entramos a pedir unos planitos, que luego usaremos durante toda la semana.
La vista del patio me parece encantadora, con esos balcones. El motivo que los adorna lo veremos por toda la isla hasta la saciedad.
Comemos en una terracita súper chula, unas raciones muy de la isla, chipirones, "papas arrugas" y lo que más nos gusta, queso asado (tan rico, que lo pedimos hasta en tres sitios más aunque no está como este ni de broma) :
Ahora vemos más balconcitos... nos hincharemos a verlos estos días
Una terracita maravillosa con unas vistas a la calle principal.
Nuestra habitación:
Y el comedor, que se comunica con la cocinita.
Y... por favor... la maravillosa piscina:
Qué relax por favorrrrr
El Teide domina el paisaje, mires donde mires, allí está. Se puede ver desde muchos puntos de la isla, pero aquí, a los pies, impresiona de verdad.
Subimos en el teleférico, que conviene reservar siempre por internet (estando allí vimos a varias personas que se quedaron sin subir, porque las entradas se acaban...)
Os dejo un enlace:
VOLCANO TEIDE - RESERVA DE ENTRADAS PARA SUBIR AL TEIDE
En la cima nos damos un súper paseo, de algo más de una hora, y nos hacemos decenas-literal- de fotos.
Comemos un poco tarde, pero en un sitio agradable, cosas típicas de la isla... Carne con mojo picón, patatas arrugadas y queso asado (otra vez)
Convenzo a los chicos para volver por el valle de la Orotava, que tiene unas preciosas vistas y hacer una visita al pueblo (Orotava) y su famosa Casa de los Balcones.
Se trata de una casa que se construyó a principios del siglo XVIII, y que tiene sus estancias llenas de objetos de la época, recreando una casa noble.
Es como estar en una casita de muñecas de tamaño natural, jeje.
Al final de la visita, justo antes de la salida, una amable señora nos intenta vender artesanías variadas (en la casa está la sede de varios talleres de artesanía de la isla, que intenta mantener la tradición del calado y bordado canario) Es todo muy bonito, pero bastante caro. A título informativo, lo digo.
Nos hacemos hoy una ruta que nos salió redonda.
Muy bonito todo, la verdad.
A primera hora llegamos a Icod de los Vinos y vemos el famosísimo drago milenario desde el mirador del parque.
Una pasada...
Es una ciudad bonita, pero en realidad no tiene mucho que ver, aparte del drago, el precioso parque con plantas gigantescas y un mariposario gigante que NO visitamos.
A destacar: en cada esquina, en cada calle nos reparten folletos que nos lleva a tiendas de degustación de vino y productos típicos (en serio no juntamos con 6-7 folletos en unos cinco minutos...)
INFORMACIÓN PRÁCTICA:
Tanto en esta ciudad, como en la Orotava, metemos el coche en un parking público, ya que está todo abarrotado de coches y turistas y por poco más de un euro, nos despreocupamos e incluimos en gastos de viaje...
Nos vamos ahora hacia Garachico, que es un bonito pueblo pesquero.
Se produce en este momento algo que se llama "serendipia", es decir, hicimos un hallazgo afortunado e inesperado cuando estábamos buscando otra cosa distinta...
Resulta que a veces lo que parece un error se convierte en acierto...
Buscando el pueblo por el camino normal, nos perdemos y vamos por el camino largo... y entramos por un lugar inesperado: desde arriba!!
Es encantador, podemos ver el pueblito en toda su extensión y es... alucinante!!
El pueblo se fundó en el siglo XV, aunque había ocupación guanche desde tiempos inmemoriales, y era el principal puerto de la isla con rutas sobre todo hacia "las Américas", pero en el XVII hubo un gran corrimiento de tierras y murieron más de cien personas, y además en el 1.706, una erupción del volcán Trevejo, acabó por sepultar el pueblo (aunque parece ser que no hubo víctimas en esta ocasión)
Por culpa (o gracias a) esta erupción, hoy podemos disfrutar de una de las atracciones de este maravilloso pueblo: las piscinas naturales de "El Caletón", no hacía un día muy de piscina, así que simplemente las vemos sin bañarnos.
El pueblo es muy bonito y está en fiestas patronales, así que nos damos una vuelta y casi nos quedamos sin comer, porque todo está abarrotado...
Acabamos en un quiosco-terracita unos platos combinados, bastante justos, pero como siempre en esta tierra, con una buena atención por parte de los camareros (un poco estresados, pero majos)
Ya después de la comida decidimos visitar una de las playas más populares de la zona del Puerto de la Cruz, Playa Jardín.
Lo peor... la cantidad de coches que hay... nos tiramos casi una hora para aparcar... ufff
Lo mejor, que la playa cuenta con bastantes servicios, es muy grande y nos sorprende gratamente la arena negra.
Es taaan raro.
Debido al oleaje tan fuerte yo ... paso de meterme, pero ellas disfrutan a su manera, haciéndose mil y una fotos.
Relax en hotel, cena y cervecita nocturnas.
CUARTO DÍA: PLAYA DE LAS TERESITAS - LAGO MARTIANEZ
En este día decidimos hacer una jornada de playa.
Como nos han hablado muy bien de Las Teresitas, nos cogemos los bártulos, hacemos unos bocatas y enfilamos hacia Santa Cruz, que está muy, muy cerca.
Alucinamos con la playa. Es inmensa, de fina arena (color arena de playa)
Acostumbrados a Torrevieja, esto nos parece el paraíso.
Palmeras, montaña... agua clara...
Nos encanta, sinceramente, aunque luego nos enteramos de que a los isleños no les gusta nada, porque es una playa artificial (arena traída del Sahara) y no les resulta nada representativa de las islas.
Jope! y nosotros tan felices...jaja
Por cierto, al día siguiente, por el periódico nos enteramos de una noticia impactante... hasta hace dos días la playa estaba cerrada por la presencia de unas microalgas súper tóxicas que de vez en cuando llegan a las orillas...
¡¡Nos libramos por los pelillos!!
Lo único malo es que no nos damos cuenta de que estamos en la hora más peligrosa del día y nos acabamos quemando un poco con el sol (a pesar de la protección solar y de que estuvimos apenas tres horas)
Después del bocata y de sufrir bastante con el aire (es una zona de muchíiiisimo viento) nos vamos hacia nuestra zona y las chicas y yo decidimos pasar la tarde en las piscinas llamadas "Lago Martianez" que son uno de los máximos atractivos del Puerto de la Cruz. (Manu nos deja y recoge después... dice que ya ha tenido bastante agua y sol por hoy...jaja)
Las piscinas están muy bien, aunque un tanto masificadas.
El agua, que es del mar, que entra y se filtra en el recinto está bastante fría... así que dentro de las piscinas no hay casi nadie.. el mogollón está fuera, tomando el sol en unas tumbonas que nosotras no pillamos ni de broma...
Nos marchamos al hotel para descansar un poco antes de la cena.
Yo, a estas alturas ya me encuentro saturada de sol, de agua y con dolores y escalofríos por todo el cuerpo... menuda insolación.
Por la noche me tengo que poner pantalón largo y la chaqueta del chandal, con unos temblores que para que... en fin, paracetamol y a la cama, que mañana nos espera un día muuuuy largo.
Atravesamos la isla de norte a sur para ir al sitio más esperado por mis chicas... El Parque Acúatico Siam.
Caro, lleno de gente... pero con unas atracciones que reconozco que están muy bien.
Cola para aparcar, cola para comprar las entradas...
Cogemos para ellas un pase rápido (por cierto, pillamos los últimos disponibles) y es lo mejor que hemos hecho, porque en apenas dos horas ya se habían montado en todo, y estamos aquí por ellas, no?
Contrariamente a lo que había temido, me lo paso bastante bien, (se me acaba pasando el malestar del día anterior) y me subo en muchas más cosas de las que creía, y Manu las acompaña en otras cuantas...
Bueno, resulta ser un día no tan perdido como me temía...jajajajaAunque reconozco que me alegro cuando por fin nos vamos
¿Cómo estar tan cerca y no visitar el santuario de la patrona de Canarias?
En este último día decido yo...jajaja
Así que la primera visita, Candelaria y el paseo de los guanches, que me llama mucho la atención
Bastante chulas las dos cosas.
Después ponemos rumbo a Santa Cruz, para visitarlo un poco más en profundidad y darle gusto a Manolo, que tiene muchas ganas de ver el famoso cañón Tigre, que es el que acabó con el intento de conquista del Almirante Nelson.
En julio del año 1.797 Nelson al frente de su ejército, intentaba conquistar la ciudad, para que formara parte del territorio inglés.
Desde una tronera del entonces Castillo de San Cristóbal, hoy desaparecido, se apostaron con este y otros cañones y defendieron el fuerte.
Como resultado, Nelson perdió un brazo y se hundió gran parte de la flota, salvándose así de la conquista.
Todo muy épico... y además bien ambientado, ya que el cañón tiene sala propia y hay diversos documentos, dibujos y muchas más cosas por las paredes.
Aunque en realidad es indemostrable que este fuera el cañón de marras.
He aquí el famoso cañón:
Para terminar la visita a la ciudad, después de dar una vuelta, una cervecita, con el omnipresente Teide en el logo, como no podía ser de otro modo.
Siguiente parada:
San Cristóbal de la Laguna.
Es la ciudad que más me ha gustado de todas con diferencia, menos mal que finalmente me empeñé en ir, porque resulta una visita de lo más agradable.
Después del consabido parking (está claro que a veces sale mejor hacerlo así) nos damos una vueltecilla por todo el casco antiguo, que está repleto de casas preciosas y tiene su lógica, ya que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1.999
La catedral, está en una preciosa plaza, rodeada de exuberante vegetación:
Al final de una de las principales calles se ve la torre de la Iglesia de la Concepción.
Impresionante
Pero sin duda lo mejor es dar un paseo admirando todas las preciosas casas que están en la zona
Con un poco de tristeza, regresamos al hotel, para recoger nuestras cosas, ya que tenemos que estar en el aeropuerto a las 18.00... snif snif
Esto es todo.
Ha sido un viaje espectacular. Muy bonito y muy en familia.
A veces me da un poco de pena pensar en cuantos viajes de estos nos quedan, pero luego se me pasa y me vuelvo a centrar... así es la vida e intentaremos hacerlos mientras podamos, y en unos años... ya se verá...
¿Quién sabe? igual en un futuro no vamos solo cuatro...
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