Hoy Marisa nos va a llevar a un recorrido por el Madrid de los Austrias. Nos dice que será un poco menos convencional que el que suelen visitar los turistas.Nos crea unas expectativas que...mmmmEl Madrid de los Austrias se enmarca entre los siglos XVI y XVII principalmente.El primer Austria es Felipe el Hermoso, que es hijo de Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y de María de Borgoña, es decir, que no es cosa de poco.Cuando se casa con Juana (la loca) ambos reinos quedan fusionados.Fernando el Católico no puede heredar a Isabel y a su muerte, la corona va para Juana, pero la declaran incapaz y su marido pasa a ser el rey de Castilla: Felipe I, como regente. Pero muere a los 28 años (envenenado presuntamente por su suegro...) y Fernando el Católico pasa a ser el rey regente.El hijo de Juana y Felipe, Carlos I finalmente hereda ambos imperios, el español y el Sacro Imperio (o sea, muchiiiiisimo poder) siendo considerado el primer rey de la dinastía de los Austria por la historia.En nuestro país encuentra mucha oposición, ya que jamás había vivido aquí ni hablaba nuestra lengua.Hay un total de cinco reyes de esta dinastía: Carlos I, Felipe II, Felipe III. Felipe IV y Carlos II.Al principio, la corte no estaba establecida del todo en Madrid, los reyes venían y se aposentaban cada vez más tiempo en Madrid, porque tenía muchas cosas a favor para que les encantase.- No era un señorío eclesiástico como Toledo, con lo cual tenían ellos el poder real.- Está la cuestión práctica de la centralidad, se podían desplazar más cómodamente por toda la península.- Existe un alcázar que les brinda seguridad y aposento.- Por último, la ciudad cuenta con un clima excelente y grandes lugares para la caza.A pesar de todo, la ciudad siempre había sido muy rebelde (en la guerra de Castilla se pone de parte Juana la Beltraneja) luego esta circunstancia se olvidó y fue como si no hubiera sucedido nada.Con Carlos I y la revuelta comunera, paso algo similar y queda esa "traición" olvidada.En el 1.529 Carlos traslada el Hospital de la corte desde Granada hasta la mismísima puerta de sol, en la que nos encontramos. Esto da idea de la importancia que para él tiene Madrid.Estaba aquí el recinto del Hospital e Iglesia del Buen Suceso, llamada así porque se encontró en una cueva una Virgen por los "obregones" (orden de Bernardino de Obregón)Hoy está en una iglesia con el mismo nombre en la calle Princesa (todo esto según la leyenda)Cuadro de Luis ParetEl torreón que se ve a la derecha de la imagen, tras los carteles rojos es el lugar donde estaba el convento franciscano de la orden de los mínimos de San Francisco de Padua. (hoy desaparecido)En casa de correos también había un convento, el de San Felipe el Real y en ese punto uno de los "mentideros" más populares de nuestra ciudad en esos momentos. En las escaleras se reunían todo tipo de personajes para "cotillear"Imagen de wikipediaEn este momento la Puerta del Sol era simplemente una confluencia de calles, no una plaza propiamente dicha. Era realmente un punto de encuentro.Lo que si había de verdad era una puerta que cerraba la muralla en este punto de la ciudad. (de ahí el nombre actual)Con Isabel II se abre la plaza en un diseño semicircular mucho más parecida a como está ahora, y a lo largo de los años ha sufrido múltiples modificaciones.La estatua de Carlos III está colocada en los años 90 y es una réplica de otra estatua que está la Real Academia de San Fernando.Es una obra de Juan Pascual de Mena, cuyo original representaba a Felipe V, se le cambia la cabeza y "voila" pasa a ser Carlos III.Foto de Miradormadrid.comEn la confluencia de Carretas con la Puerta del Sol podemos ver dos placas curiosas con los nombres de las calles.La de la Puerta del Sol representa a una fuente, que era la Fuente de la Fe del Buen Suceso que tenía además incluida en el conjunto la estatua de la Mariblanca (diosa - no se sabe si Diana o Venus- llamada castizamente así por los madrileños)La que está en Sol es una copia, ya que ha sufrido multitud de actos vandálicos, la pobre.Imagen de wikipediaLa de la calle Carretas hace alusión a unas barricadas que se pusieron cuando fue la contienda de los comuneros. Para detener mejor a las tropas de Carlos I pusieron a los enfermos del vecino hospital de San Ricardo, "defendiendo" así la zona.Subimos hasta la plaza de Jacinto Benavente, reformada en el 1.926.Existía en la misma, un convento de los Trinitarios Descalzos pero desapareció con la desamortización del XIX.En un lugar cercano tenemos la orden femenina, en el barrio de las letras.En uno de los laterales tenemos un edificio interesante que era la Casa de los Cinco Gremios Mayores de Madrid , corporación fundada en el siglo XVIII y formada por los gremios de joyeros, merceros, sederos, pañeros y drogueros, que funcionaba como una institución pre capitalista.El arquitecto encargado del proyecto del palacio fue José de la Ballina, padre de Juan de la Ballina, que realizó el edificio de la tabacalera (oleee)Madrid experimenta un importante crecimiento con Felipe II, y esto trae cosas buenas y malas. Al morir este rey se había multiplicado por cuatro, pero también crece el número de pícaros y gente sin recursos que va a hacer de la ciudad un sitio más inseguro.Además, las calles a veces son auténticos lodazales, llenos de detritus y porquería, lo que hace que la ciudad empiece a ser un poco menos atractiva para la realeza.Así las cosas, y aprovechando estas circunstancias, el valido de Felipe III, el Duque de Lerma, convence a su graciosa majestad para trasladar la corte a Valladolid (estuvo allí de 1.601 a 1.606)Se busca una solución para ese Madrid tan poco higiénico, se acometen varias reformas y se empiezan a construir edificios de más calidad. Cuando llega Carlos III al reinado aún tenía ante sí una ardua tarea.España está muy endeudada por las sucesivas guerras del XVII y es por ello que necesita el apoyo económico de capital extranjero, como el alemán, italiano o francés.De este modo, a Madrid le beneficia ser corte a pesar de todo...Madrid se llena de inmigrantes y de órdenes religiosas. Parece una ciudad convento.En la calle de la Bolsa está la primera bolsa de Madrid (no se complican mucho la vida con esto de los nombres...) y en la actualidad se ha reconvertido en un restaurante muy bonitofoto de internetLlegamos ahora a una de las plazas más bonitas de la zona, la Plaza de la Santa Cruz (llamada Plaza de la Provincia en la zona del Ministerio de Asuntos Exteriores).En este lugar estaban las primeras logias masónicas y la iglesia de la Santa Cruz pertenece a un recinto donde había también un convento, el de Santo Tomás de Aquino, de la orden de los dominicos. (hoy desaparecido...)Imagen de wikipediaLa iglesia actual es neo mudéjar de finales del XIX, obra de de Francisco de Cubas:En la zona llamada Plaza de la Provincia está el maravilloso Palacio de Santa Cruz, cárcel de corte, hoy sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.Es un edificio de Juan Gómez de Mora (1.586-1.648), con un aire reconocible común a todas sus obras.Es el arquitecto más famoso del momento en la corte y realiza otras muchas obras similares, como el Palacio de los Consejos, el convento de San Gil, la Plaza Mayor o el Monasterio de las Agustinas Descalzas de Santa Isabel.Sus edificios muestran un barroco madrileño, muy diferente al grandioso tan común en toda Europa.Suelen tener un basamento de granito, una fachada de ladrillo y los típicos chapiteles de pizarra de marcado estilo herreriano (vistos en el Escorial)Como anécdota tenemos encima de la portada principal al arcángel San Miguel, y los madrileños, tan graciosos ellos decían "dormir bajo el ángel" que significaba dormir en el calabozo.Hay una placa muy curiosa en granito, conmemorativa de cuando España entró a formar parte de la Unión Europea, justo enfrente del ministerio.En uno de los extremos de la plaza tenemos la Fuente de Orfeo, cuyo original está en el Arqueológico.Aquí la podemos ver en un grabado de Luis Meunier:La historia es bien chula, resulta que Orfeo tocaba estupendamente bien la lira, tanto que pudo calmar a Cerbero (Can Cerbero, perro de Hades, el dios del inframundo) y así pudo rescatar a su amada Eurídice.El can está representado en la estatua pero no es el temible monstruo gigante de tres cabezas, sino un adorable perrete.(porras, estoy pensando en una de las pelis de Harry Potter, en el que duermen con un arpa a un perro guardián de tres cabezas... ¿clara inspiración o flagrante plagio?)Lo verdaderamente interesante de la fuente es que está representado el escudo de Madrid, en diferentes momentos de su historia.Escudo de Madrid en la base Navas de Tolosa 1212, ya representando a la Osa MayorEn el 1.544 se da a la villa todos los pies de árbol (madera) y la caza, es por ello que a la osa se la representa al pie del árbol.Y según texto de la web: http://www.gritosdemadrid.es/2019/03/09/la-historia-del-escudo-de-madrid-iv/Don Pedro Xuárez, solicitó al Emperador Carlos V, Rey de España, la merced de que le fuera concedida una Corona Real en sus Armas. El Emperador atendió la petición y a partir de ese momento, se puso una corona real en el escudo y se reconoció el nombre de «La Coronada Villa de Madrid» para la ciudad. Se colocó la corona en el interior del escudo, sumada al madroño y no en el exterior del mismo.Tenemos un cuarto escudo en el que se intuye la representación del dragón (que estuvo presente en el escudo de Madrid desde 1.842 hasta 1.967Y de la web: https://edificiosmadridblog.wordpress.com/2017/05/24/el-escudo-de-madrid-y-su-evolucion/En 1569 el escudo sufre un severo cambio, al realizar el ensanche de Puerta Cerrada, en la muralla aparece un dragón que Felipe III decide incorporar al blasón. (según Ramón Mesonero Romanos el dragón es una culebrilla que la gente, al hablar sobre ella, transformó en un dragón), se incorpora una corona cívica concedida por las Cortes en 1822, formada de trenzado de guirnalda de hojas de roble y banda carmesí y la corona aparece por fin con dimensiones proporcionadas. Seguramente, es con este cambio cuando las estrellas pasan de 8 a 6 puntas.Pongo una imagen sacada de dicha página web:Y de Silvia Álvarez de la web de la guiadelocio.com:Si pensamos en los símbolos que representan a Madrid en su escudo, a todos nos viene a la cabeza el oso y el madroño. Pero ¿sabías que durante más de un siglo, hasta 1967, también formó parte de su heráldica un dragón o, según algunos textos, un grifo?
Aunque la razón de este motivo es algo confusa, su origen podría estar en el siglo XVI, cuando el que fuera párroco de la Iglesia de San Andrés y maestro de Miguel de Cervantes Saavedra, Juan López de Hoyos (1511-1583), relató el descubrimiento de una piedra labrada con la figura de una culebra -que también describiría como dragón- durante las obras del ensanche de Puerta Cerrada, pretendiendo argumentar así unos antecedentes griegos de la ciudad.
Hoy en día, todavía se puede ver este ser fabuloso en numerosos elementos arquitectónicos, como en el escudo que hay en la fachada de la Casa de la Villa, en La Fuentecilla de la calle Arganzuela, en la antigua Casa de Fieras y en diversas puertas del Retiro, en la Casa del Socorro de la calle Navas de Tolosa, en un singular edificio municipal del Rastro y en muchos otros más.Y por último y siendo muy plasta con el temita, lo sé, una foto del suelo de mi barrio...¡¡El dragón en una tapa del ayuntamiento!! (de esas de regulación de los semáforos) Debe ser de antes de 1.967, entonces...En el último no logramos ver la fecha, solo que es del 1.99...?Entendemos que es una representación del actual escudo.
Esta maravillosa curiosidad la encuentro unas semanas más tarde en wikipedia.
Así que edito:
Nos encaminamos por uno de los laterales hasta nuestra Plaza Mayor, que tan solitaria está en estos tiempos mierdosos de pandemia.La Plaza Mayor era al principio una laguna, llamada de los Lujanes, después se secó y se instaló allí el mercado franco (estaba fuera de la muralla y por tanto, no se pagaban impuestos).Nos encontramos delante de la Casa de la Panadería, diseñada por Juan Gómez de Mora, que la terminó en 1.619.Cuando la plaza sufre un pavoroso incendio de 1.790, (el tercero que sufre la plaza) la Casa de Panadería no se quema y sirve de referencia a Juan de Villanueva para la reconstrucción del caserío de la plaza. También termina toda la arquería.La plaza ha sufrido distintas remodelaciones desde entonces, entre las que destaca la llevada a cabo por Joaquín María de la Vega en 1.880.En 1.988 el Ayuntamiento convoca un concurso público para la decoración de la fachada, puesto que las pinturas de 1.914 de Enrique Guijo están muy deterioradas. Gana el concurso Carlos Franco y los pinta en torno a 1.992.En estas pinturas se mezclan temas de la mitología clásica con la imaginería propiamente madrileña.Así tenemos las bodas entres Cibeles y Acuático (Neptuno) y representaciones de sus cuatro hijos (Panaderíco, Lagunilla, Tritoncillo y Monopez...¡¡me encanta!!)También están representados Baco, Cupido o Proserpina...unas cariátides...Y por otro lado están los gatos, un embozado, Goya y su musa, una tarasca... todo ligado a la historia más popular de Madrid.Dentro se pueden ver pinturas de Claudio Coello, pero en estos momentos el recinto no es visitable. (ojo, apuntar para un futuro)Era esta una zona de lo más comercial, estaba también la casa de la Carnicería, que está justo enfrente y que también ha sido Casa Consistorial (la tercera)En los bajos de la Casa de la Panadería estaba la tahona principal de la Villa, y es que estaban obligados a traer el pan fresco todos los días de los pueblos de los alrededores.Luego fue sede de la Real Academia de San Fernando y de la Real Academia de la Historia.A finales del XIX el Ayuntamiento se hace cargo de ella, pasando a ser la segunda Casa Consistorial de la Villa, después sede de la Biblioteca Municipal y del Archivo Municipal.En el primer piso estaba el cuarto Real, donde los reyes se alojaban, y es curioso que podamos ver aun hoy en día una especie de inscripción metálica que hace mención a Carlos II, parece ser que no hay muchas, (de ahí lo peculiar del tema).De las últimas cosas que se han instalado son las cuatro farolas en cuya base hay unos relieves en bronce, con imágenes alusivas a la historia de la plaza.Hay referencias a la inquisición, a los incendios de la plaza, a corridas de toros y hasta un pequeño homenaje a D. Enrique Tierno Galván, nuestro alcalde más popular del siglo XX.Con este rey comienza un período de paz y de ausencia de peleas con nuestros vecinos, que se denomina "pax hispanica" y que contrasta con el siguiente periodo histórico, lleno de batallas con Felipe IV y el Conde Duque de Olivares.Como sabemos, esto llevó poco a poco al endeudamiento del reino.
La estatua que preside la plaza es de Felipe III, de Pietro Tacca.Como curiosidad, comentar una anécdota muy conocida sobre la estatua y su caballo (que copio de internet www.miradormadrid.com)Con la proclamación de la primera República en 1873 la estatua fue trasladada a los almacenes municipales en previsión de posibles actos de vandalismo. Y se restituyó a su lugar con la subida al trono de Alfonso XII en 1875. Pero con el advenimiento de la segunda República sufrió un pequeño atentado. Alguien introdujo por la boca del caballo un pequeño artefacto explosivo que hizo reventar la panza del animal.
Entre los desperfectos se encontraron numerosos huesos de pájaros. Por eso se supo que muchos gorriones curiosos, durante más de 300 años, habían entrado en la escultura hueca y luego no fueron capaces de salir por lo que acabaron muriendo en su interior. Al restaurar la escultura se selló la boca del caballo.Felipe II es el primer rey de la dinastía de los Austria que nació en España, que es un dato curioso.Se dice que Carlos I y Felipe II son los Austrias mayores, con una capacidad intelectual y estratégica que llevaron al imperio a lo más alto, a ser una potencia mundial.Los Austrias menores, Felipe III y Felipe IV se dejaron aconsejar y llevar demasiado por sus validos, el Duque de Lerma y el Conde Duque de Olivares respectivamente, y todos sabemos cómo terminó la historia del último de los Austrias, Carlos II.Los validos tenían muchísimo poder, casi con las funciones de un primer ministro, pero sin serlo realmente. Y ambos sacaron un gran beneficio personal a pesar de sus derrotas finales.Francisco de Sandoval y Rojas, el Duque de Lerma se vio envuelto en un entramado de corrupción y Cuando le fue concedido el cardenalato corrió por Madrid una coplilla que decía: «Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado».Por otra parte, Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar, el C.D de Olivares, también terminó mal sus días, en parte por endeudar a la corona en conflictos y además por ganarse la enemistad de la iglesia y la nobleza que se sentían ultrajados por un noble de rango inferior (aun no era grande de España) Su prestigio fue minándose poco a poco y, finalmente apartado del poder.Salimos de la Plaza Mayor y nos vamos a nuestra siguiente parada: la Plaza de San Miguel.En esta plaza estaba la Puerta de Guadalajara. Otro lugar de entrada a la ciudad.Había una laguna en la zona y mucho desnivel, por lo tanto las casas se tuvieron que adaptar al talud que se construyó (por eso la zona del Arco de Cuchilleros está en cuesta).En estos momentos aquí estaban los edificios construidos a más altura de Madrid.ANÉCDOTA: Había una callecita por aquí, entre la Cava de San Miguel y la calle Mayor que se llamaba la Travesía de las Bringas, y es que había una tienda muy, muy cara de la que se decía: "si compras en Casa Bringas... o regateas, o la pringas" (Marisa, me súper-encanta)EDITO ABRIL 2021:Me estoy leyendo Fortunata y Jacinta por primera vez, y este tal Bringas aparece en la novela como un comerciante de la época.Me encanta poder relacionarlo con la realidad.Otra cosa para comentar es que aproximadamente donde está el mercado había una iglesia, San Miguel de los Octoes, que desapareció con uno de los terribles incendios de la plaza.El mercado actual de San Miguel, tan vanguardista él, tuvo su origen en un mercado al aire libre que se acabó techando a principios del XX, siguiendo las modas del acero y cristal que tan en boga estaban en ese momento.Os dejo dos imágenes de internet, puesto que es ya muy tarde para tomar fotografías decentes...Bajando por la calle Mayor, llegamos a una de las plazas más bonitas y mejor conservadas de la capital, la Plaza de la Villa, antes se llamaba Plaza del Salvador.Confluyen varias calles, la calle Mayor, la del Codo, la del Cordón y la de Madrid.Imagen de wikipediaHay tres edificios de gran valor histórico:El más antiguo, la casa y Torre de los Lujanes, en estilo neo mudéjar del siglo XV.Es uno de los conjuntos más antiguos de la ciudad.La torre, uno de los edificios más altos durante siglos, fue prisión durante un año de Francisco I de Francia, tras ser capturado en la batalla de Pavía de 1.525 (aunque esto es una especie de leyenda y no está contrastado históricamente)Imagen de Madrid SecretoLa Casa de Cisneros del Siglo XVI, de estilo plateresco.Construida por el cardenal Cisneros, obra de Luis Bellido y González y la colaboración de Enrique Guijo y Juan Ruiz de Luna con los azulejos.También sirvió de cárcel de un personaje famoso (Antonio Pérez, secretario de Felipe II) y nació aquí el Conde de Romanones en el 1.863.Imagen de WikipediaPor último, tenemos la Casa de la Villa, del Siglo XVII, de estilo barroco madrileño. Una de las sedes del ayuntamiento de Madrid.La construye Juan Gómez de Mora con un estilo herreriano. Barroco madrileño castizo.Con un gran zócalo de granito y muros de ladrillo, rematada por torres chapiteles apizarrados en las esquinas y sin apenas decoración en su origen, salvo la ornamentación con frontones triangulares de piedra en los balcones del piso principal.Las columnas que dan a la calle Mayor corresponden a una reforma de Juan de Villanueva.Aquí, en la fachada que da a la plaza, tenemos un escudo con el famoso dragón y la osa y madroño.(las imágenes son de internet, obviously)El pasadizo que une la Casa de la Villa con la Casa de Cisneros es de 1.914, obra de Luis Bellido.Me ha parecido siempre una parte espectacular de la plaza.Imagen de pueblos de EspañaLa estatua es de D. Álvaro de Baztán, Marqués de Santa Cruz, marino famoso que no perdió ninguna batalla, héroe de Lepanto.Seguimos por la calle Mayor y, haciendo esquina con la calle Bailén, tenemos el Palacio de los Consejos o del Duque de Uceda.Este duque era el hijo del Duque de Lerma y lo construyó en el siglo XVII Juan Gómez de Mora (otra vez) se consideró un palacio muy ostentoso, ya que el duque quería hacer gala de todo su poder. En la misma línea edifica al lado el Convento del Sacramento de monjas Bernardas.Parece ser que la fachada de este palacio es muy parecida a la del antiguo alcázar, destruido en un incendio.Así que, ¡a echarle imaginación para saber cómo pudo ser!Prácticamente enfrente del convento e iglesia, sale la calle del Factor, que se llama así porque en tiempos de Felipe II así se llamaba al encargado del equipaje del rey.Subiendo por ella, llegamos a un lugar privilegiado para ver el atardecer.
La Catedral de la Almudena tiene una de sus mejores vistas en este lugar, no me digáis que no:Cuando llegamos al final de la calle Factor, nos encontramos con otra de curioso nombre, la calle de Rebeque.En esta calle vivía un un embajador holandés, llamado "Rebec". Así esta zona también se la conoce como "los altos del rebeque".Y otra puerta, la de la Xagra, que significa campo, o sea que esta parte de la ciudad daba al campo... ya sabemos lo poco que se complican con los nombres a veces.Estamos enfrente del Palacio Real. Es realmente bonito, barroco europeo en estado puro.En este lugar estaba el primitivo alcázar musulmán, del que os dejo estas increíbles imágenes:El alcázar con la medinaReconstrucción: se ven las puertas (incluida la de la Sagra)Luego, pasando los siglos, se fueron haciendo distintas remodelaciones, hasta llegar a Carlos I, que es el que lo "adecenta" en serio por vez primera.posiblemente así estaba en el siglo XVIIEn la Nochebuena de 1.734, mientras los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio celebraban una cena en el palacio del Pardo, se produjo un tremendo incendio (de dice que por descuido de los sirvientes, que bebieron con más alegría de la debida y se prendieron unas chispas de una chimenea)Fue tan grave que tardaron en apagarlo mas de cuatro días y aparecieron objetos de plata totalmente fundidos.Fueron muchas las obras de arte que no se pudieron salvar, muchos por estar encastrados en las paredes, pero otras, fueron cortadas de sus marcos y arrojadas por las ventanas. El caso de las Meninas, por ejemplo, que se salvaron de este modo. (solo imaginármelo me pone los pelos de punta, en serio)Imagen de internetEl palacio actual es uno de los más grandes de la Europa occidental (es el doble que el de Versalles o Buckingham, por ejemplo) Es la residencia oficial de los reyes, aunque estos ya no vivan aquí.Alberga un extenso y valioso patrimonio histórico-artístico, como instrumentos musicales, pinturas, esculturas o tapices.Comienza las obras Pilippo Juvara, lo continúa su discípulo Juan Bautista Sachetti.También intervienen en algún momento Ventura Rodríguez (autor de la capilla real) o Francesco Sabatini (termina el palacio y se encarga de la decoración final)Los cimientos que han de hacerse son enormes, debido en parte a la orografía escarpada de la zona, tan cercana al Campo del Moro, que está bastante más abajo, y con mucho desnivel.La construcción del palacio hace que mucha gente venga a trabajar a la ciudad, no solo obreros, sino también artistas de todo tipo. Esto va a ser un gran impulso económico que vino francamente bien.Imagen, por supuesto, de internetEs realmente impresionante, con un gran basamento, unas pilastras y columnas gigantes de estilo jónico.Se utiliza muy poca madera, para evitar de nuevo un incendio, y es casi todo realizado en piedra.El remate lo constituye una balaustrada, también de piedra, donde estaba previsto que se alojara una fila de estatuas con personajes famosos (como Atahualpa o Moctezuma) y reyes (godos, reyes de castilla...)Algunas de estas estatuas se conservan en el propio palacio: en la fachada este o sur, (unas doce) y cuatro más en el patio del príncipe.La gran mayoría están dispersas por toda la ciudad y alrededores.Hay veinte en la misma plaza de Oriente, otras ocho en los jardines de Sabatini, catorce en el Paseo de las Estatuas del Retiro. Seis en el Salón de Reinos (Museo del Ejército)Son muy bastas y parecen realizadas con poco detalle, pero claro, estaban diseñadas para verse desde lejos, iban a estar a una altura tremenda, fuera del alcance de las personas.imagen de internetHay varias historias sobre la reina Isabel de Farnesio, que era muy paranoica y supersticiosa, y que tuvo un sueño premonitorio en el que se caían las estatuas, causando grandes daños y aplastándola.Por ello y por el inmenso peso que amenazaba con derribar la estructura del edificio, finalmente no se colocaron en dicha balaustrada.Este nuevo palacio es ocupado desde Carlos III a Alfonso XIII, aunque realmente el último gobernante en habitarlo es Manuel Azaña, presidente de la Segunda República.En la plaza de Oriente tenemos una estatua de Felipe IV que estuvo en varios emplazamientos anteriores, como en el patio del Palacio de Vargas en la Casa de Campo o en el Sitio del Buen Retiro.Les supuso un gran problema que quedase bien, ya que el monarca quería que la posición del caballo fuera en "corveta", es decir con ambas patas levantadas en el aire. Debido al peso mal distribuido, al autor, Pietro Tacca se le derrumbó varias veces.imágenes de internetTuvieron que contar con el ingenio del gran Galileo Galilei que superó el reto colocando un ingenioso sistema de vigas y contrapesos, además de rellenar con más metal la parte trasera del caballo y dejando la delantera más liviana. (es por ello que el caballo parece tener unos cuartos traseros enooormes)La estatua termina en este lugar gracias a Isabel II, que además, hace instalar aquí el pie de fuente que vemos en la actualidad. Representan las figuras a los ríos Jarama y Manzanares, con ciertos aires de grandeza, hay de apuntar.
imagen de wikipediaLa Plaza de Oriente se abre desde las casas del tesoro hasta el Monasterio de la Encarnación y parece ser que se había construido una galería para que los Reyes pudieran ir desde el palacio bajo techado... esta quedó totalmente destruida con el incendio.La plaza acaba con su aspecto definitivo en el reinado de Fernando VII, con una plaza circular que manda construir a Pascual Colomer en 1.844.Son unos jardines históricos, ya que forman parte de la Huerta de la Priora, después llamado "Jardín del Rey", que pertenecen al Monasterio de Santo Domingo de la Encarnación. Es una pena, pero hoy en día todo esto ha desaparecido.
Imagen de la Biblioteca NacionalLlegamos rodeando la plaza hasta el Real Monasterio de la Encarnación.Es un monasterio de monjas agustinas recoletas, del que formaron parte muchas mujeres nobles.Fue fundado por la reina Margarita de Austria, la esposa de Felipe III, por lo que a estas monjas a veces se las llamaba "las margaritas".La corte estaba en Valladolid y allí también había un convento de esta orden religiosa, como la reina era muy devota y había pasado allí más de seis años, decide fundar aquí un monasterio de características similares.
Debido a la relación que siempre tuvo con la nobleza este centro religioso es muy importante y recibe muchas donaciones de arte (y de dinero) siendo así, junto con las Descalzas Reales, uno de los más importantes de Madrid.Se convierte en un modelo para la época, con una arquitectura castellana con el típico aparejo toledano, del que casi no vemos el original, por estar muy restaurado. De inspiración herreriana, es obra del arquitecto Alberto de la Madre de Dios.
Se construyó sobre las casas de los Marqueses de Pozas y se construye también el pasadizo que hemos nombrado antes, puesto que a la reina le gustaba mucho ir al monasterio.Como curiosidad comentar que existe una ampolla con sangre humana, supuestamente de San Pantaleón, que cada 27 de julio se licúa. Es todo un acontecimiento milagroso-religioso, que tiene mucha fama entre la comunidad católica de Madrid.Carlos III quita un poco el carácter religioso que tenía la capital, construyendo ya otro tipo de edificios, como palacios para los funcionarios, que eran muy abundantes en la corte.Cerca de aquí estaba el arrabal de Santo Domingo, y además también la puerta de Valnadú, lugar donde vivían muchos judíos (en Madrid no hubo una judería propiamente dicha, pero se cree que vivían muchísimos por esta zona)
Nos vamos por la calle de la Encarnación hasta la Plaza de la Marina Española.En esta plaza tan chula hay un par de sitios dignos de mención: El Palacio de Godoy y el Palacio del Senado.Presidiendo la plaza una maravillosa estatua de Antonio Cánovas del Castillo. Es del año 1.901 de José Grases Riera, autor entre otras cosas del precioso Palacio del Longoria o el monumento de Alfonso XII del Retiro.
Foto de internet
Cánovas del castillo fue gran orador, que ha servido de ejemplo para políticos de todo tiempo y lugar.Siguiendo a la derecha, por la calle Torija, nos encontramos con un edificio muy curioso.Se trata nada más y nada menos que del Antiguo Tribunal Supremo de la Inquisición.De la web Rutas con Historia (https://www.rutasconhistoria.es/loc/el-antiguo-consejo-supremo-de-la-inquisicion)
Estuvo emplazado en la Calle Torija, nº14, con fachadas a las calles de Fomento, Torija y del Reloj. El edificio fue construido por el arquitecto Ventura Rodríguez en 1782 como sede del Consejo Supremo de la Inquisición, y completado por Mateo Guill en 1796. Se trataba del típico caserón del siglo XVIII sobre cuya entrada se podía leer el terrible lema inquisitorial «Exurge Domine et judica causam tuam» -Levántate Dios y juzga tu causa-.
Muy cerca, en la vieja calle de la Inquisición (hoy calle de Isabel la Católica), estaba el Tribunal de Corte y las cárceles de la Inquisición. En sus proximidades convivían palacios nobiliarios con casas sencillas donde vivían muchos vecinos vinculados de una manera u otra con estos dos centros inquisitoriales, Consejo de la Suprema y Tribunal de Corte.
Como el edificio sede del Consejo inquisitorial debía encontrarse en bastante mal estado, se decidió el traslado de la residencia del Inquisidor y sus siniestras oficinas a unos inmuebles próximos de la calle de la Puebla (luego de Fomento), propiedad del Conde de Oropesa. Mientras, el gobierno sopesa la necesidad de construir un nuevo edificio sobre el solar propiedad de la Inquisición, que sustituyese al anterior.
El proyecto de la nueva sede del Consejo Supremo de la Inquisición se encarga a Ventura Rodríguez Tizón (1717-1785), que además de Arquitecto Mayor del Ayuntamiento de Madrid, lo era también de la Inquisición. El proyecto de Ventura Rodríguez no llegó a culminarse, probablemente debido a su elevado coste y por la urgencia de los inquisidores en ocupar cuanto antes el nuevo emplazamiento. Fue su discípulo Mateo Guill, nuevo Maestro Mayor de obras de la Inquisición tras el fallecimiento de Rodríguez, quien retomó el proyecto inicial aunque reduciéndolo a la fachada de la calle Torija, y manteniendo la vieja fábrica del siglo XVII en el resto del inmueble. La obra fue finalizada en 1788. Posteriormente, entre los años 1793 y 1794 se efectuaron en el interior del edificio una serie de reformas de menor calado a fin de adaptarlo a su doble uso residencial y administrativo, dirigidas por los arquitectos Manuel Martín Rodríguez, sobrino de Ventura Rodríguez, y José de la Ballina.
El Consejo Supremo del Santo Oficio tuvo su sede en este edificio entre 1780 hasta su desaparición en 1820.La Inquisición fue suprimida en 1808 por José Bonaparte, y en 1813 por las cortes de Cádiz. En 1814 fue restablecida por el nefasto Fernando VII, pero el arruinado y desacreditado tribunal sólo prolongó una existencia fantasmal hasta su definitiva desaparición, decretada por el régimen liberal en 1820.
Y tan desacreditado estaba, que cuando se restauró el régimen absolutista en 1823, el Gobierno servil ni siquiera se tomó la molestia de restablecerlo. Abolida dicha institución, el inmueble se convirtió la sede del Ministerio de Fomento, cuyas dependencias albergó hasta que en 1849 pasaron al antiguo convento de la Trinidad en la calle Atocha y que había sido desamortizado en 1836.
Posteriormente pasó a albergar un hotel inglés y una imprenta hasta que en 1897 se convirtió en el convento de las Madres Reparadoras, institución que continúa albergando actualmente.
Mejor no pensarlo mucho... se ponen los pelos como escarpias...
Llegamos al final de esta extensa e interesantísima clase a la Plaza de Santo Domingo (de Guzmán).
Aquí se encontraba el monasterio de Santo Domingo el Real, fundado por el propio santo a comienzos del siglo XIII. Generó un pequeño arrabal que luego quedó absorbido por las sucesivas cercas de la muralla de Madrid. Era un convento femenino y tenía vínculos con los Austrias desde Enrique II de Castilla.
Fue demolido durante la desamortización en el 1.869.
Estas monjas dominicas son las encargadas de las exequias de los reyes, así como de sus bautizos (aquí está la pila de piedra y plata donde se han bautizado los reyes desde Felipe IV. (menos Juan Carlos I, que nació en Roma).
Pertenecía esta pila a la iglesia parroquial de la villa de Caleruega, donde fue bautizado Santo Domingo. Al ser declarado santo en 1.234, por el papa Gregorio IX, comenzó a venerarse como reliquia. Parece ser que, a día de hoy dicha villa reclama que le sea devuelta (no con mucho éxito)
Esta pila bautismal se iba moviendo, según las necesidades, se llevaba al palacio correspondiente, devolviéndola después. Actualmente está en la iglesia de Santo Domingo el Real, en la calle de Claudio Coello.
Y hasta aquí nuestro viaje en el tiempo de hoy.
Hemos visto muchas cosas increíbles de nuestro Madrid, y hemos disfrutado como locas, como siempre.












































































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