sábado, 30 de enero de 2021

PIZZA COLIFLOR - RECETA PARA ENGAÑAR A LOS QUE NO LES GUSTA LA VERDURA

Hoy toca receta.
Entre tanta excursión a Madrid se cuela esta rica forma de cocinar una coliflor.

La tenía ya recogida en Instagram, pero para mi, el blog es como mi agenda. Aquí busco muchas cosas que necesito, así que, ya puestos...

Esta es una maravillosa receta encubierta de una verdura. La idea, gracias a Cristina, una compañera del trabajo.
Se ralla o pasa por Thermomix una coliflor. Se mezcla con dos huevos grandes, sal y pimienta, orégano, 100 gr. de mozarela rallada y 100 de parmesano. 
Se integra todo muy bien en el bol grande y se coloca aplastado en una bandeja de horno, poniéndolo sobre papel de hornear. 
Poner a 170 °C 25 minutos. 
Sacarlo y echar por encima otros 100 gr. de mozzarela y hornear de nuevo otros 10 minutos a 170°C. 

Parece pizza, lo juro!!!



viernes, 29 de enero de 2021

TALLER CONOCER MADRID 3 - MUSEO DEL ROMANTICÍSMO - 27 ENERO 2021

Nos encontramos frente a uno de los museos más exquisitos de Madrid. Tiene muchas obras de arte y objetos delicados, centrado en una época que me fascina: el siglo XIX.
El edificio se construyó hacia el año 1776 y era propiedad de  del marqués de Matallana.

imagen de Bekia viajes

En este siglo, los nobles empiezan a vivir en los nuevos barrios del ensanche, y comienzan a abandonar el centro de la ciudad. Así, encontramos muchos palacetes en la zona de la Castellana (alguno hemos visitado) y en otros barrios del ensanche.
Como dato curioso, comentar que en el año 1921 está aquí la Comisaría Regia de Turismo, organismo público dedicado a la promoción del turismo y la protección del patrimonio cultural de nuestro país.
Este organismo ya funcionaba desde 1911, pero es en 1921 cuando se traslada aquí, a la calle San Mateo.
Esta promoción y protección del turismo es debido en parte al buen hacer de un personaje: Benigno de la Vega-Inclán, el marqués de Vega-Inclán.
Logró que el rey  Alfonso XIII tomase partido en el asunto, consciente de que las oportunidades que ofrecía el turismo aumentarían la riqueza y el prestigio internacional del país.
Así, creo la red de paradores nacional y fomentó la protección financiera del patronato, actuando en lugares emblemáticos.
Se preparan rutas culturales para impulsar el turismo y funda el museo.

En 1924 el palacete cambia de uso y se transforma en el museo que hoy conocemos. Hoy en día posee gran cantidad de artes decorativas, dibujos, pinturas y fotografías. 

 
el zaguán en 1924 - wikipedia                           el comedor en 1924 - wikipedia


Empezó con muy pocas piezas, y poco a poco se fue ampliando. Esto, debido en parte a su propio estatus, tenía bastantes objetos y obras de arte y algunas las cedió a dicho museo.

Marqués de la Vega-Inclán - imagen de wikipedia

El objetivo es recrear una residencia de la época isabelina y nos cuenta la historia a a través de sus paredes y de sus objetos.
Las salas están organizadas por temáticas, podemos ver una sala de fumadores, otra de mujeres, una infantil, una de juegos, un salón de baile, el comedor, varios dormitorios... De este modo se recogen obras de arte, piezas mobiliarias y objetos relacionados con cada estancia.

Lo único "malo" es que tiene tantos detalles que deberíamos volver una y mil veces para poder fijarnos bien y disfrutarlo cómo se debe.

La primera sala que encontramos es el vestíbulo. Está dedicada por completo a la reina Isabel II.
Hay varios retratos de Isabel-niña, pero representada como una adulta en miniatura.
Por ejemplo en este que sigue, tiene rasgos de niña, pero parece estar dentro de un cuerpo de adulta (el busto)
Debajo, en una figurita, se la ve representada con su madre (María Cristina de Borbón dos Sicilias) en una escultura que recuerda por la posición a la Virgen María con el Niño.


En este otro, obra de Carlos Luis de Ribera, parece toda una reina en miniatura.
Esta obsesión por representarla como una adulta, era para reforzar su legitimidad en el trono. No olvidemos que pudo gobernar porque su padre abolió la ley Sálica, que prohibía reinar a las mujeres.
Y que su tío, el Infante Carlos María Isidro, apoyado por los llamados carlistas se intentó hacer con el trono, sin éxito. Eso si, con las guerras carlistas por medio.



También se la representa como una mujer culta, capaz de gobernar el país. En el cuadro siguiente, estudiando unos mapas y con un globo terráqueo al fondo.


Queda representada de todas maneras imaginables, en todo tipo de formatos y objetos.

  

En la sala 2, que es la continuación del recibidor o antesala, hay un cuadro ciertamente interesante de Charles Porion: Isabel II pasando revista a las tropas con su marido Francisco de Asís.
Detrás, podemos ver a personajes y militares tan importantes como O'Doneel, Esparteros y Narváez.

foto de Isabel Tolosana

Debajo, una figurilla satírica, que representa a España como una mula que no soporta el peso de la monarquía... (lleva encima a la familia real)



Sala 3 antesalón.
Podemos rememorar aquí el gran cambio social de la época tras revolución francesa, no existen como tales las clases privilegiadas,  se puede pasar de un estatus a otro por mejorar la situación financiera o un buen enlace matrimonial.

Desde el punto de vista artístico estamos ante el máximo apogeo del movimiento romántico, y después vendrán el realismo y el naturalismo, como en un ciclo. En la historia y el arte, casi siempre es así.

En estos momentos también tienen lugar muchas de las revoluciones liberales, y no puede faltar la referencia a un personaje lleno de luces y sombras, Manuel Godoy.
Ha sido siempre vilipendiado por la historia, pero hay estudios más recientes que están intentando su rehabilitación (he de decir que el hombre nunca ha sido "santo de mi devoción")
Hay un magnífico retrato de Antonio Carnicero, representado como príncipe de la paz.



Los muebles son de estilo Fernandino en los que se puede ver la clara inspiración clásica (y apreciar lo incómodos que debían ser).


foto de Isabel Tolosana

Carlos IV y su hijo Fernando VII dejan pasar a las tropas Napoleón, por miedo o debilidad, y el caso es que el monarca abdica en Bayona y se nombra rey a José Bonaparte.
Pero los españoles no quieren tener a un monarca extranjero y se producen multitud de rebeliones que culminan en la guerra de la Independencia.
En este cuadro, vemos un buen ejemplo de esta convulsa época:
La muerte de Daoiz por Leonardo Alenza (escuela de Goya)

foto de Isabel Tolosana

Con el fin de la guerra, vuelve Fernando VII, "el deseado" y lo que hace es... restaurar el absolutismo. (durante la llamada "década ominosa" 1823-1833)
En 1820 Riego le obliga a jurar la constitución de 1812, y comienza el trienio liberal.
En la sala, podemos ver objetos relacionados con la famosa "Pepa", la constitución de Cádiz.
Un abanico que la representa y una cajita donde se guarda el texto comprimido.

  


Muere Fernando y le sucede Isabel II, pero en 1868 se produce lo que se llama la "revolución gloriosa", cuya consecuencia más importante es el exilio de Isabel y el comienzo del llamado "sexenio democrático" (1868-1874) 
España intenta establecer un régimen político democrático, primero con una monarquía parlamentaria (con Amadeo de Saboya) y luego en forma de república, pero ambas fórmulas fracasan.
Finalmente, con Alfonso XII "el pacificador" se consigue restaurar la monarquía.

En esta sala podemos observar los maravillosos techos, que son lienzos al temple procedentes del Casino de la Reina (ese palacete que está en el parque de Embajadores del mismo nombre y del que Marisa ya nos ha contado muchas cosas)


  




Pasamos ahora al salón de baile, que es de estilo isabelino. Los sillones y los muebles son mucho más cómodos y bonitos.


Aquí la familia se luce ante el público. Y del éxito de la velada dependían muchas cosas. Se gestaban relaciones sociales y comerciales y se conseguía marido para las hijas, así que estos bailes eran algo más que un mero acontecimiento lúdico.
Las mujeres tenían un carné de baile donde iban apuntando con quienes bailaban. Esto ahora nos puede parecer un tanto superficial, pero lo cierto es que se lo tomaban muy en serio y había que respetar un montón de normas de etiqueta.
ANÉCDOTA: cuando una chica no conseguía bailar en toda la noche se decía que "estaba haciendo la tapicería" me parto.

A los pies de la chimenea, se han colocado dos jarrones chinos de la dinastía Qing (siglos XVII- XVIII) y son de una gran calidad.
Poseer una pieza de cerámica china daba prestigio. No se conocía el secreto de la pasta que se utilizaba, y no será hasta bien entrado el XIX cuando se puedan fabricar piezas en occidente de una calidad similar. (y eso que se emplearon a fondo en buscar la fórmula, el XVIII es el siglo de las reales fábricas, entre ellas, las de cerámica)



El Duque de Rivas



Hay un cuadro de Agustín Esteve, que es uno de los discípulos de Goya que nos muestra la moda de principios del XIX, de estilo Imperio, en la que no había corsés y la ropa era mucho más fácil y cómoda de llevar.

foto de Isabel Tolosana

Sin embargo, la moda del XIX se va complicando y hace que los vestidos tengan cada vez más volumen y se usan artilugios complejos para mantener unas faldas inmensas. Se usaban unas estructuras llamadas criolinas o miriñaques, que cada vez son más aparatosas. 
Podemos ver un ejemplo en este cuadro de Isabel II de Federico Madrazo.


Por cierto, nos cuenta Marisa que la familia de los Madrazo estaba llena de genios, su padre, José, un gran pintor neoclásico, con dos hermanos, Pedro y Luis, también pintores, sus hijos, Raimundo y Ricardo, son también grandes artistas y su hija Cecilia se casó con Mariano Fortuny... que a su vez tuvieron un hijo pintor... vamos, una familia muy "pintona"...jajajaja

Siguiendo con el tema de la moda femenina, hacia el final de siglo, se acaba recogiendo toda esta tela en la espalda y nace la moda del polisón, haciendo que las damas mostrasen una figura en forma de "S" con el busto muy marcado y el trasero abultado.

Alejandro Aguado (cuadro de Francisco Lacoma)  y Josefa Solís (cuadro de Antonio M. Esquivel)

En estos momentos hay un cambio importante en la forma de ver a las familias. La mujer es guardiana y protectora moral, y como tal se la representa muchas veces siendo el centro de la composición, protegiendo con su postura a los hijos. Se exalta la relación de afecto en las familias, cosa que antes no ocurría.
Un ejemplo, esta familia de José Aparicio Inglada:



Por otro lado, la sala nos habla del ascenso de una nueva clase social. Los nuevos ricos emulan la vida de los aristócratas con viviendas y objetos de lujo. Cualquiera puede ir "hecho un pincel" con la ropa adecuada.

La casa está en una disposición que se conoce como enfilada, en una sucesión de habitaciones, que se conectan entre si. 
La siguiente sala, contigua a la del baile, era un espacio más íntimo, donde poder descansar o charlar más privadamente con algún invitado. 
Hay dos muebles que nos llaman la atención. Un piano "de jirafa" y un confidente:



foto de Isabel Tolosana

Al disponer las cuerdas del piano en vertical se ganaba muchísimo espacio en la sala. Parece ser que es un instrumento muy poco común y éste, es de los pocos que se pueden ver en España.

En la sala hay también un magnífico retrato del General Prim de Antonio María Esquivel.
Juan Prim fue un personaje destacado durante la Revolución de 1868, y además participó en las guerras carlistas y en la de Independencia. También ayudó a Amadeo de Saboya a subir al trono.
Sufrió un atentado en la calle del Turco (ahora calle del Marqués de Cubas) y muere  por una septicemia a los pocos días. Se cuenta que llevaba una pelliza de piel de oso y que se colaron los pelillos sucios en el torrente sanguíneo, provocando la infección.
Había caído en esos días una gran filomena... quiero decir, una gran nevada. Todo estaba blanco.
Por fin entiendo un comentario que vi días atrás en el instagram de "Explora lo desconocido" 
Literalmente ponían en un pie de foto: "¡No caía una así desde el atentado de Prim!"


Cuadro que representa un desfile militar delante del Congreso de los Diputados

Escultura retrato de Juan Álvarez de Mendizábal (el de la desamortización famosa)

Pasamos a una sala mucho más privada, con cuadros costumbristas que retratan la vuelta al campo y a los orígenes. El mobiliario es mucho más sencillo, las sillas de enea, la madera menos noble.


Hay en la sala cuadros costumbristas con dos líneas definidas:

Los de la escuela andaluza - sevillana, en la que se idealiza a los tipos rurales y los oficios del campo. 
Y otra más crítica, en la que se muestra mucho más la realidad social del momento.

Hay un cuadro magnífico de Eugenio Lucas Velázquez de la plaza toros estable, la que estaba cerca de la actual Puerta de Alcalá. 
Había otra en la plaza de Felipe II, pero se trasladan a las afueras de la ciudad, por las molestias que causaban los olores intensos de los animales.
Así se construye la actual que tenemos, en los terrenos de las Ventas del Espíritu Santo.


El cuadro muestra un ambiente festivo, en el que dos faenas tienen lugar a la vez, al estar dividida en dos la plaza.
Pero si nos acercamos un poco, vemos la realidad de estas fiestas, morían los toros y prácticamente la mayoría de los caballos, ya que no llevaban protección alguna frente a las cornamentas.

Mi abuelo Maximino, gran amante de las corridas de toros, me contaba esto cuando era pequeña y me impresionaba siempre pensar en los pobres caballitos. Ahora que veo el cuadro de cerca y soy adulta, me sigue impresionando mucho.


Pasamos a un cuadro muy anecdótico. Representa a una nodriza pasiega.
Si, parece ser que eran las "amas de cría" del Valle del Pas las más cotizadas, y de las que se decía que tenían la mejor leche. Toda los nobles y gentes de la realeza ansiaban tener una, y para ello iban a una plazuela cercana a la Plaza de Santa Cruz y allí las contrataban. Qué curioso todo, ¿verdad?


En una vitrina hay expuestas una serie de figuritas que representan diversos oficios rurales. Los turistas de la época se las llevaban como souvenirs. Un ejemplo, el cenachero, personaje que transporta en dos balanzas el pescado para vender en Málaga (nos lo cuenta Marisa con mucha ilusión)


   

Los turistas esperaban en sierras, como las de Ronda a ser atracados, una experiencia intensa que formaba parte del propio viaje. Incluso llevaban unas monedas por si les atracaban, para poder entregarlas como pago. Se veía como una atracción y casi ansiaban qué pasara.
Esto es en parte por el misterio que rodea a los bandoleros, personajes convertidos en mitos, que se consideraban una especie de Robin Hood, aunque la realidad es que eran unos ladrones.

En estos momentos es muy importante la danza clásica española, incluso se funda la escuela oficial.
En esta danza se ejecutan complicados saltos y diversos trenzados de pies, además de usarse las castañuelas...
Es un baile que tiene gran éxito y que durante el siglo XIX se representa por multitud de teatros europeos.
Es el germen de la actual danza española, y todos conocemos ejemplos de bailarines famosos, como el gran Antonio Gades (entre otros)


En una salita anexa, tenemos representada esa otra corriente costumbrista con una temática mucho más centrada en la crítica social. 
Un claro exponente es Leonardo Alenza, discípulo de Goya.
De hecho, algunos de los cuadritos recuerdan bastante a las pinturas negras.



La siguiente habitación está dedicada al paisaje. A pinturas sobre paisajes. De como se convierte en protagonista y refleja las emociones del pintor.
La sillería y el sofá son exquisitos, de madera de palo santo y seda azul.


Dos temas recurrentes son los naufragios y la arquitectura, en estado de ruina o no.
Uno de los paisajistas más conocidos de este periodo es Genaro Pérez Villaamil.



Pasamos por un pasillo que en estos momentos no se puede visitar (gracias covid de las narices), pero al vuelo le hago una foto, porque es encantador. Son los dedicados al aseo personal. 
Artículos de tocador.



Una buena casa que se precie, ha de tener su propio espacio de oración y recogimiento. Así que nos encontramos también con un oratorio.
Es una habitación muy bonita, llena de obras de arte.
En el suelo, una rosa de los vientos de mármol, bajo el reclinatorio.


Presidiendo el espacio un cuadro de Goya, San Gregorio Magno, que era propiedad del marqués de Vega Inclán, y que donó al museo.

imagen de wikipedia

En uno de los laterales hay un cuadro de Carrero de Miranda de Mariana de Austria, madre de Carlos II, vestida de monja.

Enfrente, otro de Antonio María Esquivel de las santas Rufina y Justa, alfareras sevillanas del siglo III. Ellas se negaron a pagar para celebrar las fiestas de Venus y además destruyeron una figura de esta diosa, provocando el enfado general de los devotos. 
Ambas fueron encarceladas y martirizadas. Muere Santa justa y  su cuerpo lo tiraron a un pozo y a Santa Rufina la llevaron al anfiteatro para ser devorada por un león, aunque se dice que el león se acercó y se comportó como un animal de compañía. El prefecto no aguanto más y la mando degollar y quemar su cuerpo.
Son las patronas de los gremios de alfareros y cacharreros.
El cuadro muestra el dolor de las hermanas. 
Mi fotografía es muy mala, puesto que está tomada en escorzo horrible, así que pongo una de Google arts and culture:
  


En estos momentos se da especial importancia a la exaltación, la rebeldía e individualismo, la patria, las emociones...Todo lo que signifique romper con el siglo de las luces y de la razón. Una reacción contra la Ilustración y el Neoclasicismo.
Así, no solo el amor romántico es importante (que también) hay otros  muchos temas importantes que se llevan al extremo. La muerte, los mitos, los fantasmas.

Son otros parámetros los que marcarán toda la etapa. La valoración de lo diferente frente a lo común, el "yo" frente a la universalidad, la creatividad frente a la imitación de la antigüedad. Y la obra imperfecta e inacabada frente a la concluida y cerrada.

Seguimos perdiéndonos en los rincones del precioso museo y en una de las estancias vemos un elemento decorativo muy curioso. Las litofanias. Sobre una lámina semitransparente, se forman los volúmenes jugando con el grosor de la misma.
Para verlas y disfrutarlas correctamente, se les iluminaba por detrás, con una vela.

 


Imagen de Isabel Tolosana

Llegamos a la habitación infantil, el cuarto de los juegos.
Me encanta de verdad. En tonos más alegres que el resto de la casa, la estancia está llena de juguetes y cuadros de niños.
¡Hay hasta una calesa de madera!


Los niños están retratados bajo una mirada distinta. Son niños vestidos elegantemente, y muy guapos.
Tenemos un ejemplo en este de Antonio María Esquivel.
No parece que estén vestidos para jugar, verdad?

imagen de scielo españa

Los niños empiezan a ser vestidos siguiendo la moda de los adultos, parecen hombrecillos y mujeres en miniatura. Además, vemos retratos de niños disfrazados, vestidos a la moda del XVII o de gitanillas, y oficios.
También hay un retrato, del que no hago foto, de un niño vestido de la escuela de guardiamarinas, academia militar de la armada española. Parece ser que era todo un honor para la familia que un joven se preparase allí, y se mostraba con orgullo, posando en un cuadro, por ejemplo.

Los retratos comienzan a tener más fuerza. Los niños son tomados en cuenta, no como antes, que se quedaban en un segundo plano, al cuidado de nodrizas y ayas. 

Madrazo pinta este espectacular retrato de una niña, que parece estar muy enfadada...


La mortalidad infantil era por otro lado, una triste realidad. Los niños morían muy a menudo en el parto o postparto y eran muchos los que no llegaban a la edad adulta.
Se desarrolla así un arte fúnebre en torno a estos niños muertos.
Hay hasta retratos "postmortem", en los que se ve a los niños con ojeras y apagados, muy desmejorados.
Este es un ejemplo de un bebé fallecido, cuyos padres encargan una escultura un poco macabra para recordarle.


En el cuarto de juegos hay todo tipo de miniaturas, muñecas, autómatas, libritos y ... casas de muñecas, con lo que me gustannnnn







imagen de Isabel Tolosana




Pasamos a una sala eminentemente femenina, una especie de "boudoir" o tocador donde poder esconderse y recogerse (en francés significa eso, precisamente)
Hay muebles delicados y llenos de pequeños detalles. (este de hacia 1875)


Y un mueble, del que me enamoro. Es un mueble inglés de inspiración oriental, en madera y papel maché, con incrustaciones de nácar. (1850)



Hay expuestos diversos tarjeteros y carnets de baile, objetos ligados a este ritual, muy delicados y femeninos. Y unas joyas maravillosas, peinetas, tiaras, guardapelos... incluso algunas hechas con pelo humano (aggh, muy romántico todo pero un poco asquerosito)


 

En concreto, estos collares son los que están hechos con pelo... uff
Aunque son primorosos, dan un poco de "crinje" (como se dice ahora)


Vemos un precioso cuadro en el que podemos apreciar como la moda en la infancia está muy marcada por la principal "influencer" del momento: la reina Victoria de Inglaterra. A todos los niños se les vestía de marineritos...
Son los sobrinos del propio pintor, Luis Ferrant.


De pasada, vemos una estancia que no se puede visitar, el dormitorio femenino.
Lo preside una gran cama con dosel y una cuna monísima.
El tocador con las cosas de aseo al fondo y varios cuadros con madres y bebés.
También hay uno que llama la atención. Un cuadro de boda.
Es algo muy curioso, puesto que nos cuenta Marisa que en esta época comienzan a celebrarse por fin, muchas bodas por amor. Esto que nos parece fundamental hoy en día, no lo era tanto hace unos siglos, cuando la mayoría de los matrimonios eran de conveniencia.
Y otro detalle. La novia se empieza a vestir de blanco. Otro logro de la "influencer" Victoria.



El siguiente es el gabinete dedicado a Mariano José de Larra. Uno de los literatos, junto con Bécquer o Espronceda más conocido de esta época.
Preside un cuadro de José Gutiérrez de la Vega.


A los 28 años se suicida por amor causando un gran impacto en la sociedad decimonónica.
Tenía una relación con Dolores Armijo con la que mantenía un romance a pesar de estar casado. Cuando ella finalmente le rechaza, se pega un tiro frente al espejo.

La temática en los cuadros siguientes es el suicidio, tratado de un modo un tanto satírico. Ambos son de Leonardo Alenza.
En el cuadro del señor que se va a tirar desde la roca, podemos ver un compendio de formas de suicidio: con veneno, con un puñal, ahorcado... en fin, una alegría para el cuerpo (este cuadro siempre me dio mucho miedo... en parte por la cara de desesperación del personaje)
En el otro cuadro otro personaje está dispuesto a suicidarse por amor, pero vemos que el objeto de su deseo es una mujer horrorosa. Es como si el artista nos dijera que no merece la pena.


 

Este es un tétrico cuadro de Bécquer muerto de Vicente Palmaroli (brrrr escalofríos)
En estos momentos hay que recordar lo importante que es el culto a la muerte...


Vemos un par de pistolas pequeñas que se llaman "cachorrillos" concebidas para la defensa personal. Los caballeros las llevaban encima muy disimuladamente, puesto que eran realmente menudas.
Para la celebración de los duelos (muy corrientes desgraciadamente en este siglo) se usaban armas más aparatosas y con más empaque.




Sala del teatro. Me encanta.
La sala está decorada en un precioso tono verde muy alegre y está lleno de retratos de actores y actrices del momento.
También, por supuesto, cuadros de muchos autores teatrales.

En este momento hay dos corrientes, la de José de Zorrilla (el autor de la famosa obra D. Juan Tenorio) y la de Ventura de la Vega algo más contrario al romanticismo.

sala del teatro - imagen de moove magazine



Jose de Espronceda - cuadro de Antonio María Esquivel - foto Isabel Tolosana


Ventura de la Vega leyendo una obra en el teatro del Príncipe - obra de Antonio María Esquivel


En esta otra fotografía, vemos a diversos actores, entre otros, el famoso galán Julián Romea (Guauu, es guapo de verdad)
Y debajo, un piano que perteneció a Juan Ramón Jiménez.




Julián Romea (el galán) cuadro de Federico Madrazo

Mefistófeles de Joaquín Espalter - foto de Isabel Tolosana

Cercana, la sala de fumar. El mobiliario oriental procede del Palacio de la chata Isabel de Borbón de Argüelles. 

Son paisajes imaginados, idealizados. La imaginación y la creatividad son muy importante para los pintores, eso es algo nuevo.


 

En una vitrina, toda una exposición de objetos para el fumador.
No había cigarrillos, solo se fumaba en pipa o puros habanos.
Lástima que la foto se vea tan mal, hay un expositor para pipas y unas cajas preciosas para guardar los útiles del tabaco.



La sala siguiente es la de los pintores. En un lugar destacado, un autorretrato de Esquivel con sus hijos.
En el museo hay bastantes cuadros de este autor, especializado en retratos.


Ya hay menos diferencias entre las clases sociales. En parte gracias a la moda y a los  trajes, cualquiera podía hacerse con una vestimenta cara si tenía dinero para ello, y tener el mismo aspecto que los aristócratas.




 


Habitación masculina. Sobrio dormitorio estilo Carlos IV.
La estancia tiene un espejo de cuerpo entero, con dos velas a los lados para poder comprobar el impecable aspecto antes de salir (no hay que olvidar que en este periodo no existe la luz eléctrica)
Se ve un brasero y un calientacamas. Además de un elegante cubo que, aunque no lo parezca es un orinal disimulado.
Sobre la cama, la levita y el bastón, como su el dueño de la casa fuera a marcharse de un momento a otro.



 

En un lateral, un cuadro de un personaje elegante, arreglado, es lo que ellos denominan un "lechuguino", "petimetre" o "currutaco"
Aunque suene despectivo, solo se refiere a un personaje emperifollado, muy cuidado, un metrosexual, vamos... 
El diccionario dice textualmente: "persona joven que se preocupa en exceso de su aspecto y de vestir según la moda"
O sea, que seguimos rodeados de lechuguinos...



En el despacho contiguo, hay cuadros de personajes relacionados con las finanzas, como banqueros  y objetos pertenecientes al señor de la casa, como por ejemplo, esta calculadora:



En un lugar destacado un cuadro de Santiago Alonso cordero,  personaje que aparece siempre vestido de maragato, puesto que era de León. 
Tuvo importancia política (dentro de los liberales) siendo diputado en Cortes por Astorga y poseedor de una gran fortuna gracias al transporte de mercancías. 
Curiosamente le tocó la lotería nacional y el estado al no prever el gasto del premio, le tuvo que pagar, cediéndole una casa en Sol que recibió su nombre "la Casa Cordero".

Armas de la Casa Cordero. Esquina de Calle Mayor con Esparteros. Wikipedia 

Casa Cordero en 1849 - wikipedia



ANÉCDOTA: Se cuenta que invito a la reina Isabel a su casa de la puerta del Sol y se ofreció a alfombrar el suelo con monedas de oro para recibirla. La reina lo rechazó ya que al tener las monedas su rostro no debería pisarlas. 
Él fue tan chulo y farruco que respondió que las pondría de canto...
(riquiño por encima de todo)


Esta figura de plata procede de la famosa factoría "Platerías Martínez" (es preciosa)


Sala de billar. 
Aquí los caballeros jugaban al billar francés de carambola.
En las paredes, cuadros que no le van mucho a la decoración, pero que resultan en extremo interesantes. Se puede estudiar el tema de la evolución de los peinados de las señoras. 
Por ejemplo, vemos uno que se denominaba de "orejas de perro" (con el pelo doblado sobre si mismo y recogido bajo las orejas) y  como evoluciona hasta apartar el pelo de la cara y mostrar las orejas y la nuca.
Muy interesante, es una pena que estemos llegando al final de nuestra visita y el tiempo se nos acaba.




El comedor es maravilloso y está montado de una forma increíble, precioso. Existía la costumbre de devolver la visita a los ocho días para volver a elogiar lo buena que había sido la comida pasada.





Acabamos nuestra visita viendo de pasada un pasillo dónde hay una increíble colección de tarros de porcelana y de vajilla.


 


Por último, y ya en la casilla de salida, una representación de una casa grande como un teatrillo. En cada ventana se puede ver un holograma representando una escena distinta. Es chulísimo. 
Lo malo es que ya nos han dicho por megafonía que cierran, así que está todo más oscuro y no está funcionando al 100%.
Un motivo más para volver.

Nos quedaría por visitar el precioso patio, que Isabel y yo ya conocemos. Forma parte del entorno de la cafetería. Es súper recoleto y tranquilo, con el sonido relajante de una fuente. 

La nevada que hemos sufrido hace unos días hace imposible la visita, está cerrado por la caída de las ramas de los árboles y por la posibilidad de que además, se caigan las tejas.

Pues nada, otro motivo más para volver (y ya van unos cuantos)

imagen de una ventana desde Madrid

Resumiendo:
¿Nos ha gustado la visita? Nos ha encantado.
¿Merece la pena visitar el museo del Romanticismo? Sin lugar a dudas.
¿Volveremos a explorarlo más a fondo? Yo, por lo menos, si.
Besos