miércoles, 10 de febrero de 2021

TALLER CONOCER MADRID 3 - LA GRAN VÍA, UN PASEO POR LA GRAN AVENIDA - 3 DE FEBRERO 2021

La cita esta semana es en una de las calles más emblemáticas de nuestra ciudad.
Es mi amada Gran Vía. Un lugar de constante movimiento, la calle que nunca duerme. Incluso ahora, en tiempos de pandemia, se puede ver más gente que en otras zonas cercanas.

Hemos quedado en la confluencia de Gran Vía con Alcalá, y aquí comienza la visita.
Vamos delante de la maqueta que representa a la Gran Vía y Marisa comienza a contarnos un montón de cosas.
Tantas, que esta entrada me temo que irá un poco coja, ya que no me daba tiempo a tomar los apuntes  convenientemente.
Así, habrá cosas que no ponga, porque me enteré solo a medias, y no es plan de ponerlo mal... jijiji

Antes de comenzar, una referencia a una web que me indicó Marisa y que me está ayudando muchísimo con los edificios.

Es una fuente inacabable de inspiración (fotos, fechas, datooooos)

La Gran Vía se planteó para descongestionar el centro de la ciudad, que con el nuevo plan urbanístico de Castro, empezó a quedarse pequeño.
Además, esta arteria principal servía para comunicar dos barrios importantes del ensanche: el de Argüelles y el de Salamanca.
Una última función era sobre todo económica, ya que gracias a esta calle, también se conectaba de algún modo las dos principales estaciones de ferrocarril: Atocha y Príncipe Pío.

imagen propia



Estaba la idea de reformar la Puerta del Sol y de ensanchar y abrir Callao con una vía hasta plaza de San Marcial (la actual plaza de España)

El plan era mucho más ambicioso, proyectado en 1886 por el arquitecto Carlos Velasco Peinado, pero no se completó, en parte por la oposición de los vecinos y también por la falta de presupuesto. Además el arquitecto murió y no se completó tal y como lo había diseñado.

En 1897 se encarga a los arquitectos José López Salaberry y Francisco Andrés Octavio Palacios un nuevo diseño, que es prácticamente el que conocemos hoy:

En wikipedia:
En él se proponía la realización de la obra dividiéndola en tres tramos: Avenida A (534 metros), desde la plaza de san Marcial (actual calle de los Reyes) hasta la de Callao; el Bulevar (409 metros), desde Callao hasta la Red de San Luis y Avenida B (417 metros), desde la Red de San Luis hasta la calle de Alcalá. La longitud total sería de 1.316 metros y el ancho de 25 metros, salvo el bulevar que tendría 35 metros. 

A lo largo de su historia, la Gran Vía ha tenido diversos nombres oficiales, y también otros populares. En un primer momento, como ya se ha dicho, su construcción se dividió en tres tramos, que fueron dedicados a sendos personajes relevantes de la época. La Avenida A se llamó calle Eduardo Dato; el Bulevar, avenida de Pi y Margall y la Avenida B, calle del Conde de Peñalver.

Tres meses antes de comenzar la Guerra Civil, en 1936, los dos primeros tramos pasaron a denominarse Avenida de la CNT. Ya en tiempos de la Guerra, serían conocidos como Avenida de Rusa. Este nombre volvería a cambiarse en noviembre de 1937 por el de Avenida de la Unión Soviética, colocándose una placa conmemorativa de piedra con los escudos de la II  República Española y la Unión Soviética y el texto "Homenaje de los amigos de la URSS".

Durante este período también tuvo otros nombres populares como Avenida de los obuses o, la zona del bulevar, Avenida del quince y medio, en referencia a los proyectiles que el ejército franquista lanzaba sobre los pisos superiores del edificio de la Telefónica, que era usado como observatorio militar. En 1937 el tramo llamado Eduardo Dato recibió el nombre de avenida de México.

Al finalizar la Guerra Civil en 1939, con la victoria franquista y su entrada en Madrid, la calle pasó a llamarse desde el 24 de abril Avenida de José Antonio, en homenaje a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española. También se denominó de igual forma la estación de metro de Gran Vía. Pese al nombre impuesto por el régimen, muchas personas continuaron llamándola Gran Vía.

En 1981, durante la Transición Española y siendo alcalde de Madrid el socialista Enrique Tierno Galván, el Ayuntamiento cambió el nombre de veintisiete calles, entre ellas el de la Avenida de José Antonio, que desde entonces se denomina, por primera vez oficialmente, simplemente Calle Gran Vía.

Para realizar tan magno proyecto, hubo que contar con un gran presupuesto para las expropiaciones, ya que la Gran Vía atravesaba un montón de calles y monumentos importantes.

Se demolieron más de 300 casas y se expropiaron hasta 30 solares.

Las obras comienzan en 1910, siendo alcalde José Francos Rodríguez. El día de la inauguración de las obras, estaban presentes el presidente del gobierno, José Canalejas y los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg. 

Oficialmente, y para la foto comienzan las obras cuando el rey, piqueta de plata en mano, empieza a "derribar" la casa del cura, anexa a la Iglesia de San José. (me parece que es un operario, no el propio monarca)

Este momento queda recogido en la siguiente fotografía (wikipedia) 


wikipedia


En el tramo en el que estamos, nos encontramos con la iglesia de San José, que formaba parte del convento de los Carmelitas descalzos de San Hermenegildo. Desaparece casi por entero con la desamortización de Mendizábal.
La iglesia es obra de Pedro de Ribera. Lo que más llama la atención es la portada.
Muy característica de este arquitecto, hace que, por la decoración y la forma de los volúmenes dirijamos nuestra vista hacia arriba.
En la hornacina podemos ver una talla de la Virgen del Carmen, que es obra de Roberto Michel (autor de los leones de Cibeles, entre otras obras)
Un poco más adelante, veremos otra portada que nos recordará y mucho, a ésta. (pista: Telefónica)

Acaba el conjunto con un remate triangular de 1912 que se puso para igualar la fachada con los edificios colindantes.

imagen propia

En el lugar donde estaba la Casa del Cura podemos contemplar ahora un edificio neobarroco, bastante imponente.
imagen propia


Y en esta imagen, podemos ver cómo estaba en aquellos momentos, previos a su demolición.

imagen de viendo Madrid


Si nos giramos, estamos frente a un precioso y conocido edificio, el Edificio Metrópolis.
Es la antigua sede de "La Unión y el Fénix" 
Realmente no es el principio de la Gran Vía, como mucha gente cree, sino que corresponde al nº 39 de la calle de Alcalá.
Fue construido en 1906 en un estilo ecléctico en el que se unen casi todos los "neos".
El estilo se denomina "beaux art" y la cúpula es de estilo bombier , en referencia a los bomberos. (ya se sabe que un gran número de los siniestros que deben cubrir las aseguradoras, son los incendios)
Dicha cúpula resulta espectacular, en parte debido a su recubrimiento, hecho con pan de oro.

imagen propia


Este edificio fue hasta 1921 el edificio más alto de Madrid (ese honor pasó al Palacio de la Prensa, en Callao)
La cúpula estaba rematada por una figura de Ganímedes del escultor Mariano Benlliure, ahora en los jardines de la Mutua Madrileña, en el Paseo de la de Castellana. (aunque nos cuenta Marisa que hay varias copias más repartidas por Madrid)
En la actualidad, hay una Victoria alada, de Federico Coullaut Valera (desde 1977)


imagen propia

El siguiente edificio con el que deleitamos la vista es el llamado popularmente "Grassy" 
Viviendas para Luis Ocharán Mazas (1916-17)
En de estilo neoplateresco, de Eladio Laredo Carranza. Y cuenta con las maravillosas cerámicas de la escuela de Zuloaga en la parte superior.
Es el edificio más singular del primer tramo de la Gran Vía.
En este lugar estaba el palacio de la Duquesa del Sevillano, hoy desaparecido. En el trazado de la calle se derribaron muchos edificios antiguos.
Se crean incluso leyes expresas para el ensanche y así tener un marco legal en el que apoyarse.

El edificio Grassy, a pesar de estar profusamente decorado, tenía varios elementos que han desaparecido, como por ejemplo, dos templetes que estaban en la fachada.
Es común que muchos edificios de la época perdieron parte de su decoración en las sucesivas reformas.


imagen propia



 
fotografías de Isabel Tolosana

El portal, con su espléndida entrada para carruajes, es precioso.



Prácticamente enfrente, tenemos el edificio Gran Peña (1914-17), que albergaba un club social y un casino. Fue de los primeros en disfrutar de comodidades como el ascensor o la calefacción. Así, se consideraba un lugar de gran confort y lujo.

Este tramo de la calle se llamaba Conde de Peñalver, uno de los alcaldes que intervienen en el proyecto de la Gran Vía.
Como la obra duró bastante, intervienen también otros alcaldes, como el Conde de Romanones, Alberto Aguilera o Francos Rodríguez.

imagen propia


imagen propia
Aquí podemos ver las iniciales G. P. (Gran Peña)


Edificio Marqués de Urquijo. Viviendas para el Marques de Urquijo. (1917-19)  de los arquitectos José María Mendoza Ussía y José de Aragón Pradera.
Es de estilo neoplateresco y está perfectamente bien conservado.


imagen propia


Justo al lado, separado por la calle Víctor Hugo, las Viviendas y oficinas para José María de Antonio Becerril. (1916-17) Arquitecto: Francisco Pérez de los Cobos.

imagen propia


Aquí estaba ubicado el Colegio de las Niñas de Leganés y su iglesia. Una institución benéfica, que sin embargo hacía distinciones entre sus educandas huérfanas. Parece ser que escogían a las más agraciadas, por tener más peligro de "perderse"...
Como curiosidad, una de sus alumnas fue Elena Sanz, una de las amantes más duraderas de Alfonso XII, (dónde iría, triste de él...)

Maqueta del Museo de Historia de Madrid de la Calle Fuencarral

imagen de la web Memoria de Madrid


Víctor Hugo vivió con su padre en el cercano Palacio Masserano. Y él siempre tuvo un gran amor por nuestra ciudad. Es por ello que la calle se llama así en su honor.
El palacio es ahora el edificio de Viviendas para Seguros La Estrella. (1919-22)

imagen propia

Este edificio de Seguros la Estrella es un palacete neo renacentista.
En la parte superior vemos una escultura de Pandora sosteniendo una ánfora o caja. Todos los males del mundo estaban contenidos en esa caja y ella tenía la orden expresa de no abrirla para no liberarlos.
Pero pudo más su curiosidad y terminó abriéndola y dejando escapar a todos los males. (es curioso, siempre que hay una catástrofe de características épicas, la culpa siempre es de una mujer...)
Con esto, se tenía la explicación del mal en el mundo. Solo quedó un bien dentro de la caja: la Esperanza. Le dio el tiempo justo a cerrarla antes de que se escapara, y es por ello que se dice "que la esperanza es lo último que se pierde". 
Todo este mito lo podemos ligar con la actividad de una Empresa de seguros, cómo la compañía te puede proteger si no pierdes la esperanza... (joe, qué místico todo)

imagen propia


imagen propia


Viviendas para la Sociedad Inmobiliaria de la Villa de Madrid. Bar Chicote. (1913-15)

imagen propia


Los edificios, en los bajos suelen tener locales comerciales y eso ya desde que se construyeron los primeros bloques. Son unos locales con grandísimos escaparates, muestra de lo que estaba empezando a suceder. La Gran Vía era un lugar de compras, de movimiento de la economía.
Por otro lado también de la cultura. No podemos olvidar que aquí están ubicados muchos de los cines y teatros más importantes de Madrid.

Llegamos a otra construcción singular: el Casino Militar, Centro Cultural de los Ejércitos y la Armada. (1914-16)
El edificio alberga una pensión disponible para los militares que venían a Madrid. Y también una sala de esgrima antigua, de las pocas que hay en nuestra ciudad con esas características, por lo que resulta única.
He visto fotos en internet y además tiene una preciosa biblioteca y otras salas de interés. No se si se puede visitar, les he mandado un email, preguntando. (hasta la fecha, sin contestación)

Parece ser que también hay una peluquería como de los años 60 y un restaurante de acceso libre con un menú de precio muy competitivo. (Isabel nos cuenta que en tiempos de no pandemia se podía comer allí)

imagen propia


imagen propia



Fotografía de Isabel Tolosana


Hijos de Rafael Sánchez. Gran Vía 16. Año 19114-16.
Es el momento de los grandes almacenes. Un poco más arriba veremos también los primeros almacenes Madrid-París. Donde estuvo el Sepu y ahora un Primark.


imagen propia

Nos vamos a meter ahora por la calle del Caballero de Gracia, para visitar el famoso Oratorio.

Pero antes, una joyita, haciendo esquina con la calle de la Virgen de los Peligros, la Casa dos portugueses  (viviendas para la Constructora Calpense) (1920-23) 
Es del arquitecto Luis Bellido, el mismo que construyó las casas del Matadero.
En cierto modo, inspirado en la cercana y famosa Casa Matesanz, que luego veremos. 
Se usan nuevas técnicas y elementos decorativos, como las columnas.



imagen propia

En esta segunda foto, se puede ver lo preciosa que es la terraza con la cúpula, algo que solo podemos intuir desde aquí abajo.


Foto de Ángel Rollán - Fotomadrid


Marisa nos habla un poco de la historia del Caballero de Gracia. Llamado Jacobo de Grattis ("ya como de gratis" como decía algún alumno de nuestra profe) era un personaje del siglo XVI.
Un poco "Don Juan" que dio origen a multitud de leyendas populares.
Pero este caballero pasó por una conversión mística que le hizo incluso tomar los hábitos. Llevó a cabo una importante labor de beneficencia y actualmente tiene abierta una causa de beatificación.

Pertenece a la Real, Antigua y Venerable Congregación de Indignos Esclavos del Santísimo Sacramento (más tarde Asociación Eucarística del Caballero de Gracia, regida por el Opus Dei)

Aunque la iglesia original fue construida en 1654, el Oratorio que se rehabilitó es de estilo neoclásico, del siglo XVIII y está realizado por Juan de Villanueva.
Ofrece una solución muy interesante que resuelve las dificultades de estar sobre un solar muy alargado y estrecho. Además, por si fuera poco, la calle es muy estrecha también.
Para empezar, excava la fachada, que queda retranqueada y da una sensación de mayor profundidad.
Esta fachada se remata con un frontón triangular, y unas columnas jónicas, muy neoclásicas.

En los años 20 del siglo XX se añaden los relieves de la última cena (de Carlos de Luque) aunque no armonizan demasiado con el resto del conjunto.


imagen propia


imagen propia


En el pórtico, tenemos varias placas.
En una podemos leer los nombres de varios congregantes ilustres de la asociación eucarística. (Lope de Vega es uno de ellos, este hombre es como el perejil)


imagen propia

Las otras cuentan la historia del propio oratorio.

 


imagen propia
Virgen del Socorro de Francisco Elías - 1825

Dentro del templo, podemos observar gran riqueza ornamental. Y Villanueva nos vuelve a sorprender, creando una ilusión óptica. Realmente parece que hubiera tres naves, pero en realidad es sólo una. Gracias al uso de columnas exentas, divide el espacio y parece mayor.

Además, parece que la nave tiene forma de cruz latina, pero no es cierto. Simula una especie de transepto colocando una esfera de media naranja.
El ritmo lumínico lo sustenta con el uso de casetones que nos llevan hasta el fondo. 
La cúpula sobre pechinas nos hace creer que estamos en el centro de una cruz latina.

imagen propia


Él había viajado a Roma y este oratorio es un claro ejemplo de cómo aplica todo lo que aprendió.
En la cúpula hay pinturas de varios autores neoclásicos, como Zacarías González Velázquez, José Beratón o José Boronat. 
Los confesionarios están también incrustados en el muro y así no restan espacio a "las naves laterales".
Ahora vemos una reconstrucción de los mismos a cargo de Chueca Goitia de los años 50. (Blancos y dorados)
En la siguiente fotografía se pueden ver, así como la tumba del propio Caballero de Gracia.

imagen propia


Vidriera de la Última Cena,  de la casa Maumejean
imagen propia


Cristo de la Agonía. Barroco. Juan Sánchez Barba.
imagen propia


Este es el único edificio que no se derriba cuando se traza la Gran Vía. Aunque se derribaron la casa de los capellanes y otras dependencias, lo cierto es que se conserva casi íntegra y lo único que ha variado es el pequeño ajuste del ábside, que da a la Gran Vía y que queda más plano.
Había muchos intereses que rodeaban a este edificio, por ello sigue en pie, claro.

imagen propia


imagen propia


Círculo de la Unión Mercantil e Industrial (1918-26)
Hoy Círculo Gran Vía Hotel. Otro edificio muy bonito.
imagen propia


imagen propia


Y ahora, una de las esquinas más bonitas de la Gran Vía, con la calle Montera.
En estos tiempos es un restaurante de comida rápida, pero en el pasado fue una de las joyerías más lujosas de Madrid. La joyería Aleixandre. Una maravilla. 
Recuerdo que, en la época en la que solo podíamos ir con mis hijas a este tipo de restaurantes, si podíamos, veníamos a este... 
Por dentro es maravilloso también.

imagen propia


foto de Isabel Tolosana

El segundo tramo de la Gran Vía se llamaba también "el bulevar". 
Comenzaba aquí en la Red de San Luis y llegaba hasta Callao.
Hay varias teorías de por qué aparece la palabra "red" en la denominación de esta plaza.
Se dice que en esta zona se instalaba un mercado de hortalizas y que los comerciantes echaban una red por encima para proteger sus mercancías de los ladronzuelos.
También puede hacer alusión a la red de cables que estarían concentrados en esta zona (no olvidar que cerca está la Telefónica)
Lo que si está claro es lo de "San Luis"... y es que por aquí estaba la Iglesia de San Luis Obispo. 
Como curiosidad, Marisa nos cuenta que una parte de su fachada se encuentra ahora en la cercana iglesia del Carmen.

El origen del nombre de la calle Montera tiene varias acepciones también.
Parece ser que Sancho de Castilla en un día de mucho viento, perdió su montera (un tipo de gorro o sombrero) y se cabreo sobremanera porque nadie se lanzó a recuperarla. El enfado fue tal, que ha quedado para los anales de la historia.
Otro posible origen es que vivía en la calle un montero de Felipe II, cuya esposa era bellísima y se la conocía como "la Montera"
Parece ser que el verdadero origen del nombre de la calle es que en el siglo XVI se hallaba la casa de Juan Carlos y Francisco Lamontera. Y de ahí viene el nombre.

imagen propia


Llegamos al emblemático edificio de La Telefónica. (1926-29)
Para nosotras es bien conocido, puesto que hemos visitado muchas exposiciones, y siempre salimos contentas. Están muy bien montadas y son siempre interesantes.

La fachada tiene una portada que nos recuerda un poco a la de la iglesia de San José, que vimos al principio.
Parece que no pega mucho una fachada tan antigua dentro de un edificio tan moderno, y es que la fachada se españoliza añadiendo este elemento neoplateresco en una especie de homenaje a la figura de Pedro de Ribera.

imagen propia

En 1891 se produce en Chicago un grave incendio y se reconstruye buena parte de la ciudad.
Se empiezan a construir rascacielos con una claro estilo racionalista que será determinante para la  escuela de Chicago.
Se usan las vigas de hierro forjado y otros elementos modernos.

Pero a la vez, como está financiado por el Duque Alba, conserva referencias historicistas y además queda claro que es una compañía "española" de telefonía. Se muestra con gran orgullo nacional.
Es el  primer rascacielos de Europa. Y así fue durante un tiempo.
Y tenemos otro ejemplo cercano, la Torre de Madrid, que durante algunos años es el más alto de Europa.
Vamos, que en España, estuvimos en lo más top en cuanto a rascacielos se refiere...

El edificio además es importante por las soluciones que presenta.
En la parte de arriba, se instala un tanque de 45.000 litros de agua, y así, gracias a la hidrostática permite llegar sin problemas a todos los pisos.

Durante la guerra civil fue objetivo de obuses, por su condición. Acogía a los corresponsales de guerra y era un importante punto para las comunicaciones.
Ignacio de Cárdenas, el arquitecto constructor, revisaba los daños a diario.
En muchas ocasiones, se mandaba desalojar las plantas superiores.

Es todo un símbolo de la Gran Vía.


imagen propia


Viviendas y teatro Fontalba para el marqués de Cubas y Fontalba (1920) José López Sallaberry y Teodoro Anasagasti.

Durante la Segunda República se llamo Teatro Popular.
Con un aforo de 1.400 personas, fue en su época uno de los primeros de Europa en instalar servicios de alumbrado en su interior.
Eran famosos los conciertos de una vedette llamada Maruja Boldoba, que cantando, era un primor.

Pero fue decayendo y sus herederos vendieron el local tras la guerra civil.

imagen propia

el teatro Fontalba en sus buenas épocas - imagen de Ediciones La Librería


Casa Matesanz  de Antonio Palacios Ramilo. (1919-23)
Ubicado en el número 27 de la calle.
Es de un estilo muy influenciado por la escuela de Chicago. El nombre procede del apellido del primer propietario del edificio, Jacinto Matesaz.
En el siglo XVI se levantaba en este solar la construcción donde tenía su vivienda y taller el escultor Jacome da Trezzo. (la casa estaba hecha por Juan de Herrera) 
Este lapidario trabajó en el Escorial, en los monumentos funerarios. 

Al reestructurar el lugar, se abre la Gran Vía a toda esa zona de la calle Jacometrezo.

imagen propia


La casa Matesanz era una construcción dedicada al comercio, oficinas y despachos.
Con un juego de volúmenes y columnas, Palacios consigue darle altura visual al edificio.
Une la composición claramente clasicista con detalles muy modernos, como las esquinas redondeadas y los miradores resaltados de acero y cristal. También utiliza la cerámica con relieve con reflejos de cobre (recurso utilizado en el Metro por Palacios) o el mosaico de trecandís dorado, para enriquecer los arcos superiores.
Es decir, que cuenta con una decoración clasicista pero es moderno en el uso de los materiales.
Es muy parecido al que existe en el número 4 de la calle Mayor, también obra de Antonio Palacios.

imagen de Monumenta Madrid

imagen propia


imagen propia

La siguiente calle que pasamos es la calle de la Salud. 
Parece ser que debe este original nombre a que en tiempos de pandemia (una de tantas, no nos vayamos a creer únicos ahora) los vecinos de esta calle no enfermaban.  
No se sabe si pudo ser por tener un pozo propio que abastecía de agua a los vecinos o por un huerto cercano del que sacaban frutas y verduras. 
Llevaban una vida mucho más saludable y así... no enfermaban.

Vemos desde aquí los antiguos almacenes Madrid París (1920-24) de Teodoro Anasagasti y su yerno José Salaberry.
Destaca el empleo del, entonces novedoso, hormigón armado. 
A pesar de ser unos grandes almacenes y contar con salón de te y una gran sección de alimentación, no pudo soportar la crisis de 1929 y cerró sus puertas en 1934.
Más tarde se convirtió en cine, aprovechando el vacío de su gran patio central. Se llamaba, como no, cine Madrid-París. Tras la guerra civil, se llamó cine Imperial.

También en la zona comercial, y hasta bien entrados los años 90 (yo lo he conocido) estuvieron los "almacenes SEPU" (Sociedad Española de Precios Únicos)


imagen de Monumenta Madrid

Actualmente, el edificio es un Primark. 
Siempre lleno y bullicioso, la cadena irlandesa presume de ofrecer moda a muy bajos precios.
El sitio favorito de mis hijas... aunque el covid ha hecho también mella y hace mucho que no vamos.

imagen propia

Como durante un tiempo también fue propiedad de La Unión y el Fénix, tenemos una cúpula en la parte superior con una copia del Ganímedes de Benlliure.
Era un hermoso príncipe troyano, del cual Zeus se enamoró. Le convirtió en su amante y en copero de los dioses. (el famoso rapto de Ganímedes)
Enfrente hay una escultura de Diana cazadora, obra moderna del 2017 de Natividad Sánchez.
Parece ser que la escultura se realiza un poco a juego con el Ganímedes de enfrente. Diana intenta con su arco en ese momento evitar que Zeus se lleve a su amado.

A Natividad Sánchez, la escultora del proyecto, no le quedó más remedio que inventar una historia que justificara el disparo de su Diana y es algo así: “Ella está enamorada de un joven pastor pero el Ave Fénix, por orden de Zeus, lo ha raptado. Y no está dispuesta a perder a su amado". Poco importa que el Fénix no lleve a un pastor en sus espaldas, sino a un ángel (el ángel de Fénix) o a Ganímedes, el amante de Zeus. Si hay que adaptar la mitología, pues se adapta. EL PAIS

Dibujo de Natividad Sánchez, en el que se ve que la cazadora apunta al Ave Fénix que ha raptado a su amado. EL PAÍS

imagen propia

instagram de Jaranaz, un enamorado de la estatua


Nos llama la atención un edificio muy estrecho, son las viviendas para María Monasterio Arrillaga (1922-25) Ella es la mujer de José Salaberry, que construyó el edificio junto con su yerno, Teodoro Anasagasti.


imagen propia

imagen propia


El edificio de al lado es de un estilo muy diferente, de estilo racionalista. Quedan separados por una estrecha calle, la de Concepción Arenal.
Son las viviendas para el Marqués de Faldés (1920) de Joaquín Saldaña López.

imagen propia

Seguimos avanzando por la acera de los impares y llegamos al precioso Palacio de la Música de Secundino Zuazo (1924-28) 
Es el mismo arquitecto y urbanista que proyectó los Nuevos Ministerios, o la Casa de las Flores en Hilarión Eslava 2.
Cerró sus puertas como cine y teatro experimental en el 2008.
Parece ser que tiene el órgano más grande de Madrid en su interior.
Aquí se estrenaban las películas de la Metro-Goldwyn-Mayer.

Con la venta del edificio al ayuntamiento en 2013, se estudió un cambio de licencia para pasar de uso cultural a urbanístico, y poner allí una tienda. 
Afortunadamente en 2020 ha vuelto a obtener licencia de obras para volver a ser un espacio cultural y celebrar conciertos y musicales. (menos mal) 

imagen propia

imagen propia


imagen de antiguos cafés de Madrid y otras cosas


Hace esquina con la calle Abada. Y aquí "habemus anécdota":

Abada es lo mismo que rinoceronte. 
Parece ser que en tiempos de Felipe II, el embajador de Java regaló un rinoceronte al monarca, el cual lo instaló en un huerto que estaba por aquí para que se la cuidaran.
Hay otra versión de los hechos, que parece más realista: unos saltimbanquis portugueses tenían un rinoceronte y lo exhibían para deleite de los vecinos.
Un muchacho le dio para comer un mollete caliente de una panadería cercana y el bicho se abrasó la boca y se puso como loco. Mató al chico de un empujón y se escapó. Finalmente apareció en Vicálvaro, donde fue capturado. No queremos imaginar cómo debió ser aquella noche loca...

Edificio Cine Avenida (1927-28) y Sala Pasapoga. (o "Pasa y paga" como se solía decir, en relación a lo caro que era tomarse aquí algo...)
Fue proyectado en 1927 para Vicente Patuel Enrique por el arquitecto José Miguel de la Quadra Salcedo.
Ahora es una tienda de ropa , un H&M.
En este cine se estrenaban las películas de la productora Fox.

imagen de Monumenta Madrid

Lo bueno, que aún se pueden ver y disfrutar de las vidrieras de la casa Maumejean.
Basta con entrar a la tienda.

Lo malo, que al ser ahora un local comercial da un poco de pena pensar en lo que fue en el pasado y de cómo molaría que volviese a ser un espacio dedicado a la cultura.

imagen propia

imagen de Madrid Art Deco

Basta con darse una vuelta entre sus maniquíes y dejar volar un poquito la imaginación. No cuesta mucho volver a pensar en tiempos mejores para este espacio comercial.


  
imágenes propias


 
imágenes propias


fotografía de Isabel Tolosana


imagen propia (se me ve mirando embobada al techo de espejo)


  
imagen propia

En el mismo espacio, justo al lado, la sala Pasapoga. 
Muy conocida y prestigiosa en los años 40 y 50, donde se celebraron conciertos de cantantes tan importantes como Antonio Machín o Frank Sinatra.
En los tiempos más modernos era una sala de música house y más tarde una discoteca de público  LGTBI.
Cerró sus puertas en el 2003 y en la actualidad, pertenece al local comercial, sin estar muy claro el uso que se le está dando.


imagen propia

 
imágenes de Tesoros del ayer


Llegamos al principio del último tramo de nuestra avenida.
Comienza en la Plaza de Callao y aprovechará el trazado y el gran desnivel que hay aquí para llegar hasta la Plaza de España.
Este desnivel es debido en parte al arroyo Leganitos, que pasaba justamente por la zona. (hay una calle con el mismo nombre aquí mismo)

imagen propia

La Plaza de Callao siempre ha sido un lugar de encuentro, de cines y teatros y sobre todo una zona eminentemente comercial.
No podemos olvidar que una de las calles que salen de la plaza es la de Preciados, donde estaban los emblemáticos almacenes "Galerías Preciados", que en los años 50-60 fueron muy importantes.
Se construyeron sobre el desaparecido Hotel Florida, de Antonio Palacios.

imagen de wikipedia


Como curiosidad, indicar que, tras la guerra civil, Antonio Rodilla empezó su carrera repostera en esta mítica plaza, fundando la cadena de sándwiches que todos conocemos.
(todavía hoy existe un local de esta cadena aquí)

imagen propia


Fotografía de Isabel Tolosana

Dominando la plaza, el magnífico Cine Callao, de Luis Gutiérrez Soto (1926)
Es un edificio precioso que está decorado con la técnica del esgrafiado. 
En este cine los madrileños tuvieron el privilegio de poder disfrutar de la primera película sonora de la historia en el año 1927, "El cantor de jazz".

imagen propia

imagen propia

Justo al lado tenemos el Edificio Carrión, también conocido como el Capitol, el de "El día de la bestia" o el de Schweppes, según el madrileño al que preguntes.
Es de 1933 y de Luis Martínez-Feduchi y Vicente Eced.
Es un claro ejemplo de arquitectura racionalista, concretamente el derivado del expresionismo alemán.
Jugando con la perspectiva y el contraste entre líneas hacen de él un edificio muy fotogénico y del que todo el mundo quiere sacar la mejor foto.
Tiene muy poca o ninguna decoración, pero el contraste entre el muro y los ventanales le convierten en una construcción increíble, y que sigue siendo tremendamente actual.

Aquí tenemos una visión contemporánea de la ciudad. El Madrid más moderno.
Al menos en aquellos años...

imagen propia


imagen propia


fotografía de Isabel Tolosana


Enfrente, otro edificio singular: El Palacio de la Prensa (1928). Es otro de los rascacielos de la avenida.
Obra de Pedro Muguruza, fue el más alto de Madrid hasta la construcción del de Telefónica.
Fue sede de "La Codorniz" y de "La Hoja del Lunes"
También estuvieron allí ubicadas grandes productoras cinematográficas como la Metro Golden Meyer o la Paramount.
Y algunas de sus plantas albergaron la sede del Partido Socialista de Madrid.
Desde 2017 es Bien de Interés Patrimonial


imagen de wikipedia


Viviendas para Fernando M. Vivales, Gran Vía 52. (1914-18)
De Luis Díaz Tolosana y Pascual Bravo Sanfeliú.
Es un edificio con una decoración más geométrica. Pertenece al estilo art decó.

imagen propia

Y otro edificio curioso más, el edificio Rialto (1929) diseñado por José Aragón y José María Mendoza Ussía.
En sus bajos alberga el teatro del mismo nombre, pero anteriormente fue un cine, el Astoria.

imagen propia

En el cruce con la calle San Bernardo se puede ver perfectamente como la Gran Vía tuvo que invadir los barrios de alrededor.
Se ve el trazado de las calles más antiguas en contraste con la amplitud de la avenida.
Impresionante.

imagen propia

fotografía de Isabel Tolosana

Y cuanto más bajamos hacia la plaza de España, los edificios son cada vez más desnudos en cuando a decoración. Es lo que se llama arquitectura pura, incidiendo en el uso de volúmenes puros.
Una nueva corriente, que se inicia con Le Corbusier, en la que se intenta adaptar al edificio para lo que se creó.

En el número 60 de la Gran Vía tenemos el Antiguo Edificio de Viviendas y sede del Banco Hispano de la Edificación (1930-44)
Arriba del todo, dominando el tejado, tenemos una escultura muy curiosa: "el romano" de Victorio Macho, que representa el ahorro.

imagen de Monumenta Madrid

imagen de Secretos de Madrid


Es un romano con una túnica blanca que levanta una casita con sus manos.
Se dice que el día 21 marzo el último rayo del sol que ilumina Madrid atraviesa justamente la casita. Y marca así el inicio de la primavera.
Difícil de comprobarlo, pero de todos modos, suena genial.

 
imágenes propias

Más abajo, otro edificio de La Unión y el Fénix. (1944-47)
En él, podemos ver de nuevo el símbolo de la compañía. 
Otro Ganímedes sobre su imponente cúpula.

imagen propia

Abajo del todo, ya en la plaza de España podemos intuir la altísima Torre de Madrid, edificada en los años 50, es el sexto edificio más alto de Madrid. Proyectado por José María Otamendi Machimbarrena.
Sigue siendo un icono de modernidad de nuestra capital.

preciosa imagen de lugares con historia

Llegamos al final de la visita, y nos metemos por la calle de San Bernardo.
Marisa nos muestra una última curiosidad, la Gran Galería, un pasaje comercial. Ubicado entre las calles San Bernardo e Isabel la Católica.

Hay pasajes comerciales en las principales ciudades europeas y son muy famosas las de Milán, Praga, o París.
El principal motivo era para que damas no se embarrasen en los días de lluvia. En muchos países es necesario por su propia climatología.

imagen propia

En estos momentos tenemos la figura del dependiente masculino, que con su apariencia y buen hacer consigue que las compras sean más abundantes.

Este edificio es de los hermanos Otamendi de los años 40. Julián era colaborador habitual de Antonio Palacios. Se puede ver claramente la influencia de este arquitecto en el uso de los materiales. 
Por ejemplo, el techo es de pavés, un cristal grueso que permite el paso de la luz natural.

Es muy curioso el diseño en forma de "s", que le da un aspecto moderno.
Además, tiene los portales integrados en el diseño. Resulta muy original y funcional.

garita del conserje, imagen del blog Madrid Metrópolis 


imagen propia

Ahora solo queda éste y el de la calle Montera, pero en Madrid, había muchos, que ya no están.
La calle Matheu también lo era. Parece ser que la estructura de la calle así lo sugiere. En el siglo XIX el pasaje estaba cubierto por una estructura de hierro ya perdida.

En la fachada que da a Isabel la Católica, se puede ver el nombre de la galería con unas letras muy  características del art deco:

imagen del blog Madrid Metropolis

Llegamos al fin de la visita y extraemos ciertas conclusiones.

La Gran Vía siempre ha sido una zona importante, un motor económico y de ocio.

Hoy se encuentra en franca decadencia por la pandemia, pero ya sufrió  antes, con las anteriores crisis. Esto se ve claramente con el cierre de muchos locales emblemáticos, como cines, teatros, bares y tiendas de toda la vida.
Es una pena que solamente las grandes franquicias puedan hacer frente a las crisis. 
El comercio tradicional se muere y se sustituye por cutre-hamburgueserías y tiendas que son todas iguales.
Una pena.

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