El museo fundación Lázaro Galdiano se encuentra en una zona de Madrid que en el siglo XIX se consideraba el extrarradio, sin embargo, toda la zona está llena de palacetes y de grandes casas donde residían gente pudiente.
Varios ejemplos son el cercano Museo de Sorolla o el Palacio del Marques de Bermejillo, actual sede del defensor del pueblo.
José Lázaro Galdiano fue un amante coleccionista de obras de arte y durante su vida compró muchísimas, especialmente retablos del Norte de Europa, porque estos retablos serán considerados en aquel momento arte vulgar y se podían comprar por un precio bastante asequible.
Él tuvo mucha vista y compro todos los que pudo y ahora podemos disfrutar de esta maravillosa colección en la casa museo que estamos visitando.
Era un hombre muy preocupado por la cultura y tenía su propia editorial que se llamaba "La España Moderna".
En un intento de dar un aspecto mucho más nuevo y moderno a la cultura española del momento, intentó traer obras de insignes extranjeros como Zola, Nietzsche y otros cuyas obras no eran muy conocidas en España.
Además también colaboraba con Emilia Pardo Bazán, Pérez Galdós, Valera y otros muchos autores más.
La primera sala que visitamos es la de los tesoros.
Tiene joyas increíbles, como por ejemplo una espada del Renacimiento qué servía probablemente para el ritual del vasallaje, no para la lucha, puesto que es una espada muy pesada y es imposible imaginarse la en una pelea cuerpo a cuerpo.
La primera sala que visitamos es la de los tesoros.
La espada era del Papa Inocencio VIII? Y Don José la compró para tenerla expuesta, para disfrute de todos.
También hay joyas de la época romana, del románico, objetos de decoración del Renacimiento y barroco y muchos joyas que también pertenecieron a su propia esposa, Paula.
Hay muchas obras preciosas en esta planta baja:
Hay muchas obras preciosas en esta planta baja:
Nos habla también del ascensor que también es del siglo XIX y que fue uno de los primeros que se instaló en la ciudad de Madrid en una casa particular.
Es todo de madera y a mí particularmente me trae muchos recuerdos de mi infancia, cuando vivíamos en la calle Alberto Bosch y mi padre era el conserje de una casa súper lujosa.
Es todo de madera y a mí particularmente me trae muchos recuerdos de mi infancia, cuando vivíamos en la calle Alberto Bosch y mi padre era el conserje de una casa súper lujosa.
En la segunda planta tenemos unas salas mucho más bonitas, con techos profusamente decorados y cuyo objeto era llamar la atención del visitante nada más entrar.
Y gran cantidad de obras increíbles:
Y gran cantidad de obras increíbles:
Prácticamente cada sala tiene una temática y se refleja en los techos, por ejemplo en el comedor hay una alegoría de la alimentación....
Estamos contemplando ahora retablos con influencias del gótico europeo. Hay dos escuelas bien diferenciadas, por un lado la escuela aragonesa qué es mucho más estática, no tiene los rostros personalizados, y es todo mucho más seco.
Y por otro lado tenemos la escuela castellana con una clara influencia del norte de Europa en la que los monjes son representados con diferentes rostros y expresiones personalizados.
Sofonisba Anguissola es una artista del Renacimiento, reconocida solo a medias. En el taller, no podía firmar con su nombre.
En el patio central hay una exposición de esas hipermodernas, en la que no nos paramos demasiado.
Este cuadro es de Santa Rosa de Lima, la santa más famosa de Sudamérica.
Lo último que nos da tiempo a ver son unos cuadros de Goya que fueron un encargo de los Duques de Osuna para el Palacio del Capricho, es una Crítica a la Inquisición.
En el otro se ve el sueño-pesadilla del protagonista.
En el otro se ve el sueño-pesadilla del protagonista.
Los otros cuadros son de temática mucho más alegre, es la representación de las cuatro estaciones, en los que Goya utilizó diferentes momentos de la vida de los campesinos, y de este modo, dio importancia a estos oficios, tan olvidados por la clase más pudiente. (jo, no tengo fotos)
Y para terminar, un cuadro de Luis Pared y Alcázar, que representa una tienda de la calle Montera. Y es un claro exponente del Rococó español.
La verdad es que me encanta.
La verdad es que me encanta.
Me quedan unas ganas locas de volver a visitar este museo, así que, lo más probable es que vuelva en cuanto pueda (la Mutua suele regalar entradas una vez al año... así que...)













































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