Nos hemos apuntado Isa y yo a una actividad promovida por el Ayuntamiento de Madrid.
A las dos nos chifla nuestra ciudad, y como siempre quedamos para temas de museos y exposiciones, nos ha parecido fantástica la idea.
Y además, con esta excusa nos vamos a ver prácticamente todas las semanas. ¿alguien da más?
Comenzamos en el mes de enero, cuando ya el taller lleva funcionando un cuatrimestre entero (creo que de septiembre a diciembre)
DÍA 1 ALFONSO XII Y EL MUSEO ANTROPOLÓGICO
Calle Alfonso XII con Atocha.
Lo primero a destacar es el propio entorno del museo, tan cerca de la estación de Atocha y en una zona en la que vivieron varios escritores y pensadores famosos, como Pío Baroja o José Ortega y Gasset.
La calle Alfonso XII al principio se llamaba calle Granada y cuando llegó la República se pasó a llamar Reforma Agraria... cuando finalmente volvió al poder la monarquía se acabó transformando en Alfonso XII, que es cómo se llama actualmente.
Justo al lado del museo está la antigua casa de Santiago Ramón y Cajal, que actualmente se está reformando para vender en trocitos al mejor postor 😒
Y este dato es curioso, puesto que en el Museo, en aquella época, hubo una sala en la que pasaba consulta este genial investigador.
Tenemos muy cerca también el Real Observatorio Astronómico, creado por orden de Carlos III y que fue destruido durante la guerra contra los franceses, fue un fortín donde se almacenaban municiones y explotó entero durante una de las acciones de guerra. Solo se salvó la lente que era carísima y modernísima y esto porque la habían ocultado del saqueo de los franceses. Y muy sabiamente, añado.
Dentro del museo antropológico vemos varias cosas interesantes, una de las más peculiares la reducción de las cabezas jíbaras o el gigante de Extremadura.
Eso en plan morboso, pero lo cierto es que hay museo alberga una maravillosa colección de piezas de todo el mundo, desde el punto de vista folclórico y antropológico, que es muy, pero que muy interesante.
La visita nos la explica con muchos detalles y anécdotas un guía llamado Demetrio, muy ameno y original en sus explicaciones.
Organizado por continentes, las plantas superiores del museo tienen bastantes fondos interesantes, incluyendo donaciones privadas, como por ejemplo un atuendo donado por la Baronesa Thyssen que es una preciosidad.
Juegos de todo tipo, menaje, instrumentos musicales, vestimentas, adornos... en fin, muy interesante todo.
Acabamos con una cañita en Atocha Isabel y yo, porque nos lo merecemos, y porque nosotras lo valemos.
Como curiosidad, en el año 2025, unos cuantos añitos después...
El profe Jose Manuel nos cuenta algunas cosas sobre el museo.
El museo se inaugura en 1875, por Alfonso XII.
El Dr. Velasco, que era de Segovia tomó los hábitos, y es cura y doctor.
Pero al cabo de los años se entera de que tuvo una hija, con una pareja del pasado. Decide reconocer a la hija como su padre, puesto que una mujer sin padre en el XIX estaba totalmente perdida.
El problema es que la iglesia no quería dejarle hacer eso y se tiene que marchar a la mismísima Roma para que le dejen reconocer a su hija por fin.
Él es un gran médico en Madrid y consigue avanzar mucho en las técnicas de embalsamamiento.
La gran desgracia es que la niña, Conchita, con apenas 15 años contrae el tifus o unas fiebres y su padre no es capaz de curarla.
Deciden consultar al pediatra Benavente (el padre del famoso Jacinto Benavente) que era un médico naturalista (eran llamados médicos de hierbas)
La enfermedad avanza y no consiguen curar a la niña. El padre, desesperado, le da una medicina que termina por acelerar el fallecimiento de la muchacha.
El padre se desespera y termina perdiendo la cabeza.
La leyenda dice que la vestía y maquillaba como si continuase viva y que la lleva al teatro por las noches o la tiene en su casa sentada a la mesa...
El padre y la hija están enterrado en el cementerio sacramental de San Isidro.
Hay un libro que nos recomienda leer "El Hombre que compraba gigantes" de Luis C. Folgado de Torres.
Pues habrá que leerlo...
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