Hoy estamos haciendo una visita muy especial.
Yo tengo muchísimas ganas de ir a esta casa museo, no la conozco y a mi Lope de Vega siempre me ha llamado mucho la atención, como escritor y como personaje.
Y lo que me faltaba era verle en el Ministerio del Tiempo, la serie de RTVE que tanto me gusta.
Tengo que decir que la web del museo es estupenda y que mucha de la información que voy añadir la voy a sacar de ahí. (además de lo que nos contó nuestro maravilloso guía: José)
La casa ha estado ahí desde hace muchísimo tiempo. Se construyó en el 1.578.
Estamos en la calle de Cervantes 11, y esto es un hecho curioso, puesto que Lope y Cervantes eran enemigos acérrimos.. (si alguno de los dos levantara la cabeza...)
Como curiosidad aun mayor, comentar que en la calle Lope de Vega, está el convento de las Trinitarias, donde están los restos de Cervantes.
Parece que la historia confabula para que hagan las paces después de muertos...jajaja
Lope ocupó la casa desde el 1.610 hasta su muerte en el 1.635.
Aquí escribió varias de sus obras más importantes y sufrió bastantes pérdidas personales (al vivir tantos años, perdió hijos, esposas...)
En el XVII ya aparece en el plano de Texeira.
La casa está en el barrio de las huertas, llamado así por la proximidad de las huertas de los conventos cercanos.
También era una zona "terrible" para vivir, llena de lupanares y mujeres de la mala vida...
Había hasta un dicho: "En el barrio de las huertas, hay más... que puertas"
La casa es de dos alturas y tiene un encantador huerto, él la compro por unos 9.000 reales, una cantidad irrisoria, pero es que ya hemos comentado lo cutre que era este barrio.
Lope pecaba de falsa humildad con la casa, y es que no le daba importancia...aunque bastante grande y no era nada común que un escritor tuviese una vivienda como esta.
La casa pasó a su hija Feliciana, la última hija legítima que el escritor tuvo con su última esposa, Juana de Guardo.
Otra de sus amantes, Marta de Nevares, también vivió en esta casa, y acabó loca y demente la pobre. Con ella tuvo a su hija Antonia Clara, que se acabó fugando en lo que se llamaba un "rapto consentido" y que el pobre Lope no pudo superar (el tema de la honra y la deshonra estaba muy presente en su obra, como sabemos)
La casa pasó a su nieto y luego a varias manos en los siglos XVIII y XIX, en los que se construyó una especie de corrala en el jardín. (hoy en día se hacen espectáculos en la casa)
En el 1.892 la RAE planeaba adquirirla y convertirla en museo, cosa que no sucedió hasta 1.935, trescientos años después de la muerte de Lope de Vega. Fue declarada también monumento histórico artístico por esas fechas.
Comenzamos la visita en el jardín. En él se pasaba las horas cuidando de las plantas y disfrutando de su paz ("mi casilla, mi quietud, mi huertecillo y estudio...")
Como dejaba escritos de todo, absolutamente, se han podido replantar las mismas especies que estaban en vida de Lope, así hay un ciprés, un granado, un naranjo, un laurel, una higuera...
Hay una zona que conserva el suelo original (a mi estas cosas me encantan, se me ponen los pelos como escarpias, pensando que en algún momento del pasado ellos pisaron este mismo suelo)
Y el pozo es el original (bueno, no entero, está en parte reconstruido) tiene una profundidad de 20 metros y aún hay agua en el fondo.
Madrid, como ya sabemos tiene grandes cantidades de agua y humedad en sus profundidades. Y hay una auténtica red de túneles que comunican incluso unas casas con otras.
Lope es todo un personaje, es militar, es esposo, es amante.. y es padre de 14 hijos (14 legítimos, desconocemos cuántos más puede haber sin reconocer)
Al final de su vida, cuando fallece su última esposa se hace sacerdote, y es que Lope es además un hombre muy religioso.
Sinceramente, resulta muy difícil imaginar como podía compaginar este maremágnum y que además tuviera todo sentido.
Dicho esto, podemos entender muy bien la existencia de la pequeña capilla u oratorio, donde oficiaba misa todos los días. (podemos ver en el extremo opuesto un ventanuco que da a la propia habitación de Lope, desde el cual podía mirar la capilla y la misa que oficiaba otro sacerdote cuando estaba enfermo)
La capilla está llena de imágenes, 24 en origen, aunque ahora hay menos, con varias tallas de la Virgen, la adoración del pastor, y algunas imágenes de Cristo.
Destaca el altar mayor, con una figura de San Isidro. No hay que olvidar que el santo fue canonizado en la época de Lope (1.622) y que incluso se le encargaron unos versos para la ocasión.
Era muy devoto de este santo.
Los muebles proceden en su mayoría (los del resto de la casa también) del cercano convento de las Trinitarias.
Aquí el guía nos habla de la frugal dieta del escritor, a base de espárragos, huevos y comida "de pobres", pero también nos cuenta, cómo queda reflejado en alguno de sus escritos el gusto por la comida más refinada y extranjera. Así, le suele encargar al Duque de Sessa, amigo y supuesto mecenas de Nápoles, exquisiteces como unas empanadillas rellenas de perdiz y vino, que por lo visto, eran su perdición.
En la casa se intentan reproducir las habitaciones y las escaleras tal y como debían ser, y la verdad es que el resultado es muy bueno, en todo momento nos sentimos como en una casa de verdad.
Posiblemente la habitación que resulta más espectacular es el estudio.
Es la pieza más grande, mejor ventilada y más soleada de la casa, que da a la calle y al sur.
Aquí recibía todo tipo de visitas y se reunía con otros dramaturgos.
Pongo ahora dos fotografías de la web del museo:
Aquí escribió las obras más importantes de su carrera, como Fuenteovejuna, el Caballero de Olmedo, la Dama boba, el perro del hortelano... por citar unas pocas.
Lope es un escritor muy prolífico, escribió unas 1.500 obras, y suponemos que su longevidad ayudó (muere a los 73 años).
Lope fue un niño prodigio, a los cinco años leía latín y castellano, y componía versos, a los doce comienza a escribir sus primeras comedias.
Detrás del escritorio hay 423 libros que están en depósito y que proceden de los fondos de la Biblioteca Nacional. Es impresionante.
En la habitación hay varios cuadros (casi todo copias) y está representada su hija, también escritora, Sor Marcela, hija de su amante Micaela Luján.
Al ser fruto de un amor extramatrimonial, no eran muchas las opciones que había para mujeres como ella. Así que decide acogerse a la vida monacal. Llegó a ser madre superiora del Convento de las Trinitarias. Y parece ser que escribía maravillosamente bien, muy ocurrente y a la vez mística, en un estilo similar al de Santa Teresa de Jesús, con la que se le ha comparado.
imagen de wikipedia
Su hermano de padre y madre, Lope Félix, también tuvo que elegir un futuro casi predeterminado en su nacimiento... él fue soldado y militar.
En la zona opuesta tenemos un lugar de tertulia, donde Lope se reúne con escritores de su tiempo, como Quevedo.
Parece un rincón súper acogedor, y no resulta difícil imaginárselos charlando alrededor de un brasero.
A través de la puerta del fondo, tenemos acceso al lugar de reunión de las mujeres.
A modo de habitación árabe, con un estrado y cojines, podemos ver cómo las mujeres también tenían su espacio en esta casa. Las mujeres aquí recibían visitas y pasaban su tiempo bordando o cosiendo.
Hay varios muebles, un escritorio, algún bargueño y tapices (uno de ellos es auténtico de la época) para mantener la sala caliente.
Al entrar me he acordado de la película "El perro del hortelano" de Pilar Miró. Recuerdo que todo el tiempo salía una estancia similar, aunque mucho más grande.
En ella podemos ver uno de los espejos de la época (hay otros dos)
Hecho con una lámina de plata pulida, los reflejos resultan un tanto temblorosos.
Como curiosidad, un espejo similar está en el cuadro de las Meninas de Velázquez.
Llama mucho la atención, especialmente el marco.
¿A quienes vemos reflejadas en esta ocasión? siiii, son Carmen Sánchez e Isabel Romero.
Al fondo, una pequeña estancia con el dormitorio de Lope. La estancia más pequeña y escondida de la casa, con un ventanuco al lado de la cama desde donde seguía la misa cuando estaba enfermo.
Murió aquí.
En la misma planta hay otra estancia, la habitación de las hijas.
Feliciana, hija de Juana de Guardo (que murió por sobreparto) y Antonia Clara (hija de Marta de Nevares) son las hijas que más tiempo viven con Lope.
La estancia, resulta encantadora:
En la misma planta también tenemos el comedor y la cocina.
En el comedor hay algunos muebles curiosos, como la mesa de patas de lira, unas sillas castellanas y presidiendo la mesa, un sillón frailero, lugar del dueño de la casa.
Parece ser que les costaba mucho que Lope dejase de escribir y se sentase a la mesa, y era su hijo Carlos Félix el que solía encargarse de convencerle.
Al lado del comedor está situada la cocina, aunque supuestamente, en tiempos de Lope estaría en la planta baja, más cerca del jardín-huerto.
En esta reconstrucción, han colocado un hogar, muchos utensilios de cocina, como ollas y vasijas de barro o trébedes, y estantes con cerámica de Talavera y Puente del Arzobispo, piezas del XVII.
Es chulísima.
Subimos ahora por las peligrosas escaleras, hasta la planta de arriba.
Encontramos la habitación de invitados, que una casa de este tamaño y categoría tenía obligación de tener.
Existía un impuesto, llamado de regalía, en la que todos los poseedores de casas de más plantas, debían reservar una habitación para los invitados, que podían ser funcionarios de la corte, por ejemplo.
Había obligación de albergar y alimentar al invitado durante el tiempo que éste estimara oportuno.
Las gentes, para evitar esto, comenzaron a construir las que se llaman "casas a la malicia", en las que simulaban tener menos plantas, haciendo una fachada totalmente falsa y que no coincidía con lo que había por dentro.
Sin embargo, Lope, estaba bien orgulloso de acoger a ciertos personajes, como por ejemplo el capitán Fray Alonso Contreras, que estuvo alojado 8 meses y que escribió unas memorias que sirven como inspiración a Arturo Pérez Reverte y a su personaje más célebre: Alatriste.
La habitación se ha ambientado con una capa y una espada encima de la cama, recordando a este militar.
Hay además un baúl de viaje y un ajedrez "portátil" así como varias sillas, que sirven muy bien para ambientar esta estancia.
Pasamos por la habitación del servicio, una sala muy sobria que ahora tiene dos camas con colchas de lino, y nuestro guía nos indica que es una de las menos reales, puesto que los criados jamás tendrían unas colchas hechas de este material tan bueno. Es posible que solamente hubiera algunos jergones de paja y algo para iluminar.
Por último, la cámara de los hijos. La habitación más luminosa y más grande del ático.
En ella vivieron por ejemplo, su amado Carlos, hijo de Juana de Guardo, que falleció a los 7 años y Lope Félix, hijo de Micaela Luján.
Destaca una cunita, donde podemos ver un cinturón dijero (de dijes) que no es de época, sino una recreación de los años 60. Se les ponía a los niños alrededor de la cintura con amuletos y colgantes a fin de burlar a la muerte, tan común en el nacimiento y en los primeros años de la infancia.
Es sin duda, lo que más nos llama la atención.
Aquí terminamos la visita a la increíble casa-museo, que tan fascinante nos ha resultado.
Es un lugar muy recomendable, te transporta al siglo de oro sin apenas darte cuenta.
Fuera nos espera Marisa (no ha podido acompañarnos por las restricciones de aforo anticovid) para explicarnos más cositas de la zona.
Por ejemplo nos habla de Sor Marcela de San Félix, la hija monja escritora, de Marcela Luján, la única que sobrevive a Lope.
Hay un cuadro que representa el momento en el que el entierro de Lope pasa por delante del cercano convento de las Trinitarias, y se ve a Marcela, agarrando las verjas, desesperada, despidiendo a su padre.
MARISA: tenías toda la razón, el cuadro está en el Museo del Prado.
Es este:
Esta monja escritora, quemó parte de su obra, porque su confesor consideraba que algunos de sus versos no eran apropiados, y eso que estaban en sintonía con la obra de la mística Santa Teresa de Jesús.
Marisa nos lee unos encantadores "versos esdrújulos" que nos dan una idea de lo ocurrente que era esta mujer:
"A un velo de una religiosa"
Al desposorio más célebre
al más dichoso y más plácido
quiero escribir, gozosísima
alabando a Dios, un cántico.
Que se rindiese en oyéndole
a Cristo, en preámbulos,
a una niña felicísima
a los cielos espectáculo;
que al mundo tenga por tósigo
y a sus deleites por tárgago,
obra ha sido del Altísimo,
solo pudiera dictárselo...
Y así otros veinte o treinta versos más (y este es solo uno de los romances...) Esta señora, por lo que he visto era igual de prolífica que su padre.
Hubo una grandísima rivalidad entre Lope y Cervantes. Se ponían verde el uno al otro, con puyas poéticas (al estilo de Quevedo y Góngora...)
Lope siempre estuvo celoso de Cervantes, y cuando por fin, le llega la fama con el Quijote a los 56 años, apenas le deja disfrutar de su éxito.
Se dice que el Quijote apócrifo que apareció (el llamado de Avellaneda) fue escrito por el propio Lope a fin de ridiculizar y afear al personaje.
Pero este hecho, lejos de perjudicar a Miguel de Cervantes, le sirvió de acicate, para darse aún más prisa en terminar la segunda parte oficial del Quijote, que fue otro gran éxito.
(Ay Lope, Lope, te sirvió un poquito de escarmiento...)
Visto desde fuera, me parece que Cervantes era bastante más "caballero" que Lope. Y le admiraba tanto que le llamaba "el monstruo de la naturaleza" por su creatividad y forma de escribir.
Lope debía ser un poquito retorcido, también nos contaron que, enamorado y rechazado por una dama, Elena Osorio, se dedicó a escribir contra ella con tal inquina, que fue mandado incluso a prisión, por ello.
En fin, supongo que forma parte de su personalidad y de su encanto. Me gustaría verle en estos tiempos, sería todo un personaje de "Sálvame", ¿no os parece? (bueno, con muchísimo más cerebro, claro está)
De camino hacia la plaza de Santa Ana, hay una placa, que rememora a las escritoras olvidadas del siglo de oro. Quiero ponerla, para hacerlas visibles.
Copio, literal, fragmentos de mi otra entrada del barrio de las letras, la última visita que hicimos antes del confinamiento.
En la Calle de Lope de Vega (antes se llamaba de Cantarranas) hubo también un caso curioso y digno de mención.
en el siglo XVIII vivía por la zona una mujer que era conocida como la Beata Clara, una especie de bruja amable que leía las manos, quitaba el mal de ojo... y que muchas mujeres nobles consultaban.
Pues bien, la Santísima Inquisición puso sus ojos en ella, y, acusándola de malas prácticas, la colgaron.
Todos los nobles se hacían cruces, y temieron lo que podría suceder.
Cuando hubo una serie de incendios y temblores, lo achacaron a esta muerte.
Incluso años más tarde se creyó que fue el detonante de la Guerra de la Independencia... ¡ahí queda eso!
En la calle de Lope de Vega tenemos la iglesia y convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso.
El imperio Otomano está continuamente presionando sobre Europa, y era muy común la piratería. Una de sus actividades más lucrativas es la de secuestrar cristianos, para luego pedir un rescate.
La orden de los mercedarios actuaba de una manera muy filantrópica, por decirlo de algún modo: se ofrecían los propios monjes a cambio de la persona que estaba secuestrada y mientras, sus homólogas, las trinitarias, acogían a los familiares de estos frailes y además rezaban para que la misión terminase bien.
(escudo de las trinitarias, imagen sacada de google maps)
Este convento es especialmente famoso puesto que desde aquí se pagó el rescate de Cervantes cuando estaba prisionero en la cárcel de Argel.
En la portada de la iglesia y convento podemos ver a San Ildefonso (defensor máximo de la virginidad la Virgen María y por eso le está poniendo la casulla) y a San Juan de la Mata (fundador de la orden de las trinitarias)
Las cadenas qué vemos representan a los presos.
Ahora continuamos hacia la calle León y estamos frente a la Real Academia de la Historia, construida por Juan de Villanueva.
Es ahora Real Academia de la Historia, pero era en el siglo XVII un famoso mentidero de los cómicos.
Aquí se imprimían todos los libros de las horas del convento de San Lorenzo del Escorial y por ello se puede ver el escudo con la parrilla de San Lorenzo sobre la puerta principal.
Enfrente de la Real Academia de la Historia tenemos el Concejo de la Mesta (lo que queda de él) que incluso llego a ser tribunal.
Tiene mucho poder e intercede casi siempre a favor de la ganadería, en detrimento de la agricultura, lo que provoca muchas veces carestía en el reparto del grano (especialmente en la primavera) y esto suele provocar motines de subsistencia, como el de Esquilache.
La Mesta fue abolida durante las Cortes de Cádiz, pero luego vuelve de nuevo con Fernando VII.
Esta es una zona de Huertas, desde el Prado de los Jerónimos, pasando por los jardines de Lerma, Medinaceli y Monterrey. Abundan por la zona.
Pasamos por la Plaza de Matute y aquí también hay una parte de la historia de Lope, pues cerca vive otra de sus amantes, Antonia Trillo, con la que "comete" el crimen de "amancebamiento". (otra vez)
Cercana se encuentra la Plazuela del Ángel y en esta zona está la Iglesia de San Sebastián.
Esta iglesia está totalmente reconstruida, ya que en el año 1.936 una bomba la destruyó por completo.
Tenía una torre tipo minarete que se puede buscar y encontrar en el plano de Texeira.
Esta iglesia es importante sobre todo porque fue el primer archivo de Madrid, y en el año 1.541 está registrado el primer asiento.
Lope de Vega está enterrado en el cementerio o fosa común de esta iglesia, que estaba situado donde ahora está la preciosa floristería del ángel, una de las más antiguas de Madrid.
Lope de Vega está enterrado en el cementerio o fosa común de esta iglesia, que estaba situado donde ahora está la preciosa floristería del ángel, una de las más antiguas de Madrid.
Así que nos conformamos con saber que están "por aquí".
Llegamos a la Parroquia San Sebastián, que encontramos tristemente cerrada.
Es conjunto histórico artístico, pero por el archivo de bodas, bautizos y defunciones. Hay multitud de personajes que se han casado o bautizado aquí.
Por ejemplo,
Bautizados: Moratín, Echegaray, Jacinto Benavente, Tirso de Molina...
Matrimonios: Bécquer, Sagasta, Larra...
Defunciones: Cervantes, Lope de Vega, Ruiz de Alarcón, Espronceda...
Y además hay una capilla, llamada de los Arquitectos, donde están enterrados Villanueva y Ventura Rodríguez.
Durante la guerra civil, la iglesia fue bombardeada y solo quedó en pie esta capilla.
Además, el archivo sobrevivió casi todo porque fue puesto milagrosamente a salvo y llevado a otro lugar.
En la portada hay un fresco moderno de un artista que además es sacerdote: Ricardo García.
Es de inspiración neoclásica y como curiosidad, Marisa nos cuenta que conoce personalmente al chico que hace de modelo del santo y que le resulta de lo más extraño ver su cara ahí pintada (¡ya imagino!)
Dentro de la iglesia hay cuadros importantes, como algunos de Giordano y algunas copias de obras famosas.
Aquí también está la Virgen de la Novena, patrona de los artistas, sobre todo de los relacionados con el teatro.
Pongo lo que nos contó Marisa en la otra visita del barrio de las letras:
Existía un humilladero (lugar donde había una imagen y la gente se paraba a rezar) con un cuadro de la Virgen de la Novena, de la que ya no queda ningún vestigio.
Anécdota:
Anécdota:
"Se cuenta que en 1624, la actriz Catalina Flores que había quedado maltrecha tras un parto, se inclinó ante una imagen de la Virgen del Silencio situada en la Calle del León, en pleno barrio de las Letras, lugar de cómicos y poetas. La actriz prometió hacerle una novena si la Virgen curaba sus dolencias, cosa que sucedió milagrosamente.
A los gritos, acudieron cómicos y poetas a la casa del prodigio, se
hincaron de rodillas e hicieron suya la promesa de la actriz, costeando ellos la Novena. Y decidieron que así se denominaría en adelante la milagrosa imagen que pasó a ser en 1631 patrona de los artistas y actores de España".
Y la Virgen de la Misericordia, advocación mariana muy antigua. Es una talla moderna, pero el manto es del siglo XVI.
Me lo apunto, para cuando pueda venir y verlo todo todito.
Nos vamos hacia Santa Ana y calle de la Cruz, y de nuevo, de la otra entrada que nos contaba nuestra profe:
En la Plazuela del Ángel también vemos un edificio precioso que actualmente es un hotel de cinco estrellas y que era el Palacio de los Condes de Tepa, construido en el siglo XIX.
En esta zona estaba un solar dónde se asentaba la tertulia de la calle de San Sebastián, lugar de reunión de liberales del siglo XIX, dónde se realizaban lecturas de periódico, y manifestaciones culturales. Es la tertulia más antigua de Madrid.
Eran habituales Jovellanos o Ramón de la Cruz entre otros y una curiosidad es que José de Cadalso leyó aquí por primera vez sus famosas cartas marruecas.
En la plaza de Santa Ana, vuelvo a tirar de recuerdos:
La plaza también se llamó Plaza de Alfonso XII, plaza de Topete.. y fue la República la que le devuelve el nombre primitivo de Santa Ana.
Esta zona es famosa principalmente por el teatro y las corralas tan importantes en el siglo XVI.
El teatro español, por ejemplo, se construyó en homenaje a la reina Ana de Austria, cuarta esposa de Felipe II.
Se conocía en aquel tiempo como "el Teatro del Príncipe".
En esta zona estaban en aquel entonces el corral del príncipe que es el actual teatro español, el corral de la Santa Cruz, el corral de la Pacheca... entre otros.
Vivían en estas calles literatos tan importantes como Góngora, Quevedo, o Lope de Vega.
Por eso conocemos esta zona como el "Barrio de las Letras"
En el siglo XVIII existían dos bandos de aficionados enemigos acérrimos entre si, conocidos como los "chorizos" y los "polacos".
"Los chorizos eran los del teatro Príncipe y llevaban como identificación una cinta dorada en el sombrero. se llaman así porque en 1.742 un actor debía comerse en escena unos chorizos y se le olvidó ponerlos al encargado, así que empezó a gesticular y a dar voces y protestar con mucha gracia provocando tales carcajadas que tuvo que repetir la escena de la misma manera en los días sucesivos.
Los polacos eran los seguidores del teatro de la Cruz y llevaban una cinta azul, su nombre proviene de un fraile trinitario conocido como "padre polaco" que controlaba las compañías y los repertorios del teatro de la Cruz".
El principal impulsor del teatro fue Felipe IV, que era conocido como el rey de la farándula.
Tan ligado estaba al mundillo del teatro que tuvo un romance muy sonado con una actriz, María Calderón, "la calderona", y con ella un hijo que es bastante conocido: Juan José de Austria.
Curiosamente él prestó siempre un gran servicio a la corona, puesto que era muy luchador y le enviaban a todos los conflictos importantes.
Él tuvo incluso esperanzas de heredar el trono, viendo como Carlos II, su hermanastro no tenía descendencia y no se encontraba en condiciones de reinar.
Pero murió en un momento crítico, y de una manera un tanto extraña, por llamarlo de alguna manera...
El edificio del teatro lo comienzan un joven Sachetti y Ventura Rodríguez, pero en 1.849 se destruye por un incendio y Juan de Villanueva lleva a cabo su reconstrucción con un estilo neoclásico.
Nos cuenta nuestra maravillosa profe que hemos hecho una pequeña incursión a lo que fue la vida de Lope de Vega en Madrid, pero que podríamos extendernos muchísimo más.
Por ejemplo, que nació en la Calle Mayor 50 (hay una placa conmemorativa) muy cerca de la calle bordadores (oficio de su padre)
Que posteriormente estudió en el Colegio Imperial (la Colegiata de San Isidro)
Que en la Parroquia de San José dio su primera misa.
O que se casó en San Ginés.
En fin, que Madrid está lleno de lugares donde estuvo presente, que podemos buscar sus huellas por toda la capital. Sería interesante hacer un monográfico de este personaje tan intenso y curioso, ¿no creéis?
Para ampliar un poco más toda esta información, os remito a esta otra entrada del barrio de las letras, que complementa muy bien todo lo que hemos visto hoy, es de la que he sacado los famosos fragmentos:


















































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