AVISO IMPORTANTE:
Esta entrada es como un recordatorio del viaje, o sea que en un principio está escrita para tenerlo todo bien guardado en mi propia memoria -que cada vez va siendo más floja- y sobre todo como legado para mis pekes, para que algún día puedan releer estas notas y rememorar lo bien que lo pasamos en este puente y con un poco de suerte, se echen unas risas, recordando lo friki que era su madre...
Bueno, también sirve de ayuda por si alguien está pensando en ir, y se quiere enterar de cómo va el parque, pero aviso desde ya, que igual es un poco rollete, asi que si alguien quiere dejarlo... es el momento.
NOTA: la mayoría de las fotos son de la propia página de Port Aventura, que ocupan menos y son mu' chulas. Las de "bicho" son de mi cámara, claro está
En fin, continuamos con la historia, casi, casi donde la dejé:
Me da un poco de risa (miento, risa no me da... y a Manu, mucho menos) pero con todo lo que está pasando...
Y es que, en plena crisis, nos liamos la manta a la cabeza y nos vamos de puente, con dos narices, y encima a uno de los hoteles del parque, para que salga aún más caro.
Pero lo cierto es que es mejor hacer pocos viajes, pero buenos, que muchos malos... ¿o no?
No pasa nadaaaa, hemos cambiado las vacaciones de verano por esta escapada, y la verdad, es que no me arrepiento. En verano es fácil cambiar de aires por muy poco dinero: tenemos el pueblo, Torrevieja y nos encanta ir de camping, así que, todo en orden.
La verdad es que el hotel donde hemos estado alojados era precioso, la perfecta recreación de un pueblecito mediterráneo, con sus placitas, sus bares, sus casitas... en fin, como un decorado maravilloso tan bien hecho que acabas creyendo que realmente estás en una pequeña aldea.
Como además tiene entrada directa al parque nos encontramos con otro privilegio nada despreciable ... es decir, que puedes entrar y salir con una tarjeta (que es además la llave de la habitación) y cuando estás ya cansado y deseas volver a tu habitación, en quince minutos, puedes conseguirlo... una gozada.
A estas alturas, ya se nos olvida la terrible noche que hemos pasado en el tren-litera, que salvo Paula, nadie disfrutó demasiado (bueno, Irene cayó como un tronco, pero la pobre no cuenta, debía tener sueño y cansancio acumulado para "parar un tren")
También dejamos atrás la espera de 3 horas en la estación de Tarragona hasta que ha salido el ooootro tren hacia Port Aventura, así que cuando por fin llegamos al hotel, los niños ya están dando saltitos, muy emocionados
Después de un rápido ingreso y toma de habitaciones, nos damos una ducha rápida y salimos a disfrutar de nuestra primera mañana en el parque.
Visitamos la zona de la polinesia, con el espectáculo de los bailarines de Tahiti... me encanta, me ponen los bailarines...mmmm (jeje, esto me lo preguntáis, Paula e Irene, si ya sois mayorcitas, lo entenderéis perfectamente..jajaja)
Luego el cine en 4D con la historia de las tortuguitas y .... un poco de la zona de Sésamo Aventura
El tiempo nos va pillando y tras una comida (a base de hamburguesas-pizzas y demás guarrerías) los mas pekes se van al hotel a echar la siesta.
NOTA DE LAS COMIDAS: Decir de las comidas que todas dentro del parque son en el mismo plan, pasta-fingers-patatas-pizza-pollo-hamburguesa-fingers-pizza.... vamos, un poco aburrido, y encima, el precio lo peor, cada vez que comimos, 40 euracos, 5 euros arriba o abajo...
Menos mal que en en hotel comíamos y desayunábamos de lujo (bueno, y con todo el morro merendábamos, porque cogíamos fruta y bocadillitos para la media tarde...¡¡viva el bufet libre!!)
Paula y yo logramos escaquearnos y nos pasamos 3 horas solitas en plan madre-hija-gamberras muy divertidas.
Lo malo es que aun no se encuentra del todo segura y nos quedamos tooooda la tarde en la parte infantiloide y lo más emocionante que hacemos es montar en el tren que recorre todo el parque, (porque no hay demasiada gente, claro... los días posteriores no podemos hacer con los otros el recorrido completo)
Ya por la tarde regresan Pablo y Mª José con los niños... pero Manu sigue en el hotel con la pobre Irene, que no se puede ni menear un poquillo siquiera... al final vienen casi a las 18.00
Visitamos China brevemente y cuando estamos todos juntos por fin, empiezan a caer unas más que sospechosas gotas que se convierten rápidamente en aguacero, así que, damos por finalizado el día (el parque cierra a las 20.00) regresando a toda velocidad hacia el hotel.
Apunto que el bufet del hotel es otra de las cosas que les ha encantado a los niños (y a los mayores, que nos hemos puesto morados) así que estamos encantados.
Acabamos con una ducha para los pekes y tiraaaados con gran agotamiento, viendo la súper tele de plasma desde la camita (el rato que conseguimos mantener los ojos abiertos)
Creo que me voy a repetir, porque claro, los tres días y medio (si, 3,5 días enteros) nos los pasamos tranquilamente en el parque, y yo que creía que acabaría hasta el gorro de montar en cosas... pues no, al final, controlamos todo, montamos en lo que más nos ha gustado y los niños siguen tan eufóricos como el primer día (bueno, menos Irene, que va subiendo y subiendo hacia arriba y acaba disfrutando un montón también, menos maaaaaaaaaaal)
Así, voy a hacer un resumen por zonas y atracciones, para retener todo en nuestra memoria, como ya he explicado antes:
El parque está concebido como el IKEA, es decir, que si sigues la marabunta y no lo conoces, no tienes más remedio que ir dando la vuelta completa y seguir a Vicente (o sea, donde va la gente...)
Nos pasa el primer día, pero finalmente nos hacemos con los atajos y como pasar de un mundo a otro sin dar todo el vueltón.
Las zonas:
MEDITERRÁNEA
En esta zona está el lago donde hacen un espectáculo con chorritos de agua y música, que solo logramos ver el primer día (me parece que en verano hacen algo gordo al final del día, casi a las 24.00)
Está lleno de tiendecillas y restaurantes, y más parece un pueblo (la continuación del propio hotel) y resulta muy agradable pasear por aquí, aunque hay siempre tanta gente, que es algo estresante.
Claro que como me dijo un día Mª José, lo cierto es que una vez que estás dentro, ya no te agobia tanto, es peor pensarlo...
La primera y casi única que atracción que hay en esta zona es LA FURIA DE BACO, donde solo subieron los valientes y que te pone de 0 a 135 km/h en 3 segundos...glup, yo paso
Pero se de dos niños que han prometido que en cuanto lleguen al 1,40 cm permitidos se van a subir (y a Óscar si que le creo... a Irenita, no tanto)
Está la estación del tren monísimo que recorre el parque y un pequeño embarcadero del que sale un barco que hace el recorrido Mediterranea-China, pasando por Polinesia, sin parar. (lo tomamos el último día)
Se puede ver al fondo el inicio del Oeste, el final del círculo.
POLINESIA
Tiene pocas atracciones, el Tutuki splash, que como su propio nombre indica te calas hasta los huesos (es muy parecida a los Fiordos del Parque de atracciones y a una que hay en la Warner) y de esta pasamos, que no era momento de remojos.
El cine en 4D que ya mencioné antes, y una barca-loca que parece un columpio gigante (montaron solo los Ramos Martín)
Aquí a destacar el espectáculo de los guerreros buenorros porque del otro, el de las aves del paraíso pasamos un poco bastante.
Estos no son tan guays (recuerdo a uno especialmente buenorro, que no ha salido en la foto... y yo estaba tan obnubilada que no pude hacerla... glup)
SÉSAMO AVENTURA
Esto es el paraíso de los más pekes y de los miedosos, ya que todas las atracciones son muy suavecitas.
Una visión general de esta abigarrada zona:
En la siguiente se ve el árbol mágico (una triste imitación del que hay en Disney) y los avioncitos de COCO PILOTO, que iban taaaan despacio, que un poco más ... e irían hacia atrás.
Lo más diver, una minimontaña rusa, el TAMI TAMI, en la cual perdimos demasiado rato una mañana, puesto que el sistema de Fast Pass era una auténtica cutrada y llenaban los minivagones de una forma un poco injusta.
Otro original, EL SALTO DE BLAS, que era una minilanzadera, en la que cada pareja de ocupantes debía subirse a si misma, tirando de una cuerda.
Unos avioncitos que daban una minivuelta (ver foto), unos helicópteros que subían o bajaban en función de lo que pedalease cada uno, un laberinto con toboganes, bolas y demás zarandajas, y otras cuantas atracciones más que eran para demasiado pekes y los nuestros no mostraron el más mínimo interés.
¡Ah si!, una muy divertida, los MAGIC FISH, una atracción giratoria en la que los vehículos, en forma de pez, flotaban sobre la piscina y tu puedes girarlos levemente, y si le das al volante de la forma adecuada, se coge bastante velocidad y es bastante guay.
Es esta, y pese a su infantil aspecto, aseguro que pasé unos buenos ratos montada en ella:
Comimos el primer día, mientras veíamos el espectáculo de Epi y Blas, Coco y Elmo canturreando y bailoteando (bueno, los mayores pasamos bastante, la verdad)
CHINA
Muy cerca está China, super ambientado, con las plantitas, las pagodas, bueno, y hasta una mini-muralla de cartón piedra que está bastante chula.
Aquí hay pocas atracciones, la COBRA IMPERIAL
(una de vueltas y más vueltas, que resultó menos mareante de lo que pensábamos. (evidentemente no somos ninguno de los de la foto)
Las TEA CUPS (o sea, más mareo, que los adultos no probamos)
y un par de atracciones infantiles suavecitas (bueno, y otro laberinto de esos de toboganes y demás)
La verdad es que el parque tiene muchos rincones donde hacer una parada los papis y cambiar de tercio los niños.
Comimos en esta zona otro de los días, en una especie de autoservicio, algo simplón, con un insípido arroz tres delicias, y unas deliciosas brochetas de pollo... un poco decepcionante.
Las dos atracciones fuertes de la zona de China son el DRAGÓN KHAN y SHAMBHALA y lamentablemente no las pudimos ver en marcha (ni otros disfrutarlas) porque la enorme enormísima la inauguraban a partir del 15 de mayo y la del dragón está demasiado cerca e interfiere en las obras, con lo cual, cerrada también.
El temible DRAGON KHAN:
Yo me quedé con las ganas de ver un espectáculo de monjes shaolines (con la esperanza de rememorar a los de la Polinesia) pero nada, el tema va conjunto con las montañitas rusas, y no hay manera...
Lo que si vemos es un musical bastante chulo (MUSIC GENERATION) en el que iban pasando por los distintos estilos a través de las décadas (los 50, los 60...hasta nuestros días) y que iban intercalando diversos números de acróbatas, magos, equilibristas, tipo circo del sol y todo.
Nos encantó, la verdad, las canciones eran todas muy conocidas y hasta salió una imitadora de Lady Gaga, tan buena, que Irene me preguntaba desde el asiento de atrás, la muy inocente, si era la de verdad...
Lo peor, el gabachismo. Me explicaré con una frase. ¿para qué sirve hacer cola si luego una familia de franchutes se nos cuela por el flanco derecho, y mientras protestamos en voz alta solo dicen "oui, oui" como auténticos gilis?
Todo aquel que me conozca un mínimo sabe cuánto me joroba que se me cuelen... no lo puedo soportar, y me pongo muy borrica, la verdad
Una cosita: odio a los franchutes, son una panda de colones y maleducados... y luego somos nosotros los que vamos armándola por Europa, no? ¿he sido lo bastante clara? Pues eso
Bueno, pues no, ellos nos superan en grosería, mala educación y poco saber estar.
He dicho.
MÉXICO
En esta zona se encuentra la atracción favorita de las niñas y mía: EL DIABLO o tren de la mina. Montamos mogollón de veces y no nos cansábamos.
Yo creo que es muy divertida, dura mucho y no tiene grandes caídas, pero si la suficiente velocidad como para que no resulte aburrida. Muy chula:
En esta foto se ve al fondo la lanzadera, el Huracán Cóndor:

Además está otra mareante de las que odio (y en esta si que me mareé de verdad) que se llama YUCATÁN:
mi madreeeeeeeeee
y una que los niños adoraban LA SERPIENTE EMPLUMADA, joeeee con las vueltecitas, estos niños no se cansan de las puñeteras vueltecitas... (lo cierto es que a Óscar le molan mucho más las montañas rusas que las de girar...jaja como disfrutaba el tío)
Esta es... glup:
Comimos otro de los días en un puestecillo con mesas que había justo al lado... más fingers, más hamburguesas... yo me pedí una ensaladita, que estaba hasta el moño ya de la comida-guarrería.
También había unos caballitos revienta-culetes como los del Parque de Atracciones LOS POTRILLOS y alguna cosilla para niños más chiquitines.
Lo que no era en absoluto para pekes era EL HURACÁN CÓNDOR una super-lanzadera, bastante más alta que la de la Warnes o el P. de Atracciones...uf, que acojone (con perdón) Manolo se quedó con las ganas... bueno, tampoco es que hiciera mucho por montar, la verdad, que tiempo tuvo...jeje
En esta zona no vimos ningún espectáculo, y eso que había un par de ellos musicales que tenían muy buena pinta, pero la verdad, preferíamos seguir montando en los cacharritos, y al fin y al cabo vimos uno por día... más que suficiente.
FAR WEST
Es una zona chula de verdad, muy bien ambientada, y con multitud de tiendas. (Se nota que es una de mis favoritas, ¿eh?)
Lo primero que encontramos justo al salir de Méjico es una atracción a caballo entre las tazas locas y la noria, que nos gustó bastante VOLPAIUTE.
Aquí el plato fuerte es LA ESTAMPIDA, una enorme montaña rusa de madera en la que montaron con el valiente de Óscar un par de veces (los otros tres niños y yo, pasamos del tema)
Justo al lado hay una mini-estampida TOMAHAWK, de la que Irene se bajó llorando (porque se le había cortado dos veces la respiración) y que a Paula no le hizo mucha gracia tampoco, pero repitió una segunda vez, al cabo de los días.
Está el típico CARROUSEL, muy mono, muy de búfalos y caballos, y la consabida estación de tren.
Hay también un par de atracciones de agua, una tipo aserradero, que solo montaron ellos, y otra tipo los rápidos, en la que montamos varias veces. Como el tiempo acompañaba, nos animamos, y además llevábamos, muy previsoramente, unos ponchos de agua de los chinos que hicieron muy bien su papel, ya que no nos mojamos en absoluto. Todo un acierto, nos costaron aquí 1,50 y los del parque valían entre 5,50 y 6,90 (eran algo mejorcillos, pero vamos, tampoco para echar cohetes, la verdad)
¡Ah!, se me olvidaba otra atracción, CRAZY BARRELS, ooootra más de vueltecillas, muy guay, nada mareante y al que también se aficionaron, entre otras cosas porque no había apenas colas.
Ahora que lo pienso, veo que hay como dos tipos de atracciones, las tipo montaña-rusa y las de dar vueltas y más vueltas, y siempre las supercolas estaban en las montañas rusas, las otras tienen menos aficionados.
En el Oeste también había coches de choque y las tres Rus Simón nos montamos muy alegremente, y bajamos medio lesionadas, porque había mucho bestia suelto y los topetazos que nos pegaron, nos dejaron sin aliento (aun me duele una articulación del meñique derecho...)
A destacar el show de esta zona, muy divertido y ameno, los especialistas nos dejaron a todos con la boca abierta, y como llegamos con mucho tiempo, estábamos en primera fila y al final los niños pudieron incluso acercarse a acariciar uno de los caballos que participaban.
En el salvaje Oeste compramos los recuerdos de Irene y de Óscar.
Una muñeca de porcelana india, que repudió al llegar a Madrid, porque creía que se le iba a romper y porque había visto en la caja "esta muñeca no es un juguete" (lo ponía en inglés, ya nos sirve para algo el bilingüismo...) lloraba porque quería un peluche, como su hermana, para jugar con él... menos mal que luego se convenció, porque la muñeca es realmente preciosa.
Óscar lo tenía bien claro: un rifle de vaquero, con el que debió matar a media humanidad aquella tarde.
Este es el resumen de nuestra visita.
Estoy preparando un albúm de fotos chulísimo que espero tener en breve entre mis manos, y así atesorar todos esos momentos felices, que yo creo que hay que ir guardando para ir tirando en tiempos peores.