MIÉRCOLES 30 OCTUBRE - EL MADRID DE LOS REYES CATÓLICOS (MADRID 2)
Esta visita promete.
Forma parte de las visitas programadas de Marisa para conocer la formación de la ciudad de Madrid. Ya vimos a principios de mes el Madrid árabe, los orígenes de la ciudad. En esta ocasión continuamos cronológicamente, con el Madrid de la época de los Reyes Católicos.
Luego vendrá el de los Austrias, y entiendo que quedará alguna clase más, que desconozco.
El recorrido comienza en la Plaza de la Cebada, continuamos por la Plaza de los Carros, la desaparecida muralla y la también desaparecida Puerta de los Moros.
Seguiremos por la iglesia de San Andrés, Plaza de la Paja y Palacio de Vargas, calle Toledo y Colegio Imperial (actual Instituto de San Isidro), Puerta Cerrada, Convento de las Carboneras, calle de la Pasa, calle del Codo y finalizar en la Plaza de la Villa.
La corte fue itinerante hasta 1.561. Estuvo antes en Toledo, por muchos años.
Estamos en el barrio de La Latina, que es como se conoce a la famosa Beatriz Galindo.
En esta zona estaba establecido su palacio...como ya vimos en una visita Isabel y yo de "Bienvenidos a Palacio": Se trata del Palacio del Marqués de Viana - Duque de Rivas.
(pongo unas fotos de ese palacio, aunque no lo hemos visto en este día, claro)
Beatriz Galindo destacó por su conocimiento profundo de las humanidades y por ser la preceptora de los hijos de Isabel la Católica. (se cree que también de la propia reina)
Pero volvamos a la Plaza de la Paja:
Pongo un par de espectaculares fotos sacadas de internet, y si, parece que puede merecer la pena bastante.
El Palacio es actualmente un colegio concertado y domina toda la plaza.
El Palacio de Vargas es de estilo neo renacentista.
Mis fotos no son nada buenas y me tomo la licencia de incluir unas cuantas de la red.
Son una maravilla, me encanta.
Volveré sin duda.
La Colegiata es Sede de la cofradía de Jesús del Gran Poder y de la Esperanza Macarena aquí en Madrid. Se les venera muchísimo, hay procesiones, tienen cofradía.
Nos vamos ya hacia la Plaza de Puerta Cerrada, que era una de las puertas principales de la muralla medieval.
Allí vemos una gran pintada con un dragón que nos recuerda el supuesto origen mitológico de Madrid, y las leyendas de dragones.
En la puerta de entonces habría una serpiente representada.
El actual grafiti es del artista Alberto Corazón del año 1.983, donde se ve el agua y la muralla de sílex (donde la arenisca en las noches, el viento chocaba y creaba chispas..."Fui fundada sobre el agua, mis muros de fuego son" el lema de Madrid, que aparece en uno de los escudos.
La plaza de la Cruz o humilladero presidiendo el centro, es un monumento que data de 1.783.
Llegamos a la Plazuela del Conde de Miranda. Aquí grandes Palacios... y sobre todo algo interesante... la entrada al Convento de las Carboneras.
Es un convento que no sufre ningún incendio ni expolio, ningún problema durante la guerra, así que inusualmente, conserva todo su patrimonio.
Seguiremos por la iglesia de San Andrés, Plaza de la Paja y Palacio de Vargas, calle Toledo y Colegio Imperial (actual Instituto de San Isidro), Puerta Cerrada, Convento de las Carboneras, calle de la Pasa, calle del Codo y finalizar en la Plaza de la Villa.
La corte fue itinerante hasta 1.561. Estuvo antes en Toledo, por muchos años.
Estamos en el barrio de La Latina, que es como se conoce a la famosa Beatriz Galindo.
En esta zona estaba establecido su palacio...como ya vimos en una visita Isabel y yo de "Bienvenidos a Palacio": Se trata del Palacio del Marqués de Viana - Duque de Rivas.
(pongo unas fotos de ese palacio, aunque no lo hemos visto en este día, claro)
Beatriz Galindo destacó por su conocimiento profundo de las humanidades y por ser la preceptora de los hijos de Isabel la Católica. (se cree que también de la propia reina)
Era además gran amiga personal de Isabel y se sabe que al casarla le proporcionaron una dote espectacular.
Concertaron su matrimonio con Francisco Ramírez, "el artillero" (el cual participó en batallas e inventó algún que otro instrumento de artillería) y esto, a día de hoy, que puede sonar un tanto frío, fue en realidad un arreglo muy ventajoso para Beatriz, puesto que este señor era un gran partido.
Ella funda el Convento de la Concepción Jerónima, muy cercano al Palacio que fue su hogar.
Toda esta zona estaba llena de casas y palacios servidores de la corona, y servían muchas veces como casas de alojamiento cuando llegaba la itinerante corte.
Las dos calles llamadas Cava Baja y Cava Alta, siguen el trazado de la muralla medieval, y hay un trozo importante que se conserva en la calle del Almendro.
Hay hasta diez visitas documentadas de los Reyes Católicos a Madrid. Se armaba un gran revuelo en toda la ciudad, tanto que hasta subía el pan (fuera de broma, subía el trigo, y los precios de muchas otras cosas)
Nos paramos en la Iglesia de San Andrés, junto a la Plaza de los Carros.
Se sabe que muchos edificios de la zona, incluida la iglesia, usaron parte de la muralla para la construcción.
Bajamos hacia la Plaza de la Cebada y vemos un vestigio curioso en la pared de la iglesia, un recuadro con información que nos indica que había un pasadizo en tiempos, por el que accedían a la iglesia. (Aquí estaba el Palacio de los Lasso, como podemos ver en la inscripción)
Por esta calle alcanzamos la famosa Plaza de la Cebada, llamada así, porque justo en este lugar se separaba el grano de la paja. Se pagaba un impuesto al Obispo de Palencia (el diezmo) en forma de trigo... Y eso que Madrid no tenía obispo... este diezmo era para el de Palencia, como nos cuenta Marisa.
Esta es la vista desde atrás del conjunto de San Andrés:
Por esta zona estaba el Hospital de la Latina y el Convento de la Concepción Jerónima.
Se opuso el abad de San Francisco el Grande a que se fundase otro convento y se enfado con Beatriz Galindo, por intentar hacerlo "a sus espaldas"
Ella no se lo piensa y se lo lleva a la actual Calle de la Concepción Jerónima (de hecho, por eso se llama así)
En esta época convulsa tuvieron lugar varias tragedias, como el diluvio del 1.434 o la epidemia de peste negra de 1.438, pero no por ello dejaban de viajar y de cazar en lugares otorgados por privilegio (como el Sitio del Pardo)
También es el momento de la guerra por el trono.
El hermano de Isabel la Católica es Enrique IV "el impotente" (ojo) tuvo una hija, Juana, que debiera ser reina pero se rumoreaba que no era hija suya, sino de Beltrán de la Cueva.
Es la famosa "Juana la Beltraneja"
A pesar del apoyo de grandes y poderosas familias de Castilla a Juana, la que finalmente reina es Isabel, como todos sabemos.
Pero volvamos a la Plaza de la Paja:
En esta zona había muchas casas-palacio (los dueños son llamados "aposentadores reales") que al estar cerca del río, gustan mucho a la realeza para alojarse.
Los Vargas, los Lasso, los Lujanes, los Mendoza... todos por esta zona.
Aquí en la Plaza está la casa-palacio de Iván de Vargas, que fue patrón/jefe de San Isidro.
El Santo, primero estuvo enterrado en la capilla de Vargas, conocida como "Capilla del Obispo", después estuvo en otros lugares y finalmente descansa en la Colegiata de la calle Toledo, que veremos luego.
La capilla de Vargas se puede visitar los martes por la mañana y los jueves por la tarde, y parece ser que merece mucho la pena, sobre todo por el retablo.
Pongo un par de espectaculares fotos sacadas de internet, y si, parece que puede merecer la pena bastante.
El Palacio es actualmente un colegio concertado y domina toda la plaza.
El Palacio de Vargas es de estilo neo renacentista.
Retrocedemos de nuevo hacia la plaza de los Carros y el Museo de los Orígenes de Madrid (que ya disfrutamos en otra visita)
Lo que ocurre es que en esta ocasión solo podemos disfrutar por fuera de la Iglesia (de San Andrés) no abren todavía y nos queda mucho recorrido aún.
La Capilla de San Isidro está realizada por Juan Gómez de Mora y varios discípulos.
Una de las portadas resulta muy sencilla y la otra, por contra, tiene una gran riqueza ornamental.
El barroco y sus representaciones artísticas intentan llamar a la fe a través del derroche decorativo, buscando la emoción.
La portada es de Juan de Lobera y el San Andrés es una obra de Manuel Pereira.
Nos cuenta también una curiosidad sobre San Isidro, y es que era "un poco zahorí", buscaba agua con unos palos y normalmente la encontraba (claro que esto no es muy difícil, pues ahora sabemos que Madrid poseía cantidades tremendas del líquido elemento en el subsuelo)
A menudo se le representa buscando o encontrando agua:
Llegamos a calle del Almendro desde el Museo. Es una de las calles que salen de esta plaza que parece que tiene mil nombres, pero en realidad son muchas plazas en un mismo espacio (plaza de los Carros, plaza del Humilladero, plaza de San Andrés...)
Yendo por la calle del Almendro, encontramos una maravillosa sorpresa:
¡¡una parte de la muralla cristiana!! protegida por unas verjas, de todos modos masacrada con unos espantosos grafitis.
En Madrid, además de la muralla árabe y la cristiana, tenemos luego tres cercas más, que no tienen un caracter defensivo, sino más bien económico / recaudatorio (para pasarlas había que pagar)
Son la Cerca de Felipe II en la cerca de Felipe IV.
La muralla árabe posee torres cuadradas defensivas y la cristiana redondas, también de defensa.
En toda esta zona hay muchos restos y Marisa nos habla de una casa, sita en la Cava Baja, número 30 que conserva un gran trozo y los vecinos tienen la obligación de enseñarla al público.
Esta zona es muy famosa para comer y beber, está llena de bares y restaurantes.
Lo que poca gente sabes es que la Posada de la Villa es casi antediluviana, probablemente de las tabernas más antiguas de Madrid.
Al llegar a la cercana calle de San Bruno, la tomamos y llegamos a la calle Toledo, una de nuestras paradas de hoy:
Se trata del Instituto de San Isidro, antiguo Colegio Imperial de los Jesuitas.
La Colegiata de la calle Toledo.
A mi me da vergüenza... he pasado miles de veces por aquí y nunca he visitado la iglesia.
Al instituto es más difícil acceder, nos dejan pasar al patio, gracias a Marisa y su buen hacer.
Además no podemos hacer fotografías, y además el tiempo y la escasa luz no acompañan, pero para chulita, yo...
Ahí van unas fotos de internet:
Es un precioso patio del XVI, y apreciamos en la clave de cada arco (en la mitad justamente) el escudo de Ana de Austria: un águila bicéfala. Es de estilo barroco herreriano muy sobrio.
La biblioteca en la actualidad es bastante normal. Pero antes de la expulsión de los Jesuitas se trataba de una de las más importantes de España, con multitud de libros y de códices.
La colegiata fue la catedral de Madrid desde el siglo XVIII... hasta hace 25 años, cuando se acabó de construir la Almudena.
Carlos III expulsa a los jesuitas y trae el cuerpo de San Isidro a la Colegiata, donde permanece a día de hoy, en el altar mayor, dentro de un pequeño sarcófago.
Se puede subir en determinados momentos del año, y ver más cerca su cuerpo incorrupto (agg) y la urna que guarda los restos de su esposa, Santa María de la Cabeza.
Mis fotos no son nada buenas y me tomo la licencia de incluir unas cuantas de la red.
Las que siguen son las mías...
Ay por Dios...nada que ver...
Volveré sin duda.
Ventura Rodríguez es el encargado de decorar el templo por dentro.
Hay quince capillas y una preciosa nave central.
Esta manera corresponde al modelo jesuita de planta basilical con una gran nave central.
Se destruye en gran parte durante la guerra civil y se encarga a los Talleres Granda su restauración que se realizó con maestría.
Con La Contrarreforma se acuña la idea de unidad entre los fieles, de ahí la única nave central, todos los fieles están juntos en la oración.
Había muchas obras de Francisco de Ricci, de Coello...Pero todo quedó destruido durante la guerra. Es muy triste.
En el altar mayor, vemos a San Isidro en su gloria, con un rompimiento de gloria (rodeado de nubes)
En el arca blanca descansa el cuerpo de San Isidro, y un poco más abajo los restos de Santa María de la Cabeza (Curiosidad, se llamaba en realidad Toribia)
A los lados cuatro santos labradores.
La Colegiata es Sede de la cofradía de Jesús del Gran Poder y de la Esperanza Macarena aquí en Madrid. Se les venera muchísimo, hay procesiones, tienen cofradía.
Nos vamos ya hacia la Plaza de Puerta Cerrada, que era una de las puertas principales de la muralla medieval.
Allí vemos una gran pintada con un dragón que nos recuerda el supuesto origen mitológico de Madrid, y las leyendas de dragones.
En la puerta de entonces habría una serpiente representada.
El actual grafiti es del artista Alberto Corazón del año 1.983, donde se ve el agua y la muralla de sílex (donde la arenisca en las noches, el viento chocaba y creaba chispas..."Fui fundada sobre el agua, mis muros de fuego son" el lema de Madrid, que aparece en uno de los escudos.
La plaza de la Cruz o humilladero presidiendo el centro, es un monumento que data de 1.783.
Caminamos hacia la calle de la Pasa ("quien no pasa por ella no se casa")
Estaba allí el Palacio arzobispal. Y para paliar el hambre de los más pobres, el arzobispo les daba un puñado de pasas (menuda generosidad... más valdría haberles dado pan y unos buenos guisos)
Muy cerca, la Plaza de los Condes de Barajas.
Aquí los domingos se celebra un mercadillo de pintores. (nota mental para venir algún día)
Llegamos a la Plazuela del Conde de Miranda. Aquí grandes Palacios... y sobre todo algo interesante... la entrada al Convento de las Carboneras.
Fue fundado en 1.607 por Beatriz Ramírez de Mendoza. (Descendiente de Beatriz Galindo, concretamente es la tataranieta)
Y se llama así porque unos chicos estaban jugando con un lienzo viejo y sucio, sacado de un lugar donde guardaban carbón, y por detrás tenía pintada una imagen de la Virgen Inmaculada. Un cura les vio y al darse cuenta lo llevó allí.
Es de la orden Jerónima. Se llama formalmente Monasterio del Corpus Christi.
Como está la exposición de la custodia, siempre hay monja adorando al Santísimo (doy fe, nada más entrar en la pared hay una especie de verja y detrás vemos, no una, sino dos monjas rezando).
Es un convento que no sufre ningún incendio ni expolio, ningún problema durante la guerra, así que inusualmente, conserva todo su patrimonio.
Hay un retablo maravilloso donde la imagen principal es un cuadro de Vicente Carducho con la Santa Cena. Lo que llama la atención es la nueva perspectiva, tan distinta a la famosa de Leonardo da Vinci Un escorzo increíble.
Hay una leyenda en torno a este convento, y es que la fundadora, Beatriz después de muerta, seguía yendo al oficio y se la veía aparecer (qué mal rollo)
Y otro tema tétrico también es que las monjas cuando moría una, le dejaban su sitio libre y le ponían un paño negro y seguían sirviendo la comida (luego esa comida se repartía para los pobres)
Esta es la imagen de la Virgen famosa del lienzo, que es una Inmaculada.
Como están rezando el rosario, Marisa no nos puede contar casi nada (nos manda unas indicaciones al grupo de Whatsapp, que me parto) Y terminamos saliendo para que nos cuente ya en la calle más cositas.
Haciendo esquina con la Iglesia, la calle de "Puñonrostro"
Con este sugerente nombre, mi curiosidad se dispara, y le pregunto a Marisa (le pongo en un brete, porque no me puede en ese momento explicar el origen...)
Es taaan profesional que cuando acaba la visita nos manda al grupo una web donde queda super bien explicado todo y que transcribo, para los más curiosos.
Situada entre la plaza del Conde de Miranda y la calle de San Justo, esta calle de nombre de evocaciones medievales llama poderosamente la atención. En primer lugar, lo que nos viene a la cabeza es que el nombre que ha recibido la calle se debe a que en ella hubo una reyerta y alguno de los contendientes se llevó literalmente un “puño en el rostro”. Por otro lado, la calle de Puñonrostro nos traslada a la época de las justas medievales, donde los caballeros se batían por el corazón de una bella dama. Ni mucho menos tiene relación este nombre con la realidad a la que se refiere. El nombre le viene a la calle porque allí se localizaba la vivienda del conde de Puñonrostro, don Juan Arias Dávila, allá por el siglo XVI.
Don Juan, además de ser señor de Torrejón de Velasco -donde aún se puede contemplar el castillo de su propiedad-, tenía bajo su señorío las tierras de la actual Alcobendas. Allí mandaba con mano dura sobre sus habitantes, y tanto fue así que éstos decidieron huir para asentarse en torno a una ermita de San Sebastián, perteneciente al Concejo de Madrid. Él no pudo soportar esta afrenta de sus súbditos y trató violentamente que todo volviera a la normalidad. Sin embargo, algunos de sus súbditos huidos, sabedores de que el rey Fernando el Católico andaba por aquellas tierras, pidieron amparo real frente a su señor. Fernando escuchó a su pueblo y decidió que Arias Dávila dejase libres a aquellos huidos para que se asentasen donde quisieran. Éste fue el origen del actual municipio de San Sebastián de los Reyes, llamado así en honor a los Reyes Católicos.
Al fondo de la plaza sale la Calle del Codo y Marisa nos obsequia con una anécdota de nuestro afamado Quevedo.
El escritor tenía poco reparo en hacer "aguas menores" en el sitio menos pensado, y parece ser que esta calle era uno de sus lugares favoritos para este menester.
Un vecino, al ver que era un tema recurrente, pintó una cruz en el lugar, y además puso una pequeña leyenda que decía: "no se orina en los sitios donde hay una cruz"
Un vecino, al ver que era un tema recurrente, pintó una cruz en el lugar, y además puso una pequeña leyenda que decía: "no se orina en los sitios donde hay una cruz"
Y como Quevedo era tan "especialito" contestó con otra chulesca nota: "en los sitios donde se orina, no se pintan cruces" Toda una respuesta digna del un personaje tan mordaz y caústico.
Atravesamos toda la calle llegamos a las espaldas de la Casa y la Torre de los Lujanes.
La torre es uno de los mayores exponentes del gótico mudéjar.
Pongo una foto extraída de internet, que tiene un mejor momento de luz que el que tuvimos nosotros.

En la Plaza de la Villa se ven varias cosas muy interesantes.
La torre de los Lujanes, la Casa Cisneros de estilo plateresco y con el típico aparejo toledano mezclando ladrillo y piedra, muy típico de esta época en Madrid.
El pasadizo del siglo XX, pero que, sin embargo está muy bien integrado y parece de la misma época:
La propia Casa de la Villa que es barroca. La empieza Juan Gómez de Mora y la termina Juan de Villanueva.
En la fachada hay varios escudos de Madrid, incluso el que se ve a la famosa osa, que nos representa.
La estatua que preside la plaza es de Don Álvaro de Baztán, que fue amigo de Lope de Vega y que participó en la batalla de Lepanto, entre otras.
Es de Mariano benlliure, y esto no es nada raro, porque en Madrid hay muchas de sus obras repartidas por las calles.
Esta última foto, por supuesto, no es mía, pero es tan bonita, que no he podido resistirme.
Con esto termino el mes de octubre, y ya estoy impaciente por empezar las visitas de noviembre.













































No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tus comentarios. Recuerda: el respeto a los demás es fundamental