miércoles, 13 de noviembre de 2019

TALLER CONOCER MADRID 2 - LOS PRIMEROS ARRABALES DE MADRID - 13 NOVIEMBRE 2019

MIÉRCOLES 13 NOVIEMBRE- MADRID III - LOS PRIMEROS ARRABALES DE MADRID.




Empezamos la visita en la Plaza de San Martín.
Fuera de las murallas, estaban los arrabales, barrios como este de San Martín, es de los primeros. Siempre surgen alrededor de monasterios y conventos.
En esta zona estaba el Monasterio de San Martín siglo XII. Pero no quedan restos.
 




El Palacio de las Alhajas también forma parte de este convento. Y ahora podemos ver un reflejo de esto en la fachada de la foto anterior.
En el siglo XIX, el Marqués Viudo de Pontejos y Mesoneros Romanos crean el palacio de alhajas llamado así por las joyas empeñadas ý guardadas allí.
El abad de las Descalzas, en 1.702 funda la congregación Monte de Piedad y Almas del Purgatorio... ¿verdad que suena?



Ahora hay una obra para hacer un hotel de 5 estrellas.
En la portada curiosamente, se ve una hucha, dos reales y el escudo Mural (eso quiere decir que el edificio se terminó durante la República)
Las Descalzas estuvieron con la corte itinerante.
Aquí Carlos I se alojó y nació Juana, que es la fundadora del convento en 1.557.
Con San Francisco de Borja eran monjas coletinas Clarisas y se las llama pobres o descalzas (por tener mucho más rigor en sus reglas)
Las  damas importantes vienen de retiro aquí. Es por ello que alberga multitud de donaciones y tesoros.
María, la hermana de Juana, la fundadora, también se retiró en este monasterio. De hecho, está enterrada  aquí, y descansa en un bonito sepulcro plateresco.
No todas las damas tuvieron esta suerte. A Isabel clara Eugenia no le dejaron retirarse aquí y se quedó en los Países Bajos. Ella es la donante de unos fabulosos tapices, diseño de Rubens.
En el año 1.603 se dio una gran fiesta para convencer a Felipe III para no llevar corte a Valladolid (pero no tuvo demasiado éxito porque al final la corte terminó allí ... muy pocos años eso sí)
Las fachadas son de Juan Bautista de Toledo y también intervino Juan Gómez de Mora.
El interior es mucho más moderno (obra de Diego de Villanueva,  hermano de Juan de Villanueva)




Muy cerquita, en la propia plaza, vemos un azulejo donde se lee: "Calle Postigo de San Martín" esto es porque aquí estaba la puerta de la muralla que da acceso a la cerca del arrabal. (de la cual quedan muy pocos restos)
Coinciden en algunos puntos (en pocos) las dos cercas, ésta y la de Felipe II. Coinciden en la Puerta del sol, por ejemplo.

Caminamos ahora hacia la calle de las Navas de Tolosa, que antes se llamaba calle de la sartén.
En este lugar se aventaba la paja, ya que como nos cuenta Marisa, ésta es una zona de eras.
Un monje llevaba comida para estas personas en una sartén grande... y de ahí el nombre.
Una segunda versión es que había un monje que siempre llevaba una sartén para asustar a la chiquillería... Coged la versión que más os mole...jejeje.
En esta calle hay un edificio que destaca y es especial.
En estos días es un centro de salud, pero antes era una antigua Casa de socorro. 
De éstas, había varias por Madrid y estaban concebidas para atender a los pobres y a gente sin recursos.



Un poquito más abajo, la calle de la Ternera, así denominada, porque allí se exponían unas tablas con los precios de las reses en venta... todo tiene su por qué, verdad?



Calle de las Veneras, en la que supuestamente había algunas casas con estos motivos decorativos (de conchas o veneras).
Aquí justo empieza el arrabal de Santo Domingo propiamente dicho.
Esta zona está relacionada con la familia Trujillo, como podemos ver en este azulejo de la calle por la que vamos.
Estos dos personajes se llamaban Ana y Esteban.



Siguiendo por ella, llegamos a la recoleta Plaza de Santa Catalina de los Donados, en la que había un hospicio, con el nombre de la santa, que acogía a los ancianos de los distintos gremios, cuando ya no podían seguir trabajando.
Parece ser que la imagen de los azulejos, está inspirada, nada más y nada menos que en la diosa Flora de los romanos.




Y la bajamos por la calle de los Donados, que nos llevará después a Arenal.
Aquí del hospicio, queda solamente el oratorio del Santo Niño del Remedio.



Construida en el 1.917 de estilo neogótico. El interior es muy sencillo, pero contrasta con la cuidada imagen del Niño, que tiene fama de ser muy milagroso.
(no conseguimos entrar pues casuaaaaalmente, el su día y hay una cola enorme de fieles)





Por lo que veo en internet, se le viste con distintos trajecitos a lo largo del año (vaya, como el Niño de la Cartolinha, de Miranda do Douro)

Pasamos por la casa donde vivió D. Benito Pérez Galdós.




Después, por la calle de las Fuentes llegamos hasta la Plaza de los Herradores.
Esta plaza estaba llena de vida. Realmente se puede considerar la primera parada del servicio de taxis de Madrid... y es que aquí se podía contratar el servicio de las sillas de mano, además de lacayos y criados.
Y más curiosamente, contratar a parientes postizos, para que hicieran de carabinas, por ejemplo.
Me resulta encantador y chocante a partes iguales...



En la puerta de la panadería "Museo del pan gallego", que lleva abierta desde finales del XIX,vemos esta placa conmemorativa del gran Mingote:


Por lo que cuentan mis compañeras, se vende una de las empanadas más ricas de Madrid, 

Todos los nombres de las calles de la zona, nos recuerdan que era la una de las zonas de gremios más importantes: calle bordadores, Hileras... etc
Por fin bajamos por la calle de los Donados hasta Arenal.
Hay bastante desnivel, y en esta calle se aprecia la pendiente de la Laguna de los Lujanes, que estaba más o menos donde está la plaza Mayor. 
Se llama así, por la confluencia de arena de los arroyos de la zona.
Llegamos así a la famosa Iglesia de San Ginés.

En la calle bordadores está la fachada de San Ginés, por la que se entraba en el pasado.
Ahora ha quedado como secundaria, y todo el mundo entra por Arenal, que es más conocida.




Es de estilo neoplateresco, construida en el siglo XVII.
La iglesia está bajo la advocación de San Ginés de Arles, mártir que falleció en el año 308 d.c.
La primera referencia documental es un privilegio otorgado por Alfonso VII en 1.156, y todavía en 1467 era, junto a la San Martín, la única situada extramuros.
En 1.642 sufrió un hundimiento y entre 1645 y 1672 se construyó el templo que conocemos actualmente.
Hubo en un primer momento una ermita, después una mezquita, hasta que Felipe IV la termina de construir.  Juan de Villanueva la reconstruye.
Fue un templo muy castigado, por los expolios, varios incendios, un derrumbe...No hay que olvidar que en esta zona hay mucha agua y claro, los cimientos sufren los suyo.
Según Chueca Goitia la torre era absolutamente perfecta en sus proporciones.
En el patio previo a la iglesia, había un pozo donde quemaban a los reos de la inquisición y a los ahorcados (habían cometido el horrible pecado del suicidio).


Hay tres fabulosos arcos carpaneles flanqueando la entrada principal.
Pero ya no es la decoración plateresca, es un estilo mucho más sobrio.
Las rejas interiores son lo más antiguo de la portada.
Las capillas y el archivo parroquial son muy importantes.
El templo custodia un archivo parroquial con documentos que datan de 1480, como la partida de bautismo de Quevedo, el acta matrimonial de Lope de Vega o la partida de defunción de Tomás Luis de Vitoria. También guarda otras joyas, no a la vista, como la mesa italiana con incrustaciones del siglo XVI y objetos litúrgicos de los siglos XVIII y XIX.
A la entrada, podemos ver una placa conmemorativa, con hijos ilustres, como los citados Lope de Vega, Quevedo o Tomas Luis de Vitoria.



Semioculta a las miradas, hay una pequeña escultura de una lechuza... Ligada al enterramiento y a rituales de la muerte.
OJO: está difícil de ver.


San Ginés de Arlés era un notario del imperio romano. Los emperadores firmaron un edicto para su persecución. Cruza el río Ródano milagrosamente, pero le terminan atrapando y muere decapitado.
Parece ser que no está bautizado, pero le bautiza Dios mismo y esto se refleja en alguna de las obras que le representan.
El interior de la iglesia es de estilo neoclásico y sufrió varias expoliaciones.
Además fue cuartel republicano durante la guerra civil.
Más tarde, gracias a uno de uno de los párrocos consigue obras, y restaurar gran parte de los mármoles y el bronce dorado.  De  todos modos, la nobleza ayuda también, como es de esperar...
La buena apariencia que luce hoy la Iglesia de San Ginés se debe a una reforma reciente. Algunos personajes adinerados quisieron salvar el monumento y aportaron fondos. Desde luego, esos personajes tienen un espacio en la cripta del templo para su descanso eterno. (por ejemplo, está Ramón Areces, fundador de El Corte Inglés. También está Isidoro Álvarez, su sobrino y sucesor en el cargo. Otras familias cuentan con su propio espacio como los Abelló o los Koplowitz.)



El edificio, junto con las obras que alberga, fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1982.

El lienzo del retablo principal es de Francisco de Ricci, pero sufrió un incendio y una posterior restauración. Y a estas alturas no se sabe si es una copia o una restauración, así están las cosas.
A ambos lados, podemos ver dos balcones o tribunas para que los reyes asistieran a la misa, con más privacidad, y en lugar privilegiado.
La iglesia tiene tres naves con capillas a los lados. La nave central es más alta y se separa de las otras dos mediante arcos de medio punto. Sobre el crucero se levanta una cúpula.

Lo primero que nos llama la atención al entrar es la tonalidad especial de los colores que ocupan todo el templo y, por supuesto, la gran obra que supone la cabecera del templo, con sus tres retablos de estilo neoclásico, reconstruidos tras el incendio de 1824.

A los lados, hay imágenes de San José, San Juan de Adán y la Virgen de Valvanera.





La Iglesia de San Ginés alberga obras de arte de un valor incalculable. Por ejemplo las pinturas de Alonso Cano, Francisco Ricci, Luca Giordano y Alonso de los Ríos. De hecho, la pintura grande tras el altar mayor, Martirio de San Ginés de Arlés, es obra de Ricci. El cuadro que sirvió de boceto para realizarla se exhibe en una de las capillas.



En la capilla del Cristo de la Salud nos encontramos con una impresionante escultura del Cristo Caído, de Nicolás Fumo.




En esta imagen, podemos apreciar unas letras cubitales (que están por todo el techo), contando la vida de San Ginés.




Es muy venerada la imagen de San Judas Tadeo, exhibida en una urna. De este santo se dice que es el patrón de las causas imposibles. Por eso no es raro ver colas de personas que vienen a rogarle y que hasta le dejan notas en papel. Hay otro Judas Tadeo en la iglesia de Santa Cruz, también muy popular.



Una de las capillas, la de la Virgen del Castillo, guarda una urna dorada con los restos de María del Pilar Cimadevilla López Doriga, conocida como Pilina. Esta madrileña murió en 1962 a la edad de 10 años, tras una dolorosa enfermedad.
Pilina fue muy devota del Niño Jesús y solía ir a rezar a esta capilla.  Padeció la enfermedad de Hodking, una especie de cáncer que afecta a los huesos. Soportó los dolores con entereza, repartió sus ahorros entre los pobres y, en sus últimos días, trataba de consolar a su madre. En la actualidad está a la espera de beatificación.



Como gran curiosidad, el espacio que ocupa la urna de Pilina albergó los restos del famoso caimán. Por lo visto, la iglesia de San Ginés guardaba los restos fosilizados del caimán que en el siglo XIV fue ofrendado por Alonso de Montalbán como agradecimiento a la Virgen por protegerlo en una expedición marítima. Estuvo en dicha capilla hasta mediados del XX.
Imagen localizada de internet:


Otra cosa interesante es que nos encontraremos con un cuadro del greco en el costado opuesto, al lado de la Epístola, una de las obras maestras de la iglesia (únicamente se muestra los sábados por la mañana de 11,30 a 12 h), la Expulsión de los mercaderes del templo o Purificación del templo del Greco, fue adquirido por la Congregación del Santísimo Cristo en 1705 y permaneció en su capilla hasta la remodelación iniciada en 2002.
Pongo una imagen de internet:



En la iglesia, también podemos ver algunos otros cuadros interesantes, como por ejemplo una "Adoración" cedida por el Museo del Prado, de un discípulo de Rubens.
O un cuadro de la Anunciación" de Luca Giordiano, que es una copia de uno de Tiziano.


Una de las capillas más interesantes e increíbles es la Capilla del Santísimo de la Redención, en la que encontramos varias pinturas relativas a la pasión de Cristo, un cuadro de Alonso Cano de Cristo esperando  la crucifixión, que es especial por la modernidad. En su fondo, se ve el convento de las dominicas de Loeches.
Hay también bastantes cuadros del XVII preciosos de color.




Y obras de Tiépolo, Juan Carreño Miranda, Luca Giordano o Alonso Cano. 

Pero es imposible encontrar imagenes en internet y no me dejan hacer fotos, así que tendréis que ir para descubrir tales maravillas.
Pondré este texto, para cuando yo misma tenga ocasión de repetir la visita y poder admirarlo con su explicación completa:

"La primera y más destacada del templo es la Capilla del Santísimo Cristo de la Redención. De planta de cruz latina, como pequeña iglesia adosada a la principal, se cubre con mármoles de colores grises, rojos y anaranjados, bronces dorados en los ornamentos y pintura en estuco imitando mármol en la nave. En sus muros cuelgan las siguientes pinturas:

Arcángeles Barachiel y Sealtiel, atribuidos a la primera etapa de Antonio de Pereda. El Salvador, obra maestra firmada y fechada por Antonio de Pereda en 1655. Procedente del convento de las Capuchinas, donde lo vio Antonio Palomino, que dijo de él que «pintó ... con tan extremada belleza, que parece no pudo tener otra fisonomía Cristo Señor nuestro, por ser tanta su perfección, que arrebata los corazones; de suerte, que por sólo esta imagen merece su autor nombre inmortal». Se incorporó en 2007 a la iglesia de San Ginés.
El Buen Pastor con dos niños pastores de Gerard Seghers, obra de poco común iconografía.
Cristo de la humildad, original de Alonso Cano datado hacia 1643. La escena se sitúa en un paisaje en el que se aprecia un edificio que se ha relacionado con el convento de madres Dominicas de Loeches, fundación del conde duque de Olivares, protector del pintor. Durante su restauración se puso de manifiesto que en un primer momento Cano dispuso el grupo de la Virgen y san Juan Bautista con un tamaño mucho mayor, reduciéndolos luego, con lo que ganó el paisaje, a fin de centrar la atención en el cuerpo de Cristo, sentado y encorvado aguardando la crucifixión.16​
Lamentación sobre Cristo muerto, firmado por Michiel Coxcie.
El altar de esta capilla, diseñado por Sebastián Herrera Barnuevo y en cuya ejecución (1676) participó Virgilio Fanelli, cuenta con un Cristo Crucificado de Alfonso Giraldo Bergaz, ejecutado en la primera década del siglo XIX, y cuatro ángeles en bronce dorado de Pompeo Leoni. En la cúpula, pinturas al fresco de José Sánchez Villamandos, documentado en la segunda mitad del siglo XVIII, representando cuatro mujeres fuertes de la Biblia en las pechinas, otros tantos varones bíblicos en el tambor y la Ascensión en el cascarón."
Al lado de esta capilla, hay una pila bautismal histórica. Está datada hacia el año 1600 y se labró en mármol de una sola pieza. Fue donada por la reina Isabel II a la parroquia.



Por último, citaremos otras capillas dignas de visitar, como la Capilla Madre del Amor Hermoso, la de Santa Ana y Joaquín o la Capilla del Jesús Resucitado.
Para terminar la visita de hoy, nos vamos a la Iglesia del Carmen, en la calle del mismo nombre.
Seguimos por Arenal, atravesamos la Puerta del Sol, y hacia la mitad de la calle del Carmen nos encontramos con la Iglesia.



En su origen era la iglesia del convento del Carmen.

Unos monjes carmelitas le solicitan a Felipe II permiso para fundar un convento. Se les concedió unos terrenos que habían estado ocupados por una casa de mancebía, que tenían como reclamo una bella muñeca articulada. La figura era manejada por un hombrecillo que le hacía incluso tocar el violín. 
Uno de los discípulos de Bernardino de Obregón que estaba pidiendo limosna por la zona, lo vio y descubrió que la imagen era en realidad una talla de la Virgen que fue robada en un pueblo de Toledo. Así que lo denunció a la inquisición y acabaron quemados en la hoguera las mozas de la casa, el hombrecillo y la imagen acabó en el altar mayor de la capilla del Hospital General.

El convento fue desamortizado en 1836, y los monjes fueron exclaustrados; no obstante, se conservó la iglesia, convertida en 1910 en parroquia agregada a la vecina de san Luis Obispo de la calle de la Montera, aunque modificados algunos de sus elementos. Más tarde el Carmen pasó a ser parroquia independiente.
Por esto se la conoce como Iglesia del Carmen y San Luis Obispo.
Durante la Batalla de Madrid el templo fue profanado, se violaron las sepulturas y se destruyeron las imágenes con excepción de la Virgen titular que se hallaba a gran altura.
En el siglo XVII, se amplía la calle y se corta una parte de esta iglesia. 
Se construye una portada lateral barroca por donde se entraba (era esta la puerta principal y no la de ahora)


   
Ahora ya no se entra por este lateral sino por la calle del Carmen.
Durante la guerra civil sufrió graves expoliaciones.
Las rejas son lo mejor conservado.
Se trata de una Iglesia conventual, y ello se puede apreciar, por la importancia que le dan a la sillería, que es preciosa.


Además, desde febrero de 2010 tiene su sede canónica en esta iglesia la Hermandad de Los Gitanos.
Este es el famoso Cristo:


Ahora, unas curiosas y escalofriantes imágenes, de la época de la guerra civil.
Son tremendas...




  




Y finalizamos con un par de imágenes de la Iglesia del Carmen en la actualidad: 





Terminamos la visita en la Plaza del Carmen, donde vemos el antiguo frontón (que en el  XIX se transformó en un cine y después en teatro.
Tiene una estética Art Deco, que estuvo en los años 20-30 de moda en los teatros y cines.
También en esta plaza, la estatua de Pepín Fernández, fundador de las Galería Preciados, que tanta importancia tuvieron en la zona.
También la primera tienda de Viena Capellanes, Rodilla... primeros exponentes de "comida rápida".

Ha sido una visita de lo más completa e interesante.
¡¡¡Me ha encantado!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tus comentarios. Recuerda: el respeto a los demás es fundamental