Quiero compartir dos modos ultrarrápidos, sencillos, fáciles, útiles -bueno, todo lo que diga es poco- de hacer un arroz blanco.
De tiempo corto, pero lo más impactante es el escaso trabajo que lleva y lo poco que se mancha. PRIMER MODO
Es una idea tomada de mis amigos Belén y Jesús, y que es lo que da origen al nombre de la recetilla, pues así llama Paula a este arroz (que se hace en olla express)
Yo uso la ultrarrápida, no se exactamente los tiempos para la olla a presión tradicional o de válvula.
Procedo:
Se rehogan unos ajillos en un chorreón de aceite, y antes de que doren se añade el arroz (yo suelo echar una taza de desayuno para los cuatro).
Remover para que se pringue con el aceitillo y añadir el doble de agua y un poco de sal, también al gusto.
Cerramos la olla y cuando suban los 2 anillos contar exactamente 3 minutos, y ni un segundo más, porque saldría pasado.
Retirar del fuego y dejar que bajen los anillos "a su bola"
Cuando se pueda abrir, destapar y a acompañar al guisote, que para eso se ha echo, jeje
SEGUNDO MODO
Sacada directamente de la maravillosa web de Issasaweis, una de mis gurus de la cocina (en otra entrada hablaré extensamente de todos ellos...)
Esta receta es aún más fácil, pero para mi gusto, no resulta tan sabrosa como la anterior, será porque no se rehoga el arroz... en fin, compensa con creces la comodidad del asunto
Y dice así:
En un bol de cristal hondo o similar, apto para microondas, echar un chorrillo de aceite, una taza de arroz, el doble de agua y sal al gusto.
Remover con una cuchara y cocinar a máxima potencia -destapado- 15 minutos.
Dejar reposar un par de minutos y ya estará listo
Más fácil imposible, no?
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