Esta tarde Jorge no ha tenido más remedio que improvisar. Nos han suspendido la visita programada para el Palacio Real, que ha quedado pospuesta para mayo. (Deseando estoy)
Nos marchamos al Museo de Historia de Madrid, antiguo Museo Municipal, que siempre es éxito seguro, hay poca gente y muchas cosas interesantes para ver.
Expongo una breve introducción del edificio y su historia:
Se encuentra en la calle Fuencarral, y ocupa el edificio del Real Hospicio de San Fernando, que fue construido por Pedro de Ribera en el XVIII. La portada barroca es lo que más llama la atención, y es que, está considerada como una de las obras más representativas del barroco civil español.
En 1673 se funda el Real Hospicio del Ave María y San Fernando, del edificio primitivo solo se conserva la capilla, que veremos al final de la visita.
En 1919, gracias a la Real Academia de Bellas Artes de Sn Fernando y la Sociedad Española de Amigos del Arte se declara monumento histórico-artístico, y se puede salvar ante la amenaza de ruina.
En 1926 esta sociedad organiza una exposición que tuvo mucho éxito, la Exposición del Antiguo Madrid, y el edificio lo restaura el ayuntamiento para la ocasión.
A continuación se crea el Museo Municipal, con fondos sobre todo donados por Félix Boix, ingeniero y coleccionista.
Ya en el presente siglo se llevan a cabo obras de rehabilitación dirigidas por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, conocido por remodelar edificios tan emblemáticos como el Museo Arqueológico de Madrid o el Museo de la Alhambra en el Palacio de Carlos V de Granada.
La reapertura tuvo lugar más de una década después, en el 2014, con trabajos aún pendientes.
Lo último, ya en 2018, ha sido la remodelación de capilla, como salón de actos.
Lo primero que hacemos es visitar brevemente la exposición Madrid hace un siglo, la vemos un poco por encima, y yo me alegro, ya que la he visto con Isabel hace muy poco.

imagen propia
Empezamos la visita por la planta baja.
El museo está concebido como un completo recorrido por la historia de Madrid desde que fue declarada capital de España en el siglo XVI. Las colecciones municipales anteriores a este momento se exhiben en el Museo de San Isidro, llamado también Museo de los Orígenes, situado junto a la iglesia de san Andrés y la capilla del Obispo, en pleno Madrid de los Austrias.
Nada más entrar, un retrato conjunto de Carlos V y su hijo Felipe II.
Carlos, como rey y guerrero y Felipe está de una guisa completamente distinta.
imagen propia
En una pared, al fondo y dominando la sala, el archiconocido plano de Texeira (1656)
Es fascinante, y nos tiramos un buen rato contemplándolo, buscando edificios y calles, absolutamente abstraídos por él.
Os dejo una curiosidad, un preciosismo, que nos pasó Marisa, nuestra anterior profe.
Se trata de un mapa interactivo del XVII, en el que se pueden buscar edificios y puntos de interés.
Además, puedes ver al mismo tiempo el plano actual de la ciudad y el del XVII, según la intensidad de la opacidad, que se controla en la parte superior derecha de la pantalla. Probadlo, es muy adictivo:
plano de Texeira
En otra de las salas, hay varios cuadros de la plaza mayor que nos muestran los muy distintos usos que ha tenido a lo largo de los siglos. (Como campo para justas o juegos, escenario de autos de fe, recepciones reales...)
La Plaza Mayor era el punto de reunión, allí se podían ver desde lances de toros hasta autos de fe... juicios... en fin, espacio "multicultural"
El número máximo registrado de personas en un evento fue de 50.000 ¡prácticamente la mitad de los habitantes de la ciudad!
Hay un par de cuadros que ilustran esto que nos cuenta, donde se ve perfectamente una vista general de la plaza.
Auto de fe en la plaza mayor de Madrid - Francisco Rizi - 1680
En los siguientes cuadros, por el contrario, mostrando un aspecto algo más lúdico, recreando batallas y juegos a caballo.
Fiesta en la Plaza Mayor - 1630 - Juan de la Corte
En los cuadros se aprecia que los edificios de la plaza tenían en aquellos momentos cinco plantas, pero una reforma posterior hizo que se redujeran a tres.
Y es que hubo un terrible incendio, que comenzó por el arco de Cuchilleros, la zona donde estaban las cererías, y duro diez días.
Sabatini lo pudo apagar con bastantes dificultades finalmente, y Juan de Villanueva acaba haciendo un nuevo proyecto con solo las tres plantas mencionadas, para evitar este tipo de cosas en el futuro.
Fiesta Real en la Plaza Mayor - Juan de la Corte 1623
(desposorios reales del Serenísimo Príncipe de Gales con la Infanta Doña María de Austria, hermana del joven rey Felipe IV)
Estamos ya a punto de finalizar la visita en la primera planta.
El siguiente cuadro, de Félix Castelló, muestra una edificación desaparecida. Un antiguo pabellón de caza en el monte del Pardo.
Construida por Carlos I, como lugar de descanso en las partidas de caza, fue remodelada por Juan Gómez de Mora en 1635, por orden de Felipe IV.
Rodeando la primitiva torre, se construye un pabellón con habitaciones para el descanso y otro al lado para los sirvientes.
Se adorna con cuadros de temas mitológicos de Rubens y con retratos de caza de los reyes de Velázquez. Ninguna tontería, vaya.
Este edificio civil, curiosamente, sirve de inspiración y modelo para las ermitas madrileñas. De hecho recuerda mucho a la de la Virgen del Puerto y sobre todo a las desaparecidas del Retiro.
Torre de la Parada - cuadro de Félix Castelló
Jorge nos cuenta que es posible verlo en google maps, y que solo quedan los restos de la planta. Qué pena.
Dicho y hecho... lo busco... y lo encuentro:
Fuente: Google maps
En el siguiente cuadro, vemos algo curioso.
El Palacio del cuadro es muy de la época, y quedaba bastante lejos de lo que era el centro de la ciudad.
Como curiosidad, la estatua, de Felipe III, que es la que está actualmente en la Plaza Mayor.
Es obra de Juan de Bolonia... Si, el mismo Giambolognia que hace la estatua de Neptuno -con truco- en la ciudad de Bolonia.
Palacio de Iván de Vargas en la Casa de Campo (a la derecha, la estatua de Felipe III, actualmente en la plaza Mayor - cuadro de Félix Castello
Cuadro anónimo de la otra vista, desde el palacio de Iván Vargas hacia la estatua de xxx y la fuente de la Concha.
Además de objetos curiosos, muebles y maquetas hay cuadros bien interesantes, como este, que representa la muerte del Conde de Villamediana. Tiene un juego de luz precioso.
Se trata de la representación de la muerte del Conde de Villamediana (Juan de Tassis y Peralta) cuadro de Manuel Castellano del 1.868.
Parece ser que este señor lanceaba muy bien los toros y "le hizo ojitos" a Isabel de Borbón, la primera esposa de Felipe IV.
Ella muy emocionada dijo: "Qué bien pica el conde"
Y el rey contestó: "Pica bien, pero muy alto"
Curiosamente, a los pocos días lo matan en las cercanías de la Plaza Mayor.
Mucha gente ha visto la mano del Rey en todo este asunto o la del Conde Duque de Olivares...
En los mentideros se comentaba: "¿Quién mato al conde?, … Murió por un impulso soberano"
Ahí lo dejo.
Muerte del Conde de Villamediana - Juan Castellano 1868
El siguiente cuadro que disfrutamos es uno de la plaza de la Villa.
En este se ve perfectamente el ambiente que rodea a una de las tantas fuentes que estaban por la ciudad.Había un número determinado de aguadores por fuente, para evitar problemas. Por un módico precio llevaban, traían y vendían el agua por toda la ciudad.Hay una anécdota estupenda. Ellos se inventaron un artilugio para poder echar el agua más fácilmente desde los caños... con una caña hueca ajustada al caño conseguían tomar mucha más agua y no desperdiciar, y fue un tema tan popular que después esa cantidad que cabía en dicha caña, se convirtió en la medida para despachar vino en las tabernas y posteriormente la cerveza (de ahí el nombre de la caña de cerveza)
El personaje que está en la parte de abajo, a la derecha, supuestamente es el donante del cuadro. Se libra de la muerte, representada en la riña que se ve justo a su lado. Y encarga el cuadro para agradecer tal milagro a la Virgen de Atocha, que aparece en el cielo, en la parte superior izquierda.
Milagro de la Virgen de Atocha en las obras de construcción de la Casa de la Villa - autor desconocido
Como si fuera el Bosco (salvando las distancias) nos muestra todo tipo de escenas, grotescas en algunos momentos, simpáticas en otros, reflejando cómo podría ser una tarde de verano a las orillas del Manzanares.
Paisaje del Molino quemado - Félix Castellano
La tarasca - figura que salía en las procesiones del Corpus Christi, donde se mezclaba lo profano y lo sagrado. A lomos de la bicha la mujer que iba sentada, ponía de moda las ropas que llevaba en ese acto.
Una de las estampas de Marcos Téllez Villar con escenas de entretenimiento campestre. Este tipo de grabados servirán luego de inspiración a Goya, para realizar diseños similares
Ya en la planta superior, entramos de lleno en el siglo XVIII.
Nada más entrar, un personaje muy conocido para nosotras: El Marqués de Vadillo. D. Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre.
Felipe V y Marqués de Vadillo se ocupan de la construcción entre otras, del Puente de Toledo, sobre el Manzanares, obra de Pedro de Ribera. (recordad que nuestro amigo Pedro hizo entre otras cosas el Cuartel del Conde Duque o el Hospicio - Museo municipal de la calle Fuencarral)
En Madrid, se había construido mucho, muchas iglesias, muchas reformas (por ejemplo la ya visitada Ermita de la Virgen del Puerto) bastantes casas, hospitales... pero muy poca obra pública, así que este puente, fue una de las obras civiles, muy necesarias para la ciudad.
La ermita de la Virgen del Puerto (la de las lavanderas, como si fuera para unas princesas) también es una construcción hecha gracias a este hombre.
Fue un corregidor muuuy importante para la villa de Madrid.

Aquí una imagen de mi reina favorita, Doña Bárbara de Braganza.
Cuando llegó a España, no fue muy bien recibida, no les gustaba que alguien de fuera llegara para ocupar el trono.
Y como su físico no le acompañaba (parece ser que era corpulenta y poco agraciada, además de sufrir de las secuelas de la viruela en la cara) la gente, a modo de guasa solían decir: "Fea, gorda y portuguesa, chúpate esa!"
Un poquísimo acertado dicho, que luego se tuvieron que tragar, ya que acabó conquistando a todo el mundo por su carácter bueno y simpático y por todo lo que hizo por nuestro país. Sobre todo a nivel cultural.
Entre otras cosas, fundó el convento de las Salesas. Ella lo creó en el 1748 para asegurarse un lugar tranquilo donde pudiera residir en caso de la muerte del rey, ya que su suegra... Isabel de Farnesio, y madrastra de Fernando VI, no la trataba demasiado bien.
Sin embargo, la historia acabó de un modo bastante diferente, ya que ella falleció en primer lugar y el pobre viudo, acabó mal de la cabeza, porque en verdad la quería mucho y no pudo soportar su pérdida. (imagino que tampoco ayudó que sufriese trastornos mentales, claramente hereditarios)
Muere al año de morir su reina y le sucede en el año 1759 su medio hermano, Carlos III.
Es una historia súper romántica. Ellos están enterrados juntos, pared con pared en la iglesia de las Salesas. El rey hacia la parte noble de la iglesia y ella en una capilla en la parte de atrás, a la que se puede acceder, si te dan el permiso para entrar.
Este matrimonio real fomentó las artes como ningún otro hasta el momento, fueron los promotores del Museo de Bellas artes de San Fernando y fundaron las Sociedades de Amigos del País, entre otras cosas.
Además fueron los principales mecenas del cantante castrato Farinelli.
Bárbara de Braganza 1750 - autor anónimo - del portal del Ayuntamiento
El cuadro que sigue es una de las joyas del museo. ¡Un auténtico Goya!
Como curiosidad, en el medallón donde pone "Dos de mayo" se fue cambiando la leyenda según el momento... Viva la constitución, entre otras...
Alegoría de la Villa de Madrid - Wikipedia
Luego vemos una serie de cuadros que reflejan con crudeza la guerra de la Independencia y sus consecuencias.
Son cuadros de gran formato del siglo XIX.
Este nos habla del hambre producida por la guerra y de cómo los madrileños se niegan a aceptar ayuda, prefiriendo antes morir de hambre.
En la parte de la izquierda, la representación de tres soldados franceses, el malo, el receloso y el bueno, que les ofrece compasivo un poco de pan.
El cuadro es tremendo, y da mucha pena ver esas caras.
El hambre de Madrid - José Aparicio e Inglada -1818
Muerte de Daoiz y defensa del Cuartel de Monteleón - Manuel Castellano - 1862 - imagen de Memoria de Madrid
Muerte de Velarde 2 mayo - 1862 - Manuel Castellano - imagen de Memoria de Madrid
Fusilamientos de patriotas en el Buen suceso - José Marcelo Contreras - 1866
Pasando a temas más amables, otros grandes cuadros nos permiten ver la forma de entretenimiento de los madrileños, paseando en las calles.
Vemos al fondo la puerta de Alcalá y a un lado, la fuente de la Cibeles, un poco desplazada de su lugar actual.
Se puede observar muy bien la moda de la época. Es muy interesante.
Se ven, por ejemplo, los trajes a la moda española y a la francesa de las mujeres.
Como se van acortando las faldas un poco, para dar paso e importancia a otro accesorio, hasta entonces un poco escondido:
Los zapatos.
Paseos por el paseo del Prado - Ginés de Aguirre
Y en este otro, la puerta de San Vicente.
Es curioso lo que nos cuenta Jorge, y es que, antes de su derribo, la puerta tenía su lado "bonito" hacia afuera, hacia los visitantes que entraban a Madrid. Es por ello que este cuadro nos muestra precisamente la ciudad y algunos de los elementos más interesantes, como alguna iglesia o palacio.
En la actualidad, y tras la restauración de la puerta, pasa justo al contrario, el lado "bonito" está hacia dentro... En realidad, como siempre salía esta vista en los cuadros, se desconoce en realidad, como era la puerta por el otro lado.
La puerta de San Vicente - Ginés de Aguirre
En estos grabados (yo creo que son una litografía, muy buena, no originales) podemos ver los maravillosos dibujos diseño de Ventura Rodríguez.
Era un genio, como se puede comprobar.
Grabados de los diseños de Ventura Rodríguez de las fuentes del Paseo del Prado 1777 - imágenes de Memoria de Madrid (me falta la de Apolo, realmente mi favorita...)
Dos ejemplos de la llamada arquitectura efímera. Era muy corriente y normal engalanar las calles con tapices y con auténticos edificios de madera, para magnificar el ambiente.
Ornato de la calle de las Platerías con motivo de la entrada de Carlos III en Madrid
1760 Lorenzo Quirós

Ornato de la Puerta del Sol con motivo de la entrada de Carlos III en Madrid - 1763 Lorenzo Quirós
El tiempo es el que es, como dicen en una de mis series favoritas, "El Ministerio del Tiempo" y ya casi han pasado las dos horas que dura la clase.
Con todo el dolor, damos por finalizada la visita a las salas, aunque nos quedan un par de cositas por ver aún.
La capilla siempre ha estado vinculada a la historia del hospicio, desde su fundación en 1673.
Es obra del arquitecto madrileño José Arroyo, y es la parte más antigua conservada del complejo.
En 1929 la capilla se vinculó al conjunto de Biblioteca y Museo Municipales (hoy Museo de Madrid) tras la restauración de 1926.
En 1990 la biblioteca se traslada al cuartel del Conde Duque y la capilla restaurada por el arquitecto municipal Joaquín Roldan.
En esos momentos, salió a la luz el cuadro de Luca Giordano, oculto por repintes decimonónicos (menudo crimen...)
En el 2002 ya sirve como lugar de exhibición de obras del museo y en 2016 se culmina la nueva remodelación, diseño de Juan Pablo Rodríguez Frade, con la idea de usar este espacio como salón de actos del museo.
A destacar, el gran lienzo Virgen con San Fernando de Luca Giordano, de finales del siglo XVII, que preside la capilla.
Y la llamada Fuente de la Fama, en el patio.
Recuerdo que la primera vez que visité este museo (con Marisa) era muy difícil de ver, por una ventana y muy malamente.
Ahora, se puede salir al patio y mirarla y admirarla por sus cuatro costados.
Esta fuente, de 1732, obra de Pedro de Ribera, como la fachada del edificio, es de estilo churrigueresco.
Estuvo originariamente en la plaza de Antón Martín, alimentada con las aguas del viaje del Arroyo Abroñigal.
También estuvo en el barrio de las Peñuelas (Arganzuela) y en el Parque del Oeste, hasta que en 1941 se trasladó a esta zona, en los llamados jardines del arquitecto Ribera.
Fotografía de Alfonso Begué (1864) aun en su emplazamiento de Antón Martín
Se dice que, habiendo sido financiada mediante una subida de impuestos, el día en que fue inaugurada colgaron en ella un letrero en el que podía leerse: «Deo volente, rege survente et populo contribuente, se hizo esta fuente», es decir «Dios lo quiso, el rey lo mandó y el pueblo lo pagó»
Sea como fuere, es bastante bonita.
imagen propia
imagen propia
La fuente está hecha de granito y piedra blanca de Colmenar de Oreja, materiales comunes en los grupos escultóricos de Madrid.
El cuerpo está custodiado por cuatro delfines mitológicos que escupe agua sobre un pilón que tiene forma de trébol de cuatro hojas.
Sujetan una pilastra muy recargada, al gusto churrigueresco de la época. Hay hornacinas con floreros y las estatuas de cuatro niños, que sostienen unas conchas.
La pilastra es más estrecha arriba y aquí vemos rematando una representación de la Fama o Victoria alada, soplando una trompeta. Es obra del escultor Juan Bautista, y se supone que simboliza el paso efímero de la fama, que no perdura, a pesar del triunfo.
imágenes propias
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Nos quedan pendientes un par de cosas, la exposición de "Arturo Soria, una mente poliédrica", (que si no la vemos con el grupo, ya iremos nosotras por nuestra cuenta)
Y la planta
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