No es gran cosa, pero merece la pena dejar una entradita, por lo fácil y resultona...
Se preparan unas pechugas, limpiándolas de nervios y se parten por la mitad, sin llegar al final del todo -dejándolas como un libro- y se salpimentan al gusto.
Se ponen en el centro unas lonchas de queso y de jamón de york y se enrollan con cuidado sobre un film transparente (ojo, que sirva para microondas) y se da forma, cerrando por las esquinas como si fuera un caramelo.
Se meten 5 minutos a máxima potencia y cuando estén algo más templadas, se parten en rodajas.
Ella sugiere otros rellenos... pasas y curry, palitos de calabacín o zanahoria, espinacas...
A mi se me ocurre rellenarlas con bacón y queso, o alguna fruta ácida, como el kiwi o la naranja, jamón serrano...
Es cuestión de ir probando.
Si se acompaña de una ensalada y unas patatas se puede poner de cena inesperada tranquilamente.

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