miércoles, 5 de mayo de 2010

CARNAZA SI, PERO LA DE DULCE DE MEMBRILLO


Para los que estén a salvo de engordar, un dulce exquisito, que además dura "siglos" en la nevera.

DULCE DE MEMBRILLO

CARNE DE MEMBRILLO (Varios modos)

El de mi madre:
Se cuecen, pelados y en trozos, los membrillos unos 10 min. Se sacan y escurren. Se pasan por el pasapurés. Después se pesan (con papel de plata) y se mezcla con la misma cantidad de azúcar (bueno, algo menos, mejor)
Se vuelve a cocer un rato más, removiendo continuamente.
Guardar en un tupper.
Esto es más como compota de membrillo, pero está igualmente rico.

Luisa, madre de Rían:
Lavar los membrillos, partir en trozos sin pelar. Quitar semillas. Ponerlos a cocer con un poco de agua, hasta que se consuma el agua. Pasarlos por el pasapurés y pesarlos.
Poner igual cantidad de membrillo que de azúcar.
Cocer de nuevo sin dejar de remover hasta que tome color.
Hacerlo en cacerola de acero inoxidable.






(Cristina Galiano)
MÉTODO TRADICIONAL
1 kilo de membrillos, 1 kilo de azúcar, 1 decilitro de zumo de limón = 10 cucharada

1. Lavar los membrillos debajo del agua fría frotándolos bien con los dedos para eliminar toda la “pelusilla” que los recubre y que, a veces, puede ser muy abundante. Secarlos.
2. Encima de una tabla de cocina y con un cuchillo grande de los de cortar carne, bien afilado, cortarlos por la mitad a lo ancho, y trocear cada una de estas porciones en cuatro.
3. Ahora, con un cuchillo pequeño, de los llamados “patateros”, pero también muy afilado proceder a retirar el corazón leñoso y las pepitas. En la elaboración del membrillo lo que más cuesta es realizar esta operación porque esta zona central es muy dura. Retirar también cualquier parte fea que pueda llevar el fruto en su interior. Los membrillos aunque estén muy sanos y bonitos por fuera a menudo están algo picados por dentro.
4. Pesarlos ahora y pesar la misma cantidad de azúcar.
5. En una buena olla súper rápida o una cacerola de las que no consumen agua volcar primero el zumo de limón, y encima la fruta y el azúcar.
6. Taparla y, a fuego mínimo, calentarla hasta que todo el azúcar se haya solubilizado y esté en forma de almíbar clarito.
7. A continuación, si se trata de la olla súper rápida taparla ahora con su tapadera de presión y cocer durante 5 minutos con las dos rayitas de la válvula de presión fuera.
8. Cuando la olla se pueda abrir echar una ojeada a su interior. Si hay mucho líquido, cocer de nuevo el conjunto pero ahora a fuego fuerte y destapada para eliminar este exceso de agua.
9. Cuando veamos que se ha reducido proceder a triturar esta mezcla con una buena trituradora hasta obtener una pasta suave y homogénea.
10. Volcarla preferentemente en una caja de plástico alargada tipo tupperware alisando su superficie con una espátula lisa y dejarla enfriar para que cuaje.
11. Al día siguiente estará completamente sólida. Tapar entonces el recipiente con su correspondiente tapadera. Si guardáis este tupper en la nevera el membrillo os durará en perfectas condiciones más de un año, sin resecarse ni endurecerse.



EN EL MICROONDAS

1. Comprar ½ kilo de membrillos.
2. Limpiarlos como anteriormente. Nos quedarán 450 g aproximadamente.
3. Colocarlos en un recipiente hondo apto para microondas, como una sopera, y que tenga una buena tapa.
4. Cocerlos 5 minutos a potencia máxima.
5. Removerlos y cocerlos otros 5 minutos más, siempre tapados.
6. Al cabo de este tiempo, si están ya blandos, añadir 5 cucharada de zumo de limón = ½ decilitro y 400 g de azúcar. Remover bien para que el azúcar se mezcle con la fruta y el limón.
7. Tapar de nuevo y cocer ahora al 75% de potencia, es decir a 600 vatios durante 5 minutos.
8. Removerlos como anteriormente y volverlos a cocinar otros 5 minutos a la misma potencia. Al cabo de este tiempo si el azúcar está totalmente disuelto y el puré que tenemos tiene ya el color clásico del membrillo parar la cocción. Si estuviera de color clarito volver a meter en el microondas a esta potencia última, 600 vatios, en períodos de 5 minutos nada más y removiendo cada vez hasta conseguir el bonito color dorado. Cuidado porque se puede quemar.
9. A continuación triturarlo como en los casos anteriores y proseguir hasta el final de la misma manera.

CONSEJOS DE COCINA Y NUTRICIÓN
Aunque el membrillo es un fruto de aspecto “seco” tiene un 86,4% de agua. Por ello yo no añado nada de líquido en su cocción, porque él ya suelta la suficiente. Si añadiéramos agua, luego habría que evaporarla a fuerza de cocer y cocer.
Pero si elaboráis el membrillo en una cacerola normal tendréis que añadir líquido para que los frutos se puedan cocer sin pegarse.
Los membrillos, como la mayoría de las frutas tiene muy pocas calorías, 27 por cada 100 g, pero transformado en carne o dulce tiene 215 ya que 100 g de azúcar tienen 373 calorías y aquí vamos a utilizar casi un kilo.
El membrillo no se pela ya que en su piel (y en las pepitas) es donde se encuentra la mayor cantidad de pectina, un espesante natural que se utiliza en la fabricación industrial de todas las confituras. El limón también tiene bastante pectina.
La pectina es una fibra suave que no se asimila sino que pasa a través del intestino absorbiendo agua y entonces se hincha y hace de tapón evitando que se pierda agua por el intestino, de esta manera frena las diarreas. La pectina al oxidarse, por ejemplo al rallar manzanas, tiene todavía más capacidad para absorber agua. Por eso se acostumbra dar manzana rallada a los niños con diarrea o descomposición.
El membrillo es una de las frutas que más fibra tiene, la que más después de los nísperos. Por este motivo también es un buen regulador intestinal y sirve para contrarrestar el estreñimiento. Aunque parezca una paradoja el membrillo sirve para ambas cosas, frenar las diarreas y combatir el estreñimiento.
También tiene calcio y potasio.
Las frutas verdes al madurar pierden acidez y aumentan su cantidad de azúcar a partir del almidón y, por la acción de las enzimas que todas ellas poseen, la pectina se desdobla en sustancias más sencillas. Por ello contrariamente a lo que se piensa, las frutas maduras contienen menos pectina y son menos apropiadas para elaborar mermeladas.