domingo, 9 de mayo de 2010

CUENCA con Manu - Mayo 1991


Uno de nuestros primeros viajes románticos.
Una escapada de pareja que yo disfracé como un viaje de investigación de la facultad.
Je, je, nada más lejos de la realidad, pero a mis padres les hubiera dado un patatús si supieran que planeaba un viaje a solas con mi novio... o no?

Queríamos ir a una posada que estaba en la parte antigua de Cuenca, pero no pudo ser y nos quedamos en la zona más nueva de abajo en un sitio más modernillo que se llamaba el "Figón de Pedro" ... qué ratos pasamos allí...

Me impresionó bastante la ciudad, pues resultaba inimaginable que en una ciudad que parecía como las otras (llegamos en tren o en bus, y deja abajo) pudiera haber esa especie de acantilados que dominan toda la parte antigua.
Es una ciudad realmente preciosa, y con mucho encanto.

Probamos el morteruelo, y los famosos zarajos (ricos, pese a ser lo que son...agg)
y nos pateamos la ciudad de arriba a abajo, buscando todos los rincones bonitos como posesos.

El día de la vuelta, que era domingo de ramos, pudimos asistir a una de las procesiones, y no olvido el movimento de aquellas figuras blancas que se mecían todas al compás de una música religiosa y que nada tenían que ver con lo que yo había vivido hasta entonces.

Un viaje mágico en todos los sentidos.

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