martes, 4 de mayo de 2010

CREMA DE MANOS DE MI ADORADA CRISTINA GALIANO


CREMA DE MANOS O GLICEROLADO DE ALMIDÓN (Preparación farmacéutica) (C.G.)
40 g de almidón granulado que es almidón de arroz, el de almidonar = 4 cucharadas bien llenas
250 g de glicerina pura = 2 decilitros
½ decilitro de agua = 5 cucharadas
½ decilitro de zumo de limón = 5 cucharadas
Esta es una preparación farmacéutica que antes se vendía en la farmacia como fórmula magistral. Es facilísima de hacer, baratísima, no se tarda más de 5 minutos en prepararla y se conserva durante años sin estropearse.
Es fantástica para curar las manos que están agrietadas por el frío o por estar a la intemperie y también estupenda para las personas a las que les escuece y les tiran los labios y la parte superior de los mismos porque tienen alguna clase de alergia difícil de diagnosticar y tratar. También se la pueden colocar las personas que trabajan en el campo en invierno.
Ponerla preferentemente por la noche masajeando bien manos y brazos, o en la boca y parte superior del labio y tenerla puesta toda la noche.
La glicerina se encuentra en las farmacias y el almidón en las buenas droguerías. Como éstas van desapareciendo, podéis encontrar ambos ingredientes en Madrid en la tienda Riesgo en la calle Desengaño, 22, teléfono: 91-5216134 y mriesgo@tsc.es.

PREPARACIÓN.
Machacar o triturar el almidón hasta conseguir un polvo muy fino, volcarlo en un cazo, añadir el agua mezclada con el limón y disolverlo removiendo con una cuchara de palo.
A continuación agregar la glicerina, remover de nuevo con la cuchara y colocar el cacito sobre el fuego sin parar de remover.
A medida que el calor va llegando la preparación va espesando y su color va cambiando. Al principio es blanca y de repente empieza a pasar a translúcida. Por el color que adquiere parece enteramente vaselina, pero un poco menos densa.
Cuando la veamos bastante espesa, con textura de crema, retirar el cacito del fuego y seguir removiendo para que no se pegue a las paredes del recipiente.
Si quedara demasiado espesa, como amazacotada, sería por que la habríamos cuajado demasiado, como en el caso de unas natillas. Añadiríamos entonces un poquito más de agua o algunas gotas de limón para fluidificarla.
Si por el contrario quedara demasiado clara, la calentaríamos un poco más. Tiene que estar con una consistencia tal que al extenderla en las manos o en la boca se quede fija y no se escurra.
Cuando se haya obtenido la consistencia deseada la crema estará lista para ser usada y se puede guardar en algún tarrito vacío de perfumería que cierre bien y en cualquier armario sin tomar ninguna precaución porque no se estropea y dura años.

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